Drogodependencias en el personal sanitario

15 junio 2023

AUTORES

  1. Elena Gutiérrez Joven. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de Salud La Almunia de Doña Godina. España.
  2. Miriam Cazcarra Peinado. Diplomada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. España.
  3. María Pilar Collados Pérez-Hiraldo. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Unidad de Cuidados Intensivos. Hospital Lozano Blesa de Zaragoza. España.
  4. Elena Alastrué Nuñez. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. España.
  5. Alberto Luis Gil Ayllón. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Unidad de Cuidados Intensivos. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. España.
  6. María García Tovar. Diplomada en Enfermería. Unidad de Urgencias. Hospital Clínico Universitario de Zaragoza. España.

 

RESUMEN

El consumo de sustancias y la adicción es un tema complejo de abordar, especialmente por sus múltiples connotaciones, y todavía más si son los propios sanitarios los implicados. Múltiples estudios han analizado dicho problema, desvelando que 1/15 médicos abusa de las drogas, siendo los anestesistas los facultativos más susceptibles. Dicho consumo de sustancias está provocado por diversos factores, tanto generales como específicos, dando lugar a consecuencias personales, familiares, laborales y legales. Esta enfermedad se desarrolla de manera crónica, progresiva y reincidente, y sus manifestaciones clínicas pueden pasar desapercibidas o ser muy evidentes. Cabe destacar, que en España se han creado programas de ayuda a “sanitarios enfermos”, destacando el PAIME, el PAIPSE y el Programa RETORN o RETORNO.

PALABRAS CLAVE

Drogodependencia, drogadicción, abuso de sustancias, abuso de fármacos, consumo de drogas, personal sanitario.

ABSTRACT

Substance use and addiction is a complex issue, especially due to its multiple connotations, and even more so if it is the healthcare professionals themselves who are involved. Several studies have analyzed this problem, revealing that 1/15 of doctors abuse drugs, with anaesthesiologists being the most susceptible. This substance abuse is caused by various factors, both general and specific, leading to personal, family, occupational and legal consequences. This disease develops in a chronic, progressive and relapsing manner, and its clinical manifestations may go unnoticed or be very evident. It is worth noting that in Spain, programmes have been created to help «ill health workers», including PAIME, PAIPSE and the RETORN or RETORNO Programme.

KEY WORDS

Drug dependence, drug addiction, substance abuse, drug abuse, drug use, health care workers.

DESARROLLO DEL TEMA

Para la realización de este estudio de tipo monográfico nos hemos basado en los siguientes objetivos.

Objetivo general: Visibilizar el problema de las drogodependencias en el personal sanitario.

Objetivos específicos:

  • Enunciar los diferentes factores de riesgo, así como las consecuencias del consumo de drogas en el personal sanitario.
  • Identificar y prevenir conductas de riesgo relacionadas con el abuso de sustancias en el personal sanitario a través de sus manifestaciones clínicas.
  • Dar a conocer los diferentes programas de ayuda a sanitarios enfermos.
  • Potenciar la función educadora de enfermería en términos de promoción y protección de la salud, dando a conocer el impacto de las drogodependencias en la salud y su prevención.

 

Para adentrarnos en este problema, es necesario conocer varios conceptos generales. Como el de drogas (sustancias que pueden alterar una o más funciones de un organismo, llegando a producir dependencia, cambios conductuales y otros efectos perjudiciales), trastornos adictivos (patrones desadaptativos de comportamiento como consecuencia del abuso de sustancias, que dan lugar a trastornos psíquicos y/o físicos que influyen en el entorno y esferas de la persona) y drogodependencia (estado psíquico o psíquico-social provocado por la interacción entre un organismo y una droga, que se caracteriza por alteraciones en el comportamiento y por una compulsión por consumir una droga), entre otros (ANEXO I)1,2,3. Además, cabe destacar que, para diagnosticar la drogodependencia, según el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders IV (DSM IV), deben aparecer durante 12 meses, al menos, 3 de los siguientes criterios: tolerancia; dependencia; aumento de consumo o durante más tiempo del esperado; deseo o esfuerzos fallidos por suspender el consumo o controlarlo; inversión de gran cantidad de tiempo en obtener la sustancia, consumirla o recuperar sus efectos; disminución de las actividades diarias y consumo continuado de la sustancia4.

El consumo de sustancias y la adicción es un tema complejo, especialmente por sus múltiples connotaciones, y todavía más si son los propios sanitarios los implicados5,6. Dichos facultativos pueden desarrollar trastornos físicos y psicológicos que desembocan en el alcoholismo y la drogadicción, padeciendo un mayor riesgo que la población general7,8. Las exigencias en su trabajo dan lugar a este abuso, al producir sentimientos placenteros, relajación, alivio del dolor y alteraciones en la percepción de la realidad, suponiendo un mecanismo de escape para afrontar los problemas cotidianos9. Sin embargo, existen ciertas limitaciones para el diagnóstico y notificación de esta enfermedad, como el desconocimiento sobre el tema, evitar entrometerse en la vida personal de un compañero y el temor a las consecuencias10. Por tanto, el consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito de la atención a la salud es de vital importancia por sus consecuencias físicas y psicológicas en el sujeto, familia, compañeros y pacientes7.

En cuanto a la epidemiología existen varios estudios que analizan dicho problema. Por ejemplo, en un informe emitido por la British Medical Association, 1/15 médicos sufriría abuso de drogas a lo largo de su vida laboral1,11. En un estudio realizado sobre el Washington Physicians Health Program (WPH) se observó que el alcohol fue la droga de elección en más de la mitad de los participantes, seguido del fentanilo (14%) y otros opioides1,11. Numerosos estudios retrospectivos en Estados Unidos han señalado una incidencia de abuso en anestesistas entre el 1-5% y del 5’5% en Europa, mientras que estudios prospectivos de Latinoamérica han mostrado una incidencia del 1’7%, observándose que son los profesionales más predisponentes11. En España, según datos del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), el tipo de drogas más utilizadas después del alcohol (49%) son los opiáceos (9’5%) y las benzodiacepinas (9’5%), seguidos de la cocaína (9’2%), las anfetaminas (1’4%) y el cannabis (0’7%) (ANEXO II) 1,10,11,12.

El consumo de drogas en los sanitarios es una situación compleja en la que inciden diversos factores, tanto generales (que aparecen en cualquier tipo de drogodependencia) como específicos. Entre los factores de riesgo generales encontramos:

  • Factores psicosociales y/o biológicos,5,6,13,14.
  • Predisposición genética5,6,13,14.
  • Historia personal y/o familiar de abuso de droga5,6,13,14.
  • Comorbilidad con otra psicopatología (trastornos de personalidad, falta de autoestima…)6.

 

Por otro lado, los factores de riesgo específicos, especialmente en los anestesistas, están vinculados:

  • Al intenso estilo de vida laboral (elevada carga física y psíquica por exceso de horas de trabajo, turnos nocturnos, fatiga y deprivación del sueño, ambiente de trabajo muy competitivo, exposición a riesgos biológicos, contacto con la muerte y pacientes graves, discordancia de las expectativas personales y laborales pudiendo dar lugar al Burnout o estrés laboral crónico)5,6,12,13,14.
  • La necesidad de formación continua y las nuevas tecnologías1,6.
  • La fácil disponibilidad y el déficit de control de la droga1,5,6,12,13,14.
  • La gran potencia y poder adictivo de los opiáceos, benzodiacepinas y ketamina5,6,13,14.
  • La exposición ambiental podría provocar una sensibilización del sistema de recompensa cerebral, fomentando la curiosidad y la experimentación6.
  • La pérdida de miedo a utilizar estos fármacos por conocer sus mecanismos de acción12.
  • La curiosidad por experimentar sus efectos y la negación de la situación5,13,14.

 

Además, la dependencia química puede conllevar consecuencias muy severas que afectan a varias esferas de la vida del dependiente, siendo estas de tipo personal, familiar, laboral y legal.

  • Personales: deterioro progresivo en su bienestar, síndrome de abstinencia, angustia, depresión, recaídas (superior en anestesistas adictos a opioides que en aquellos dependientes a sustancias no opioides o alcohol), o incluso muerte por sobredosis y suicidio (la Comisión de Riesgos Profesionales de CLASA elaboró un informe en 2009 que desvelaba la existencia de un riesgo de suicidio y de muerte por sobredosis especialmente elevado entre los anestesistas)5,13,14.
  • Familiares: elevación del número de divorcios y problemas familiares severos, destacando una relación inapropiada con los hijos (que genera un modelo de desmembramiento familiar)5,13,14. También se produce un aumento del abuso de sustancias dentro de sus familias5,13,14.
  • Laborales: incapacidad para desempeñar sus labores habituales, disminución de la seguridad y aumento de accidentes durante la anestesia, conllevando a una mala praxis y al abandono de la especialidad5,13,14. Además, tanto especialistas como residentes buscan la cura geográfica, mudándose a ciudades donde su enfermedad es desconocida5,14.
  • Legales: Se trata de un tema controvertido, tanto por la complejidad de la enfermedad como por los matices de las leyes de los diferentes países5,13,14. Así, en España, a los sanitarios que pertenezcan al Sistema Sanitario Privado se les aplicará el Estatuto de Trabajadores (que avala el despido disciplinario por embriaguez usual o toxicomanía, pero se podría recurrir si se valoran como enfermedades, según la Ley 5/2002 de Drogodependencias) y el correspondiente Convenio Colectivo; mientras que a los sanitarios que pertenezcan a la Red Pública Sanitaria, se les aplicará el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud y el Estatuto Básico del Empleado Público, que pueden sancionar disciplinariamente o administrativamente a la persona con separación del servicio activo, interrupción de funciones, etc1.

 

Esta enfermedad se desarrolla de manera progresiva, crónica y reincidente, asociándose la potencia de la droga con la rapidez de inicio y la evolución de la misma5,14. Las manifestaciones clínicas del trastorno adictivo, pueden pasar desapercibidas o ser muy evidentes, como la ataxia y la disartria, pero por lo general suelen ser más sutiles (ANEXO III)3,5,12,14,15,21. Normalmente, para ocultar las marcas de las inyecciones y atenuar la sensación de frío, emplean ropa de manga larga5,14. Además, dichos profesionales creen no tener ningún problema de adicción, consecuencia de un mecanismo de defensa conocido como “negación”3. En el caso de los anestesistas, pueden observarse gráficas de anestesia incompletas, aumento de la cantidad de narcóticos prescritos y solicitudes de cantidades de narcóticos superiores a las necesarias para la intervención5,14.

Relacionado con la seguridad de los pacientes, del propio médico, y para evitar vulnerar las preferencias, intimidad y confidencialidad del paciente, es esencial la toma de decisiones de los facultativos en estado sobrio3,16. Evitándose las 4 “DES” que explican la práctica inadecuada: la presencia de un “Descuido” de un “Deber” que “Directamente” provoca un “Daño”16.

El abuso de drogas por el personal de enfermería, destacando los ansiolíticos, puede entenderse como una forma de combatir el síndrome de desgaste profesional9. En referencia a expresar sus experiencias relacionadas con el consumo de estupefacientes, manifiestan desconfianza y no estar preparados para abordar el tema, evidenciándose también la necesidad de una mayor educación sobre este hecho y sus consecuencias9. Por otro lado, los anestesistas y las enfermeras de anestesia presentan un mayor riesgo de abuso de drogas y recaídas que otros profesionales sanitarios, como consecuencia de los factores nombrados anteriormente,3,10,17.

En España, se han creado programas de ayuda a “sanitarios enfermos”, destacando el PAIME, el programa de Atención Integral al Profesional Sanitario Enfermo (PAIPSE) y el Programa RETORN o RETORNO (ANEXO IV)1,12. El contacto del paciente con el programa puede llevarse a cabo mediante la notificación del trabajador enfermo, de un compañero al colegio profesional o al PAIPSE, o por la denuncia del propio colegio profesional, actuando siempre desde la máxima confidencialidad, además de notificarlo al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales correspondiente12.

CONCLUSIONES

La dependencia a sustancias químicas ha existido a lo largo de la historia, y el personal sanitario no está exento de padecerla, porque, antes que nada, son humanos, y las drogodependencias pueden afectar a cualquier persona. Sin embargo, a pesar de las importantes repercusiones que puede tener en el ámbito asistencial, se convierte en un tema complicado de abordar como consecuencia de las connotaciones sociales, laborales y legales. Numerosos factores, como el exceso de horas trabajadas, el trabajo a turnos, el estrés laboral o el fácil acceso a los estupefacientes conducen a que el profesional sanitario consuma dichas sustancias para evadirse de sus problemas. Por todo ello, se hace necesario dar más visibilidad a este problema, puesto que influye significativamente en la integridad tanto del propio profesional como de sus pacientes, compañeros y familiares.

Con este artículo se pretende dar visibilidad a este problema tan complejo, demostrando la necesidad de seguir trabajando en la prevención de la drogodependencia en el personal sanitario.

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ANEXOS

ANEXO I: DEFINICIONES1,2,3:

Drogas Sustancias químicas o naturales que pueden alterar una o más funciones de un organismo, teniendo la capacidad de producir dependencia, cambios conductuales y efectos perjudiciales para la salud y el bienestar social.
Trastornos adictivos Patrones desadaptativos de comportamiento consecuencia del abuso de sustancias, que dan lugar a trastornos psíquicos y/o físicos que influyen negativamente en el entorno de la persona y en sus esferas social, física y psicológica.
Dependencia de sustancias Enfermedad biogenética psicosocial, producto de la interacción dinámica entre un entorno favorable y un huésped susceptible.
Drogadicción Adicción a las drogas.
Drogodependencia Estado psíquico o psicosocial provocado por la interacción entre un organismo y una droga, caracterizado por alteraciones en el comportamiento y por una compulsión por consumir una droga con el objetivo de experimentar sus efectos, o para eludir el malestar derivado de su privación.

 

ANEXO II: TIPOS DE FÁRMACOS PSICOACTIVOS10,12:

Opioides Morfina, Fentanilo, Sulfentanilo.
Benzodiacepinas Diazepam, Lorazepam.
Propofol Con gran potencial de generar dependencia a dosis menores de las anestésicas.
Anfetaminas Metilfenidato.
Agentes inhalatorios Óxido nitroso, anestésicos inhalatorios.
Esteroides y Anabolizantes Menos usuales.

 

ANEXO III:

 

Signos y síntomas de trastorno adictivo3,5,12,14,15,21:

 

Alteraciones en el comportamiento (periodos de depresión, euforia, disminución de la atención…) y/o físicas (pérdida de peso, sudoración profusa, miosis o midriasis, sangrados nasales frecuentes, piel pálida…).
Somnolencia o breves “siestas” después de la autoadministración de estupefacientes.
Aumento de accidentes laborales y ausencias laborales sin causa justificada.
Rechazar los descansos y evitar trabajar con compañeros.
Distanciamiento de familiares y amigos. Mantenimiento de relaciones paralelas a su matrimonio experimentando alteraciones del comportamiento y discusiones, desmintiendo también su drogadicción y ocultando agujas.
Permanecer más tiempo en el hospital aun no teniendo que trabajar, para impedir abstinencias y encontrarse más cerca de las drogas.
Reclamaciones de los pacientes (que todos los pacientes de un mismo anestesista se despierten más pronto y con más dolor que los demás, puede indicar que se les está administrando dosis menores de Fentanilo, reservando el anestesista una parte de la dosis para su autoconsumo).
Reducción de la actividad sexual.
Manifestaciones de abstinencia.

 

ANEXO IV: PROGRAMAS DE AYUDA AL “SANITARIO ENFERMO” EN ESPAÑA1,1:

PAIME Actúa exclusivamente sobre todos los médicos colegiados de cada provincia independientemente de su situación laboral.
PAIPSE De las Instituciones Sanitarias de la Comunidad de Madrid. Accesible a todos los profesionales sanitarios de la red pública, incluyendo médicos, enfermeros, celadores, etc.
PROGRAMA RETORN o RETORNO De los Colegios de Enfermería de Barcelona, Cantabria y Ciudad Real. Orientado exclusivamente al personal de enfermería.

 

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