Cuidados de enfermería en la terapia de presión negativa en paciente intervenido de cirugía cardíaca

2 abril 2023

AUTORES

  1. Irene Delgado Catalán. Diplomada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud.
  2. Cristina Elorza González. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud.
  3. Cristina Pilar Gracia Cotore. Graduada en Enfermería en la Universidad Autónoma de Barcelona. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud.
  4. Marta Pérez Llamazares. Graduada en Enfermería por la Universidad de León. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud.
  5. María Becerril Tabuenca. Graduada en Enfermería en la Universidad de Lleida. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud.
  6. Ana Delgado Allué. Graduada en Enfermería en la Universidad de Zaragoza. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

La infección de la herida de la esternotomía es una complicación potencialmente letal después de una cirugía cardíaca. El tratamiento establecido puede implicar una combinación de desbridamiento, taponamiento, cierre diferido, reconstrucción plástica, cableado e irrigación según la gravedad de la infección.

El uso de la terapia de presión negativa, que originalmente se utilizaba para el tratamiento de lesiones cutáneas crónicas, se ha comprobado que es eficaz en el manejo de la infección de las heridas postquirúrgicas.

PALABRAS CLAVE

Enfermera, rol de la enfermera, cuidados de enfermería, terapia de presión negativa, cirugía cardiovascular, cierre asistido por vacío.

ABSTRACT

Infection of the sternotomy wound is a potentially lethal complication after heart surgery.

Established treatment may involve a combination of debridement, packing, delayed closure, plastic reconstruction, re-wiring and irrigation dependent on the severity of infection.

The use of negative pressure therapy, which was originally used for the treatment of chronic skin lesions, has been proven to be effective in managing post-surgical wound infection.

KEY WORDS

Nurse, nurse´s role, nursing care, negative presión therapy, cardiovascular surgery, vacuum assisted closure.

INTRODUCCIÓN

Cada vez se realizan más intervenciones quirúrgicas y otras intervenciones técnicas avanzadas en la población de pacientes ancianos debilitados, y parece que esta tendencia va a continuar. Como resultado, ahora es más probable que los profesionales sanitarios encuentren heridas difíciles de tratar con problemas complejos de cicatrización. Por tanto, la reciente introducción de una tecnología que produce una presión negativa tópica (PNT) mediante el uso de un apósito de espuma de poliuretano (PU) o de alcohol polivinílico (PVA) para potenciar la cicatrización de la herida es muy positiva, y su uso se considera un cambio de paradigma en el tratamiento de numerosos tipos de heridas.

El objetivo de nuestro trabajo es la estandarización de las técnicas de los cuidados de enfermería en el paciente portador de VAC, así como su correcta utilización.

A nivel básico, el sistema VAC constituye un apósito sofisticado, estéril y cerrado con propiedades que hacen que el entorno para la cicatrización sea húmedo. También se ha confirmado que existen diversos mecanismos que ayudan a la cicatrización1-5.

Entre ellos figuran los siguientes:

● Aumento del flujo sanguíneo local.

● Reducción del edema.

● Estimulación de la formación de tejido de granulación.

● Estimulación de la proliferación celular.

● Eliminación de inhibidores solubles de la cicatrización de la herida.

● Reducción de la carga bacteriana.

● Acercamiento de los bordes de la herida entre sí.

MATERIAL:

Batas estériles.

Guantes estériles.

Gasas estériles.

Solución salina para lavado.

Solución antiséptica de clorhexidina.

Material de cura: pinzas de disección con y sin dientes, pinzas de Köcher con y sin dientes, tijeras, bisturí.

Apósitos de hidrocoloide fino.

Apósito de poliuretano adhesivo transparente.

Esponja de poliuretano estéril.

Reservorio o canister.

Ventosa.

Máquina de succión.

PROCEDIMIENTO:

Explicar el procedimiento al paciente.

Lavado de manos.

Colocación de guantes estériles.

Retirada de apósitos de la herida.

Limpieza de la herida con solución salina al 0.9 y con solución antiséptica de clorhexidina.

Retirada de restos del antiséptico con solución salina al 0’9.

Desbridamiento de la herida, dejándola libre de tejido necrótico o de fibrina excedente.

Secado de piel perilesional.

Colocación en el lecho de la herida un apósito de hidrocoloide o silicona en malla.

Medir y dibujar la herida.

Medir y dibujar la esponja.

Poner el tubo de drenaje (fenestrado) dentro de la esponja en sentido horizontal al lecho de la herida. Colocar la esponja con el tubo de drenaje.

Proteger piel perilesional con hidrocoloide fino por donde pase el tubo de drenaje para evitar lesiones por presión.

Sellar toda la lesión y la piel perilesional unos 6-7 cm, con film de poliuretano transparente.

Se realiza una pequeña incisión en la capa de plástico para insertar el tubo conector con la ventosa.

Comprobar las medidas de seguridad antes de conectar el vacío.

Asegurar la conexión entre el drenaje del paciente y la aspiración central.

Realizar las conexiones al paciente y a la aspiración.

Presión negativa entre -15 y – 20 de la aspiración central y en los equipos comercializados oscila entre 75 y 125 mmHg (según región y lesión).

En ese momento, debe apreciarse que la esponja ha colapsado1-5.

VIGILANCIA Y CUIDADOS DEL SISTEMA:

– Cambios de la esponja cada 3-4 días.

– Cambios en la piel. Colocar lámina de hidrocoloide sobre la piel perilesional y sobre ella el plástico.

– Presencia de dolor. Disminuir la presión de -25 en -25mmHg. La presión mínima es 50mmHg.

– Hemorragia. Se debe bajar la presión y si no cede, parar el sistema, retirar las esponjas y revisar la hemostasia.

– Aparición o aumento del mal olor. Obliga a realizar el cambio de la esponja más frecuentemente (cada 12 – 24h) y realizar un lavado de la herida con solución salina.

– Obstrucción del tubo. Instilar suero fisiológico a través de él y si persiste, cambiar el equipo.

– No poner sobre órganos expuestos.

– No poner sobre vasos sanguíneos.

– No aplicar cuando el lecho de la herida esté necrosado.

– No aplicar en pacientes de dudosa adherencia al tratamiento1-5.

CONCLUSIONES

La terapia al vacío o VAC ha demostrado ser un método eficaz para el tratamiento de las mediastinitis posquirúrgicas, a través de ejercer presión negativa sobre la superficie de la herida, para así aproximar bordes esternales y favorecer la granulación, además de proporcionar un control de la infección local.

Las enfermeras tenemos un papel importante en la correcta utilización de dicha técnica, así como en la información al paciente.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Gustafsson R, Sjögren J, Ingemansson R . Visión general del tratamiento con presión tópica negativa. Documento de posicionamiento. European Wound Management Association (EWMA). Londres: MEP Ltd; 2007.
  2. Infomecum Heridas. Terapia de Presión Negativa. [Consultado el día 20/05/2021]. Disponible en: http://www.infomecum.com/tratamientos/showproduct/id/56/Terapia-V.A.C. 2021.
  3. Asociación Nacional de Enfermería Dermatológica e Investigación del Deterioro de la Integridad Cutánea (ANEDIDIC). Protocolo de cura con presión negativa a vacío. Enferm Dermatol. 2012;15.
  4. Tang A, Sunil K, Haw M. Novel application of vacuum assisted closure technique to the treatment of sternotomy wound infection. Eur J Cardio-thoracic Surg . 2000;17:482–4.
  5. Vojvodic-Hernández I, Zevallos-Bedregal O. Curación de heridas con presión negativa: Fundamentos e indicaciones. Rev Per Obs Enf . 2010;6(1):46–57.

 

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