AUTORES
- Silvia Gallego Matossi. Unidad de Urología, Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa, Zaragoza.
- Belén Alba Delgado. Unidad de Digestivo, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
- Raquel Oter Gimeno. Unidad de Ictus-Neurología, Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa, Zaragoza.
- Jara Villar Charrusco. Unidad de Cardiología, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
- Ana Luño Casabona. Radiología Intervencionista, Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa, Zaragoza.
- Ana Gracia Lázaro. Unidad de Pediatría B, Hospital Materno Infantil, Zaragoza.
RESUMEN
La utilización de los drenajes ventriculares externos es una práctica de relativa frecuencia en el manejo de un paciente neurológico grave en UCI. Una de las complicaciones más habituales que nos podemos encontrar son las infecciones que supone un serio problema para los pacientes. Para ello es importante estandarizar los cuidados de los enfermos portadores de estos catéteres para un buen manejo de estos dispositivos por parte de enfermería y prevenir posibles complicaciones. En este artículo se describe el drenaje ventricular externo, sus indicaciones, las complicaciones y los cuidados de enfermería para este tipo de catéter.
PALABRAS CLAVE
Drenaje ventricular externo, líquido cefalorraquídeo, cuidados de enfermería y complicaciones.
ABSTRACT
The use of external ventricular drains is a relatively frequent practice in the management of a severe neurological patient in the ICU. One of the most common complications that we can find are infections that are a serious problem for patients. For this, it is important to standardize the care of patients with these catheters for a good management of these devices by nursing and to prevent possible complications. This article describes external ventricular drainage, its indications, complications, and nursing care for this type of catheter.
KEY WORD
External ventricular drain, cerebrospinal fluid, nursing care and complications.
DESARROLLO DEL TEMA
La utilización del drenaje ventricular externo (DVE) es usada para el drenaje de líquido cefalorraquídeo (LCR) en el tratamiento de hidrocefalia aguda secundaria a hemorragia subaracnoidea, intraventricular/cerebral, infección del sistema nervioso central o traumatismo craneoencefálico1. Cuando la producción de LCR aumenta por encima de lo normal o disminuye su reabsorción y eliminación, es necesario la utilización de un sistema de DVE que permite evitar situaciones de hipertensión intracraneal.
El LCR es claro y transparente y en adultos es de aproximadamente de 150 ml que se produce y reabsorbe a un ritmo de unos 20 ml/h o 500 ml/día.
Para medir la presión intracraneal (PIC) se usa la Ley de Monroe-Kellie que es igual a la suma de las presiones ejercidas dentro del cráneo por los componentes contenidos en su interior: parénquima cerebral (80%), LCR (10%) y sangre (10%). Los valores normales oscilan entre 5-15 mmHg2. La importancia del control de la PIC radica principalmente en la determinación de la presión de perfusión tisular cerebral (PPC).
La PPC es el resultado de la PIC menos la presión arterial media (PAM). En los adultos los valores normales están comprendidos entre 60-100 mmHg.
El DVE es un dispositivo que consta de un catéter cuyo extremo se coloca quirúrgicamente, por un neurocirujano, en uno de los ventrículos cerebrales3. El propio catéter intraventricular es largo y tunelizado, y suele venir impregnado en antibiótico. La técnica consiste en una incisión delante de la sutura coronal y a 3 cm de la línea media. La trepanación se centra en la línea medio-pupilar, se abre la duramadre y se realiza una pequeña coagulación cortical. Se introduce el catéter en dirección al ventrículo lateral y cuando el LCR fluye libremente, se comprueba su posición con radioscopia, se procede a la tunelización hasta sacarlo a unos 5 cm de la incisión, se fija y se une a la bolsa de drenaje4.
El catéter irá conectado a un sistema cerrado que cuenta con:
- Llave de 3 pasos con válvula antirreflujo para extracción de LCR y administración de medicación.
- Llave de 3 pasos con válvula antirreflujo para conexión al equipo de transductor de presión para monitorización de la PIC.
- Sistema cerrado hermético, con gotero, receptáculo graduado no colapsable y con llave de 3 pasos.
- Filtros antimicrobianos a la entrada y a la salida de la bolsa colectora y con sistema para colgar.
Indicaciones2,3,5:
- Monitorización de la PIC. Se realiza a través de un transductor a un monitor. El catéter debe colocarse en el hemisferio lesionado.
- Administración de medicación vía intratecal o intraventricular. Se suele administrar antibióticos de forma preventiva o como tratamiento de infección y anticoagulantes para evitar la obstrucción por un coágulo. Tras la administración se dejará el drenaje pinzado durante 1 hora.
- Extracción de LCR. Se debe pinzar el drenaje durante media hora. Se desinfectará la llave más próxima al paciente y mediante técnica estéril se extraerá la mínima cantidad posible de forma muy lenta para evitar el colapso ventricular.
- Drenaje de LCR en situaciones de hidrocefalia o hipertensión intracraneal.
Complicaciones3:
- Infecciones. Siendo la complicación más frecuente la infección del sistema nervioso central dando lugar a meningitis post-neuroquirúrgica o ventriculitis asociada a la derivación ventricular externa.
- Hemorragia en el lugar de inserción.
- Hipotensión intracraneal.
- Colapso ventricular.
- Pérdida de LCR alrededor del punto de punción.
- Obstrucción o desplazamiento del catéter.
Cuidados generales de enfermería2,5,6:
- Monitorización.
- Control neurológico. Vigilancia estrecha del estado neurológico utilizando la escala Glasgow, control de las pupilas y reflejo corneal y fotomotor y valoración de los movimientos motores, el tono muscular, la fuerza muscular y la debilidad.
- Colocar al paciente en decúbito supino, en posición Fowler con el cabecero a 30-35º y la cabeza totalmente alineada salvo contraindicaciones. Evitar la flexión lateral del cuello para mejorar el retorno venoso.
- Ajustar la altura con la ayuda de un soporte con regleta, manteniendo el “0” del depósito colectora la altura del conducto auditivo externo que anatómicamente coincide con el agujero de Monro.
- Control periódico de la altura del drenaje por lo menos una vez por turno.
- Manipular lo menos posible, para evitar el aumento del riesgo de infecciones.
- Vigilar la permeabilidad del sistema, evitando posibles acodamientos del sistema.
- Mantener cerrado el drenaje ante cualquier manipulación del mismo.
- Vigilar y curar diariamente el punto de inserción del catéter mediante técnica estéril.
- Cerrar el drenaje ante cualquier movilización o traslado del paciente, pero nunca más de 30 min salvo contraindicación médica.
- Vigilar el volumen del LCR drenado. Si drena más de 20ml/h avisar al médico, el paciente podría estar sufriendo una hemorragia cerebral.
- Vigilar las características del LCR (aspecto y color). Si el líquido es turbio y amarillo es signo de infección, en cambio sí es xantocrómico (amarillo ámbar) es signo de sangrado antiguo.
- En caso de obstrucción de catéter comunicarlo al neurocirujano.
BIBLIOGRAFÍA
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