El uso de la miel como tratamiento alternativo natural de las úlceras por presión

19 marzo 2023

AUTORES

  1. Natalia Milián García. Graduada en Enfermería. Enfermera 061. Zaragoza.
  2. Lara Solanas Gracia. Diplomada en Enfermería. Planta de Hospitalización de Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  3. Sonia Sánchez Pastor. Diplomada en Enfermería. UCI coronaria Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  4. Tetyana Skrypnychuk Untilova. Diplomada en Enfermería. Bloque Quirúrgico. Hospital Universitario Miguel Servet.
  5. Daniel Milián García. MIR en Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  6. Marta Cuerpo San Mateo. Diplomada en Enfermería. Planta de Hospitalización de Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

 

RESUMEN

Las úlceras por presión (UPP) son lesiones en las que hay una pérdida de sustancia causada por la presión mantenida en un tejido. Enfermería juega un papel importante para los pacientes que las padecen ya que el primer paso que realiza es el de prevención, valorando los factores de riesgo a los que la persona está expuesta y, finalmente, realizar el tratamiento adecuado según el tipo de lesión atendiendo a las diferentes complicaciones que puedan aparecer. Las úlceras por presión a día de hoy son un problema de salud a tener en cuenta, sobre todo en personas consideradas de riesgo, ya que afectan directamente a la calidad de vida del paciente y a su entorno.

Para el tratamiento de estas úlceras se encuentran diferentes productos tales como alginatos, hidrofibras de hidrocoloide, apósitos de plata… etc pero como método alternativo convencional tenemos la miel cuya composición permite evitar la proliferación de bacterias y así evitar la infección. Por otro lado, este elemento favorece la rapidez en la cicatrización sin tener efectos secundarios aparentes.

PALABRAS CLAVE

Úlceras por presión, miel, tratamiento alternativo, úlcera.

ABSTRACT

Pressure ulcers (UPP) are injuries in which there is a loss of substance caused by pressure maintained on a tissue. Nursing plays an important role for patients who suffer from them since the first step it takes is prevention, assessing the risk factors to which the person is exposed and, finally, carrying out the appropriate treatment according to the type of injury, taking into account the different complications that may appear. Pressure ulcers today are a health problem to take into account, especially in people considered at risk, since they directly affect the quality of life of the patient and their environment.

For the treatment of these ulcers there are different products such as alginates, hydrocolloid hydrofibers, silver dressings… etc. But as an alternative conventional method we have honey whose composition allows preventing the proliferation of bacteria and thus avoiding infection. On the other hand, this element favors rapid healing without having apparent side effects.

KEY WORDS

Pressure ulcers, honey, alternative treatment, ulcer.

DESARROLLO DEL TEMA

El objetivo de este artículo es valorar si el uso de la miel como tratamiento alternativo para las úlceras por presión (UPP) es eficaz y adecuado para la curación.

En el desarrollo de este trabajo de investigación se aplica el método de revisión bibliográfica narrativa. Se utilizaron las siguientes bases de datos: Google Scholar, Scielo y ScienceDirect. Esta investigación se llevó a cabo en marzo del 2023. Tras la aplicación de los criterios booleanos AND y OR, utilizando los criterios de inclusión y exclusión de acuerdo a las palabras clave: ‘enfermería, úlceras por presión, miel, tratamiento alternativo, úlcera’ se efectuó la búsqueda avanzada escogiendo aquellos artículos completos y con fecha de publicación 2012-2022.

Realizada la búsqueda, se procedió a analizar los datos expuestos en el proyecto escogiéndose un total de cuatro artículos.

Una úlcera por presión (UPP) es una lesión de la piel localizada y/o de los tejidos subyacentes originada por un proceso isquémico debido a las fuerzas de presión, fricción y/o cizallamiento, así como su combinación sobre las zonas susceptibles del cuerpo, por lo general sobre una prominencia ósea. En ocasiones, también pueden aparecer sobre tejidos blandos sometidos a presión externa por diferentes materiales o dispositivos clínicos. Además de la presión, la cizalla y la fricción, hay que tener en cuenta el tiempo de exposición de dichas fuerzas y la humedad de la zona ya que esto contribuye al desarrollo de estas úlceras. Su gravedad varía desde un eritema cutáneo no blanqueable hasta pérdida tisular con necrosis extensa en tejidos blandos1,2.

Las UPP se consideran un problema de salud pública debido a su incidencia y alta prevalencia. Este problema puede ser enmascarado o agravado por factores tales como la falta de atención, retraso y omisión en la notificación en el tiempo oportuno sobre cualquier cambio/apariencia1.

Los factores de riesgo incluyen: mayor edad, alteraciones en la circulación y perfusión tisular, inmovilización, desnutrición, disminución de la sensibilidad e incontinencia1.

Estas lesiones, producen un gran impacto en la calidad de vida de los que las padecen conllevando con ello un desgaste físico y emocional afectando de manera directa en su calidad de vida por factores como el mal olor, el sufrimiento, el dolor, la limitación para realizar actividades, la exclusión, los trastornos emocionales y los costes generados debido a la presencia de la herida. En el entorno familiar se puede generar una carga económica por todos los requerimientos necesarios para el buen cuidado. A nivel social y económico, conlleva hospitalizaciones de larga estancia con el consumo de recursos materiales y humanos que le son necesarios, lo que se traduce en altos costos para los sistemas de salud1,2.

La valoración de una UPP se debe realizar a través de una evaluación clínica, identificando apariencia, característica y zonas susceptibles anatómicas en donde se pueden presentar. Las UPP deben ser abordadas de manera multidisciplinar incluyendo dermatólogos y médicos especializados en infecciones, especialistas en rehabilitación y, personal de enfermería1.

El tratamiento para lograr la mejoría y recuperación tisular consiste en la reducción de la duración y la magnitud de las presiones sobre las zonas susceptibles con la ayuda de la movilización, los cambios posturales, los cuidados de la herida, el manejo del dolor, el control de la infección, el adecuado aporte de los déficits nutricionales y la terapia o, cirugía complementaria.

Además, la movilización y los cambios posturales que se mencionan en el párrafo anterior son métodos de prevención de la aparición de UPP en los que el personal de enfermería y auxiliar de enfermería tienen un papel importante por ser el colectivo que se encarga directamente del cuidado del paciente. Para una buena planificación en relación a los cambios posturales debemos tener en cuenta la capacidad de la persona para reacomodarse y, conocer sobre qué tipo de superficies lo va a hacer. En los casos en los que las personas no puedan recolocarse por sí mismas, es importante que el personal sanitario proceda a realizar dicho movimiento cuando sea necesario. Para el control en la realización de dichos cambios es importante documentar los procedimientos realizados1,2.

La efectividad de estos métodos está condicionados, entre otros aspectos, a la dificultad para su realización periódica, la utilización de posiciones posiblemente iatrogénicas, su realización de manera inadecuada y la imposibilidad de efectuarlos en pacientes secundarios a patologías que dificultan su realización1.

Otra manera de prevención importante es la implementación y actualización de protocolos de prevención de UPP por parte de las instituciones, asegurarse que se cumplen y que son válidos ya que la gran mayoría de éstas son evitables2.

Para una adecuada intervención en el cuidado de la UPP y lograr su recuperación, es apropiado su cuidado mediante limpieza, desbridamiento y vendaje. Además, es importante hacer uso de la escala visual análoga (EVA), la cual permite medir la intensidad del dolor que describe el paciente para poder hacer una buena elección de los medicamentos a administrar y así realizar un buen manejo del dolor.

La limpieza es el primer paso importante en la preparación del lecho de la herida en las UPP ya que permite una mejor visualización de la herida y así poder elegir de manera adecuada el medicamento y el tratamiento local a emplear para conseguir la cicatrización1.

Para el tratamiento tópico de estas heridas se utilizan pomadas con función antibiótica, así como hidrogeles, espumas, alginatos, hidrofibras de hidrocoloide, apósitos de plata y otros que se encarguen de favorecer la cicatrización y mantener un ambiente aséptico3.

Entre los tratamientos menos convencionales se encuentra la miel, solución azucarada viscosa hiperosmolar que contiene fundamentalmente un 75-79% de azúcar y un 20% de agua. Los azúcares mayoritarios son glucosa 30 % y fructosa 40%. Otros componentes son las proteínas, vitaminas del complejo B y C, minerales, aminoácidos, cera de abejas, polen, pigmentos, sustancias inhibidoras de gérmenes, antioxidantes (flavonoides, ácido ascórbico y selenio), ácidos orgánicos (siendo el ácido Glucurónico el más abundante) así como enzimas (invertasa, diastasa, catalasa y glucosa oxidasa), que juegan un papel importante en las propiedades curativas de la miel. La concentración de estos componentes varía según el tipo de miel3,4

Los componentes biológicos de la miel mejoran el entorno de la herida, aceleran el proceso de cicatrización y aporta beneficios como mecanismo de defensa.

En la fase inflamatoria de la cicatrización; la miel previene la colocación de bacterias, reduce el nivel de pH, apoya la actividad antioxidante, aumenta la formación de peróxido y la liberación de citoquinas proinflamatorias. En su fase proliferativa favorece la epitelización y la granulación reduciendo el edema y el exudado.

En la fase de remodelación de la cicatrización; la miel favorece la remodelación de la herida y reduce la formación de cicatrices y queloides. La presión osmótica de la miel ayuda a eliminar el líquido linfático de la herida, tejidos necróticos y desvitalizados, además el ambiente húmedo azucarado puede mejorar la nutrición local y la posterior epitelización.

No obstante, la actividad máxima de este elemento se da en la fase inflamatoria de la cicatrización4.

Dentro de los beneficios que muestra este tratamiento convencional se encuentran:

Como efecto antimicrobiano: siendo este efecto mayor que los antisépticos de uso común debido su alto contenido en azúcar y su efecto osmótico que lo que hacen es dificultar el crecimiento microbiano. Asimismo, la miel puede ser efectiva contra las cepas resistentes a los antibióticos.

Como desbridamiento autolítico y desodorización: esto es así ya que la glucosa de la miel es metabolizada por las bacterias produciendo ácido láctico.

Como efecto antiinflamatorio y antioxidante: debido a los antioxidantes de la miel que limpian los radicales libres que se producen en la etapa inflamatoria, también reduce los niveles de prostaglandinas (principal sustancia favorecedora de la inflamación) y eliminan las bacterias infecciosas que estimulan la respuesta inflamatoria.

Como efecto estimulante del crecimiento del tejido de granulación, epitelización de los tejidos en la fase proliferativa (acortando el tiempo de cicatrización) y angiogénesis: este efecto es el resultado de la combinación de la creación de un ambiente húmedo con el desbridamiento del tejido necrótico y desvitalizado, la absorción del edema, la promoción de la granulación y epitelización. Además, de producir una mayor oxigenación de la sangre debido a su acidez favoreciendo la reparación tisular3,4.

CONCLUSIONES

La miel, como alternativa para la cicatrización de úlceras sirve de ayuda a la resolución del problema de una manera más natural y menos agresiva que los métodos artificiales que tenemos hoy en día. Esto no quiere decir que actualmente como tratamiento único para la cura de UPP pueda ser eficaz y no necesitar ayuda de otros métodos.

Presenta efectos positivos tales como la reducción del exudado haciendo que la herida esté más limpia, previene el crecimiento microbiano en la herida evitando así la infección, reduce la inflamación, eliminan bacterias que puedan albergar la herida, agiliza el tiempo de cicatrización y favorece la oxigenación de la sangre en la zona afectada.

En lo relativo a los cuatro artículos seleccionados, podemos afirmar que están de acuerdo en que hay una mejoría en el tratamiento de las úlceras por presión con la utilización de miel.

Todos ellos coinciden en que este tratamiento no provoca efectos secundarios.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Moncada Heredia S, Luna Pérez D, Lezana Fernández MÁ, González Velázquez MS, Meneses González F. Calidad del cuidado enfermero. Úlcera por presión en paciente crítico. Revista CONAMED [Internet]. 2021 [citado el 13 de marzo de 2023];26(2):82–8. Disponible en: https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=100350
  2. decubiti” “úlcera, de cama”. “úlceras. 6. Avances en úlceras por [Internet]. Npunto.es. [citado el 13 de marzo de 2023]. Disponible en: https://www.npunto.es/content/src/pdf-articulo/60bde69046774art6.pdf
  3. García Felipe S. La miel como alternativa a los tratamientos tópicos en el proceso de curación de quemaduras, heridas y úlceras. Ene [Internet]. 2019 [citado el 13 de marzo de 2023];13(1):1312. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1988-348X2019000100002&lang=es
  4. Yilmaz AC, Aygin D. Honey dressing in wound treatment: A systematic review. Complement Ther Med [Internet]. 2020;51(102388):102388. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S096522992030131X

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