Colocación de sonda enteral en neonatos: pautas para enfermería.

7 noviembre 2021

AUTORES

  1. Eduardo Ibáñez Tomás. Máster en Salud Pública. Enfermero Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  2. Laura Berga Liarte. Especialista en Enfermería Pediatría vía EIR. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Máster en cuidados intensivos neonatales y pediátricos para Enfermería, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  3. Paula Alcalá Millán. Máster en Urgencias y Emergencias. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  4. Janina Figuerola Novell. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  5. Hind Eddrhourhi Laadimat. Máster en Iniciación a la Investigación en Ciencias de la Enfermería. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  6. Marta Zamora Bagüés. Máster en Gerontología Social. Enfermera Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

 

RESUMEN

En la población de recién nacidos ingresados en unidades neonatales es muy frecuente el uso de dispositivos de sondas enterales que suplen, entre otras, la alimentación del paciente.

Los objetivos de este articulo fueron, identificar y facilitar la elección de la sonda enteral correcta para el paciente, explicar el método de elección de medición de la sonda y describir el proceso por el cual se introduce la sonda enteral en el estómago del paciente a través de las fosas nasales (Sonda Naso-Gástrica) o a través de la boca (Sonda Oro-Gástrica).

Un personal de enfermería cualificado y entrenado en la técnica de colocación de sondas enterales, permite la iniciación y mantenimiento de la nutrición trófica y la evolución positiva del paciente.

 

PALABRAS CLAVE

Recién nacidos, neonatos, nutrición enteral, sonda enteral, enfermería.

 

ABSTRACT

Enteral tube devices are frequently used in the neonatal neonatal population to supplement, among other things, the feeding of the patient.

The objectives of this article were to identify and facilitate the choice of the correct enteral tube for the patient, to explain the method of choice of tube measurement and to describe the process by which the enteral tube is introduced into the patient’s stomach through the nostrils (Naso-Gastric Tube) or through the mouth (Oro-Gastric Tube).

A qualified nursing staff trained in the technique of enteral tube placement allows the initiation and maintenance of trophic nutrition and the positive evolution of the patient.

 

KEY WORDS

Newborns, neonates, enteral nutrition, enteral tube, nursing.

 

INTRODUCCIÓN

Una sonda enteral, es un tubo delgado, flexible, hueco y largo que se introduce por una fosa nasal o por la boca, pasa por la garganta y se prolonga hasta el estómago alojando en él, el punto más distal de la misma que alberga el orificio de desembocadura de la sonda1,2.

Existen diferentes usos para este tipo de sonda. En las unidades de neonatología se usan principalmente para iniciar al neonato en la nutrición trófica. Los alimentos, que no se pueden ingerir por boca, ya sean por inmadurez u otros estados clínicos que no permitan la coordinación de succión-deglución, pasan directamente por la sonda hasta el estómago del paciente. Otros usos de las sondas enterales en esta población es la administración de medicación, lavados gástricos y el aspirado de contenido líquido o gaseoso1-3.

Entre las contraindicaciones o consideraciones a tener en cuenta a la hora realizar la técnica de sondaje, se debe, evitar realizar el sondaje vía fosa nasal en casos de bloqueo o estrechamiento en las vías aéreas nasales, en estos casos usar la vía orogástrica. Observar la respuesta del paciente, como la secreción exagerada de contenido con características de ptialismo, pudiendo indicar atresia de esófago, suspender la técnica en caso de cianosis en el paciente y mantener precaución y evitar el reemplazo en cirugías esofágica o gástrica4,5.

 

OBJETIVO

El objetivo de este artículo fueron, identificar y facilitar la elección de la sonda enteral correcta para el paciente, explicar el método de elección de medición de la sonda y describir el proceso por el cual se introduce la sonda enteral en el estómago del paciente a través de las fosas nasales (sonda nasogástrica) o a través de la boca (sonda orogástrica).

 

RESULTADOS

Pautas para enfermería:

  1. Elección de la Sonda y accesorios1,2,6,7:
    • Existen diferentes tipos de sondas, con características y funciones determinadas, y se clasifican en:
  • Transpilóricas con punta lastrada en silicona: Se tratan de sondas de mayor longitud y albergan en su extremo más distal un peso metálico, que permite la apertura del esfínter pilórico y así albergar su punta lastrada en el duodeno. Son utilizadas en neonatos, en quienes la nutrición enteral pueda comprometer su estado respiratorio derivado de residuo gástrico o reflujo gastroesofágico. Se debe asegurar su correcta colocación mediante una radiografía simple de abdomen y su tiempo máximo de permanencia en el paciente es de 30 días.
  • Sondas de Poliuretano: Son las sondas de elección en todo recién nacido de más de 1.500 gramos. Su principal función es la nutrición enteral, cuando se prevea que sea corta, ya que el poliuretano en contacto con los contenidos gástricos se endurece y puede provocar riesgos para la mucosa gástrica. Su tiempo máximo de permanencia en el paciente es de 4 semanas, aunque, debido a las características de su material se recomienda su reemplazo cada 48/72 horas y así evitar lesiones en la pared gástrica.
  • Sondas de silicona: Son utilizadas en recién nacidos de menos de 1.500 gramos de peso y permiten que el proceso de nutrición enteral sea de larga duración. Son flexibles, ligeras y no reaccionan con el contenido gástrico. Su tiempo máximo de permanencia en el paciente es de 30 días.
  • Tamaño de elección: según las características individuales del paciente pediátrico.
  • Existen diferentes tamaños medidos en French, que van desde, menor calibre a mayor, 4 fr. hasta 18 fr. Las más usadas en el recién nacido son las de tamaño 6 y 8 fr. con diferentes longitudes, corta, si la función es la nutrición enteral, y larga, cuando se pretende derivar el contenido gástrico a un contenedor exterior. Las sondas de tipo silicona se pueden encontrar hasta 10 fr. mientras que las de poliuretano hasta 18 fr.
    • Accesorios y sistemas para la administración de nutrición enteral: Existen prolongaciones que conectan con la sonda y la jeringa de administración. Para evitar su contaminación por proliferación de bacterias debido a los restos de leche que quedan en ella, se deben de reemplazar:
  • Si se administra leche materna: reemplazar una vez por turno.
  • Si se administra leche artificial (fórmulas de inicio y/o prematura): reemplazar una vez al día.

 

2. Medición de la sonda a insertar1,8,9:

Existen diferentes métodos para calcular la medición de la sonda a introducir, según la colación sea nasogástrica u orogástrica:

  • Método NEX: Acrónimo en inglés, donde se mide desde nariz o boca (Nose)-lóbulo de la oreja (Earlobe)-apéndice xifoides (Xiphoid). Es un método no recomendado, ya que la sonda se queda alojada en zonas altas del estómago y produce reflujo gastroesofágico, vómitos e incluso daños en la mucosa gástrica.
  • Método NEMU: Corresponde por sus siglas en inglés: Nose-Earlobe-Mid Umbilicus. Es el método de elección para medir la longitud de la sonda enteral a introducir en neonatos. Consiste en medir, desde el punto distal de la sonda colocándola en nariz o comisura de la boca, hasta el lóbulo de la oreja y desde allí llevarla hasta el punto medio entre el apéndice xifoides y la cicatriz umbilical (aproximadamente un dedo por debajo de la xifoides).

 

3. Colocación y sujeción de la sonda1,10,11:

  • Elija el tipo de sonda correcta, según tamaño, calibre y material adecuado.
  • Valore el punto de entrada de la sonda, ya sea nasogástrica u orogástrica, en función de otros dispositivos complementarios del paciente y las órdenes médicas.
  • Realiza la medición de la sonda a insertar según el método NEMU.
  • Tiras de sujeción adecuadas a la zona de fijación.
  • Tras lavado de manos proceda a la inserción y fijación.
  • Mantener al paciente contenido y en las mejores condiciones de confort.

 

4. Recomendaciones1,4,5:

  • Usar siempre el método NEMU como el método de elección para medir la longitud de la sonda enteral a introducir, ya que reduce riesgos frente a otros métodos. Tener en cuenta que el orificio de desembocadura de la sonda no siempre coincide con el final de la misma, y añadir la diferencia.
  • No lavar la sonda tras las tomas. El lavado de la sonda con agua destilada o suero fisiológico, pueden provocar diarreas al entrar en contacto con el tubo digestivo ya que la osmolaridad no es compatible.
  • No insuflar aire para comprobar la colocación. No se debe utilizar en neonatos ya que aumenta la distensión gástrica.
  • Elija la sonda adecuada en función de las características individuales del paciente, peso y función.
  • No usar vaselina para lubricar la inserción de la sonda. La vaselina es de base mineral-oleosa con parafina derivada del petróleo, no se disuelve y por lo tanto el aspirado de esta produciría problemas respiratorios. En caso de necesidad de lubricar la sonda usar lubricante basado en agua comprobando que se pueda usar en contacto con mucosa nasal u oral.
  • Usar conexiones incompatibles con conectores Luer o Luer Lock y así evitar errores de administración entre medicación vía venosa y oral.

 

CONCLUSIÓN

La técnica de sondaje nasogástrica u orogástrica en la población de recién nacidos es muy habitual en las unidades de neonatología. Esta técnica permite la iniciación y mantenimiento de la nutrición. El personal de enfermería responsable de los cuidados en los neonatos debe conocer y adquirir habilidades para el manejo de la nutrición enteral a través de sondas enterales, y evitar sus complicaciones.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Domínguez Dieppa F. Guías de prácticas clínicas en neonatología, La Habana: Editorial Ciencias Médicas;1999.
  2. Lavoie, PM. Earlier initiation of enteral nutrition is associated with lower risk of late-onset bacteremia only in most mature very low birth weight infants. Journal of Perinatology (2009) 29,448-454; published online 12 February 2009.
  3. Adalid U, Alegre J. Alimentación enteral. Boletín oncológico. 1999;10 (1).
  4. Torres G, Alberto M, Figueroa R. Leche humana y nutrición en el prematuro pequeño, Nutr.Hosp.2004 Nº.4 Madrid jul.-ago. 2004.
  5. Castro López F, González Hernández G. Cuidados de Enfermería en la nutrición parenteral y enteral del recién nacido Rev. Cubana Enfermer. 2006; 22(4).
  6. Thoyre SM, Shaker CS, Pridham KF. The early feeding skills assessment for preterm infants. Neonatal network: NN. 2005;24(3):7-16.
  7. Archibald C. Job satisfaction among neonatal nurses. Pediatric nursing. 2006, 32(2) 176-181.
  8. Kenner C, Rockwern Amlung S, Applewhite F. Protocols in neonatal nursing. Saunders. Philadelphia 1998 pp 201-202.
  9. Druyan ME, Compher C, Boullata JI, Braunschweig CL, George DE, Simpser E, et al. Clinical guidelines for the use of parenteral and enteral nutrition in adult and pediatric patients. Journal of parenteral and enteral nutrition, 2012,36: 77-80.
  10. Sondaje Nasogástrico, manual de procedimientos de enfermería. Junta de Andalucía. SAS. 2013
  11. Protocolo de actuación de enfermería en el manejo de la nutrición enteral. Servicio Castilla la Mancha. 2012.

 

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