Candidiasis vaginal: estrategias de prevención frente a su aparición. Artículo monográfico.

30 mayo 2022

AUTORES

  1. Belén García Villarroya. Graduada Universitaria en Enfermería. Centro de Salud Valdespartera, Zaragoza.
  2. Santiago Fernández-Giro Torrado. Graduado Universitario en Enfermería. Centro de Salud Bombarda, Zaragoza.

 

RESUMEN

La candidiasis vaginal es una de las infecciones vaginales más frecuentes, la mayoría de los casos producido por el hongo Cándida Albicans. Estudios prevén que a lo largo de su vida el 75% de las mujeres tengan al menos un episodio, entre un 40-45% tengan dos o más e incluso el 8% padezcan infección recurrente. A pesar de que se trata de un motivo de consulta frecuente, existe una alta prevalencia de autodiagnóstico y automedicación que puede favorecer, entre otras consecuencias, a resistencias a los principales antifúngicos diana. En este sentido, y a pesar de que hay una falta de evidencia científica disponible, existen medidas preventivas que pueden ser de utilidad para evitar su aparición.

 

PALABRAS CLAVE

Candidiasis vaginal, infección vaginal, cándida, prevención.

 

ABSTRACT

Vaginal candidiasis is one of the most frequent vaginal infections, most commonly due to the fungus “Candida Albicans». Studies predict that throughout their lives, 75% of women will suffer at least one episode, between 40-45% of them will have two or more and even 8% will suffer from recurrent infection. Even though it is a frequent reason for women for medical care, there is a high prevalence of self-diagnosis and self-medication that can increase the resistance to antifungal drugs. In this sense, and even if there is a lack of available scientific evidence, there are some preventive strategies that may help prevent it from developing.

 

KEY WORDS

Vaginal candidiasis, vaginal infections, candida, prevention.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La candidiasis vaginal se considera una de las infecciones vaginales más frecuentes1. Se prevé que más de un 75% de las mujeres a lo largo de su vida padecen en algún momento de su vida un episodio de candidiasis vaginal. Además, entre un 40 y 45% tendrán 2 o más episodios2 e incluso el 8% tendrán vulvovaginitis candidiásica recurrente3.

La candidiasis vaginal se trata de una infección micótica mayoritariamente causada por el hongo Cándida Albicans en el 90% de los casos1 y el estrés psicosocial, la actividad sexual o el uso de antibióticos, además de otros propios de la mujer como el nivel de estrógenos, sistema inmunológico o alergias, pueden ser factores predisponentes a padecerla4.

Su aparición provoca una intensa sensación de picazón e irritación en la zona de la vagina o la vulva o sensación de ardor o dolor durante las relaciones sexuales. También puede aparecer enrojecimiento o edema en la vulva y una secreción anormal característica de esta patología, que tiene un aspecto grumoso, espesa y blanca, que asemeja al requesón1- 5. Además, supone un motivo de consulta frecuente, ya que, a parte del malestar asociado a estos síntomas, es frecuente la aparición de estrés y angustia en las pacientes4.

La sola aparición de flujo vaginal blanquecino asociado a picor y molestias en la zona genital suponen una clara sospecha de infección por Cándida. Un diagnóstico que se confirma tras el análisis microscópico de una muestra de flujo vaginal2. En los casos de vulvovaginitis aguda, la infección se puede tratar con agentes antimicóticos que se pueden tomar por vía oral o aplicar por vía intravaginal. Ambas terapias resultan eficaces y la elección del tratamiento podrá depender, además de la indicación médica, de otros factores como el coste del producto, la elección del paciente o las interacciones farmacológicas. Sin embargo, en las infecciones crónicas, los pacientes requieren una pauta de tratamiento más prolongada, con el posible requerimiento de dosis de mantenimiento mensuales de hasta un año de duración dependiendo de los casos e indicación médica3,4. En la actualidad, la automedicación o tratamiento sin receta con clotrimazol o fluconazol se realiza en el 80% de los casos en países en los que dicho tratamiento está disponible sin receta; y sin embargo, parece que un solo un tercio de las mujeres que se han automedicado padecían realmente infección micótica. Es por ello por lo que es importante destacar la importancia de un diagnóstico correcto y confirmado por un facultativo para evitar la aparición de resistencias al tratamiento4.

Como consecuencia de los síntomas que produce esta infección, se han ido desarrollando diferentes estrategias de prevención y reducción de estos que se sospecha que pueden ser de utilidad para evitar su aparición, a pesar de que no existen evidencias científicas de la eficacia real de cada una de ellas. Las principales se enfocan en el mantenimiento y equilibrio de la flora vaginal, así como la reducción de los factores de riesgo que puedan favorecer en su manifestación6, 7.

Por un lado, se recomienda el mantenimiento de la zona limpia y seca, solo enjuagar la zona para limpiarse. En el caso de los jabones, su uso está contraindicado para la limpieza de la zona y, en el caso de querer utilizarse, se recomiendan aquellos específicos para la zona vaginal. Igualmente están desaconsejadas las duchas vaginales, ya que realizarlas puede hacer que empeoren los síntomas de la vaginitis al eliminar la flora vaginal propia y beneficiosa que protege frente a la aparición de infecciones.

Tampoco se recomienda el uso de aerosoles higiénicos, talcos o fragancias en la zona vagina, así como el uso de tampones o ropa ajustada o ropa interior durante la noche. En relación con la ropa íntima, se recomienda la que sea de algodón ya que aumenta el flujo de aire y disminuye la humedad, previniendo la aparición de cándida.

Finalmente, la modificación de hábitos nutricionales también se considera otra acción preventiva a llevar a cabo. El consumo de yogures podría resultar útil en la prevención de su aparición, pero sobre todo se recomienda el control en la ingesta de hidratos de carbono y azúcares simples o refinados, ya que su exceso favorece la proliferación de la cándida7,8. Además, el uso de probióticos también se considera una medida útil y se pueden consumir tanto vía oral como administrarse por la vía vaginal en forma de óvulos6,9.

 

CONCLUSIONES

Los datos epidemiológicos revelan que la candidiasis vaginal es una infección con gran prevalencia en la población, por lo que llevar a cabo una adecuada educación sanitaria en este ámbito, proporcionando estrategias de prevención, puede resultar de utilidad para evitar su aparición o su cronicidad en el caso de haber tenido ya episodios previos.

Además, que las pacientes sean conocedoras de la existencia de esta patología y los síntomas que produce, puede suponer que puedan identificar su problemática de forma temprana y aplicar las estrategias para la reducción de síntomas o evitar su empeoramiento.

Finalmente incluir, que tras la realización de este estudio se ha observado que podría resultar de gran interés llevar a cabo un análisis sobre la efectividad de las estrategias frente a la prevención en la aparición de candidiasis vaginal, con el fin de objetivar o no el beneficio o la utilidad que el uso de estas estrategias puede resultar en este sentido; ya que a pesar de que las estrategias descritas no son nocivas o perjudicial para la población femenina y aparecen como recomendación en guías clínicas, no se han encontrado estudios científicos en los que sean analizadas de manera específica.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Arya NR, Rafiq NB. Candidiasis. StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL). 2022. [consultado 20 de Abril 2022]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK560624/
  2. Sanitaria dos mil. Candidiasis vaginal [monografía en Internet]. Redacción médica; 2022 [consultado 23 de abril de 2022]. Disponible en: https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/candidiasis-vaginal
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  4. Farr A, Effendy I, Frey Tirri B, et al. Guideline: Vulvovaginal candidosis (AWMF 015/072, level S2k). Mycoses. 2021;64(6):583-602. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33529414/
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  7. Cararach, M., Comino, R., Armengol, ED., Marimon, E., Martínez, JC., Palacios, S. et al. La vulvovaginitis candidiasica recurrente. Elsevier. 2013;56(2): 108-116. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-progresos-obstetricia-ginecologia-151-articulo-la-vulvovaginitis-candidiasica-recurrente-S0304501312001641
  8. Medline Plus, Cuidados personales para la vaginitis [Sede Web]. Bethesda: National Library of Medicine: Martinez, L., Zieve, D; [actualizado 6 de Agosto de 2020; consultado el 23 abril 2022]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000566.htm
  9. Pineda-Murillo J, Cortés-Figueroa AA, Uribarren-Berrueta T, Castañón-Olivares LR. Candidosis vaginal: Revisión de la literatura y situación de México y otros países latinoamericanos. Rev med Ris [Internet]. 2017; 23(1): 38-44. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0122-06672017000100009&lng=en

 

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