AUTORES
- Maria Marzo Moles. Enfermera unidad quirúrgica HUMS.
- Aitana Morant Pablo, Matrona CS, Barrio Jesús.
- Pilar Marzo Moles. Enfermera unidad quirúrgica HUMS.
- Andrea Oliveras Nogues. Enfermera urgencias HNSG.
- Clara Prieto Gimenez. Enfermera urgencias HRV.
- Sandra Valero Barrios. Enfermera urgencias HRV.
RESUMEN
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la principal causa de demencia entre los adultos, la demencia se define como el deterioro adquirido en las capacidades cognitivas que entorpece la realización satisfactoria de actividades de la vida diaria. Es una enfermedad de compleja patogenia, a veces hereditaria, que se caracteriza desde el punto de vista anatómico, por pérdida de neuronas y sinapsis y la presencia de placas seniles y de degeneración Neurofibrilar. Con el tiempo los síntomas de la EA empeoran como la pérdida de memoria que se relaciona con el inicio de la enfermedad con una alteración de la memoria inmediata, es decir, olvida los recuerdos recientes. Sufre frecuentes olvidos y tiene dificultades para retener información. La orientación temporal se ve alterada, al ser un indicador de deterioro.
PALABRAS CLAVE
Alzheimer, demencia, envejecimiento.
ABSTRACT
Alzheimer’s disease (AD) is the main cause of dementia among adults, dementia is defined as the acquired deterioration in cognitive abilities that hinders the satisfactory performance of activities of daily living. It is a disease of complex pathogenesis, sometimes hereditary, which is characterized from the anatomical point of view, by loss of neurons and synapses and the presence of senile plaques and neurofibrillary degeneration. Over time, the symptoms of AD worsen as the memory loss that is related to the onset of the disease with an alteration of immediate memory, that is, forgetting recent memories. He suffers from frequent forgetfulness and has difficulties retaining information. The temporal orientation is altered, being an indicator of deterioration.
KEY WORDS
Alzheimer’s, dementia, aging.
DESARROLLO DEL TEMA
Si bien el envejecimiento no constituye, en modo alguno, un problema de salud sino un logro alcanzado por la humanidad, en el cual mucho ha tenido que ver el desarrollo científico técnico logrado, no es menos cierto que con este comienzan a proliferar, de manera creciente, un grupo de enfermedades crónicas y degenerativas, así como limitaciones conexas a este, que disminuyen en los ancianos la percepción de su salud. La enfermedad de Alzheimer (EA) es la principal causa de demencia entre los adultos, la demencia se define como el deterioro adquirido en las capacidades cognitivas que entorpece la realización satisfactoria de actividades de la vida diaria. Es una enfermedad de compleja patogenia, a veces hereditaria, que se caracteriza desde el punto de vista anatómico, por pérdida de neuronas y sinapsis y la presencia de placas seniles y de degeneración neurofibrilar1. Con el tiempo los síntomas de la EA empeoran como la pérdida de memoria que se relaciona con el inicio de la enfermedad con una alteración de la memoria inmediata, es decir, olvida los recuerdos recientes. Sufre frecuentes olvidos y tiene dificultades para retener información. La orientación temporal se ve alterada, al ser un indicador de deterioro. En el lenguaje se produce una pérdida de vocabulario, de manera habitual no encuentra la palabra exacta para expresar lo que quiere, cambiar nombres de objetos. De esta forma presenta dificultades para construir frases, lo que provoca que el paciente evite las conversaciones largas. Utiliza frases cortas incluso mezcla ideas y palabras sin sentido. En definitiva, la capacidad de expresión y comprensión quedan afectadas, también se producen cambios en su carácter y en el comportamiento al mostrar síntomas no cognitivos como agitación, inquietud, nerviosismo, depresión, irritabilidad, agresión1,2.
Hace más de 100 años, en noviembre de 1906, Alois Alzheimer presentó en una reunión de psiquiatría germánica el tema «Una enfermedad característica de la corteza cerebral». En ella describió a una paciente llamada Auguste D., una mujer de 51 años de edad, procedente de Frankfurt, quien presentaba pérdida de memoria, desorientación, afasia, apraxia, agnosia, parafasia y manía persecutoria. En la actualidad, se estima una incidencia de Enfermedad de Alzheimer de aproximadamente 5% al año en mayores de 65 años y 20% en mayores de 80 años. (3) La incidencia aumenta con la edad; excepcional antes de los 50 años, se puede presentar en 1 o 2% de los sujetos de 60 años, en 3 a 5% de los sujetos de 70, en el 15-20% de los sujetos de 80 años y en un tercio o la mitad de los mayores de 85. Es más frecuente en la mujer que en el hombre. En torno al 10% de los casos la enfermedad es hereditaria con una transmisión autosómica dominante, cuando es hereditaria, es autosómica dominante1-3.
Hay una estrecha correlación entre el grado de demencia y la densidad de placas seniles y de neuronas con degeneración neurofibrilar. El tejido cerebral muestra «nudos neurofibrilares» (fragmentos enrollados de proteína dentro de las neuronas que las obstruyen), «placas neuróticas» (aglomeraciones anormales de células nerviosas muertas y que están muriendo, otras células cerebrales y proteína) y «placas seniles» (áreas donde se han acumulado productos de neuronas muertas alrededor de proteínas). Aunque estos cambios ocurren en cierto grado en todos los cerebros con la edad, se presentan mucho más en los cerebros de las personas con enfermedad de Alzheimer2.
Una autoridad en este tema como Katzman asegura que, con el examen clínico solamente, puede obtenerse una certeza de alrededor del 80 % en el diagnóstico causal de la demencia; y que con el uso de la tomografía axial computadorizada, la radiografía de tórax, las pruebas de función tiroidea, la dosificación de vitamina B12, la serología y el electroencefalograma (EEG), esta precisión puede elevarse solo al 90 %4. La secuencia diagnóstica comprende la evaluación clínica, la evaluación neuropsicológica, la evaluación familiar, así como también los exámenes complementarios, podemos diferenciar 3 escalones a la hora de realizar un diagnóstico de la Enfermedad de Alzheimer:
- La evaluación clínica: Incluye un interrogatorio al paciente y sus familiares, así como un examen físico con especial énfasis en el examen neurológico. El más importante propósito de la evaluación clínica es descartar una causa reversible, o potencialmente curable de demencia. El examen neurológico hará énfasis en la exploración del estado mental, el examen de los pares craneales, la motilidad, la sensibilidad, la reflectividad y la marcha del paciente.
- La evaluación neuropsicológica: Por su parte, comprende una rigurosa batería de estudios que debe ser indicada con juicio clínico y de acuerdo con el estadio o severidad de la demencia. Mencionaremos solo las de más frecuente realización en nuestro medio:
- Exploración básica: mini examen del estado mental de Folstein.
- Exploración general y específica: escala de deterioro global para evaluar la alteración cognoscitiva edad-dependiente (GDS), de Reisberg y otros, la escala clínica de demencia (CDR), el estado mental geriátrico de Copeland, la escala isquémica de Hachinski, la repetición de 10 palabras (CERAD) y el ADAS cognitivo.
Cualquiera que sea el criterio utilizado, el diagnóstico de demencia requiere la presencia de 3 elementos:- Deterioro progresivo en al menos 2 dominios de la función cognitiva, incluyendo la memoria.
- El trastorno interfiere de forma relevante con el funcionamiento social y familiar de la persona.
- Ausencia de una explicación alternativa para este trastorno, por ejemplo, depresión.
- El examen psiquiátrico: estará dirigido a la búsqueda de síntomas conductuales o no cognitivos y al diagnóstico diferencial entre la demencia, el estado confusional agudo y la depresión3,4.
En cuanto al tratamiento a dia de hoy todavía no se ha encontrado un tratamiento ni cura para la enfermedad de Alzheimer, lo que se hace es el trato de la sintomatología que va apareciendo siendo así los principales objetivos del tratamiento los siguientes:
- Manejar los problemas de comportamiento, confusión y agitación.
- Modificar el ambiente del hogar.
- Apoyar a los miembros de la familia y otras personas que brindan cuidados.
CONCLUSIONES
Aunque la enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente en la población anciana, su etiología aún se desconoce. Son característicos los cambios degenerativos en el cerebro demostrables tanto por anatomía patológica como por tomografía computarizada.
BIBLIOGRAFÍA
- Boller F, Duyckaerts Ch. Alzheimer disease: clinical and anatomical aspects. En: Feinberg TE, Farah MJ (eds). Behavioral neurology and neuropsychology. New York, McGraw-Hill, 1997.
- Fornazzari L. Epidemiología de la enfermedad de Alzheimer. En: Fornazzari L (ed). Alzheimer. Santiago, Mediterráneo, 1997.
- Donoso A, Manterola JL. La atrofia cortical posterior, una variante de la enfermedad de Alzheimer. Neurol Arg 2001; 26: 176-180. Reimpreso en: Donoso A. Neuropsicología y Demencias. Santiago, Serie azul de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile, 2001.
- Akins PT. Does mild cognitive impairment represent early-stage Alzheimer disease? Arch Neurol (Revista electrónica) 200158(10):1705-6 (11 pantallas). Disponible en: http://archneur.ama.assn.org/issues/v58n10/full/nlt1001-2.html.