Uso de pantallas en la infancia. Recomendaciones.

15 agosto 2022

AUTORES

  1. Lucía Gonzalvo Aparicio. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de Salud Univérsitas. Zaragoza. España.
  2. Elena Lobera Lahoza. Diplomada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de Salud Univérsitas. Zaragoza. España.
  3. Alicia Fickinger Gracia. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de Salud Univérsitas. Zaragoza. España.
  4. Jesús Ruiz Traid. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de Salud Valderrobres. Alcañiz. España.
  5. Jara Cardiel Bergasa. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Consultorio de La Zaida y Escatrón, Centro de Salud Sástago. Zaragoza. España.
  6. Alba María Domínguez Abad. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.

 

RESUMEN

El uso de las pantallas forma parte de la rutina de cualquier familia. Se ha demostrado que los niños y adolescentes superan notablemente el tiempo recomendado por los expertos.
El uso responsable, limitado y supervisado por adultos es beneficioso para los más pequeños ya que el contenido consumido a través de las pantallas puede ser didáctico y educativo.
Sin embargo, un uso descontrolado, sin horarios ni vigilancia puede conllevar problemas de salud en los niños que repercute en su desarrollo físico, mental y emocional.
Seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias es fundamental para lograr una relación saludable con las pantallas.

 

PALABRAS CLAVE

Televisión, niños, adolescentes, videojuegos, inteligencia.

 

ABSTRACT

Screen use is part of every family’s routine. It has been demonstrated that children and adolescents significantly exceed the time recommended by experts.

Responsible, limited and supervised use by adults is beneficial for children, as the content consumed through screens can be educational and didactic.

However, uncontrolled, unscheduled and unsupervised use can lead to health problems in children that affect their physical, mental and emotional development.

Following the recommendations of the health authorities is essential to achieve a healthy relationship with screens.

 

KEY WORDS

Television, children, adolescents, video games, intelligence.

 

DESARROLLO DE TEMA

En 1930 se presentan los primeros prototipos de televisión, desde entonces la tecnología en forma de pantallas ha crecido exponencialmente1.

Actualmente en un mismo dispositivo (móvil, tablet, ordenador, televisor…) se pueden consumir desde música hasta videojuegos o programas de entretenimiento entre otros. Las pantallas se han convertido en una herramienta de ocio vital para muchas personas creando incluso dependencia.
Este tipo de tecnología cada vez es más accesible, no requiere un gasto económico elevado y se encuentra en formatos diferentes para acompañarnos en nuestro día a día en función de nuestros intereses y necesidades1,2.

Durante la infancia, la exposición a pantallas tiene que ser limitada y supervisada por un adulto.
Según la Academia Americana de Pediatría el tiempo recomendado de exposición a pantallas varía en función de la edad2.3:

  • 0 – 2 años: Nada de pantallas.
  • 2 – 5 años: Entre media y una hora al día.
  • 7 – 12 años: una hora con un adulto presente. Nunca en horas de comidas.
  • 12 – 15 años: Una hora y media. Especial vigilancia en redes sociales.
  • Más de 16 años: Dos horas. Los dormitorios no deben tener pantallas.

El inicio en el uso de dispositivos digitales cada vez es más precoz y el tiempo invertido es mayor. Se han demostrado numerosas ventajas en el uso controlado y supervisado de las pantallas, pero también efectos nocivos contra la salud de los más pequeños.

Según un estudio publicado en las Islas Baleares en 2021, el 80% de la muestra encuestada comenzó a ver televisión antes de los 2 años y los mayores de entre 5 y 10 años excedían el tiempo recomendado: 71 min/día y 160 min/día respectivamente3.

A continuación, se describen los beneficios estudiados del uso de pantallas de forma responsable3,4:

A partir de los dos años, los niños son capaces de comprender y aprender a través de las pantallas. Es fundamental la elección de los programas, estos deben ser educativos y no únicamente de entretenimiento.

Los padres tienen que acompañar reforzando la explicación. En estos programas no solo se transmite conocimiento, sino también empatía y se fomenta la socialización.

Entre los 5-7 años, los niños pueden emplear las pantallas como herramienta educativa y recreativa, de esta manera se fomenta el trabajo en equipo, la resolución de problemas y permite a los niños más tímidos tener un contacto virtual con sus compañeros.

Las últimas investigaciones relacionadas con el uso de pantallas en niños y adolescentes inciden en la importancia del tipo de programa consumido. Remarcan que estos sean educativos y no solo de entretenimiento, ya que los primeros transmiten conocimiento y habilidades y los segundos únicamente dan a conocer hechos y lugares. No fomentan el pensamiento crítico.

 

A continuación, se describen las consecuencias negativas para la salud por un exceso de consumo de pantallas1,3,4,5:

A nivel físico:

• Aumento de peso (sobrepeso/obesidad): si se excede en tiempo de ocio con pantallas se dejan de lado actividades que requieren actividad física. Además, en numerosas ocasiones los niños acompañan el tiempo de televisión o tablet con comida habitualmente muy calórica y poco sana.

• Alteración en el patrón y calidad del sueño: numerosos estudios señalan la relación entre el uso de las pantallas en el dormitorio y la mala relación del sueño posterior. Se debe evitar el uso de pantallas dos horas antes de iniciar la rutina de sueño, ya que esta acción puede alterar la producción de melatonina por la exposición a la luz blanca y el contenido consumido. Si no se descansa correctamente durante la infancia puede repercutir negativamente en el desarrollo mental y físico.

A nivel cognitivo:

• Alteración en el rendimiento escolar: en las diferentes investigaciones se ha concluido que la exposición a pantallas en menores de 2-3 años puede tener repercusiones negativas en el rendimiento escolar durante los años posteriores. También puede verse afectada la adquisición de vocabulario y por lo tanto el desarrollo del lenguaje. A partir de los 3-5 años, los niños que están sobreexpuestos a las pantallas pueden desarrollar problemas de atención, sobre todo los que consumen programas únicamente de entretenimiento.

• Alteraciones emocionales: debido sobre todo al aislamiento y a la disminución de interacción
social.

A nivel psicológico:

• Adicciones: se han descrito numerosos casos de niños y adolescentes que sufren adicción a los
videojuegos. Tal es la preocupación que se ha reconocido como trastorno mental. Se trata
de una adicción que tiene graves consecuencias para el afectado y para su entorno.

• Baja autoestima: sobre todo en la población adolescente se observan conductas comparativas que repercuten negativamente en la autoestima, se debe principalmente a la facilidad en el acceso a Internet (redes sociales) y al bombardeo publicitario.

Una vez desarrolladas las consecuencias dañinas para la salud es importante recalcar que la mejor actuación es la prevención. Por ello las autoridades sanitarias coinciden en una serie de recomendaciones que fomentan el uso responsable de las pantallas2,4,5,6:

• Las pantallas no son un método de entretenimiento que sustituye al deporte, la lectura o al tiempo recreativo al aire libre.

• Las pantallas no deben acompañar a las familias durante el rato de la comida/cena, ni durante el tiempo dedicado a las actividades extraescolares o al estudio.

• Evitar su uso dos horas antes de dormir.

• Los programas consumidos deben ser supervisados por los padres y limitados en el tiempo establecido en función de la edad. Evitar contenido violento o no adecuado.

• Aprovechar el contenido del programa para generar diálogo y debate familiar. Es importante que los cuidadores conozcan los gustos de los niños y dar espacio para resolver dudas.

• No es aconsejable que los niños tengan pantallas en su dormitorio. Es preferible ubicar estos elementos en zonas comunes para así poder supervisar con mayor facilidad. También es conveniente que el espacio sea luminoso y tenga ventilación.

• No emplear como método de premio/castigo el acceso a las pantallas.

• Explicar a los niños desde que son pequeños las consecuencias de un uso excesivo y las normas para un uso responsable y sin riesgos: no dar datos personales, no quedar con desconocidos, no introducir datos bancarios, emplear un lenguaje correcto…

• Pactar en común con los niños más mayores o adolescentes el tiempo destinado a las pantallas. Poner normas y ser estricto con los tiempos establecidos.

• Promover el uso de pantallas compartidas haciendo partícipe a la familia.

• Los cuidadores principales deben dar ejemplo a los más pequeños, en la medida de la posible no usar pantallas en el tiempo dedicado a la familia.

 

CONCLUSIONES

Durante la infancia, la exposición a pantallas comienza cada vez más temprano y no se respeta el tiempo recomendado por las autoridades sanitarias.

La exposición a las pantallas debe ser vigilada por los cuidadores y limitada en el tiempo en función de la
edad del niño. Está totalmente desaconsejado su uso en menores de 2 años.
Un uso responsable en tiempo y contenido puede repercutir positivamente en el desarrollo mental de los niños, especialmente si los programas elegidos son educativos y se acompañan de diálogo familiar.

La sobreexposición a las pantallas puede conllevar problemas de salud físicos (aumento de peso, alteración en el sueño), cognitivos (bajo rendimiento escolar, déficit de atención, alteración en el lenguaje) y emocionales (adicciones y problemas de autoestima).

Las recomendaciones sanitarias pretenden promover un uso responsable de las pantallas para así evitar las consecuencias negativas anteriormente mencionadas.

 

BIBLIOGRAFÍA

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  2. Asociación Española de Pediatría. Sedentarismo, falta de sueño y alteración en el desarrollo cognitivo, social y emocional, consecuencias del uso inapropiado de las nuevas tecnologías en niños. [Internet]. Madrid: AEPap; 2018 [consulta el 31 de mayo de 2022]. Disponible en: https://www.aepap.org/actualidad/comunicados-y-notas-de-prensa/sedentarismo-falta-de-sueno-y-alteracion-en-el-desarrollo-cognitivo-social-y-emocional-consecuencias
  3. Pons M, Bordoy A, Alemany E, Huget O, Zagaglia A, Slyvka S, Yáñez A. Hábitos familiares relacionados con el uso excesivo de pantallas recreativas (televisión y videojuegos) en la infancia. Rev Esp Salud Pública [Internet]. 2021 [consulta el 30 de mayo de 2022]; 95: 14 de enero e1-13. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7957690
  4. Pons Rodríguez M. Prevalencia y factores de riesgo de uso excesivo de televisión y otras pantallas en la población infantil. 201. Recuperado a partir de: https://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/150226/Montserrat%20Pons%20Rodriguez_TESIS%20DEF.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  5. Moreno Villares JM, Galiano Segovia MJ. El tiempo frente a las pantallas: la nueva variable en la salud infantil y juvenil. Rev Nutr Hosp [Internet]. 2019 [consulta el 31 de mayo]; 36(6): 1235-1236. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112019000600001
  6. Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Recomendaciones sobre el consumo de televisión y ocio digital en menores [Internet]. Madrid: SEPEAP; 2015 [consulta el 1 de junio de 2022]. Disponible en: https://sepeap.org/recomendaciones-sobre-el-consumo-de-television-y-ocio-digital-en-menores/

 

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