Virus influenza: diagnóstico, tratamiento y prevención en enfermería artículo monográfico.

13 diciembre 2021

AUTORES

  1. Raquel Delgado Diéguez. Grado universitario de Enfermería. Hospital Miguel Servet.
  2. Yovanca Herraiz Martínez. Diplomada en Enfermería. Hospital Miguel Servet.
  3. Ana Aviol Oliveros. Grado universitario de Enfermería. Hospital Miguel Servet.
  4. Ana Bernal Fradejas. Grado universitario de Enfermería. Hospital Quirón Salud.
  5. Teresa Barcelona Tambo. Grado universitario de Enfermería. Hospital Miguel Servet.
  6. Santiago Martínez García Alcaide. Grado universitario de Enfermería. Hospital Miguel Servet.

 

RESUMEN

La gripe viral, causada por el virus Influenza, se trata de una de las enfermedades respiratorias agudas más frecuentes, con una alta prevalencia a nivel mundial. Es un gran problema sanitario en la actualidad, con un impacto también a nivel económico y social. Su elevada facilidad para propagarse unido a los posibles casos de hospitalización y muerte que ésta puede ocasionar en personas de riesgo explican la función trascendental desarrollada por el profesional de Enfermería en aras de prevenir su transmisión. Igualmente, el profesional enfermero debe desarrollar un plan de cuidados de calidad. Éste debe incluir una valoración individualizada que permita atender a las necesidades básicas del paciente y que contribuya a la mejora y recuperación de su salud y calidad de vida.

Por esta razón, el objetivo se basa en llevar a cabo una exhaustiva búsqueda bibliográfica con el fin de conocer la evidencia científica actual sobre la gripe viral y, a su vez, exponer el abordaje terapéutico y los cuidados por parte de Enfermería en esta patología, así como valorar la importancia de la labor preventiva enfermera en la población.

 

PALABRAS CLAVE

Gripe, virus Influenza, etiología, tratamiento, diagnóstico, prevención, cuidados de enfermería.

 

ABSTRACT

Viral influenza is one of the most frequent acute respiratory diseases, with a high prevalence worldwide. It is a major health problem today, with an impact also at the economic and social level. Its ease of spread, together with the possible cases of hospitalization and death that it can cause in people at risk, explain the transcendental role played by the nursing professional in preventing its transmission. Likewise, the nursing professional must develop a quality care plan. This should include an individualized assessment that allows the patient’s basic needs to be met and that contributes to the improvement and recovery of the patient’s health and quality of life. For this reason, the objective is based on carrying out an exhaustive bibliographic search in order to know the current scientific evidence on viral influenza and, in turn, to expose the therapeutic approach and care by nursing in this pathology, as well as to assess the importance of preventive nursing work in the population.

 

KEY WORDS

Influenza, influenza virus, etiology, treatment, diagnosis, prevention, nursing care.

 

INTRODUCCIÓN

La gripe es una patología infecciosa aguda que afecta a las vías respiratorias cuyo agente etiológico es el virus de la gripe: virus Influenza. Se distinguen 3 tipos: A, B y C, siendo A y B actualmente los más frecuentes ¹. La infección dura aproximadamente una semana y se manifiesta con síntomas como fiebre alta, dolor de garganta y cefaleas, malestar general, tos, rinitis y mialgias ², pudiendo llegar a desarrollar complicaciones de mayor gravedad como la neumonía ³.

Es importante no confundir la gripe con un resfriado, ya que ambas afectan al tracto respiratorio, pero son producidas por virus distintos: en el resfriado común, su agente causal es el Rhinovirus y en la gripe, el virus Influenza. Para la confirmación diagnóstica es recomendable realizar mediante la obtención de un frotis nasofaríngeo una RT-PCR debido a la alta especificidad y sensibilidad que ésta presenta ³.

La gripe es considerada un problema sanitario de gran afectación poblacional, tanto por la facilidad de transmisión humana a través de gotas respiratorias expulsadas a través de tos o estornudos, como por la alta morbi-mortalidad que puede provocar, además de considerar la rapidez de su propagación, ocasionando epidemias estacionales ¹,².

Una de las características más significativas del virus Influenza es su gran capacidad para realizar modificaciones genéticas, facilitando así la aparición de dichas epidemias estacionales y su habilidad para expandirse. Tal capacidad conduce a la aparición de nuevas cepas cada año, lo que implica que la vacuna tenga que actualizarse cada temporada y administrarse anualmente. Por esta razón, la vigilancia epidemiológica resulta trascendental, ya que facilita la producción de vacunas adecuadas para combatir a las nuevas cepas que se van originando ⁴.

Además de las epidemias anuales, ha habido cuatro grandes pandemias en los últimos 100 años. La primera tuvo lugar en 1918, la cual se conoce como la “gripe española”, y dejó aproximadamente 50 millones de muertes. Las siguientes pandemias fueron originadas por cepas recombinadas y cada una de ellas tuvo una tasa de mortalidad menor a la anterior ⁴.

Actualmente, se estima que la población afectada durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y el 15%, lo que se significa que ocasiona 3-5 millones de casos graves y 250.000-500.000 muertes cada año a nivel mundial ². En 2019, en España se detectaron 490.000 casos leves de gripe en atención primaria, 35.000 casos requirieron hospitalización, 2.500 de ellos ingresaron en la UCI y hubo 6.300 muertes asociadas a la gripe ¹.

 

ETIOLOGÍA:

La gripe es una enfermedad muy prevalente en nuestra sociedad por su elevado índice de contagio, lo que conlleva una gran repercusión sanitaria, laboral, social y económica.

El griego Hipócrates, considerado padre de la medicina, fue quien por primera vez describió la sintomatología de la gripe hacia el año 412 a.C. A lo largo del siglo XX se han registrado tres epidemias de notable. La primera fue en 1918, la segunda en 1957 y la tercera en 1968 ⁵.

El agente etiológico de la gripe es el virus Influenza, un virus ARN que destaca por tener una alta capacidad de mutación genética. Corresponde a la familia de los Ortomixovirus, y son los tipos A y B los que afectan al género humano. El virus Influenza A se aisló en 1933 y el B en 1936. Este hecho favoreció la determinación y el desarrollo de vacunas inactivadas.

El virus Influenza tipo A posee una alta capacidad de variación antigénica y es el responsable de la mayoría de las epidemias gripales y de las pandemias que afligen periódicamente a la sociedad actualmente. Este tipo A es el que afecta al hombre, además a mamíferos como cerdos, caballos, focas, ballenas, e incluso a las aves. Por otro lado, el virus Influenza tipo B afecta solamente al humano. Produce epidemias regionales y su capacidad de variación antigénica es menos frecuente ⁶.

La clasificación de los tipos del virus Influenza se determina en función de las variaciones de la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Ambas son glicoproteínas que se expresan en la superficie vírica. El tipo A tiene a su vez varios subtipos, que son los que más causan enfermedades en humanos. Los más comunes son H1N1pdm09, H1N1 y H3N2.

Esta amplia variabilidad genética y antigénica es debida a varios factores como la distribución particular de su genoma y a su tasa de mutación elevada. Otro factor que le aporta un gran potencial pandémico es la reasociación que se produce frecuentemente de sus segmentos genómicos. Todos estos mecanismos conllevan a que la respuesta inmunológica de memoria que tiene ser humano resulte poco útil o no tenga ningún efecto cuando una nueva variante aparece e infecta a la población ⁷.

 

EPIDEMIOLOGÍA:

Los primeros casos de la gripe A (H1N1) se produjeron en México y Estados Unidos en el año 2009, que acabaron provocando la declaración del estado 5 de pandemia como consecuencia de la rápida propagación del virus en la población ⁸.

El responsable de tal rapidez es el mecanismo de transmisión, ya que el virus Influenza se transmite por contacto directo a través de pequeños aerosoles expulsados por la vía respiratoria al hablar, toser o estornudar. Según varios estudios, para que el contagio se produzca de esta manera, debemos estar a menos de 2 metros de distancia de dichas partículas. Por otro lado, se observó a su vez la posibilidad de transmisión a través de los fómites, las superficies o las manos de la persona contagiada.

Se trata de una enfermedad de declaración obligatoria (EDO) cuya modalidad de declaración es numérica. A su vez, desde el año 2000 existe la Red Centinela; un sistema específico de vigilancia epidemiológica. Ésta permite la realización de un seguimiento complementario y la caracterización de los casos, ya no solo a nivel epidemiológico, sino también a nivel virológico. Igualmente, permite conocer los virus circulantes por temporada ⁹,¹⁰.

A la hora de analizar posibles brotes de gripe se tienen en cuenta los síntomas presentados, los cuales son de gran variabilidad interpersonal, que a su vez pueden aparecer en mayor o menor intensidad. En cuanto al periodo de incubación, se estima que puede oscilar entre un día y una semana. Sin embargo, los expertos afirman la posibilidad de transmisión del virus por parte del portador incluso un día antes de la aparición de los síntomas y hasta que se resuelve el cuadro clínico ¹⁰.

Existen varios factores que predisponen a la población a desarrollar la patología. Entre ellos se encuentra la edad, afectando más a los jóvenes, pero provocando mayor número de muertes entre los ancianos. Por otro lado, las condiciones sociales y el hacinamiento favorecen la aparición de focos de contagio.

Según varios estudios, se ha podido comprobar que las personas que han padecido la gripe tienen más posibilidades de crear cierta inmunidad frente a futuros contagios, disminuyendo así los síntomas en caso de volver a sufrir la enfermedad ¹¹.

 

PATOGENIA:

Los virus Influenza se encuentran en un cambio constante, apareciendo nuevas cepas regularmente¹². Las epidemias anuales de gripe se producen a consecuencia de las pequeñas variaciones de antígenos que se producen en las glucoproteínas de superficie del virus (hemaglutinina y neuraminidasa). Debido a dichos cambios, se produce la necesidad de actualizar la composición de las vacunas antigripales cada año ¹³.

Al contagiarse del virus Influenza, el organismo crea anticuerpos que permiten combatir en un futuro dicha cepa vírica, reduciendo la infección o disminuyendo su gravedad. La presencia de estos anticuerpos en el organismo también puede deberse a la vacunación antigripal. Dichos anticuerpos solamente actuarán en defensa del organismo si la cepa es similar a la que indujo su producción ¹³.

La gripe en humanos se transmite por la inhalación de gotas infecciosas, así como por contacto directo e indirecto a través de fómites. Posteriormente, se produce autoinoculación en la mucosa conjuntival o en el tracto respiratorio superior.

Las personas infectadas tienen la capacidad de contagiarse desde el día antes hasta cinco días después de que se presenten los síntomas. Los niños, así como los inmunodeprimidos son contagiosos por un tiempo un poco más largo ¹⁴.

 

CLÍNICA:

Como ya se ha mencionado anteriormente, la gripe se puede confundir con un resfriado común, ya que presentan síntomas similares. Usualmente, los resfriados progresan de forma lenta, a diferencia de la gripe que suele presentarse de manera súbita. Además, la presencia de fiebre, cefaleas y mialgias características de la gripe condiciona que su clínica resulte más incapacitante que la del resfriado común 15,16.

En adultos sanos, el síndrome característico comprende fiebre, tos y dolor general con duración de tres a siete días ¹⁷.

Entre los síntomas que una persona puede manifestar se encuentran:

  • Fiebre de comienzo repentino.
  • Escalofríos y sudores.
  • Tos, principalmente seca y persistente.
  • Disnea.
  • Dolor de garganta.
  • Congestión nasal.
  • Mialgia y artralgia.
  • Cefalea.
  • Fatiga y debilidad ¹⁶.

También puede provocar una sintomatología digestiva como náuseas, vómitos o diarrea, siendo más frecuente en niños. Igualmente, la temperatura suele ser más alta en ellos.

Se debe tener en cuenta que la fiebre no está siempre presente en todas las personas contagiadas, llegando a presentarse la infección en algunos casos de forma asintomática. La sintomatología no es patognomónica, es decir, el que esté presente no asegura que la persona sufra esta patología 18.

La gripe puede producir desde una afección leve, alcanzándose la recuperación en una o dos semanas, hasta una afección grave, prolongando más la recuperación en el tiempo, pudiendo incluso llegar a ser mortal a consecuencia de las posibles complicaciones severas desencadenadas. Especialmente si se trata de personas con mayor riesgo como personas de edad avanzada, embarazadas, niños menores de 2 años, personas con patologías crónicas cardiovasculares o pulmonares 17.

Algunas de las complicaciones que pueden aparecer incluyen:

  • Pulmonares como neumonía, crup, asma o bronquitis.
  • Cardiacas como miocarditis o pericarditis.
  • Neurológicas como el síndrome de Reye, confusión, convulsiones, psicosis, neuritis, síndrome de Guillain-Barré, coma, mielitis transversa o encefalomielitis.

Igualmente, se ha relacionado con el síndrome de choque tóxico, miositis, mioglobinuria o insuficiencia renal, entre otros ¹⁸.

 

DIAGNÓSTICO:

Inicialmente se realiza un diagnóstico clínico, basado en fiebre abrupta igual o superior a 38,5º C, acompañada de síntomas característicos como tiritona, escalofríos, cefalea y mialgia ¹⁹. Al ser dichas manifestaciones clínicas insuficientes para establecer un diagnóstico diferencial de patógenos que afecten igualmente al tracto respiratorio, existen diversos métodos diagnósticos, con una variabilidad en su sensibilidad y especificidad, que posibilitan una identificación precisa del agente infeccioso ²⁰.

Las muestras pueden extraerse a través de exudados, aspirados o lavados nasofaríngeos, lavados broncoalveolares o biopsia pulmonar, idóneamente obtenidas durante los primeros 3 días del inicio sintomático. El hisopado nasal u orofaríngeo, a pesar de su fácil extracción, presenta una sensibilidad más reducida en comparación con las técnicas anteriores ¹⁹. La muestra debe mantenerse a una temperatura de 4º o de -70º y utilizar un medio de transporte virológico, evitando así su degradación.

Los métodos diagnósticos se clasifican en pruebas directas e indirectas. Las pruebas indirectas se fundamentan en la determinación de la respuesta inmunológica humoral frente al virus. Mediante una serología se determinan anticuerpos específicos, teniendo en cuenta que la generación de los mismos tiene lugar pasada la primera semana de infección. No resulta útil para fases agudas, por lo que su interés es principalmente epidemiológico. Las pruebas directas permiten la detección en fase aguda mediante el aislamiento viral, la caracterización antigénica y la determinación del genoma viral ²⁰.

Para su aislamiento, se cultiva a través de inoculación amniótica en huevos embrionarios o en riñones caninos o de chimpancés. El cultivo viral resulta ser el “gold standard” para la tipificación del virus ¹⁹. La identificación del antígeno se basa en detectar proteínas virales a través de técnicas como la inmunofluorescencia o ensayo inmunoenzimático (ELISA). La inmunofluorescencia, con una sensibilidad que varía del 65 al 100%, resulta efectiva y rápida para determinar antígenos específicos mediante anticuerpos monoclonales del virus Influenza detectados en células epiteliales descamativas del tracto respiratorio. La prueba ELISA detecta antígenos virales usando métodos de captura por antígenos específicos. Presenta una sensibilidad que varía del 50 al 90%.

Para la identificación genómica viral se utiliza la RT-PCR: reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa. Se trata de la prueba más específica y con mayor sensibilidad (90-95%) para detectar subtipos virales de la gripe, con una disponibilidad de los resultados en 4-6 horas. Tras la extracción de un fragmento de ARN vírico, éste se retrotranscribe en ADN complementario por medio de la enzima transcriptasa inversa. A continuación, se amplifica el ADN vírico mediante la mezcla de éste con cebadores que se unen al ADN a medida que dicha mezcla se enfría, generando millones de copias de ADN vírico. Se emplean colorantes fluorescentes que se unen a la copia, aumentando la fluorescencia del ADN y confirmando la presencia del virus.

La identificación del agente causal resulta fundamental para establecer un tratamiento etiológico eficaz, el cual contribuye al uso racional de antibióticos y a una disminución de la aparición de resistencias bacterianas, logrando a su vez una mayor eficiencia y reducción de costos sanitarios innecesarios ²⁰.

 

TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN:

Para poder seleccionar el tratamiento más adecuado contra la infección, es importante diferenciar a las personas enfermas en función de su gravedad 2.

En primer lugar, encontramos a aquellos pacientes en los que la enfermedad cursa de manera no complicada. En ellos, el tratamiento consiste básicamente en el alivio sintomático, unido a un periodo de reposo hasta la resolución de la enfermedad. Si es posible, el afectado permanecerá aislado durante el periodo sintomático para evitar la transmisión de la enfermedad. En aquellos pacientes en los que la gripe cursa como una enfermedad grave, los enfermos deben recibir antivirales, además de todas las medidas preventivas y del tratamiento sintomático junto con el reposo citados anteriormente²¹.

Los antivirales más utilizados actualmente son los inhibidores de la neuraminidasa, como el Oseltamivir. Se deben administrar lo antes posible tras la aparición de síntomas para garantizar los beneficios terapéuticos, y debe ser administrado durante al menos 5 días ²². Dado que la farmacología antigripal no es totalmente eficaz, la prevención es uno de los pilares fundamentales del tratamiento de la gripe. La forma más eficaz de prevenir esta enfermedad es la vacunación. La gripe cuenta con vacunas seguras desde los años 60. La inmunidad que confieren las vacunas en esta patología se va atenuando con el paso del tiempo. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la vacunación anual.

Las vacunas antigripales son más eficaces cuando hay gran coincidencia entre los virus circulantes y los virus vacunales 22. Debido a la naturaleza cambiante de los virus gripales, el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe (SMVRG) hace un seguimiento continuo de los virus gripales circulantes en la población humana y actualiza la composición de las vacunas dos veces al año. No obstante, las vacunas antigripales son protectoras incluso en el caso de que los virus circulantes no coincidan con los virus vacunales. En el caso de llegar a contraer la enfermedad, la previa vacunación provocará una atenuación en el curso de la misma 23.

Además de la vacunación, la OMS hace incidencia en las medidas de protección individual como el lavado frecuente de manos, el mantenimiento de una buena higiene respiratoria, evitar el contacto de las manos sucias con ojos, nariz y boca, evitar el contacto con enfermos, así como el aislamiento en caso de manifestar síntomas.

 

CUIDADOS DE ENFERMERÍA:

El papel principal de Enfermería debe ser la prevención y promoción de la salud, mediante campañas de vacunación anual o por medio de la educación sanitaria, insistiendo en la importancia del lavado de manos y en los aislamientos respiratorios ²⁴. Para prevenir el contagio, existen unas recomendaciones básicas a seguir según la OMS: evitar el contacto con personas infectadas o con sospecha de ello y el lavado frecuente de manos, como ya se mencionaron anteriormente. Además, ventilación de habitaciones o espacios cerrados, evitar lugares concurridos, no saludar con besos o dándose la mano, cubrirse la mano al toser o estornudar y llevar una correcta alimentación e hidratación ²⁵.

En el caso del paciente hospitalizado por gripe, los cuidados deberán ser los siguientes:

Lo primero será la identificación de signos y síntomas de la enfermedad mediante la valoración y la exploración física. Se colocará al paciente en posición semi-fowler con el cabecero de la cama elevado a 35º. Después, se debe asegurar la permeabilidad de la vía aérea, se aplicarán métodos de oxigenoterapia o se preparará el equipo adecuado para realizar una intubación endotraqueal si la situación lo requiriese.

Se debe animar al paciente a expulsar las secreciones o aspirarlas mediante técnica estéril, en caso de que el paciente no esté consciente. El acúmulo de secreciones se trata de un síntoma muy común debido a la degeneración del parénquima pulmonar causada por el virus. En el caso de la aparición de fiebre, se intentará mantener una temperatura corporal adecuada a través de medios físicos o mediante el uso de fármacos antitérmicos.

Igualmente, será necesario canalizar una vía periférica y valorar la colocación de sondas, tanto nasogástricas como vesicales. Es fundamental realizar un balance hídrico preciso del paciente y asegurar una correcta hidratación, ya sea por vía oral o mediante sueroterapia 25,²⁶. Se llevarán a cabo las medidas de aislamiento pertinentes, colocando carteles informativos en la puerta de la habitación. Ésta deberá permanecer cerrada y sin presión negativa en el interior. Se deberán utilizar equipos de protección individual (EPI): mascarilla, guantes, bata desechable, gorro, gafas protectoras y una correcta higiene de manos antes y después de salir de la habitación. En los casos de ventilación invasiva, se emplearán sistemas de aspiración cerrados para disminuir los aerosoles y se colocarán filtros entre el respirador y la tubuladura del tubo endotraqueal. El acceso a la habitación debe quedar restringido 26.

 

CONCLUSIÓN

Debido a su elevada contagiosidad y a su significativa repercusión laboral, socio-económica y sanitaria a nivel de morbi-mortalidad, la labor de Enfermería resulta imprescindible para controlar, evitar y/o frenar el desarrollo o avance de ésta o de cualquier otra pandemia. Educar y concienciar a la población en la práctica de medidas higiénico-sanitarias es siempre fundamental, haya o no disponibilidad de vacunación.

 

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