Caso clínico: síndrome de escaldadura estafilocóccia (SEE)

1 septiembre 2023

 

AUTORES

  1. Lucia López Muguerza. Enfermera especialista en pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet.
  2. Sandra Tundidor Sebastián. Enfermera especialista en pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet.
  3. Alicia Garzón Montero. Enfermera especialista en pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet.
  4. Ana Velasco Iruretagoyena. Residente de enfermería pediátrica. Hospital Universitario Miguel Servet.
  5. Laura Vázquez Alvira. Residente de enfermería pediátrica. Hospital Universitario Miguel Servet.
  6. María Montserrat Albert Also. Enfermera especialista en pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet.

 

RESUMEN

INTRODUCCIÓN:

Las infecciones cutáneas constituyen un motivo de consulta frecuente en dermatología pediátrica, siendo las bacterias más prevalentes en las infecciones cutáneas el Staphylococcus aureus (S. aureus) y Streptococcus pyogenes. El síndrome de escaldadura estafilocóccica o enfermedad de Ritter fue descrito por primera vez en 1878. Es poco frecuente en nuestro medio, con una incidencia en aumento en los últimos años con predominio en primavera y verano y suele afectar a niños menores de 5 años. La afectación periorificial y la hiperestesia cutánea son dos signos precoces que deben hacer sospechar esta entidad para iniciar un tratamiento adecuado precoz. La presentación clínica es característica y se puede confirmar el diagnóstico aislando S. aureus en el cultivo del frotis nasal, faríngeo o conjuntival.

PRESENTACIÓN DEL CASO:

Varón de 3 años que acude a nuestro servicio de urgencias presentando desde hace 3 días tratamiento tópico con mupirocina por impétigo peribucal. No presenta antecedentes personales de interés, el calendario vacunal se encuentra actualizado y no presenta alergias medicamentosas conocidas. El paciente presenta dermatitis atópica. Tras la realización de las pruebas pertinentes, se confirma un síndrome de escaldadura estafilocócica por Staphylococcus aureus positivo en el frotis de las lesiones cutáneas. Ingresa en nuestro hospital el día 18/11/2021.

PLAN DE CUIDADOS:

Se elabora un plan de cuidados individualizado realizando una valoración mediante los patrones funcionales de Marjory Gordon y se identifican y desarrollan los diagnósticos NANDA, la clasificación de resultados NOC y la clasificación de actividades NIC.

CONCLUSIÓN:

Las complicaciones más frecuentes son la deshidratación con las alteraciones electrolíticas asociadas y la sobreinfección de las lesiones cutáneas (celulitis, sepsis, fascitis necrosante). La gravedad de esta enfermedad es muy variable siendo las tasas de mortalidad descritas del 4 al 11%. Las ampollas deben permanecer intactas, mientras que es conveniente cubrir las áreas erosionadas con gasas impregnadas en vaselina blanca. Es imprescindible la elaboración de un plan de cuidados individualizado para poder realizar una evaluación adecuada de nuestras intervenciones, y de esta forma prevenir las complicaciones posteriores.

PALABRAS CLAVE

Staphylococcus aureus, síndrome de escaldadura estafilocóccica, pediatría, antibióticos, enfermedad de Ritter.

ABSTRACT

INTRODUCTION:

Skin infections are a frequent reason for consultation in pediatric dermatology, the most prevalent bacteria in skin infections being Staphylococcus aureus (S. aureus) and Streptococcus pyogenes. Staphylococcal Scalded syndrome or Ritter’s disease was first described in 1878. It is rare in Spain, with an increasing incidence in recent years, predominantly in spring and summer, and usually affects children under 5 years of age. Periorificial involvement and cutaneous hyperesthesia are two early signs that should raise suspicion of this entity in order to initiate appropriate early treatment. The clinical presentation is characteristic, and the diagnosis can be confirmed by isolating S. aureus in culture of nasal, pharyngeal or conjunctival swabs.

CASE PRESENTATION:

A 3-year-old male presented to our emergency department with topical mupirocin treatment for 3 days for peribuccal impetigo. He had no personal history of interest; his vaccination schedule was up to date and he had no known drug allergies. The patient had atopic dermatitis. After performing the relevant tests, a positive Staphylococcus aureus staphylococcal scald syndrome was confirmed in the smear of the skin lesions. He was admitted in our hospital on 18/11/2021.

CARE PLAN:

An individualized care plan is developed using Marjory Gordon’s functional patterns and the NANDA diagnoses, the NOC classification of outcomes and the NIC classification of activities are identified and developed.

CONCLUSION:

The most frequent complications are dehydration with associated electrolyte disturbances and superinfection of skin lesions (cellulitis, sepsis, necrotizing fasciitis). The severity of this disease is highly variable with mortality rates described as ranging from 4 to 11%. Blisters must remain intact, while it is advisable to cover eroded areas with gauze soaked in white petroleum jelly. It is essential to draw up an individualized care plan in order to make an adequate assessment of our interventions and thus prevent subsequent complications.

KEY WORDS

Staphylococcus aureus, staphylococcal scald syndrome, paediatrics, antibiotics, ritter’s disease.

INTRODUCCIÓN

Las infecciones cutáneas constituyen un motivo de consulta frecuente en dermatología pediátrica, siendo las bacterias más prevalentes en las infecciones cutáneas el Staphylococcus aureus (S. aureus) y Streptococcus pyogenes1. El síndrome de escaldadura estafilocóccica o enfermedad de Ritter fue descrito por primera vez en 18782. Es poco frecuente en nuestro medio, con una incidencia en aumento en los últimos años con predominio en primavera y verano y suele afectar a niños menores de 5 años debido a la falta de anticuerpos contra las ET de S.aureus y a su menor aclaramiento por inmadurez de la función renal, aunque también puede desarrollarse en edades posteriores de la infancia3.

La afectación cutánea puede ser confundida, inicialmente, con entidades más frecuentes en pediatría, como la dermatitis atópica. En el curso evolutivo de la enfermedad, la aparición de ampollas y la piel escaldada obligan a realizar un diagnóstico diferencial con entidades menos frecuentes, pero más graves4.

Se trata de una enfermedad cutánea eritematoampollosa causada por las toxinas epidermolíticas del S. aureus del tipo II. Existen dos toxinas exfoliativas en los seres humanos: ETA y ETB, ambas con actividad proteasa y epidermolítica(3). El cuadro clínico suele manifestarse con fiebre, malestar general y lesiones cutáneas eritematosas que suelen localizarse sobre todo en cara, cuello, axilas y región perineal5. Posteriormente, se forman ampollas en las zonas eritematosas y el signo de Nikolsky suele ser positivo (consiste en la demostración del despegamiento epidérmico al hacer una presión tangencial con el dedo sobre la superficie de la piel)5.

La afectación periorificial y la hiperestesia cutánea son dos signos precoces que deben hacer sospechar esta entidad para iniciar un tratamiento adecuado precoz3. La bacteria se localiza en las mucosas (en los niños, principalmente, en las mucosas de las vías respiratorias altas) y produce toxinas que pasan al torrente sanguíneo, lo que da lugar a un cuadro de descamación epidérmica4. La afectación cutánea puede ser confundida, inicialmente, con entidades más frecuentes en pediatría, como la dermatitis atópica o la urticaria4.

La presentación clínica es característica y se puede confirmar el diagnóstico aislando S. aureus en el cultivo del frotis nasal, faríngeo o conjuntival(3). Existen tres formas clínicas identificadas en este síndrome2:

  1. La localizada, conocida como impétigo bulloso (forma más frecuente) que se manifiesta como ampollas únicas y de escasa cantidad debido a que las toxinas limitan su acción sólo a la zona infectada, lo que provoca una lesión bullosa aislada o un agrupamiento regional de lesiones.
  2. La forma abortiva escarlatiniforme: No presenta formación de ampollas. El exantema generalizado es más intenso en los pliegues y con descamación.
  3. La forma generalizada, en las que las toxinas estafilocóccicas son liberadas al torrente circulatorio desde el foco infeccioso primario, actuando a distancia y evolucionando clínicamente en tres fases:

 

– Primera fase o etapa eritrodérmica: En la que se observa un rash uniforme eritematoso que respeta las mucosas acompañado de dolor a la movilización. El niño no soporta estar acostado o en brazos de su madre.

– Segunda fase o etapa ampollar: Se caracteriza por la aparición de ampollas flácidas que suelen localizarse en zonas de flexión y cerca de los orificios anatómicos. Esta etapa cursa con un dato semiológico importante: el signo de Nikolsky positivo.

– Tercera fase o etapa descamativa: que se presenta con desprendimiento de la epidermis en grandes láminas que dejan zonas de descamación húmeda y que puede asemejarse a una quemadura por escaldadura. Habitualmente el paciente se encuentra estable y en buenas condiciones generales a menos que se complique con procesos infecciosos como neumonía o sepsis.

Un estudio publicado en el Journal of hospital medicine en el año 2021, sigue demostrando que el tratamiento de elección es la cloxacilina intravenosa, que puede asociar otros antibióticos según el patrón de resistencias de S. aureus, como vancomicina, clindamicina o linezolid6.

 

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Varón de 3 años que acude a nuestro servicio de urgencias presentando desde hace 3 días tratamiento tópico con mupirocina por impétigo peribucal. No presenta antecedentes personales de interés, el calendario vacunal se encuentra actualizado y no presenta alergias medicamentosas conocidas. El paciente presenta dermatitis atópica. En el momento de la exploración, se observan abundantes costras melicéricas en labios y región perioral y nasal. Eritema en pliegues, cuello, axilas, huecos antecubitales e ingles. Áreas de despegamiento cutáneo (Nikolsky positivo) en abdomen y áreas más pequeñas en espalda, cuello y escroto. No presenta afectación de mucosa oral, conjuntivas y mucosa genital. Tras la realización de las pruebas pertinentes (frotis de lesiones peribucales de bacterias y virus y PCR de virus respiratorios), se confirma un síndrome de escaldadura estafilocócica o Enfermedad de Ritter por Staphylococcus aureus positivo en el frotis de las lesiones cutáneas. Ingresa en nuestro hospital el día 18/11/2021.

PLAN DE CUIDADOS, DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA, NANDA, NOC, NIC

Se elabora un plan de cuidados individualizado realizando una valoración mediante los patrones funcionales de Marjory Gordon y se identifican y desarrollan los diagnósticos NANDA(7), la clasificación de resultados NOC8 y la clasificación de intervenciones NIC9.

Véase tabla en anexos de los diagnósticos de enfermería.

CONCLUSIÓN

Las complicaciones más frecuentes son la deshidratación con las alteraciones electrolíticas asociadas y la sobreinfección de las lesiones cutáneas (celulitis, sepsis, fascitis necrosante)(3). La gravedad de esta enfermedad es muy variable siendo las tasas de mortalidad descritas del 4 al 11%(10)(11). Roca en el 2008 publica una tasa de mortalidad en niños entre el 3,6 y 10%(12). En el caso de los adultos es mucho mayor, ya que en ellos suele ser secundaria a una patología subyacente.

La American Journal of Clinical Dermatology afirma que las ampollas deben permanecer intactas, mientras que es conveniente cubrir las áreas erosionadas con gasas impregnadas en vaselina blanca. La conjuntivitis puede ser tratada con antibióticos tópicos o ungüentos antisépticos. Para el tratamiento tópico se usan compresas de solución fisiológica fría y ungüentos de esteroide de baja potencia en aquellos casos donde no haya infección directa de la piel.

Es imprescindible la elaboración de un plan de cuidados individualizado para poder realizar una evaluación adecuada de nuestras intervenciones, y de esta forma prevenir las complicaciones posteriores.

BIBLIOGRAFÍA

1. Conejo Fernández A, Martínez Roig A, Ramírez Balza O, Álvez González F, Hernández Hernández A, Baquero Artigao F, et al. Documento de consenso SEIP-AEPap-SEPEAP sobre la etiología, el diagnóstico y el tratamiento de las infecciones cutáneas micóticas de manejo ambulatorio. Pediatr Aten Primaria. 2016;18(72):149–72.

2. MC C, Bermúdez V, Bucete B, Rojas J. Síndrome de piel escaldada estafilocóccica en un lactante menor: reporte de un caso. AVFT. 2018;37:147–50.

3. Beraghi M, Prado D, Ruiz S, Julia D, Grande P, Sara D, et al. Síndrome de la piel escaldada estafilocócica en un paciente pediátrico con dermatitis atópica. Arch Argent Pediatr [Internet]. 2020;118(1):30–3. Available from: http://dx.doi.org/10.5546/aap.2020.e30

4. Errasti Viader I, Domínguez Riscart J, Del Rosal Rabes T, De Ceano-Vivas La Calle M. ¿Urticaria? ¿Dermatitis atópica? Diagnóstico final: síndrome de la piel escaldada estafilocóccica. Rev Pediatr Aten Primaria. 2017;19:59–62.

5. Gil Sáenz FJ, Herranz Aguirre M, Durán Urdániz G, Zandueta Pascual I, Gimeno Ballester J, Bernaola Iturbe E. Clindamicina como terapia adyuvante en el síndrome de piel escaldada estafilocócica. An Sist Sanit Navar. 2014;37(3):580–7.

6. Neubauer HC, Hall M, Lopez MA, Cruz AT, Queen MA, Foradori DM, et al. Antibiotic Regimens and Associated Outcomes in Children Hospitalized With Staphylococcal Scalded Skin Syndrome. J Hosp Med. 2021;16(3):149–55.

7. Herdma H, Kamitsuru S. NANDA Diagnósticos Enfermeros. Definiciones y Clasificación 2021-2023. 2021.

8. Moorhead S, Swanson E, Johnson M. Nursing Outcomes Classification (NOC). Measurement of Health Outcomes. 2023.

9. Wagner C, Butcher H, Bulechek G, Dochterman J, Clarke M. Nursing Interventions Classification (NIC). 2023.

10. Handler MZ, Schwartz RA. Staphylococcal scalded skin syndrome: diagnosis and management in children and adults. J Eur Acad Dermatology Venereol. 2014;28(11):1418–23.

11. Mockenhaupt M, Idzko M, Grosber M, Schöpf E, Norgauer J. Epidemiology of staphylococcal scalded skin syndrome in Germany. J Invest Dermatol. 2005;124(4):700–3.

12. Nso Roca AP, Baquero-Artigao F, García-Miguel MJ, Benito Caldés C, De José Gómez MI, Del Castillo Martín F. Síndrome de escaldadura estafilocócica de presentación neonatal. Acta Pediatr Esp. 2007;65(7):327–9.

 

ANEXOS

NANDA NOC NIC ACTIVIDADES
00046 Deterioro de la integridad cutánea. 1101 Integridad tisular

1103 Curación de la herida por segunda intención.

3590 Vigilancia de la piel.

3660 Cuidados de las heridas.

6550 Protección contra las infecciones.

3584 Cuidados de la piel.

Vigilar las zonas eritematosas y con ampollas.

Realizar las curas con cuidado por la fragilidad de la piel.

Observar signos de infección.

Aplicar vendajes sin está indicado.

Mantener la ropa de cama limpia, seca y sin arrugas.

Asegurar ingesta adecuada.

00132 Dolor agudo r/c agente lesivo m/p heridas similares a las quemaduras en amplias zonas del cuerpo. 1605 Control del dolor.

2102 Nivel del dolor.

1410 Manejo del dolor.

2210 Administración de analgésicos.

6482 Manejo ambiental: confort.

Seleccionar y desarrollar aquellas medidas que faciliten el alivio del dolor.

Uso de técnicas no farmacológicas.

Administración de analgésicos y/o fármacos prescritos.

Comprobar historial de alergias, órdenes médicas, dosis y frecuencia del analgésico prescrito.

Evaluar la eficacia de las medidas del alivio del dolor.

00005 Riesgo de desequilibrio de la temperatura corporal r/c la enfermedad. 800 Termorregulación.

1902 Control del riesgo.

692 Hidratación.

3900 Regulación de la temperatura

4120 Manejo de líquidos

6680 Monitorización de los signos vitales

Comprobar la temperatura.

Favorecer la ingesta nutricional e hídrica adecuada.

Vigilar el estado de hidratación.

Administrar terapia intravenosa.

 

Publique con nosotros

Indexación de la revista

ID:3540

Últimos artículos