AUTORES
- Sandra Pérez Calahorra. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Centro de Salud de María de Huerva (Zaragoza, España).
- Marta Tabuenca Vázquez. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa (Zaragoza, España).
- Ana Cristina Turlan Martínez. Diplomada de Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Centro de Salud María de Huerva (Zaragoza, España).
- Sandra Suñén Torrijo. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Centro de Salud María de Huerva (Zaragoza, España).
- Modesta Sánchez López. Diplomada de Enfermería por la Universidad de Badajoz. Centro de Salud de María de Huerva (Zaragoza, España).
- Jhon Alexander Maicas Valencia. Graduado en Enfermería por la Universidad de San Jorge. Centro de Salud María de Huerva (Zaragoza, España).
RESUMEN
El politrauma es una de las principales causas de mortalidad en la actualidad, por ello la actuación extrahospitalaria en el politraumatizado debe ser de manera inmediata, comenzando con la evaluación del paciente y continuando con el tratamiento. La evaluación primaria se realiza siguiendo el esquema ABCDE, cuyo objetivo principal es identificar lesiones de riesgo vital y corregirlas. El paciente politraumatizado debe estar en continua reevaluación, logrando así un adecuado abordaje de este tipo de pacientes.
PALABRAS CLAVE
Trauma, extrahospitalaria, atención, politraumatizado.
ABSTRACT
Nowadays polytrauma is one of the main causes of mortality, for this reason the out-of-hospital intervention in polytrauma patients should be immediate, beginning with the evaluation of the patient and continuing with the treatment. The primary evaluation is carried out following the ABCDE scheme, whose main objective is to identify life-threatening injuries and correct them. Polytraumatized patients must be continuously reevaluated, achieving an adequate approach to this type of patient.
KEY WORDS
Trauma, out-of-hospital, care, polytraumatized.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la mortalidad por trauma es la primera causa de muerte a nivel mundial en la población entre 15 a 45 años. Las causas de los traumatismos son varias, entre las que destacan accidentes de tráfico, violencia y caídas7. En este artículo se revisará la valoración inicial en el politrauma y los aspectos más relevantes.
Se entiende por paciente politraumatizado “todo aquel herido de origen traumático que presente afectación de dos o más órganos, o más de un sistema; y en el cual al menos una de estas lesiones entraña un potencial riesgo vital“. A su vez, también se utiliza el término politraumatizado para referirse al paciente traumatizado grave1.
En el manejo inicial del politraumatizado es de suma importancia determinar el tipo de politrauma en función de la gravedad. Se diferencian en tres tipos; leve, moderado y grave 2. Además, los politraumas se pueden distribuir en tres tiempos, lo que se llama “distribución trimodal”. Inmediato, serían lesiones incompatibles con la vida o lesiones muy severas con las que el paciente fallece de manera instantánea o inmediatamente después del suceso. Precoz, serían los pacientes que fallecen en las 24-48h posteriores al accidente, las causas más frecuentes son el TCE, lesiones viscerales, traumatismos torácicos o taponamiento cardíaco. Tardío o diferido, sería por fallo multiorgánico o sepsis secundarios a alteraciones inmunológicas del paciente2,5.
La adecuada asistencia al paciente politraumatizado comienza con la valoración mediante escalas. Existen las escalas de valoración fisiológicas y anatómicas. En las fisiológicas destacan la escala de Glasgow y RTS (Revised Trauma Score). La escala de Glasgow determina el nivel de consciencia del paciente, se valora la respuesta ocular, verbal y motora mediante una escala númerica con un mínimo de 3 puntos y un máximo de 15 puntos. La RTS se basa en la utilización de la escala de Glasgow, la tensión arterial sistólica y la frecuencia respiratoria, es también una escala numérica en la que a mayor puntuación supone mayor probabilidad de supervivencia. En las anatómicas, destaca ISS (Injury Severity Score), en la que se consideran seis regiones corporales y a cada zona se le asigna un número del 1 al 6 (de menor a mayor gravedad), la puntuación final se calcula sumando las tres lesiones con puntuación más alta5.
La recogida de datos en el momento de llegada al suceso es de vital importancia. Se realiza mediante una evaluación primaria, en la que se siguen los pasos ABCDE. A (Airway), vía área con control de la columna cervical; B (Breathing), ventilación y respiración; C (Circulation), control de hemorragias; D (Disability), examen neurológico y E (exposition), exposición del cuerpo. Una vez finalizada, se realizará una evaluación secundaria, en la que el objetivo es detectar todas las lesiones y problemas secundarios. Por último, se realiza una reevaluación3.
OBJETIVO
Realizar una evaluación adecuada del paciente politraumatizado en el ámbito prehospitalario e identificar lesiones de riesgo vital.
METODOLOGÍA
Se ha realizado una revisión bibliográfica en busca de textos sobre el politrauma y los pacientes politraumatizados, limitándose en un período entre 1999 y 2021.
La investigación se ha llevado a cabo a través de varias bases de datos como Scielo, Science Direct, Pubmed o Cuiden.
RESULTADOS
La atención extrahospitalaria en el paciente politraumatizado comienza con la recogida de información en la llegada al suceso; tal como cuánto tiempo ha transcurrido, cuántas víctimas hay o la seguridad de la zona. Tras ello, se debe realizar la evaluación primaria siguiendo el esquema de actuación ABCDE2.
A (Airway), vía aérea con control de la columna cervical. En este paso debemos garantizar una vía aérea permeable, que se conseguirá mediante la maniobra de tracción mandibular y la retirada de cualquier cuerpo extraño para permitir el paso del aire . En el paciente inconsciente la causa más frecuente de obstrucción es la relajación de la lengua y el paladar blando, donde se colocará una cánula orofaríngea. Si no se restaura la ventilación, se debe recurrir a técnicas avanzadas como mascarillas laríngeas (LMA), intubación endotraqueal (IET) y VA quirúrgica. Este paso también requiere la inmovilización de la columna cervical, que se realiza mediante collares tipo Philadelphia o a falta de éstos, de manera manual1,7.
B (Breathing), ventilación y respiración. En este paso debemos comprobar que existe un intercambio de aire adecuado entre medio ambiente y pulmones. Se deben valorar signos de hipoxemia y de trabajo respiratorio con músculos accesorios. En el caso de que la ventilación no fuera adecuada, deberíamos administrar oxígeno mediante una mascarilla con reservorio o una Ventimask, e intentar alcanzar niveles de FiO2 adecuados. Además, debemos identificar situaciones letales como neumotórax a tensión, neúmotorax abierto o hemotórax masivo1.
C (Circulation), control de hemorragias. En este paso el objetivo principal es reducir la mortalidad. Debemos observar signos vitales como frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, tensión arterial y pulso radial. Realizaremos medidas como compresión directa sobre lesiones con sangrado activo, presión indirecta, elevación de extremidad, vendajes compresivos, inmovilización en fracturas de huesos largos y compresión circunferencial en fracturas de pelvis. Además, debemos tener en cuenta hemorragias internas. En el shock hemorrágico, la actuación principal es la reposición de volumen, se canalizarán uno o dos accesos venosos periféricos 14G o 16G y se perfundirán soluciones cristaloides como solución salina isotónica, además de hemoderivados. En el shock cardiogénico por contusión miocárdica o por taponamiento cardíaco, debemos evaluar primero al paciente para decidir la estrategia de reposición de volumen1,7.
D (Disability), examen neurológico. En este paso, se evalúa el estado de conciencia del paciente mediante la escala de Glasgow (IET indicada en Glasgow <9) y observando el tamaño y la simetría pupilar, además de la reactividad a la luz. Se deben tener en cuenta también varios signos que indicarían lesión craneoencefálica, como son otorraquia, rinorraquia, hemotímpano, signos de battle o los ojos de mapache. Un objetivo importante en este paso sería identificar hipertensión intracraneal 1,7.
E (Exposition), exposición del cuerpo. En este paso, debemos exponer las partes del cuerpo en las que se sospeche que haya alguna lesión, siempre evitando la hipotermia y manteniendo el pudor del paciente2.
Tras finalizar la evaluación primaria, se realizará la evaluación secundaria, cuyo objetivo es identificar todas las lesiones y problemas secundarios que presente el paciente. Para ello se realiza la reevaluación del ABCDE, una anamnesis y un segundo examen físico. Además, en este paso se pueden realizar procedimientos complementarios como el sondaje nasogástrico o el sondaje vesical. Tras esos procesos, siempre debemos estar en continua reevaluación del paciente.
CONCLUSIONES
La evaluación primaria en el paciente politraumatizado es fundamental para identificar lesiones de riesgo vital. Se debe realizar una evaluación de manera precoz para intentar corregir situaciones con compromiso vital de manera inmediata, siguiendo el esquema ABCDE. Además, es de suma importancia estar en constante reevaluación, ya que en muchas ocasiones, nos encontraremos en situaciones críticas, en las que el tiempo juega un papel fundamental en la vida del paciente.
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