AUTORES
- Andrea Fernández García. Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza/ Enfermera.
- María Alonso Campos. Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza/ Enfermera.
- Irene Broc Martínez. Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza/ Enfermera.
- Laura Sánchez Lavilla. Servicio de Salud Islas Baleares, Mallorca/ Enfermera.
- Cristina Sancho Barcelona. Hospital General de la Defensa, Zaragoza/ Enfermera.
- Julia Longás Martín. Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza/ Enfermera.
RESUMEN
La insuficiencia venosa crónica (IVC) es la incapacidad de las venas para retornar la sangre al corazón, lo que causa su acumulación en las extremidades inferiores. Afecta al 30% de la población adulta española, siendo más prevalente en mujeres, durante el embarazo y a mayor edad. Entre sus síntomas destacan dolor en la extremidad, enrojecimiento, hormigueo, calambres. Su estadio más avanzado son las úlceras venosas que surgen tras producirse una lesión cutánea en la pared dilatada de una vena varicosa.
PALABRAS CLAVE
Insuficiencia venosa, enfermedades vasculares, úlcera varicosa, extremidad inferior.
ABSTRACT
Chronic venous insufficiency (CVI) is the inability of the veins to return blood to the heart, which causes its accumulation in the lower extremities. It affects 30% of the Spanish adult population, being more prevalent in women, during pregnancy and at an older age. Its symptoms include pain in the extremity, redness, tingling, cramps. Its most advanced stage are venous ulcers that arise after a skin lesion occurs in the dilated wall of a varicose vein.
KEY WORDS
Venous insufficiency, vascular diseases, varicose ulcer, lower extremity.
DESARROLLO DEL TEMA
La insuficiencia venosa crónica (IVC), es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón, lo que provoca la acumulación de esta en las piernas, dando lugar a diferentes síntomas y problemas.
Las válvulas que existen en las paredes de las venas de las extremidades inferiores sólo tienen un movimiento unidireccional ascendente hacia el corazón, lo que permite el flujo sanguíneo. Sin embargo, cuando las venas pierden elasticidad, se dilatan y provocan que dichas válvulas estén muy separadas unas de otras y no cierren bien. Como consecuencia, la sangre se acumula en las piernas produciendo la IVC.
Los síntomas de la IVC afectan al 30% de la población adulta española. En general, es más frecuente en mujeres a partir de los 35 y 40 años, y su prevalencia aumenta con el embarazo y con la edad. Sin embargo, cada vez afecta a personas más jóvenes debido principalmente a que esta patología está muy relacionada con el estilo de vida1.
Los primeros síntomas que suelen aparecer son dolor, hormigueo, pesadez y sensación de fatiga en las piernas. Estas molestias se agudizan al estar en reposo y con el calor, y por el contrario disminuyen al levantar las piernas y con el frío1,3.
También puede aparecer hinchazón de la parte inferior de las piernas y los tobillos después de períodos prolongados en bipedestación, calambres nocturnos, sensación de calor, enrojecimiento, sequedad y picor en la piel, telangiectasias, varices reticulares, varices o venas varicosas y alteraciones cutáneas de la piel producidas por la mala circulación como dermatitis, eccemas, hiperpigmentaciones, etc2.
El estadio más avanzado de la IVC son las úlceras venosas que surgen tras producirse una lesión cutánea en la pared dilatada de una vena varicosa por estancamiento venoso de la sangre o por insuficiente nutrición de la piel.
En la aparición de úlceras venosas pueden influir factores tanto extrínsecos como intrínsecos, entre los que destacan la edad avanzada, la obesidad, el embarazo, la bipedestación, el sedentarismo, etc1.
CLÍNICA:
La clínica de las úlceras venosas suele incluir los siguientes aspectos:
-Aspecto de la úlcera: Las úlceras venosas suelen ser de forma irregular, con bordes desiguales y bordes elevados. El fondo de la úlcera puede tener una apariencia rojiza o amarillenta.
-Dolor: Las úlceras venosas pueden ser dolorosas, y el dolor puede variar en intensidad. El dolor generalmente se localiza alrededor de la úlcera y puede empeorar con la inflamación o la infección.
-Descarga: Las úlceras venosas pueden tener una descarga de líquido claro o serosanguinolento.
-Edema: La presencia de úlceras venosas a menudo está asociada con hinchazón o edema en la pierna afectada debido a la acumulación de líquido.
-Cambios en la piel circundante: La piel que rodea la úlcera puede presentar cambios, como pigmentación oscura, engrosamiento, inflamación y sequedad.
-Sensación de pesadez y fatiga en las piernas: Los pacientes con úlceras venosas pueden experimentar una sensación de pesadez y cansancio en las piernas, especialmente al estar de pie o caminar durante períodos prolongados.
-Infecciones recurrentes: Debido a la presencia de una herida abierta, las úlceras venosas son susceptibles a infecciones recurrentes, lo que puede agravar el cuadro clínico3,4.
DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico de las úlceras venosas se realiza mediante la evaluación clínica y la realización de pruebas complementarias para confirmar la causa y determinar la gravedad. Los pasos comunes para el diagnóstico incluyen:
-Historia clínica: Información detallada sobre los síntomas, la duración de las úlceras, antecedentes médicos y factores de riesgo, como problemas venosos previos, obesidad, sedentarismo, embarazo y hábitos de vida.
-Examen físico: Se realiza una evaluación física exhaustiva de las piernas y la piel afectada para identificar las características de la úlcera, el aspecto de la piel circundante, el edema y otros signos de insuficiencia venosa crónica.
-Pruebas vasculares: Se pueden realizar estudios no invasivos, como la ecografía Doppler, para evaluar la circulación venosa de las piernas y detectar problemas en las válvulas venosas y el flujo sanguíneo.
-Evaluación de la presión arterial: La medición de la presión arterial en las piernas puede ayudar a descartar otras condiciones que podrían estar causando úlceras.
-Cultivo de la úlcera: En casos de infección o dudas sobre la presencia de microorganismos, se puede tomar una muestra de la úlcera para un análisis de cultivo5.
Es importante destacar que el diagnóstico adecuado es fundamental para determinar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones futuras.
TRATAMIENTO:
El tratamiento de las úlceras venosas tiene como objetivo promover la cicatrización de la herida, aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. El enfoque terapéutico generalmente incluye medidas locales y sistémicas, y puede ser necesario un abordaje multidisciplinario que involucre a médicos especialistas en dermatología, cirugía vascular y cuidado de heridas. Algunas opciones de tratamiento comunes son las siguientes:
-Compresión venosa: La terapia de compresión es fundamental para el tratamiento de las úlceras venosas. Se utilizan vendajes o medias de compresión para ayudar a mejorar el flujo sanguíneo en las piernas y reducir la hinchazón. Esto ayuda a disminuir la presión venosa y favorece la cicatrizaciónn de la úlcera.
-Limpieza y cuidado de la herida: Es importante mantener la úlcera limpia para prevenir infecciones y promover la curación. Se pueden utilizar soluciones antisépticas y apósitos especiales para mantener la herida protegida y favorecer el proceso de cicatrización.
-Medicamentos tópicos: En algunos casos, se pueden aplicar cremas o ungüentos tópicos que contengan agentes que favorezcan la cicatrización y reduzcan la inflamación.
-Terapia local avanzada: En casos más complejos o cuando las úlceras son de difícil cicatrización, se pueden utilizar terapias locales más avanzadas, como la terapia con láser, terapia de presión negativa (VAC) o factores de crecimiento, para estimular la regeneración de los tejidos.
-Tratamiento de la insuficiencia venosa crónica: Es esencial abordar la causa subyacente de las úlceras venosas, que es la insuficiencia venosa crónica. El médico puede recomendar tratamientos para mejorar la circulación venosa, como procedimientos para corregir válvulas defectuosas o cirugía para eliminar venas varicosas.
-Control de factores de riesgo: La adopción de un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio regular, control del peso, evitar el sedentarismo y mantener una dieta equilibrada, puede ayudar a prevenir la recurrencia de las úlceras venosas6,7.
PREVENCIÓN:
En cuanto a las medidas preventivas destacan:
-Actividad física regular: Mantener un estilo de vida activo y hacer ejercicio regularmente ayuda a mejorar la circulación sanguínea en las piernas y reduce la probabilidad de desarrollar insuficiencia venosa.
-Control del peso: Mantener un peso saludable disminuye la presión sobre las venas de las piernas y reduce el riesgo de desarrollar venas varicosas y úlceras venosas.
-Elevación de las piernas: Elevar las piernas cuando se está en reposo, especialmente después de períodos prolongados de estar de pie, puede ayudar a facilitar el retorno venoso y reducir la hinchazón.
-Evitar el sedentarismo: Evitar estar sentado o de pie en la misma posición durante períodos prolongados y realizar pequeñas pausas para mover las piernas ayuda a mejorar la circulación.
-Uso de medias de compresión: Si existe riesgo de insuficiencia venosa o si se presentan síntomas iniciales como pesadez o hinchazón en las piernas, el uso de medias de compresión puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo y prevenir la progresión de la enfermedad.
-Cuidado de la piel: Mantener la piel de las piernas bien hidratada y protegida puede ayudar a prevenir problemas cutáneos asociados con la insuficiencia venosa crónica.
-Evitar el tabaquismo: Fumar puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos y afectar la circulación, por lo que dejar de fumar o no comenzar a fumar es esencial para prevenir problemas vasculares.
-Control del colesterol y la presión arterial: Mantener bajo control el colesterol alto y la presión arterial elevada ayuda a proteger los vasos sanguíneos y prevenir la aparición de venas varicosas y úlceras.
-Evaluación médica: Aquellas personas con antecedentes familiares de insuficiencia venosa o que presenten síntomas sugestivos deben acudir a un médico para una evaluación adecuada y recibir recomendaciones específicas8.
BIBLIOGRAFÍA
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