¿Deben realizarse cambios en la nutrición y tratamiento en los pacientes musulmanes diabéticos durante el ramadán?

28 diciembre 2020

AUTORES

  1. Pilar Ainara Cea Vaquero. Hospital Universitario Miguel Servet.
  2. Andrea Carreira Serrano. Hospital Universitario Miguel Servet.
  3. Itziar Ibáñez Grima. Hospital Universitario Miguel Servet.
  4. María Victoria Martín Arévalo. Hospital Universitario Miguel Servet.
  5. Paula Romeo Cambra. Hospital Universitario Miguel Servet.
  6. Carlos Lastanao Cortés. Hospital Nuestra Señora de Gracia.

 

RESUMEN

La adaptación de los esquemas terapéuticos a las características de las personas con diabetes es fundamental, consiguiendo una individualización del tratamiento en la que se tenga en cuenta los estilos de vida y los condicionantes socioculturales y religiosos, como el Ramadán.

Aunque las personas diabéticas están exentas de realizar el Ramadán, muchas de ellas desean cumplir el ayuno, por lo que es fundamental un correcto abordaje del paciente durante este período.

Es necesario realizar tanto modificaciones dietéticas como en el tratamiento con fármacos orales e insulina, para evitar la aparición de complicaciones, y en todo ello debe estar implicado además del paciente, el equipo sanitario y la familia.

 

PALABRAS CLAVE

Diabetes, Ramadán, tratamiento, ayuno.

 

INTRODUCCIÓN-JUSTIFICACIÓN

Se estima que hay entre 1.400 y 1.500 millones de musulmanes en el mundo, cerca del 25% de la población mundial. El estudio de población Epidemiología de la Diabetes y el Ramadán (EPIDIAR), en el que participaron 12.243 personas con diabetes de 13 países islámicos, reveló que cerca del 43% de las personas con diabetes tipo 1, el 79% con diabetes tipo 2 ayunan durante el Ramadán y un porcentaje ínfimo de mujeres con diabetes gestacional deciden ayunar. Es decir, entre 40 y 50 millones de personas con diabetes ayunarán durante el Ramadán, de los que 100.000 se encuentran en España. 1,2

No todos los musulmanes están obligados a seguir el ayuno durante el Ramadán, solo es obligatorio para los adultos sanos. Los niños menores de 12 años, enfermos, ancianos, embarazadas y mujeres en período de lactancia están exentos de manera específica, así como en aquellas situaciones en las que el ayuno pueda tener consecuencias dañinas para el individuo (Corán 2:183-5). Sin embargo, al ser el ayuno durante el Ramadán uno de los pilares básicos del Islam, muchos musulmanes diabéticos deciden seguirlo a pesar de las dificultades que se pueden presentar, decisión que suele adoptarse entre tres personas: la persona con diabetes, el profesional sanitario que le atiende y un consejero religioso. 1,3,4

Según el Consenso Internacional de Marruecos (1995), los pacientes con diabetes tipo 2 estable, sin complicaciones crónicas y no tratados con insulina, pueden ayunar ya que el riesgo es aceptable. 2

La asistencia sanitaria a la población inmigrante es un reto importante por las implicaciones culturales, socioeconómicas, religiosas y lingüísticas que tiene, y que en muchas ocasiones limita la correcta adhesión al tratamiento, especialmente con enfermedades como la diabetes, que no cursan con síntomas clínicos importantes en el momento del diagnóstico. 2,5

El fenómeno inmigratorio y la adaptación de estas minorías étnicas a la población de destino ocasiona espectaculares incrementos de la prevalencia de la DM de hasta ocho veces. 5

 

Ramadán:

El Ramadán es el mes sagrado en el calendario islámico, que tiene lugar en el noveno mes del calendario lunar con una duración de 29 o 30 días. Al tratarse de un mes lunar, cada año tiene lugar 11 días antes y cada 9 años coincide con una estación distinta. Se puede predecir que para el año 2012 tendrá comienzo el 20 de julio y finalizará el 19 de agosto. 2,6

Durante el Ramadán, los fieles musulmanes realizan dos comidas diarias, una a primera hora del día, antes de la salida del sol, el sehri o suhur, y otra al anochecer, el iftar. Además de la abstención absoluta de la ingesta, tampoco pueden entre el sehri y el iftar tomar líquidos, incluida el agua, ni medicamentos, hablamos pues de unas 18 horas de ayuno absoluto (As-Saum), que varían dependiendo de la localización geográfica y la estación del año. 2,6,7

El fin del Ramadán se conoce como el id-iftar, que tiene lugar durante los tres últimos días del Ramadán, en los que va aumentando la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono. 2

El modelo de ayuno del Ramadán no es muy válido ya que no ha sido extensivamente estudiado, ni los cambios fisiológicos muy conocidos, aunque hay información de los cambios metabólicos durante el Ramadán en sujetos sanos y en pacientes con diabetes, los resultados son muy variados, variabilidad que se atribuye probablemente como la etnicidad, las horas de ayuno, las condiciones climáticas, las influencias culturales y más comúnmente los hábitos dietéticos. 6

 

Fisiopatología del ayuno:

Cuando hay un periodo de ayuno prolongado, la depleción de los depósitos de glucógeno y la insulinemia disminuida favorecen la lipólisis, liberándose ácidos grasos libres, que al oxidarse producirán cuerpos cetónicos, que serán utilizados como fuente de energía para el músculo esquelético, el cardíaco, el riñón y el tejido adiposo, preservando los valores de glucosa para su utilización por el sistema nervioso y eritrocitos, aunque estos también tienden a bajar al disminuirse la cantidad de insulina, en personas sanas el correcto equilibrio entre los valores de insulina y de hormonas contrarreguladoras permite mantener la concentración de glucosa en rangos fisiológicos durante el ayuno prolongado. 2,8

En los pacientes diabéticos con déficit importante de insulina se produce una estimulación excesiva de las vías metabólicas de la glucogenólisis y lipólisis. La acetilcoenzima A, producida por la oxidación de los ácidos grasos se acumula, favoreciendo su transformación en cuerpos cétonicos, con el consiguiente riesgo de cetoacidosis.

Los cuerpos cetónicos también estimulan la producción de lipoproteínas de muy baja densidad ricas en triglicéridos, originándose lipoproteínas de baja densidad pequeñas y densas. Los aminoácidos, producto del aumento del catabolismo proteico por el déficit de insulina, se desaminan y el cetoácido resultante se emplea para la gluconeogenia junto con el glicerol derivado de la lipólisis. 2

En los individuos no diabéticos, el ayuno está relacionado con el aumento severo de riesgo de enfermedad cardiovascular, incluyendo la reducción de triglicéridos en el plasma y de colesterol LDL, así como el aumento de la sensibilidad a la insulina, de la leptina, de la adiponectina y del colesterol HDL. El ayuno en el Ramadán en los no diabéticos también está asociado con la reducción de homocisteína en plasma del nivel de D-dímeros, de proteína C-reactiva, de IL-6 y fibrinógeno. Efectos beneficiosos similares han sido estudiados en el ayuno en pacientes diabéticos.

 

MATERIAL Y MÉTODO

Se realizó una revisión sistemática entre las principales bases de datos: Medline, Cochrane, Scielo, EMBASE, utilizando términos MESH.

Se incluyen artículos de 1987 a 2020, tanto de revisiones sistemáticas, metanálisis, como publicaciones en congresos, de los que se seleccionaron 26 para esta revisión. Incluyendo artículos en castellano e inglés con las palabras clave: diabetes, Ramadán, ayuno. El intervalo se amplió tanto debido al poco número de publicaciones existentes.

 

RESULTADO-DISCUSIÓN

Cambios en la dieta durante el Ramadán:

Todas las personas con diabetes deben vigilar las concentraciones de glucosa sanguínea, comer en horarios consistentes y sincronizados con el momento de acción de la misma y ajustar la dosis según el contenido de hidratos de carbono de los alimentos, además de mantener una dieta sana y equilibrada. 1,10

Durante el Ramadán tienen lugar cambios importantes en referencia a los hábitos dietéticos, rompiéndose los pilares básicos en el correcto control de la diabetes, por lo que deberán realizarse algunas modificaciones al patrón nutricional que siguen los pacientes diabéticos fuera del período de Ramadán, ya que durante el Ramadán la media de días de ayuno es 26,2 días (entre 23 y 29), y la media de horas de ayuno oscila entre 14 y 20 horas, realidad muy diferente a la que se vive el resto del año. 2,6,10

Algunos estudios han objetivado que el aporte calórico diario y la ingesta de hidratos de carbono suelen disminuir durante el Ramadán tanto en diabéticos tipo 1, como tipo 2, sin embargo, otros estudios apoyan que esa disminución de ingesta de hidratos de carbono no es reemplazada por un aumento del consumo de grasas, sin que se produzcan cambios en el aporte calórico diario. 11,12

Ante esto, es imprescindible mantener un peso constante durante el período de Ramadán. 8

Se debe tener en cuenta, que, en la alimentación islámica, es frecuente encontrar platos elaborados a base de dulces y confituras. Algunos se preparan especialmente para ser consumidos durante el Ramadán, aportando esta gran cantidad de hidratos de carbono y azúcares, que además se acompañan de bebidas o jugos azucarados, bebidas que deberían sustituirse por otras libres de azúcares en los pacientes diabéticos. 3

Los alimentos de absorción lenta como cereales, pan, sémola, judías y arroz son los más adecuados antes y después del período de ayuno.

Los pacientes tienden a intentar reducir la ingesta de mantequilla de búfalo en los chapattis y los snacks (samosas, pakoras), así como limitar la ingesta de grasas y dulces. 4

Indicaciones que deben seguirse resistiendo a la tentación de romper las restricciones alimentarias, ya que por ejemplo, durante el Ramadán, aumentan las funciones sociales convirtiéndose la comida en una muestra común de hospitalidad.

La realización de ejercicio moderado es aceptada en los pacientes tipo 2, mientras que en los pacientes tipo 1 el ejercicio debe realizarse en la mañana tras el sahri, o tras el suhur, para disminuir el riesgo de hipoglucemia, riesgo máximo en pacientes diabéticos insulino-dependientes. 14

 

Efectos del ayuno en los parámetros metabólicos de las personas con diabetes

La hemoglobina glucosilada es utilizada para el diagnóstico y como medida de control de la glucemia en pacientes con DM, ya que además de poderse medir sin ayuno previo, nos indica el estado de la glucemia en un período amplio de tiempo (dos a tres meses), sirviendo pues para el seguimiento y ajuste terapéutico. 5

Su limitación, es que puede variar entre grupos étnicos, en anemias y hemoglobinopatías, debiendo medirse pues la fructosamina, que nos dará información sobre los niveles de glucemia de dos a tres semanas, pero dicha prueba no está estandarizada y no están establecidos los niveles de glucemia o el riesgo de complicaciones.

Existe controversia entre los cambios en la hemoglobina glucosilada y la fructosamina: mientras que unos estudios no han objetivado cambios en estos parámetros durante el Ramadán 15, otros han observado una disminución de ambos 16,17.

También se ha observado una disminución de los valores de insulina plasmática en ayunas y del péptido C en los varones, sin producirse cambios en la mujer, así como una disminución de la resistencia a la insulina durante el Ramadán en ambos sexos, aunque la única significativa es en el sexo masculino.2,17

En algunos estudios se muestra una disminución de la glucemia entre la primera y la tercera semana. 13

Respecto al perfil lipídico, también se muestran discrepancias, en algunos se objetiva un aumento de los triglicéridos, del colesterol total, del colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad y del colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad, mientras que en otros permanecieron si cambios. 17,18

 

Complicaciones del ayuno en pacientes diabéticos:

Debido al período de ayuno prolongado en pacientes diabéticos, aparecen algunas complicaciones, tales como hipoglucemia, hiperglucemia, cetoacidosis, deshidratación y trombosis.

El porcentaje de individuos que realizó el ayuno durante el Ramadán, como mínimo 15 días, fue de un 42% entre los diabéticos tipo 1 y de un 78,7% en los tipo 2. Se observó que los diabéticos tipo 1 ayunaron durante un período más corto que los diabéticos tipo 2 (23 frente a 27 días). Un 75% de los diabéticos tipo 1 y un 55% de los diabéticos tipo 2 estuvieron de acuerdo en finalizar el período de ayuno si se presentaban complicaciones agudas. La aparición de complicaciones crónicas fue tan frecuente como en los diabéticos europeos. 19

 

Hipoglucemia:

En el estudio EPIDIAR se observó que durante el Ramadán aumentaba el riesgo de hipoglucemia grave, más frecuente en diabéticos tipo 1 debido al período de ayuno.

Se estima que la hipoglucemia es responsable de la muerte entre el 2 y 4% de diabéticos tipo 1, y aunque no hay estudios estadísticos sobre la influencia de esta en la mortalidad de los diabéticos tipo 2, sabemos que es una causa infrecuente en este segundo grupo, ya que los tratamientos con antidiabéticos orales tienen menor riesgo de provocar hipoglucemias que la insulina. 19, 20

El ayuno durante el Ramadán incrementa la aparición de hipoglucemias severas (con hospitalización) 4,7 veces en los pacientes diabéticos tipo 1 (de 3 a 14 eventos por mes por 100 personas y mes) y 7,5 veces en pacientes con diabetes tipo 2 (de 0,4 a 3 eventos por 100 personas por mes), aunque la incidencia de la hipoglucemia severa puede ser subestimada en el estudio de EPIDIAR, ya que hay episodios de hipoglucemia que pudieran necesitar asistencia sin ser esta severa. 20

Cabe destacar que la aparición de hipoglucemia fue más frecuente en aquellos pacientes cuyas dosis de antidiabéticos orales e insulina fueron modificadas, así como en aquellos que realizaron mayores cambios en sus hábitos dietéticos. 20

La hipoglucemia es sin duda el gran reto del tratamiento del paciente diabético, ya que es muy difícil conseguir un perfil fisiológico en combinación con las múltiples variables que existen en el día a día, desde el conocimiento de las raciones de hidratos de carbono con sus diferentes índices glucémicos (solo el 10% de los diabéticos realizan un conteo adecuado de los hidratos de carbono 21) por los pacientes hasta las emociones, pasando por el vaciamiento gástrico o la actividad física. 22

 

Hiperglucemia:

Queda ampliamente demostrada la relación entre la hiperglucemia con la aparición de complicaciones microvasculares, así como de posibles complicaciones macrovasculares, pero no hay información sobre episodios cortos, repetitivos o continuos de hiperglucemia y el desarrollo de complicaciones crónicas a largo plazo. 2,20

El estudio EPIDIAR muestra un aumento de la incidencia de hiperglucemia grave que necesita hospitalización durante el Ramadán en pacientes con diabetes tipo 2 (aumento de 1 a 5 eventos por cada 100 personas por mes), igual que incrementa la hiperglucemia y cetoacidosis en pacientes con diabetes tipo 1 (de 5 a 17 episodios por cada 100 personas y mes). 20

La aparición de hiperglucemias puede deberse a la reducción excesiva de las dosis de medicación para prevenir paradójicamente la hipoglucemia, así como por aumentar la ingesta en comidas o azúcares en gran cantidad. 20

 

Cetoacidosis:

En pacientes con un déficit severo de insulina, un ayuno prolongado en ausencia de la dosis adecuada de insulina estimula la glucogénesis y cetogénesis, ocasionando hiperglucemia y cetoacidosis. Los pacientes con diabetes tipo 2 pueden sufrir episodios similares, pero son poco comunes, igual que la severidad de la hiperglucemia que depende directamente del grado de resistencia a la insulina y/o de su déficit. 20

 

Deshidratación y trombosis:

Existe un mayor riesgo de deshidratación y trombosis durante el ayuno prolongado, situación favorecida por la disminución de la ingesta hídrica y la diuresis osmótica asociada a la hiperglucemia.

Además, la deshidratación en ambientes calientes y húmedos, donde las personas realicen una actividad física importante puede desencadenar deshidrataciones severas, además de aparecer hipotensión ortostática (especialmente en pacientes con neuropatías), síncopes, caídas, heridas y fracturas óseas, relacionadas con la hipovolemia y la hipotensión.

Hay evidencia de que los pacientes diabéticos presentan una disminución de anticoagulantes endógenos y una alteración de la coagulación, sin embargo, no se ha demostrado un aumento de hospitalizaciones por episodios coronarios o accidentes vasculares cerebrales durante el Ramadán en individuos con diabetes, aunque el aumento de la viscosidad de la sangre secundaria a la deshidratación aumenta el riesgo de trombosis. 2,20

 

Otras complicaciones:

Aunque menos frecuentes, debido al ayuno en diabéticos también pueden aparecer enfermedades agudas, hipertensión, dislipedemia, nefropatía o enfermedades metabólicas. 24

 

Motivos por los que romper el ayuno:

Todos los pacientes deben entender que bajo algunas circunstancias deberán interrumpir el ayuno, como la hipoglucemia (glucemia inferior a 60 mg/dl o 3,3 mmol), ya que no se garantiza que este nivel permanezca constante hasta la siguiente comida, igual que debe interrumpirse si tras una hipoglucemia en las siguientes horas aparecen niveles inferiores a 70 mg/dl o 3,9 mmol/l, especialmente si la insulina, sulfonilureas o meglitinidas han sido tomadas antes.

 

Tratamiento de la diabetes durante el Ramadán:

El planteamiento del tratamiento variará en función del esquema terapéutico previo de la diabetes. 2

De todos los musulmanes diabéticos, el 84,94% realizarán el ayuno, y de estos, el 86% de los pacientes no respetan la medicación anterior al ayuno, los que la respetan (14%), son diabéticos tipo 1 insulinodependientes.

El tratamiento se suprime en un 7% de los casos aproximadamente, siendo mayor el número de diabéticos no insulinodependientes (DNID) a los que se les suprime el tratamiento que de diabéticos insulinodependientes (DID).

En el 93% de los casos el tratamiento se mantiene, pero el 3’23 % de los enfermos cambian de insulina rapitard a retard, el 10,75% disminuyen su número de inyecciones de insulina y el 9,68% disminuyen el número de comprimidos. 13

Diabetes Mellitus tipo 1:

Todos los pacientes con diabetes tipo 1 y una HbA1c, con un alto riesgo de cetoacidosis o hipoglucemia deben ser invitados a no seguir el ayuno. Pero si deciden hacerlo, deberán tener muy claro no interrumpir el tratamiento con insulina y saber hacer los ajustes convenientes. 4

Las dosis de insulina de larga acción como glargina (Lantus) o detemir (Levemir), debe reducirse un 20% para evitar la aparición de hipoglucemias y debe darse en la comida de la mañana.

Los análogos de insulina prandial como lispro (Humalog) y aspart (Novorapid), pueden ser más útiles que Actrapid durante el ayuno, ya que son de acción inmediata, comienzan su efecto entre 15 y 30 minutos tras la inyección, y el pico máximo es entre los 30 y 90 minutos posteriores, frente las dos a cuatro horas, y su tiempo de actuación de 3 a 5 horas, frente las 6 a 8 de las anteriores. Por lo que estas insulinas serán más útiles en el iftar, para evitar la hiperglucemia postprandial, pero también para el sehri, ya que estas insulinas limitan el riesgo de hipoglucemia durante el tiempo de ayuno.

Concretamente, la American Diabetes Association (ADA) recomienda la administración de dos dosis de mezcla de insulina NPH e insulina rápida, mezclando 30/70 antes de las dos ingestas principales. Se recomienda también invertir las dosis, administrando la dosis habitual de la mañana antes del iftar (comida nocturna), y reducir a la mitad la dosis nocturna, que se administra antes del suhur (comida previa al amanecer), de forma que disminuya el riesgo de hipoglucemia durante el ayuno diurno. 2

En un estudio reciente realizado a adolescentes sauditas con diabetes tipo 1 entre 15 y 19 años, la utilización de infusión subcutánea de insulina durante Ramadán fue relacionada con la mejora del control glucémico y de la disminución de hipoglucemias en comparación con la terapia de insulina anterior. Aunque plantea muchas mejoras, su elevado coste impide su implantación en los pacientes. 9

Diabetes Mellitus tipo 2:

El tratamiento a seguir dependerá igualmente en gran parte del tratamiento anterior al Ramadán.

-Pacientes tratados con dieta

Los pacientes diabéticos tipo 2 controlados únicamente con dieta, tienen un riesgo muy bajo realizando el ayuno, sin embargo, el riesgo de aparición de hiperglucemia postprandial después del iftar y suhur es muy elevado. Este riesgo podría disminuirse realizando dos o tres ingestas pequeñas durante el período de no ayuno, para evitar la aparición de la hiperglucemia.

Los pacientes controlados con dieta, suelen combinar el ejercicio físico, por lo que su horario de realización deberá modificarse siendo dos horas después de la ingesta del anochecer, para evitar la aparición de hipoglucemia. Es importante mantener una correcta hidratación, ya que estos pacientes suelen tener otras patologías asociadas como hipertensión o dislipidemia, por lo que la deshidratación aumentará en gran medida el riesgo de trombosis. 8

-Pacientes tratados con antidiabéticos orales:

La elección de los antidiabéticos orales debe ser individualizada, teniendo en cuenta que los fármacos que aumentan la sensibilidad a la insulina tienen asociado un riesgo menor de hipoglucemia que aquellos que aumentan la secreción. 20

Metformina:

Constituye el tratamiento de elección en la DM2, debido a la práctica ausencia de hipoglucemias cuando se utiliza en monoterapia, aunque puede aparecer, la frecuencia de esta es similar a la que se da en los pacientes tratados con dieta. 25

Debido a su bajo riesgo de hipoglucemia, podría no modificarse la pauta, aún así, la ADA propone modificar la dosis previa administrando dos tercios de la dosis total por la noche y el tercio restante por la mañana. 2,25

Sulfonilureas:

Las sulfonilureas debido a su vida media plasmática, tienen un mayor riesgo de hipoglucemia prolongada, por lo que su uso debe ser individualizado en cada paciente y queda totalmente contraindicado durante el ayuno, ya que además del riesgo inherente de hipoglucemia, ocasionar una hipoglucemia prolongada e impredecible. 1,25

Aún así, es el grupo como principal elección en el segundo escalón, por su menor precio y mayor experiencia de uso en relación con otros antidiabéticos orales. 2,25

En sulfonilureas en varias dosis, la mitad de la dosis habitual por la mañana y la dosis completa por la noche, cambiando a sulfonilureas en monodosis antes de la cena. Las sulfonilureas de acción retardada en monodosis también antes de la cena. 26

Glinidas:

Las glinidas presentan teóricamente un menor riesgo de hipoglucemias que las sulfonilureas, ya que presentan un rápido inicio de acción y se administran únicamente en las comidas. 25

Normalmente no se necesita un cambio en la dosificación, pero se recomienda una única dosis al día, al atardecer. 5

Algunos estudios concluyen que la mayor duración de acción de la glimepirida puede ofrecer una ventaja frente a la repaglinida durante las horas de ayuno del Ramadán. 2

En el Sur de Asia son los fármacos de elección para los pacientes con diabetes que desean ayunar. 7

-Pacientes tratados con insulina

En los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en tratamiento con insulina el riesgo de hipoglucemia es menor que en diabéticos tipo 1, sin embargo, el riesgo es importante en pacientes de larga evolución, y particularmente en los de edad avanzada. 2

En pacientes con diabetes tipo 2, se ha de intentar pasar a insulinas de acción lenta, como glargina o detemir, en una sola dosis por la noche. Deben sumarse todas las unidades que tomaba previamente y, para mayor seguridad, algunos autores recomiendan reducir un 20% la dosis total. 26

Se acepta la utilización de una dosis única de insulina glargina o NPH, el uso de dos dosis de NPH, o bien una o dos dosis de insulina detemir. Otra posibilidad puede ser invertir la dosis mañana-noche y reducir a la mitad la dosis de la mañana para reducir el riesgo de hipoglucemia. 5,26

Es frecuente que los pacientes necesiten insulina rápida para cubrir el importante aporte calórico de las dos ingestas permitidas. 2

 

Consulta pre-Ramadán:

Todos los pacientes diabéticos musulmanes que deseen practicar el Ramadán, deberán ser evaluados por su equipo sanitario uno o dos meses antes del Ramadán, para decidir si el ayuno puede ser apto o no en sus condiciones, así como para realizarlo de la forma más segura. La evaluación médica deberá tomar especial atención al estado físico, peso, tensión arterial, control glucémico y lipídico, así como el estado de los ojos, corazón, riñones y sistema nervioso, para evaluar de forma individual el nivel de riesgo. 1,8

Es imprescindible que se advierta de los cambios en la dieta y medicación, y que estos sean entendidos perfectamente por los pacientes, teniendo en cuenta las dificultades con el idioma, para conseguir un control lo más efectivo posible. 7,14

Tan importante es la evaluación médica, como el asesoramiento educativo (reduce el 50% de las hipoglucemias y promueve la pérdida de peso), tanto con el paciente, como con su familia. Todos ellos deben saber reconocer los signos y síntomas de la hipoglucemia y de la hiperglucemia, realizar la monitorización de la glucosa en sangre, la detección de cuerpos cetónicas en la orina, la planificación de comidas equilibradas y actividad física, así como la medicación y el control de complicaciones agudas, enfatizando en una adecuada nutrición e hidratación. Todo esto, debe permitir alcanzar un correcto control de la diabetes durante todo el año. 7, 8, 20

 

CONCLUSIONES

La hipótesis “los pacientes musulmanes diabéticos tendrán que realizar cambios tanto nutricionales como en su tratamiento debido al período de ayuno” queda totalmente confirmada en esta revisión bibliográfica, ya que la modificación de los esquemas terapéuticos durante el período de ayuno es fundamental para sufrir el menor número de complicaciones posibles.

Todos los pacientes musulmanes diabéticos que deseen practicar el Ramadán, deberán modificar sus pautas de ejercicio, su plan dietético, así como realizar modificaciones en la toma y cantidad de sus fármacos, igual que con la insulina.

Es imprescindible que la decisión de modificar los esquemas terapéuticos se realice con la ayuda del equipo sanitario, tras entender el paciente los riesgos de seguir el ayuno, siguiendo siempre un plan totalmente individualizado a cada el paciente para reducir el riesgo de complicaciones que deberá enseñarse al paciente siempre antes de comenzar el Ramadán.

 

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