AUTORES
- Sergio Bueno Meléndez. Enfermero Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
- Sofía Arnaudas Sancho. Enfermera C.S. Bombarda. Zaragoza.
- Alejandro Candala Ramírez. Enfermero C.S. Romareda. Zaragoza.
- Rubén Oriol Herrero. Enfermero C.S. Romareda. Zaragoza.
- Elena Cegoñino Giral. Enfermera Urgencias HRV. Zaragoza.
- Miriam Gracia Bueno. Enfermera Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
RESUMEN
La hidatidosis es una enfermedad parasitaria que produce una elevada mortalidad. Es considerada Enfermedad de Declaración Obligatoria. Se transmite a través de formas larvarias por diferentes huéspedes hasta el hospedador definitivo, principalmente por falta de higiene.
Su extensión es universal, en España afecta a las principales zonas de explotación ganaderas (centro, noroeste y este de España) afectando más a hombres que a mujeres.
La infección provoca el desarrollo de quistes en múltiples órganos, principalmente en el hígado. La sintomatología se produce tras la ruptura del quiste.
El diagnóstico se lleva a cabo mediante técnicas de imagen, pruebas serológicas o cuadros clínicos compatibles.
Para el tratamiento de la enfermedad se prefiere la combinación de técnicas quirúrgicas y tratamiento farmacológico, pero lo más importante es la prevención, ya que con una buena educación sanitaria se podría prevenir el contagio.
PALABRAS CLAVE
Hidatidosis, infección, prevención, quistes, hígado, larvas, huésped.
ABSTRACT
Hydatid disease is a parasitic disease that produces a high mortality. It is considered a Compulsory Declaration Disease. It is transmitted through larval forms by different hosts to the definitive host, mainly due to lack of hygiene.
Its extension is universal, in Spain it affects the main areas of livestock exploitation (central, northwestern and eastern Spain) appearing more in men than in women.
The infection causes the development of cysts in multiple organs, mainly in the liver. The symptomatology occurs after the rupture of the cyst.
The diagnosis is carried out using imaging techniques, serological tests or compatible clinical pictures.
For the treatment of the disease, the combination of surgical techniques and pharmacological treatment is preferred, but the most important thing is prevention, since with good health education, contagion could be prevented.
KEY WORDS
Hydatidosis, infection, prevention, cysts, liver, larvae, host.
DESARROLLO DEL TEMA
La equinococosis o hidatidosis es una zoonosis parasitaria con una alta morbilidad, siendo más frecuente en países con malas condiciones sociosanitarias. Es causada por diferentes formas larvarias de Echinococcus entre las que destacan: E. granulosus y E. multilocularis. El Echinococcus granulosus, en su forma de Equinococosis quística, es el principal responsable de la hidatidosis en humanos. El lugar anatómico más común de infección es el hígado (74% de los casos) y los pulmones (15% de los casos) siendo su forma más común de presentación los quistes pulmonares y hepáticos. En raras ocasiones, estos quistes se encuentran en la columna vertebral1.
Entre los factores de riesgo de enfermar existen: bajo nivel socioeconómico, escasa educación sanitaria, consumo de alimentos de procedencia animal, vivir en áreas rurales y convivir con perros que están en contacto con ganado. Los ovinos son los más afectados y el ser humano se infecta accidentalmente a través de manos, alimentos o agua contaminada. La hidatidosis en nuestro país es una Enfermedad de Declaración Obligatoria (EDO) numérica e individualizada. Es preocupante la falta de información por parte de la población, condición favorable para la permanencia de la parasitosis, por lo que será de especial importancia hacer hincapié en las medidas preventivas y en el control del paciente, contactos y medios. Junto con la prevención de los factores de riesgo, son unas de las principales funciones del equipo de enfermería2.
ETIOPATOGENIA:
La hidatidosis es causada por diferentes formas larvarias del género Echinococcus, entre las que destacan cuatro: E. Granulosus, E.Multilocularis, E.Oligarthrus y E. Vogeli. El Echinococcus Granulosus es el principal causante de la «Echinococcosis quística» o «hidatidosis» o «quiste equinococócico». El ciclo de vida del parásito incluye dos lugares de hospedaje: hospedador definitivo (mamíferos carnívoros), donde los parásitos adultos se desarrollan en el intestino y hospedador intermediario (herbívoros y omnívoros), donde se presentan las formas larvarias en el tejido3.
El ciclo comienza cuando el animal infectado por la Tenia Echinococcus (principalmente perro) elimina su materia fecal, saliendo con ella miles de huevos del parásito que contaminan el agua, el pasto, la tierra, las verduras, e incluso pueden quedar adheridos en el pelo del mismo perro. Una vez las ovejas se comen los huevos con el pasto o el agua, en sus órganos (pulmones, hígado, etc.) se forman los quistes. Si el perro es alimentado con estas vísceras contaminadas, en su intestino se forman otra vez los parásitos, y empieza el ciclo de nuevo. La infección se produce cuando los huevos del parásito llegan a la boca de las personas (principalmente de los niños) por actividades como: dar besos y dejarse lamer por el perro, ingerir verduras o agua contaminadas, etc.4.
EPIDEMIOLOGÍA:
En nuestro país, la hidatidosis es considerada una enfermedad de declaración obligatoria, debiendo ser notificada semanalmente de forma numérica e individualizada6. Una vez se identifica el caso, se recoge toda la información referente al mismo en la encuesta epidemiológica que figura en el protocolo de esta enfermedad. La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) permite la recogida y análisis de la información epidemiológica para detectar problemas, valorar cambios, para así, ayudar a disminuir el riesgo de la salud pública5.
La situación epidemiológica real de la EQ no está definida. Así, mientras en unas zonas está en disminución, en otras regiones está considerada como una zoonosis emergente o reemergente. Entre los factores que explican este fenómeno destaca el cambio en las condiciones climáticas al favorecer la viabilidad de los huevos de E. granulosus. La EQ tiene una distribución universal, ya que se extiende por el oeste y centro de Asia, Australia, Latinoamérica, norte y este de África y cuenca mediterránea. España está considerada un área de alta endemicidad dentro de Europa. La EQ se considera una enfermedad endémica de distribución regional y su vigilancia queda a criterio de cada comunidad autónoma, y está incluida en el Sistema de Vigilancia de Zonas Endémicas6.
Las comunidades autónomas del centro, noreste y oeste de España se consideran las regiones de mayor endemia, debido al sistema de explotación ganadera en extensivo o semiextensivo y a la importancia de sus cabañas ganaderas (sobre todo ovina)7.
El sexo más afectado fue el masculino, con 141 casos por los 102 en el sexo femenino. En cuanto a la distribución por edades el grupo más afectado es el comprendido entre los 65 y los 74 años de edad, que supone el 22% de la población total, seguido del grupo de los 45 a los 54 años que supone el 18,9% de la población total. El resto de grupos de edad muestra una clara disminución 5.
CLÍNICA:
La infección provoca la formación de quistes únicos o múltiples en distintos órganos o tejidos, siendo los más afectados el hígado y los pulmones, pero también se pueden desarrollar lesiones en bazo, riñones, corazón, huesos o sistema nervioso central.
La sintomatología se produce por la rotura del quiste y depende del órgano afectado, tamaño, crecimiento y de la repercusión del mismo en los tejidos circundantes. Estas manifestaciones clínicas varían desde un cuadro asintomático o alérgico atenuado hasta desarrollar cuadros clínicos graves como un shock anafiláctico, desencadenando un cuadro de mayor gravedad cuando hay presencia de quistes múltiples en vez de únicos8.
Los principales síntomas en la equinococosis hepática son el dolor en epigastrio e hipocondrio derecho, hepatomegalia, presencia de una masa palpable en abdomen superior derecho, vómitos, ictericia y fiebre entre otros. Los quistes pulmonares pueden producir: dolor torácico, tos crónica, disnea, fiebre, cuadros de broncoespasmo o hemoptisis. Además, la vómica (eliminación a través de la tos del contenido del quiste) es patognomónica de la hidatidosis.
Se producen síntomas inespecíficos y fracturas espontáneas en la afectación ósea. Las lesiones en SNC pueden producir vómitos, convulsiones o ataxia9.
Entre las complicaciones de la hidatidosis destaca la ruptura del quiste y fistulización hacia las cavidades peritoneal o pleural, principalmente. Además, pueden aparecer infecciones bacterianas o abscesos, pudiendo desarrollar, en raras ocasiones, reacciones anafilácticas por la diseminación de la infección.
La expansión de los quistes hepáticos puede comprimir la vena porta o los conductos biliares, atrofiando determinados lóbulos hepáticos. La diseminación del quiste puede producir obstrucción biliar o colangitis secundaria si se produce la fistulización hacia la vía biliar. Si el parénquima hepático se ve afectado, pueden dar lugar a hipertensión portal o ascitis10.
DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico de la hidatidosis se lleva a cabo mediante técnicas de imagen, pruebas serológicas, un cuadro clínico compatible y los antecedentes epidemiológicos. Según la localización de los quistes hidatídicos se realizan diferentes diagnósticos por la imagen. En la equinococosis hepática, la ecografía es la prueba diagnóstica más adecuada debido a su mayor especificidad y sensibilidad, mientras que en la hidatidosis pulmonar, es la radiografía de tórax (frontal y lateral). En ambos casos, existen otros métodos como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, que servirán como técnicas complementarias para casos seleccionados o con radiografía dudosa.
El diagnóstico serológico se realiza para detectar anticuerpos específicos contra antígenos hidatídicos y son de gran utilidad en imágenes difíciles de identificar o en el diagnóstico diferencial de una lesión tumoral. También servirá para evaluar el seguimiento del paciente en tratamiento11.
Es importante tener en cuenta que el resultado negativo de la prueba serológica no descarta la presencia de un quiste hidatídico, (tanto en portadores asintomáticos como en pacientes sintomáticos) ya que el nivel de antígenos obtenido generalmente es bajo, siendo excepciones la ruptura del quiste o aquellos que sean grandes y fértiles12.
TRATAMIENTO:
La hidatidosis en el hombre se ha considerado un estado patológico de resolución quirúrgica. Sin embargo, el tratamiento de elección en la actualidad es la combinación de técnicas quirúrgicas con tratamiento farmacológico. No obstante, la punción, aspiración, inyección y re-aspiración (PAIR) se ha propuesto como tratamiento alternativo a la cirugía en pacientes seleccionados o en los casos en los que se ha desestimado la cirugía13.
Para decidir el tratamiento de los quistes se deben considerar las 2 situaciones: pacientes sintomáticos con quistes complicados o portadores asintomáticos de quistes hidatídicos14.
En el caso de los sintomáticos el tratamiento de elección es la cirugía, en el otro caso se decidirá teniendo en cuenta una serie de aspectos: la vitalidad y tratamiento del parásito, las posibilidades de siembra quirúrgica, la resolución de la cavidad, la mortalidad y la morbilidad, el costo del tratamiento y la reinserción social del paciente15.
En cuanto al tratamiento farmacológico se basa principalmente en el Abendazol, siendo importante realizar evaluaciones con exámenes a cada paciente donde se incluirán hemograma completo, perfil hepático y creatinina. Destacar que en todos los casos, se debe tener en cuenta la individualidad de cada paciente, a fin de poder identificar y evaluar aquellas situaciones particulares que puedan hacer necesario adecuar el tratamiento11.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA:
La hidatidosis es una enfermedad evitable, por lo que las actividades de enfermería se dirigen principalmente a medidas preventivas siendo las más importantes: la educación sanitaria, la adecuada manipulación de las vísceras animales y el control sanitario de los perros. Con la prevención se reducen los factores de riesgo, se detiene el avance de la enfermedad y se atenúan las consecuencias una vez establecida. Es importante destacar la influencia de los aspectos culturales de la población, tales como son los hábitos y costumbres16.
Impedir que los perros, especialmente los de caza o sin dueño, se infecten por consumir vísceras contaminadas es la mejor prevención. Una manera de lograrlo es imposibilitar el acceso de estos perros a vísceras y cadáveres de rumiantes abandonados en el campo, cocer la carne que se da a los perros y destruir los órganos parasitados. En zonas endémicas, los perros domésticos deben ser tratados periódicamente con cestodicidas para evitar que sean portadores de esta enfermedad17.
Otro método de prevención sería fomentar medidas higiénicas como el lavado de manos con agua y jabón, el consumo de agua potable, lavado de verduras, frutas y hortalizas y no dejarse lamer por los perros18.
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