Acalasia como causa frecuente de disfagia

24 marzo 2023

AUTORES

  1. Marta Cuerpo San Mateo. Diplomada en Enfermería. Planta de Hospitalización de Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  2. Lara Solanas Gracia. Diplomada en Enfermería. Planta de Hospitalización de Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  3. Sonia Sánchez Pastor. Diplomada en Enfermería. UCI Coronaria Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  4. Natalia Milián García. Graduada en Enfermería. Enfermera 061. Zaragoza.
  5. Tetyana Skrypnychuk Untilova. Diplomada en Enfermería. Bloque Quirúrgico. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
  6. Daniel Milián García. MIR en Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

 

RESUMEN

La acalasia es un trastorno de la motilidad esofágica asociado con anomalías en el peristaltismo y la relajación del esfínter esofágico inferior.

A consecuencia de este trastorno, los pacientes suelen presentar disfagia a sólidos y líquidos, regurgitación, dolor retroesternal y pérdida de peso. La escala Eckardt se basa en estos 4 síntomas y nos ayuda a realizar una valoración inicial y un seguimiento.

Es importante un diagnóstico diferencial, mediante la clínica y la manometría de alta resolución que es la prueba de elección.

El tratamiento es paliativo, mediante el tratamiento farmacológico, endoscópico o quirúrgico, con él se quiere conseguir una disminución de la presión en el esfínter esofágico inferior.

PALABRAS CLAVE

Acalasia, disfagia, esófago.

ABSTRACT

Achalasia is an esophageal motility disorder associated with abnormal peristalsis and relaxation of the lower esophageal sphincter.

As a consequence of this disorder, patients often present with dysphagia to solids and liquids, regurgitation, retrosternal pain, and weight loss. The Eckardt scale is based on these 4 symptoms and helps us make an initial assessment and follow-up.

A differential diagnosis is important, through clinical symptoms and high-resolution manometry, which is the test of choice.

The treatment is palliative, through pharmacological, endoscopic or surgical treatment, with it you want to achieve a decrease in pressure in the lower esophageal sphincter.

KEY WORDS

Achalasia, dysphagia, esophagus.

DESARROLLO DEL TEMA

Los trastornos motores esofágicos (TME) son anomalías de la actividad peristáltica del esófago y del funcionamiento de sus esfínteres.

Pueden clasificarse según su etiología y pueden ser: primarios, cuando el esófago es el único órgano afectado; y secundario cuando el esófago se ve afectado en el contexto de otras enfermedades sistémicas (neuropatías, miopatías) o de patología orgánica del esófago (estenosis, esofagitis).

Además de poderse clasificar por su etiología también puede ser por el tipo de fibra muscular que afectan:

  • Los que afectan al músculo estriado de la orofaringe, esfínter esofágico superior y tercio superior esofágico.
  • Los que afectan al músculo liso del cuerpo y esófago distal y esfínter esofágico inferior.

 

Uno de los trastornos motores esofágicos más importantes y más habitual es la acalasia, un tipo de TME que afecta a la musculatura lisa del esófago.

Se define por la alteración en la relajación del esfínter esofágico inferior tras la deglución y por la ausencia de peristaltismo1.

Es una enfermedad poco frecuente, con una incidencia de 1 a 2 casos por 100.000. Afecta por igual a ambos sexos y se diagnostica habitualmente entre los 25 y 60 años2.

Cuando se produce esta alteración motora ocasiona retención del alimento ingerido, esto ocasiona disfagia, que es su síntoma principal, regurgitación del alimento no dirigido o de saliva, dolor torácico y pérdida de peso. Además, también puede presentar manifestaciones extraesofágicas, siendo las más comunes las respiratorias, presentándose como tos, ronquera y disnea.

Existen diversas herramientas para determinar la severidad de la acalasia y evaluar la respuesta a los distintos tratamientos. La escala más utilizada es la escala de Eckardt. Esta escala se basa en la evaluación de cuatro síntomas principales: disfagia, regurgitación, dolor torácico y pérdida de peso. Cada uno de estos síntomas se evalúa en una escala del 0 al 3, siendo 0 la ausencia del síntoma y 3 la presencia del síntoma más grave. Así podemos clasificar la acalasia según su estadio: De 0-1 punto: estadio 0, de 2-3 puntos: estadio I, de 4 a 6 puntos: estadio II y más de 6: estadio III3.

La fisiopatología es compleja y actualmente se ha aceptado que se genera por una interacción entre una respuesta autoinmunitaria e inflamatoria, desencadenada por una infección viral en individuos genéticamente predispuestos, lo que ocasiona una pérdida de células ganglionares del plexo mientérico o de Auerbach a nivel de la pared del esófago y el esfínter esofágico inferior (EEI) y se manifiesta con una relajación esofágica anormal, disminución del tono del EEI y una contracción del músculo liso esofágico alterada4.

La manometría de alta resolución (MAR) es una técnica utilizada para evaluar la función del esófago y el diagnóstico de la acalasia, siendo el método diagnóstico más eficaz5. Con esta prueba conseguimos clasificar la acalasia según la clasificación de Chicago 4.06:

  • Acalasia tipo I (acalasia clásica): Se define por una mediana anormal de la presión integrada de la relajación (IRP) y ausencia contractibilidad.
  • Acalasia tipo II (con presurización esofágica): se define como una mediana anormal de IRP y ausencia de contractibilidad, con presurización panesofágica en el 20% o más de las degluciones.
  • Acalasia tipo III (acalasia espástica): se define como una mediana anormal de IRP y evidencia de espasmo (20% o más de las degluciones con contracciones prematuras o espásticas), sin evidencia de peristalsis.

 

Otro método diagnóstico puede ser el Esofagograma, donde en un paciente con acalasia podemos observar dilatación moderada del cuerpo esofágico y aspecto afilado del cardias (aspecto pico de pájaro).

La endoscopia digestiva alta la podemos utilizar para descartar otras patologías.

Ningún tratamiento ha conseguido restaurar la función motora del esófago. Su tratamiento es paliativo y va dirigido a aliviar los síntomas y mejorar la función del esfínter esofágico inferior.

Este puede ser: farmacológico, endoscópico (inyección de toxina botulínica, miotomía endoscópica y dilatación) o quirúrgico7,8.

  • Tratamiento farmacológico: Los fármacos que relajan el músculo del EEI, como dinitrato de isosorbida, bloqueantes de los canales de calcio o inhibidores de la fosfodiesterasa. Solo se utiliza como terapia puente a otro tratamiento o en pacientes de alto riesgo que no se puede realizar tratamiento quirúrgico o endoscópico.
  • Inyección de toxina botulínica: Produce una disminución de la liberación de acetilcolina en las terminaciones nerviosas. Se administra por vía endoscópica en el esfínter esofágico inferior para reducir su presión. Sus efectos son transitorios.
  • Dilatación endoscópica: Se realiza mediante dilatación hidráulica con balón. Se necesitan varias sesiones.
  • Miotomía endoscópica: es un procedimiento en el cual se realiza una incisión de la mucosa esofágica en el tercio medio del esófago y la creación de un túnel submucoso hasta la unión esofagogástrica para realizar la sección muscular utilizando coagulación monopolar.
  • Tratamiento quirúrgico: se realiza la miotomía de Heller que consiste en realizar una miotomía extramucosa de 6 cm del esófago distal y la prolongación de 2 o 3 cm en el estómago por vía laparoscópica para así poder conseguir la sección de las fibras sling de la unión esofagogástrica.

 

CONCLUSIÓN

La acalasia es una alteración motora esofágica con una prevalencia baja pero que impacta de manera negativa en la calidad de vida de quien lo padece.

Por eso es importante realizar un diagnóstico temprano y adecuado para conseguir dos objetivos importantes que son el alivio de síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Zantnoto G, Bennett C, Boebastaens G, et al. The 2018 158 Achalasia guidelines. Dis Esophagus. 2018;31(9):1-29.
  2. D.C. Sadowski, F. Ackah, B. Jiang, L.W. Svenson. Achalasia: Incidence, prevalence and survival. A population-based study. Neurogastroenterol Motil. 2010;22(3):251-256.
  3. A.J. Eckardt, V.F. Eckardt. Treatment and surveillance strategies in achalasia: An update. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2011;8(6):311-319.
  4. Furuzawa-Carballeda J, Torres-Landa S, Valdovinos MA, Coss-Adame E, Martín del Campo LA, Torres-Villalobos G. New insights into the pathophysiology of achalasia and implications for future treatment. World J Gastroenterol. 2016 Sep 21;22(35):7892-7907.
  5. Morales-Maza J, Clemente-Gutiérrez U, Santes O, Mier y Terán-Ellis S, Sánchez-Morales GE, Rodríguez-Quintero JH, Aguilar-Frasco JL, Sánchez García-Ramos E. Acalasia desde la perspectiva del cirujano. Rev Gastroenterol Mex. 2018;83(2):191-198.
  6. Kahrilas, P.J., Bredenoord, A.J., Carlson, D.A., Pandolfino, J.E. & the International High Resolution Manometry Working Group. (2021). Update on the Chicago Classification of Esophageal Motility Disorders and Implications for Treatment. Expert Review of Gastroenterology & Hepatology, 15(4), 335-346.
  7. Allaix, Marco E.; Patti, Marco G. Nuevas tendencias y conceptos en el diagnóstico y tratamiento de la acalasia. Cirugía Española.2013; 91(6), 352–357.
  8. Schlottmann F, Luckett DJ, Fine J, Shaheen NJ, Patti MG. Laparoscopic Heller myotomy versus peroral endoscopic myotomy (POEM) for achalasia: a systematic review and meta-analysis. Ann Surg. 2018;267(3):451-60.

 

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