El suicidio en la anorexia y bulimia nerviosa.

17 junio 2022

AUTORES

  1. Sofía Ibáñez Miranda. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  2. Lorena Martínez Gracia. Hospital Nuestra Señora de Gracia, Zaragoza.
  3. Ruth Milagros Agüero Cárdenas. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  4. Victoria Subías Urbano. Centro de Salud San José Norte, Zaragoza. ´
  5. Lydia Manero Hernando. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza.
  6. Patricia Gallego Collado. Hospital San Juan de Dios, Zaragoza.

 

RESUMEN

El suicidio en la anorexia y bulimia nerviosa es una causa muy importante de muerte. En este trabajo, se persigue la comprensión de los motivos de la elevada comorbilidad de suicidio y autolesiones en niñas y adolescentes con anorexia y bulimia nerviosa. Más de la mitad de las pacientes desarrollan un comportamiento suicida y a su vez, casi la mitad se autolesionan. Los síntomas que más predominan entre ellas son: síntomas depresivos, síntomas obsesivo-compulsivos, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias y trastornos de la personalidad. Se llega a la conclusión de que hay una clara asociación entre la tendencia suicida, las autolesiones y las relaciones familiares. Para la buena práctica clínica, los profesionales que traten con ellas deben centrarse en la evaluación del riesgo de suicidio.

 

PALABRAS CLAVE

Suicidio, anorexia, bulimia nerviosa.

 

ABSTRACT

Suicide in anorexia and bulimia nervosa is a very important cause of death. In this work, we seek to understand the reasons for the high comorbidity of suicide and self-injury in girls and adolescents with anorexia and bulimia nervosa. More than half of the patients develop suicidal behavior and almost half of them self-injure. The most predominant symptoms among them are: depressive symptoms, obsessive-compulsive symptoms, anxiety disorders, substance abuse and personality disorders. It is concluded that there is a clear association between suicidal tendency, self-injury, and family relationships. For good clinical practice, professionals dealing with them should focus on suicide risk assessment.

 

KEY WORDS

Suicide, anorexia, bulimia nervosa.

 

DESARROLLO DEL TEMA

A la vista está el auge de la anorexia y bulimia nerviosa en la actualidad. Cada vez escuchamos más casos a nuestro alrededor, ahora mientras lees una revista te sorprendes con los modelos de belleza actuales, tu amiga de la piscina con la que no te entendías muy bien, últimamente ha dejado de ir a la piscina, tu hijo viene de clase contando que hay una chica que nunca almuerza nada y el otro día se desmayó en educación física, enciendes la tele y a nadie le sobra un gramo, muchos anuncios te venden fajas o mallas reductoras… Pero todo esto va más allá, es más serio de lo que a primera vista puede parecer.

La anorexia nerviosa es un trastorno mental1, desarrollado cada vez en edad más temprana, caracterizado por un perfeccionismo extremo en el que se vive con un intenso miedo a ganar peso, incluso siendo este insuficiente, lo que tiene como consecuencia el mantenimiento de un peso corporal menor al 85% del esperado para la edad y la talla. Se da principalmente en niñas adolescentes y mujeres jóvenes, occidentales y de raza blanca que empiezan a preocuparse en exceso por la imagen o por la ingesta de alimentos. Se desconocen las causas exactas, pero pueden ser de tipo genético, psicológico, familiar, social o cultural. Algunos ejemplos son la presión social hacia una imagen esbelta, una personalidad negativa, perfeccionista o muy centrada en reglas, o trastornos desarrollados en la niñez…

La bulimia nerviosa2 está muy ligada a la anorexia nerviosa ya que es frecuente que aparezca en su transcurso en adolescentes o mujeres jóvenes. Teniendo ambas muy parecidas causas, la bulimia nerviosa consiste en una preocupación continua por la comida, con deseos irresistibles de comer, que el enfermo no puede controlar, presentándose ingestas masivas de alimento o “atracones” recurrentes. Consecuentemente, llevan a cabo conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida con el fin de no ganar peso.

Estos trastornos si son superados, dejan secuelas tanto físicas como psicológicas de por vida a la mayoría de las personas. Se estima que son superados por un 60-65% y que hay una alta posibilidad de recaída; en torno a un 2-9% fallecen.

Ese 2-9% no es representativo de los intentos de suicidio o al comportamiento suicida que pueden desarrollar los enfermos en el transcurso de su enfermedad.

Tomamos como ejemplo un estudio3 que pretende identificar asociaciones entre el comportamiento suicida y las autolesiones de niñas y adolescentes con anorexia y bulimia nerviosa, evaluando sus antecedentes familiares para dar con alguna psicopatología comórbida e identificar los aspectos de riesgo.

En el estudio, con una muestra de 47 pacientes, casi todas con anorexia nerviosa, se llegan a los datos de que el comportamiento suicida estaba presente en el 60% de las pacientes. La mayoría pensaron en el suicidio, la minoría prepararon el suicidio y 4 de ellas intentaron suicidarse.

Las autolesiones estaban presentes en un 49% de las pacientes. Estas son una forma consciente, intencional y frecuentemente repetida sin motivación suicida y a su vez con un posible impacto letal. El propósito posiblemente no sea el morir sino convertir el malestar psicológico en dolor somático.

Algunos claros ejemplos son cortarse con una cuchilla de afeitar, rasparse con un objeto afilado, hacerse quemaduras con cigarrillos… pero también existen otros modos de autolesión más disimulados como duchas de agua fría, actividad física extrema, fajas reductoras muy apretadas… El auto corte fue la técnica de autolesión dominante sobre las demás en este estudio.

¿Cómo pueden llegar a hacerse daño?, nos preguntaremos muchos de nosotros. El 72% de las pacientes3 padecen depresión, el 11% síntomas obsesivo-compulsivos, el 9% trastornos de ansiedad, el 23% abusan de sustancias y el 57% presentan trastornos de la personalidad.

Muchas de ellas sufren estrés principalmente derivado de trastornos mentales, problemas familiares y la minoría, por tener problemáticas relaciones con sus compañeras.

Por ello hay que valorar el funcionamiento positivo o negativo entre los miembros de la familia ya que tiene un efecto significativo en las pacientes. Resulta que hay más pacientes con familias conflictivas y desestructuradas, que pacientes con familias bien estructuradas. El 45% tuvieron padres divorciados, el 36% solo tenían a un padre biológico (sobre todo la madre) y el 13% con un padre biológico y un compañero.

Al conocer estos abrumadores datos3, nos permite situarnos un poco más en el contexto. Lo primero que nos puede venir a la cabeza es que estas niñas/adolescentes se sientan tristes, insatisfechas, incomprendidas… Que lo único que les apetezca es aislarse progresivamente, cada vez más, de su familia y amigos, pudiendo pensar que el mundo no quiere saber nada de ellas por su condición. Es así como podemos comprender un poco más esa actitud de querer quitarse del medio.

Algunas frases de las pacientes3 son: «Si aumento de peso, la vida no tendrá ningún valor para mí’’, ‘’Para no ser nada, es mejor no ser en absoluto’’, ‘’Nadie puede pararme, sólo yo puedo hacerlo’’.

Como curiosidad, la religiosidad es un ‘’factor protector’’ del suicidio ya que aquellas pacientes religiosas piensan menos en el suicidio.

 

CONCLUSIONES

En la infancia y sobre todo en la adolescencia, son las etapas de la vida en las que hay mayor riesgo de autolesión y comportamiento suicida en las pacientes con anorexia y bulimia nerviosa. Ambos están estrechamente ligados y se ven potenciados por la presencia de problemas familiares.

Las autolesiones no están enfocadas a morir, pero son un importante factor de riesgo para el comportamiento suicida, el cual está asociado a la depresión y a los síntomas de la enfermedad.

Tener una relación familiar problemática incrementa el riesgo de la situación, ya que la mayoría de las pacientes que se autolesionan o tienen un comportamiento suicida experimentan estrés por ello. Sólo la minoría viven en un buen ambiente familiar. Hay que tener en cuenta que estas son unas etapas en las que se necesita mucho la figura de los padres y en las que surgen ciertas tensiones con ellos por naturaleza. Si la estructura familiar está alterada y las relaciones entre ella no son buenas, lo más probable es que vaya a incidir negativamente en la vida de la paciente.

Existe una clara predominancia de niñas con anorexia y bulimia nerviosa sobre los niños. Cuando se hizo el estudio solo había un varón entre los pacientes, por lo que no se le incluyó.

En cuanto a los profesionales que traten con ellas, deberían hacer una mejor evaluación de la psicopatología de estas pacientes y centrarse en identificar el riesgo del comportamiento suicida y las autolesiones, de modo que así habría más posibilidades de disminuir el suicidio y sus precedentes. También conviene fortalecer la aplicación de estrategias de prevención suicida entre ellas. El pensamiento o intento de suicidio ya es un gran indicio que nos permite actuar de lleno antes de que se dé.

La anorexia y la bulimia nerviosa son un tipo de trastornos alimentarios en auge y que, como enfermera, me interesa conocerlos con más profundidad.

Los estímulos externos pueden llegar a influir mucho en la visión de la propia imagen de un cuerpo que está cambiando de niña a mujer. Estímulos como la publicidad, las modelos o blogueras, ya que son la referencia para muchas chicas que se encuentran en una edad muy vulnerable en la que los cambios no se aceptan fácilmente. Y sobre todo cómo esto puede llevar a la muerte a una persona con toda la vida por delante.

Concibo que los profesionales que traten con este tipo de pacientes han de estar especialmente formados, porque no es fácil luchar contra algo fundamentalmente psicológico. También deben estar muy atentos a factores como la cronicidad de la enfermedad, diagnósticos de comorbilidad, historial de abuso y conductas auto lesivas, ya que la aparición de estos factores puede aumentar potencialmente el riesgo de suicidio.

También valoro la importancia del trato dedicado a las familias de este tipo de paciente, ya que es una enfermedad que no abarca solo al enfermo, sino a todo su alrededor. Por este motivo, entre otras cosas, recalcó la necesidad de contar con un equipo multidisciplinar con el fin de prestar un control integral del paciente y continuado en el tiempo.

Pese a que no se incluyó a ningún hombre en el estudio, me gustaría recalcar que el sexo masculino también ocupa un lugar en los trastornos de alimentación como la anorexia o bulimia nerviosa. No me parece bien que a veces sean ignorados, aunque sean minoritarios los casos, existen4. Cierto es que presentan algunas diferencias respecto a las mujeres en estas enfermedades, por ejemplo, el cerebro emocional del hombre trabaja de otro modo al de la mujer, su respuesta al tratamiento suele ser más rápida, la mayoría de las mujeres suelen ser muy perfeccionistas y estudiosas, a diferencia de los varones…

Para finalizar, he de destacar las ventajas de seguir unos correctos hábitos, como lo son el comer en familia, ya que es el momento del día en el que se habla de las vivencias. No es bueno que los padres pongan metas académicas ni deportivas por encima de las capacidades de sus hijos y es favorable que se intente tener una buena comunicación en el ámbito familiar que aporte seguridad al niño y que fomente su autoestima.

Considero que, con una buena educación desde la infancia, la incidencia de estos trastornos alimentarios y de algunos otros sería mucho menor. Aun así, a veces, no siempre todo está en nuestras manos, a veces, nada sabe mejor que estar delgada.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. MedlinePlus. Anorexia. MedlinePlus. https://medlineplus.gov/ency/article/000362.htm (último acceso 15 marzo 2022).
  2. MedlinePlus. Bulimia. MedlinePlus. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000341.htm (último acceso 15 marzo 2022).
  3. Koutek J, Kocouková J y Dudová I. Suicidal behavior and self-harm in girls with eating disorders 2016 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4833374/ (último acceso 15 marzo 2022).
  4. Prats J. La anorexia masculina: ignorada, minoritaria y distinta. El País. 27 de octubre de 2014. http://elpais.com/elpais/2014/10/24/ciencia/1414168230_470691.html (último acceso 15 marzo 2022).

 

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