Efectividad del ejercicio terapéutico en pacientes oncológicos. Revisión bibliográfica.

18 septiembre 2022

AUTORES

  1. Víctor Aparicio Úbeda. Graduado en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  2. Leticia Izquierdo Valiente. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  3. Mar Sanz Martínez. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  4. María Magdalena Gaudioso Anguas. Diplomada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  5. Ángela Andrés Lorente. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  6. Elena Calvo Santacruz. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

El cáncer es uno de los mayores problemas en salud a nivel mundial, en este momento representa la segunda mayor causa de muerte. Desde la fisioterapia es posible actuar sobre factores de riesgo mediante el ejercicio terapéutico.

Es recomendable realizar distintos programas de ejercicios en las fases de prevención o prehabilitación, durante el tratamiento médico del cáncer, en etapa de supervivencia y en cáncer terminal. Estos programas pueden ser de ejercicio aeróbico, de fuerza muscular o una combinación de ambos.

Hay evidencia científica fuerte de efectividad sobre ansiedad, síntomas depresivos, fatiga y linfedema. Moderada sobre la salud ósea y el insomnio. No hay evidencia científica suficiente para cardiotoxicidad, neuropatía inducida por quimioterapia, función cognitiva, prevención de caídas, náuseas, dolor, función sexual.

El ejercicio terapéutico en pacientes oncológicos es un procedimiento cada día más necesario y demandado para aumentar la cantidad de actividad física y mejorar el nivel de condición física.

 

PALABRAS CLAVE

Terapia por ejercicio, cáncer.

 

ABSTRACT

Cancer is one of the biggest health problems worldwide, at the moment it represents the second biggest cause of death. From physiotherapy it is possible to act on risk factors through therapeutic exercise.

It is advisable to carry out different exercise programs in the prevention or prehabilitation phases, during the medical treatment of cancer, in the survival stage and in terminal cancer. These programs can be aerobic exercise, muscular strength or a combination of both.

There is strong scientific evidence of effectiveness on anxiety, depressive symptoms, fatigue and lymphedema. Moderate on bone health and insomnia. There is insufficient scientific evidence for cardiotoxicity, chemotherapy-induced neuropathy, cognitive function, fall prevention, nausea, pain, sexual function.

Therapeutic exercise in cancer patients is an increasingly necessary and demanded procedure to increase the amount of physical activity and improve the level of physical condition.

 

KEY WORDS

Exercise therapy, cancer.

 

INTRODUCCIÓN

El cáncer es uno de los mayores problemas en salud a nivel mundial, en este momento representa la segunda mayor causa de muerte1. La incidencia del cáncer está aumentando cada año, así como la prevalencia. Los avances en oncología resultan en un aumento de la esperanza de vida y consiguen que tanto el número nuevo de casos como las muertes sean muy inferiores al número de personas que superan la enfermedad.

En España se producen unos 270,000 casos nuevos al año y una prevalencia a los 5 años de alrededor de 770,000 enfermos. Por sexos se puede diferenciar una prevalencia de alrededor del 30% en hombres frente a 20% en mujeres.

Para conocer cómo el ejercicio terapéutico puede influir en el cáncer es necesario saber por qué aparece la enfermedad. Se estima que en torno a un 5-10% tienen en su origen la predisposición genética. En el otro 95-90% están las causas medioambientales entre las que destacan la exposición a determinados productos como el tabaco, la dieta, o factores de riesgo como son la obesidad. Estudios recientes han demostrado que el sobrepeso y la obesidad se asocian con mayores riesgos de adenocarcinoma de esófago, cardias gástrico, tiroides, páncreas, colon, recto, endometrio, próstata, vesícula biliar, ovario y mama, además de mieloma múltiple. El tejido adiposo de las personas obesas produce citoquinas y mediadores inflamatorios, creando un ambiente que promueve la invasión y metástasis del cáncer2.

Por estos motivos se puede actuar sobre el cáncer mediante la adopción de hábitos de vida saludables y la promoción de la actividad física. El ejercicio tiene efectos demostrables sobre la función inmunológica en humanos, una serie de estudios han sugerido que la interleucina-6 (IL-6) liberada por el músculo esquelético en contracción puede facilitar la movilización de células “natural-killer” dependientes de la epinefrina y la subsiguiente infiltración de estas células inmunológicas en los tumores1. Hay evidencia fuerte entre realizar actividad física y tener bajo riesgo de padecer cáncer de colon, mama, riñón, endometrio, vejiga, esófago y estomago1. También hay evidencia moderada entre permanecer mucho tiempo sentado y un aumento del riesgo de padecer cáncer de colon, endometrio y pulmón1.

En cuanto a las diferentes etapas de la enfermedad en las que es recomendable realizar ejercicio se encuentran:

  • Prevención o prehabilitación: Es la fase en la que no hay enfermedad y antes de empezar cualquier tratamiento médico contra el cáncer. Es de especial importancia en personas que sufren predisposición genética o que están expuestos a factores de riesgo.
  • Durante el Tratamiento Médico del Cáncer: Tanto para mejorar la efectividad del tratamiento médico como para paliar los efectos secundarios del mismo.
  • En etapa de Supervivencia: Una vez el paciente ya se ha incorporado a su vida laboral y social.
  • En Cáncer Terminal: Para mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes cuyo desenlace será el fallecimiento por la enfermedad.

En relación al tipo de ejercicio que se puede realizar tenemos 3 posibilidades:

  • Ejercicio Aeróbico.
  • Ejercicio de Fuerza Muscular.
  • Ejercicio Combinado Aeróbico + Fuerza Muscular.

Los beneficios que puede reportar el ejercicio terapéutico en el cáncer son abundantes, pudiendo producir reducción de la fatiga, reducción de la ansiedad, reducción de la depresión, reducción del insomnio, reducción de la pérdida de masa ósea, disminución del riesgo de caída, disminución de dolor, aumento de la calidad de vida, mejora de los linfedemas, mejora de la función física, mejora en la función sexual, disminución de la cardiotoxicidad o mejora de las neuropatías periféricas inducidas por la quimioterapia. Numerosos estudios han demostrado los efectos beneficiosos de las intervenciones de fisioterapia, incluidos los programas de ejercicio, sobre el dolor articular y la amplitud de movimiento, el funcionamiento físico, la forma física, la fatiga y la calidad de vida relacionada con la salud3.

 

OBJETIVOS

  • Determinar la utilidad del ejercicio terapéutico en el paciente oncológico.
  • Evaluar los resultados del ejercicio terapéutico en las distintas etapas en las que puede encontrar el paciente oncológico.
  • Observar que tipo de ejercicio puede ser más beneficioso sobre el paciente oncológico.

 

METODOLOGÍA

Para elaborar el artículo hemos recopilado información de artículos que cumplen los siguientes criterios de inclusión:

  • Artículos que se han publicado en los 8 últimos años (2015-2022).
  • Artículos cuyo tema principal y exclusivo es el Ejercicio Terapéutico en pacientes oncológicos.

Quedan excluidos, por tanto, los artículos anteriores a 2015 y aquellos artículos que realizan distintas modalidades de fisioterapia simultáneamente.

 

RESULTADOS

  • En prevención: El Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda un programa de prevención de acumulación de grasa corporal que consta de 220 minutos de ejercicio aeróbico al 60% de la frecuencia cardíaca máxima combinado con 2 sesiones de ejercicios de fuerza de grandes grupos musculares al 60% de resistencia máxima de 15-20 repeticiones y 1-3 series por semana.
  • Durante el tratamiento médico del cáncer: Es efectivo el PACES Trial4, un programa que se compone de 2 sesiones semanales de ejercicio combinado. Una parte es ejercicio aeróbico entre el 50-80% del volumen de oxígeno máximo durante 30 minutos y otra es el ejercicio de fuerza muscular 80% de resistencia máxima, 2 series de 9 repeticiones de grandes grupos musculares. Además, el paciente debe realizar diariamente 30 minutos de actividad física a través de Actividades de la Vida Diaria.
  • En etapa de supervivencia: Es recomendable realizar prescripciones de ejercicios tipo FITT (Frecuencia, Intensidad, Tiempo y tipo de Ejercicio) en función de los síntomas y problemas de salud que han quedado como secuela tras el tratamiento, sin importar tanto la localización o el tipo de tratamiento que se ha realizado.
  • En cáncer terminal: Es importante realizar ejercicio terapéutico para mantener las capacidades funcionales que están relacionadas con las Actividades de la Vida Diaria y el equilibrio. El ejercicio se puede realizar en 2 sesiones de trabajo semanales de una hora de duración. 10-15 primeros minutos de ejercicio aeróbico, 30 de ejercicios de fuerza muscular funcionales y 10-15 últimos minutos de estiramientos y relajación.
  • Hay evidencia científica fuerte de efectividad del ejercicio terapéutico sobre la ansiedad y los síntomas depresivos mediante ejercicio aeróbico al 60-80% del volumen oxígeno máximo durante 30-60 minutos, 3 veces por semana en un programa de 12 semanas5.
  • Hay evidencia científica fuerte de efectividad del ejercicio terapéutico sobre la fatiga mediante ejercicio aeróbico, de resistencia o combinados al 45% del volumen oxígeno máximo y 60% de resistencia muscular (1RM), 30 minutos, 3 veces por semana en un programa de 12 semanas5.
  • Hay evidencia científica fuerte de efectividad del ejercicio terapéutico sobre linfedema mediante la realización de un programa de ejercicios de resistencia 60-70% de resistencia muscular (1RM) 1-3 series de 15 repeticiones 2-3 veces a la semana durante un año5.
  • Hay evidencia científica moderada de efectividad del ejercicio terapéutico sobre la salud ósea mediante un programa de ejercicio físico moderado-vigoroso con impacto 2-3 veces por semana durante un año5.
  • Hay evidencia científica moderada de efectividad del ejercicio terapéutico sobre el insomnio mediante un programa de ejercicio aeróbico moderado 30-40 minutos, 3-4 veces por semana durante al menos 12 semanas5.
  • No hay evidencia científica suficiente que respalde el ejercicio terapéutico para mejorar las siguientes secuelas y efectos secundarios: Cardiotoxicidad, neuropatía inducida por quimioterapia, función cognitiva, prevención de caídas, náuseas y dolor, función sexual5.
  • Las intervenciones de ejercicio de alta intensidad mejoran la salud física y fisiológica, tanto aeróbica como de la fuerza en los sobrevivientes de cáncer6.
  • El riesgo de eventos adversos asociados con el ejercicio de alta intensidad es bajo6.

 

DISCUSIÓN-CONCLUSIONES

A la hora de aplicar ejercicio terapéutico en pacientes oncológicos aparecen dos principales problemas que dificultan el desarrollo de los programas: La cantidad-tipo de ejercicio que se debe prescribir y la falta de profesionales en fisioterapia que se dedican a este campo en concreto a día de hoy.

En cuanto a la cantidad y el tipo de ejercicio es necesario que se realicen más estudios para conocer cuál es la dosis adecuada y que tipo de ejercicio es el indicado para actuar sobre un determinado síntoma. Del mismo modo, debemos conocer el umbral de intensidad preciso. En el caso de ejercicio aeróbico en equivalentes metabólicos (MET) o en volumen máximo de oxígeno (VO2) y en caso de ejercicio de fuerza en resistencia máxima a una repetición (1RM) o en 10 repeticiones (10RM).

Añadido a lo anterior, el aumento de la prevalencia hace que sea más necesaria la incorporación de fisioterapeutas con dedicación a la oncología. A su vez, si aumentase el número de fisioterapeutas con dedicación a la oncología, debido al aumento de la práctica clínica y de la investigación se podría realizar un acercamiento hacia las dosis de ejercicio más correctas y aumentar el conocimiento sobre el ejercicio terapéutico.

Como conclusión el ejercicio terapéutico en paciente oncológico es un procedimiento cada día más necesario y demandado para aumentar la cantidad de actividad física y mejorar el nivel de condición física. De esa manera podemos reducir la incidencia y la recidiva del cáncer, mejorar la capacidad funcional durante y después de esta enfermedad, y mejorar así la calidad de vida.

Existe evidencia consistente y convincente de que la actividad física desempeña un papel en la prevención de muchos tipos de cáncer y en la mejora de la longevidad entre los supervivientes. Es necesario ponerlo en conocimiento de los pacientes para que se mantengan físicamente activos según lo permitan su edad, sus habilidades y su estado de cáncer.

La investigación en rehabilitación del cáncer está creciendo exponencialmente, sin embargo, la integración de la investigación en la práctica clínica está lejos de la realidad7.

Los servicios de rehabilitación en hospitales y las instalaciones de ejercicio en la comunidad deben estar preparados con educación especializada, estrategias de comunicación y herramientas clínicas para el manejo de pacientes con cáncer7.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Patel AV, Friedenreich CM, Moore SC, Silver JK, Campbell KL, Winters-Stone K, Gerber LH, George SM, Fulton JE, Denlinger C, Morris GS, Hue T, Schmitz KH, Matthews CE. American College of Sports Medicine Roundtable Report on Physical Activity, Sedentary Behavior and Cancer Prevention and Control. Med Sci Sports Exerc. 2019 Nov;51(11):2391-2402.
  2. Picon-Ruiz M, Morata-Tarifa C, Valle-Goffin JJ, Friedman ER, Slingerland JM. Obesity and adverse breast cancer risk and outcome: Mechanistic insights and strategies for intervention. CA Cancer J Clin. 2017 Sep:67(5):378-397.
  3. Stuiver MM, Stout NL, Dennett AM, Specksnijder CM, Campbell KL. An international perspective on integrating, physiotherapists in oncology care. Journal of Physiotherapy. 2019 65(4), 186-188.
  4. Van Waart H, Stuiver MM, van Harten WH, Gelejin E, Kieffer JM, Buffart LM, de Maaker-Berkhoff M, Boven E, Schrama J, Geenen MM, Meerum Terwogt JM, van Bochove A, Lustig V, van der Heiligenberg SM, Smorenburg CH, Hellendoorn-van Vreessijk JA, Sonke GS, Aaronson NK, Effect of Low-Intensity Physical Activity and Moderate – to High Intensity Physical Exercise During Adjuvant Chemotherapy on Physical Fitness, Fatigue, ande Chemotherapy Completion Rates: Results of the PACES Randomized Clinical Trial. J Clin Oncol 2015 Jun 10;33(17);1918-27.
  5. Campbell KL, Winters-Stone K, Wiskemann J, May AM, Schwartz AL, Courneya KS, Zucker DS, Matthews CE, Ligibel JA, Gerber LH, Morris GS, Patel AV, Hue TF, Perna FM, Schmitz KH. Exercise Guidelines for Cancer Survivors: Consensus Statement from International Multidisciplinary Roundtable. Med Sci Sport Exerc. 2019 Nov;51(11):2375-2390.
  6. Toohey K, Pumpa K, McKune A, Cooke J, Semple S. High-Intensity exercise interventions in cancer survivors: a systematic review exploring the impact on health outcomes. J Cancer Res Clin Oncol 2018 Jan;144(1):1-12.
  7. Dalzell MA, Smirnow N, Sateren W, Sintharaphone A, Ibrahim M, Mastroianni L, Vales Zambrano LD, O`Brien S. Rehabilitation and exercise oncology program: Translating research into a model of care. Curr Oncol 2017 Jun;24(3):e191-e198.

 

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