AUTORES
- Natalia Sacristán Ferrer. Médico Adjunto de Urgencias Hospitalarias. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
- Andrea Barrado Ballestero. Residente de Medicina de Familia y Comunitaria del Centro de Salud San José Centro, Zaragoza.
- Clara María Muñoz Villanova. Residente de Medicina de Familia y Comunitaria del Centro de Salud San José Centro, Zaragoza.
- Pablo Sampietro Buil. Residente de Medicina Interna del Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
RESUMEN
El prurito braquiorradial es una patología desconocida y rara; en la mayoría de los casos se llega al diagnóstico por descarte de otras patologías dermatológicas. Su síntoma principal es el prurito de ambas caras laterales de los brazos y se considera un síntoma neuropático secundario a una radiculopatía, generalmente cervical.
En este artículo se presenta un caso, que tras múltiples intentos terapéuticos sospechando patología a nivel cutáneo y tras uso de numerosos tratamientos tópicos, se llegó al diagnóstico de prurito braquiorradial. Tras el correcto diagnóstico y manejo terapéutico el paciente mejoró notablemente.
PALABRAS CLAVE
Prurito braquiorradial, radiculopatía cervical, dermatitis.
ABSTRACT
Brachioradial pruritus is an unknown and rare pathology; In most cases, the diagnosis is reached by ruling out other dermatological pathologies. Its main symptom is itching on both sides of the arms and it is considered a neuropathic symptom secondary to radiculopathy, generally cervical.
This article presents a case that after multiple therapeutic attempts suspecting pathology at the skin level and after using numerous topical treatments, a diagnosis of brachioradial pruritus was reached. After the correct diagnosis and therapeutic management, the patient improved remarkably.
KEY WORDS
Brachioradial pruritus, cervical radiculopathy, dermatitis.
PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO
Mujer de 53 años que acude a consulta de atención primaria por presentar prurito en la cara lateral de ambos brazos desde hace dos años.
Entre sus antecedentes personales destaca artritis reumatoide, hipertensión arterial, osteoporosis y cervicoartrosis. Como tratamiento habitual toma enalapril 25 mg cada 12 horas y naproxeno 500 mg cada 12 horas si presenta dolor articular.
La paciente refiere que pese a la ingesta hídrica abundante y cremas corporales que compra en la farmacia, no consigue que el prurito mejore. No refiere empeoramiento o mejoría a lo largo del año. No aumenta el prurito por las noches. No refiere síntomas sistémicos de fiebre, cambio de coloración de piel o mucosas, no náuseas ni vómitos, no pérdida de peso, ni otra clínica de alarma. Se preguntó a la paciente acerca de si había tenido problemas cutáneos en la infancia (atopía, dermatitis seborreica…) y respondió que no.
A la exploración cutánea se observan a nivel de cara lateral de ambos brazos lesiones secundarias al rascado que incluían excoriaciones y máculas hipopigmentadas, que nos orientaban a la larga duración de los síntomas tal y como indicaba la paciente. A la dermatoscopia en consulta, se observan máculas subcentimétricas eritematosas con zonas hiperqueratósicas sugestivas de dermatitis.
Se solicitó analítica sanguínea y se pautó tratamiento con antihistamínicos orales y corticoide tópico, sospechando una dermatitis atópica. En la analítica sanguínea, pese a cierta hipercolesterolemia (203 mg/dL) el resto de parámetros bioquímicos y hematológicos se encontraban dentro del rango.
Tras una semana de tratamiento, la paciente acude de nuevo a consulta y presenta leve mejoría del picor. Se indicó la retirada del tratamiento, y a las 48 horas, comenzó de nuevo la clínica de prurito.
Se realizó interconsulta a dermatología por no mejoría de la clínica, la citaron en consulta presencial y dado sus antecedentes, se le diagnosticó de prurito braquiorradial (PBR), pautando tratamiento con gabapentina 300 mg cada 8 horas.
A las 4 semanas, la paciente acude a consulta de atención primaria mostrándose muy contenta porque ya no presentaba picor.
DISCUSIÓN
El prurito braquiorradial (PBR) es una entidad rara, caracterizada por la presencia de prurito persistente en la cara lateral de los brazos. En la mayoría de los casos descritos en la bibliografía, no se observan lesiones cutáneas objetivables o patognomónicas, solo signos de rascado o signos de trofismo de la piel por clínica pruriginosa crónica1-3.
Esta patología desconocida, en ocasiones ha generado problemas psicológicos a los pacientes dado que al no objetivar lesiones y no responder a los tratamientos habituales para el prurito cutáneo se los ha tachado de neuróticos, incluso en alguna ocasión han llegado a ser tratados con antidepresivos por sospecha de somatización1.
Indagando en la bibliografía, la cual es escasa, se describió el PBR en pacientes con radiculopatía cervical, fundamentalmente C5 y C6, con afectación del nervio cutáneo anterobraquial, que suele ser secundario a patología vertebral o medular1-3.
Se realizó un estudio en Israel que mediante estudios electrofisiológicos llegaron a la conclusión que el PBR puede atribuirse a una neuropatía, como la radiculopatía cervical crónica2. Pese a todo esto, sigue considerándose una patología que necesita ser más estudiada e investigada.
Algunos autores, también refieren que puede tener cierta relación con la exposición solar. En Hawai se observó en un número de pacientes que al estar expuestos al clima tropical de la zona y a la radiación solar, todos presentaban clínica de prurito de las mismas características del PBR. Por el contrario, más de la mitad de las personas del estudio, no tenían antecedentes de traumatismo o de procesos de artritis/ artrosis a nivel cervical que pudiesen justificar la afectación neuropática como causa de la aparición del picor, por lo que llegaron a la conclusión de que se trataba de una fotodermatosis1,3,5.
El PBR no es la única patología que se caracteriza por la clínica de picor localizada en una región corporal. La notalgia parestésica es una entidad muy similar que cursa con dolor y/o prurito, que tiene una base neuropática subyacente en este caso por afectación de los nervios espinales dorsales, desde T2 a T61, 4.
El diagnóstico de esta patología podría decirse que es multifactorial y un diagnóstico de exclusión. Debemos valorar los antecedentes del paciente, realizar un diagnóstico diferencial con otras patologías de la piel y valorar la respuesta al tratamiento, que en muchos casos es decepcionante1,2.
Se debe realizar diagnóstico diferencial con: dermatitis atópica, afectación hepática o renal, sarna, parasitosis intestinal, etc. Además, deberíamos derivar a un especialista en dermatología, para poder llevar a cabo una investigación dermatológica e histológica y así descartar otro tipo de dermatosis (1,2,4).
En la mayoría de los casos los antihistamínicos orales y los corticoides tópicos son ineficaces y los pacientes siguen presentando sintomatología. Varios estudios defienden el uso de la capsaicina tópica, pero al dejar de utilizarla los pacientes vuelven a empeorar. Se ha demostrado que debido a que se sospecha la relación con la compresión nerviosa a nivel cervical, los pacientes responden a gabapentina por su mecanismo de acción, ya que mejora el dolor neuropático. Por el mismo motivo se está instaurando el tratamiento con pregabalina y oxcarbazepina. Además, no debemos olvidar, el uso de fotoprotectores y la posibilidad de que las técnicas de acupuntura y fisioterapia pueden ayudar a mejorar la sintomatología (1-5).
Para finalizar, remarcar que el tratamiento de esta patología es bastante ambigüo, debido a que como comentamos anteriormente es una enfermedad multifactorial, no existen muchos estudios al respecto y la bibliografía que tenemos a nuestro alcance es escasa. Podríamos concluir que el mejor indicador para saber si la patología que estamos tratando es PBR, es la respuesta al tratamiento.
BIBLIOGRAFÍA
- Mataix J, Silvestre J.F, Climent J.M, et al. Prurito braquiorradial como síntoma de radiculopatía cervical, Actas Dermo-Sifiliográficas; 2008, 99(9), 719-722.
- A.D. Cohen, R. Masalha, E. Medvedovsky, D.A. Vardy. Brachioradial pruritus: A symptom of neuropathy, Journal of the American Academy of Dermatology; 2003, 48(6), 825-828.
- Wallengren J. Brachioradial pruritus: A recurrent solar dermopathy, Journal of the American Academy of Dermatology; 1998, 39(5), 803-806.
- Gómez-Argüelles J.M., Michel F., Gómez Romero L., Somovilla S. Notalgia parestésica; el paradigma del prurito neuropático: descripción de seis casos. Revista de la Sociedad Española del Dolor; 2015, 22(5), 212-216.
- Walcyk P.J, Elpern D.J. Brachioradial pruritus: a tropical dermopathy, British Journal of Dermatology; 1986, 115(2), 177–180.