AUTORES
- Patricia Santos Pérez. Graduada en Enfermería. Hospital Royo Villanova. Zaragoza.
- Sara Monzón Martín. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
- Javier Vicente Guillén. Graduado en Enfermería. Hospital Royo Villanova Zaragoza.
- Alejandro Valero Martínez. Graduado en Enfermería. Hospital Royo Villanova. Zaragoza.
- Irene León Romera. Graduada en Enfermería. Hospital Royo Villanova Zaragoza.
- Noemí Martín Aznar. Graduada en Enfermería. Hospital Royo Villanova Zaragoza.
RESUMEN
Las úlceras vasculares de miembros inferiores no constituyen una enfermedad por sí mismas, sino que son el resultado de una patología vascular de base ya sea venosa o arterial.
Se estima que la prevalencia de úlceras vasculares en España es del 1,6%, siendo las úlceras venosas las más comunes.
Conocer este tipo de úlceras, así como toda la problemática consiguiente es importante no sólo para efectuar el tratamiento adecuado sino, principalmente, para la aplicación de medidas preventivas para así disminuir la aparición de complicaciones y su reincidencia.
PALABRAS CLAVE
Úlceras vasculares, enfermedad arterial, úlceras venosas, úlceras arteriales.
ABSTRACT
Lower limb vascular ulcers are not a disease in themselves but are always the result of an underlying vascular pathology, whether venous or arterial. It is estimated that the prevalence of vascular ulcers in Spain is 1.6%, with venous ulcers being the most common. Knowing about these types of ulcers, as well as all the associated issues, is important not only for proper treatment but, primarily, for the application of preventive measures to reduce the occurrence of complications and their recurrence.
KEY WORDS
Vascular ulcers, arterial disease. venous ulcers, arterial ulcers.
DESARROLLO DEL TEMA
La úlcera de la extremidad inferior es una patología referenciada en los textos más antiguos como es el Papiro de Ebers (1500 a. C).
Hipócrates en su obra De Ulceribus establece una relación muy aproximada entre la úlcera de la extremidad inferior y las enfermedades venosas1.
Las úlceras arteriales son lesiones o heridas producidas por la disminución de la
perfusión sanguínea y como consecuencia de un déficit crítico de la presión parcial de oxígeno en los
tejidos distales. La patología arterioesclerótica es la causa fundamental de las obstrucciones en las
arterias de los miembros inferiores2.
Son lesiones dolorosas que dificultan la movilidad y alteran la propia imagen corporal, en las que el dolor es frecuente y puede ser grave o continuo e incapacitante.
Poseen un carácter crónico y recidivante con una alta tasa de recurrencia. Éstas suponen un importante problema de salud en la actualidad.
En España, la incidencia y prevalencia de úlceras vasculares sigue una tendencia similar a la observada en otros países. Según datos del Estudio Úlceras de España, realizado por la Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas (AEEVH), se estima que la prevalencia de úlceras vasculares en España es del 1,6%, siendo las úlceras venosas las más comunes3. Son más frecuentes en mujeres, con una relación varón-mujer de 1-3.
Además, se ha observado que la incidencia de úlceras vasculares aumenta con la edad y que afectan más a mujeres que a hombres. La mayoría de las úlceras vasculares en España se localizan en las piernas y se asocian con factores de riesgo como la obesidad, la inactividad física, el tabaquismo y antecedentes familiares de enfermedad venosa crónica4.
Es importante destacar que las úlceras vasculares son una causa importante de morbilidad y discapacidad en España, y que su tratamiento y gestión pueden representar una carga económica significativa para el sistema de salud. Por esta razón, es esencial la prevención y el tratamiento temprano de las úlceras vasculares, con el objetivo de reducir su impacto en la salud de la población y en la economía del país5.
Su cronicidad y recidiva son aspectos destacables: entre el 40 y el 50% permanecen activas por períodos no inferiores a los seis meses; un porcentaje similar superan el año de evolución y en un porcentaje no inferior al 10% alcanza los cinco años. De las cicatrizadas, entre un 25 y un 30% recidiva en el periodo de doce meses posterior a su curación.
Actualmente y dentro del marco de la CONUEI (Conferencia Nacional de Consenso sobre Úlceras de la Extremidad Inferior), una conferencia de consenso que surgió ante la necesidad expresada por muchos profesionales de distintas disciplinas por encontrar soluciones al problema de las úlceras de extremidad inferior, cada vez está tomando más relevancia el unificar criterios mediante la existencia de un documento consenso que base sus recomendaciones en criterios de evidencia y en la opinión de los expertos 6,9. Así pues, es de gran importancia disponer de evidencias científicas en cuanto al diagnóstico y tratamiento de las úlceras de la extremidad inferior, así como poner en práctica un programa de prevención correcto y completo.
Clasificación:
Factores de riesgo: Úlceras arteriales:
Úlceras venosas:
Clínica: Las úlceras venosas generalmente se encuentran en la parte inferior de la pierna, por encima del tobillo, y se caracterizan por ser superficiales, irregulares, con bordes elevados y un aspecto húmedo y con exudado. Los pacientes con úlceras venosas pueden experimentar dolor, pesadez en las piernas y edema. Mientras que las arteriales se localizan generalmente en la parte inferior de la pierna o en los dedos de los pies, y son causadas por una mala circulación arterial. Las úlceras arteriales suelen ser profundas y dolorosas, con bordes bien definidos y una base seca y necrótica7. Diagnóstico: Para el diagnóstico será necesario recopilar información sobre los antecedentes médicos del paciente, incluyendo cualquier afección vascular o enfermedad crónica, antecedentes de cirugías o lesiones traumáticas, medicamentos y hábitos de vida. A través de la exploración física se examinará cuidadosamente la úlcera y su entorno para determinar su tamaño, forma, profundidad, borde, base y presencia de tejido necrótico o exudado. También se debe incluir la piel circundante para buscar signos de enfermedad vascular crónica, como varices o edema. Como pruebas diagnósticas habrá que valorar algunas pruebas complementarias, como estudios de imagen (ecografía, doppler, angiografía) o análisis de laboratorio, para determinar la causa subyacente de la úlcera. Para el diagnóstico diferencial es importante descartar otras afecciones que pueden presentar síntomas similares2,7. |
Tratamiento:
El tratamiento de las úlceras vasculares dependerá de la causa subyacente y de las características de la úlcera. Los objetivos del tratamiento serán promover la cicatrización de la úlcera, aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. Es fundamental tratar la enfermedad vascular de base para prevenir la aparición de nuevas úlceras y reducir el riesgo de complicaciones. En caso de úlceras venosas, se pueden utilizar medias de compresión para mejorar el retorno venoso y disminuir el edema. En caso de úlceras arteriales, se podría indicar una intervención quirúrgica o endovascular para restaurar el flujo sanguíneo4,8.
Se debe proporcionar cuidado local de la úlcera, se pueden utilizar apósitos o vendajes que favorezcan la cicatrización y controlen el exudado. Para el control de la infección, si la úlcera está infectada, se deben prescribir antibióticos adecuados. Es importante mantener la úlcera limpia y protegida para prevenir nuevas infecciones9.
En algunos casos, se puede utilizar terapia de presión negativa para estimular la cicatrización de la úlcera. Esta terapia consiste en aplicar una presión negativa continua sobre la úlcera. En casos graves o refractarios, puede ser necesaria una cirugía para tratar la úlcera y mejorar el flujo sanguíneo10.
Recomendaciones:
- Mantener un buen cuidado de la piel: Mantener la piel limpia y seca, aplicar cremas hidratantes para evitar la sequedad y proteger la piel del sol.
- Controlar los factores de riesgo: Si el paciente sufre de enfermedades como diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia, es importante controlarlos adecuadamente para disminuir el riesgo de complicaciones.
- Controlar el peso: Mantener un peso saludable puede ayudar a reducir la presión sobre las piernas y disminuir el riesgo de desarrollar úlceras vasculares.
- Evitar la exposición al frío: Evitar la exposición al frío extremo y mantener las piernas calientes y secas puede ayudar a prevenir lesiones que puedan empeorar las úlceras.
- Mantener un estilo de vida saludable: Que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el consumo de tabaco y alcohol.
- Evitar el traumatismo en las piernas: Deben protegerse de lesiones, ya que esto puede empeorar la úlcera y aumentar el riesgo de infección.
- Mantener una buena higiene personal: Especialmente de las manos, para prevenir infecciones11.
CONCLUSIONES
En conclusión, las úlceras vasculares son una complicación común de la enfermedad vascular subyacente, ya sea arterial o venosa, que puede ser dolorosa y debilitante para los pacientes. Las úlceras venosas son las más comunes y se caracterizan por su aspecto húmedo y la presencia de tejido necrótico. Por otro lado, las úlceras arteriales suelen ser secas, profundas y dolorosas.
Es importante llevar a cabo un diagnóstico y tratamiento adecuado de estas úlceras para prevenir complicaciones y reducir el tiempo de cicatrización. El tratamiento puede incluir medidas conservadoras, como la compresión y el cuidado de las heridas, y en algunos casos, se puede considerar la cirugía.
Además, la prevención es fundamental en el manejo de las úlceras vasculares. Los pacientes deben ser conscientes de los factores de riesgo y adoptar medidas para prevenir su aparición, como mantener una buena higiene de las extremidades, evitar el sedentarismo, controlar la hipertensión y la diabetes, y llevar una dieta equilibrada y saludable.
En definitiva, un abordaje integral y multidisciplinario por parte del equipo de salud es fundamental para el manejo exitoso de las úlceras vasculares, y para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta patología.
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