Enfermedad de Osgood-Schlatter en atención primaria.

8 abril 2022

AUTORES

  1. Susana Monfort Ferris. Diplomada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  2. Ixea Abos Navarro. Diplomada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  3. Lucia Rosa Secorún Enjuanes. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  4. Rocío Buisán Espias. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  5. Silvia Morales Esquinas. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

La enfermedad de Osgood-Schlatter es una de las causas más frecuentes de gonalgia en niños mayores y adolescentes deportistas. Afecta a la tuberosidad anterior de la tibia, ocasiona dolor e inflamación de la rodilla y un paulatino crecimiento de esta tuberosidad, como consecuencia de la tracción ejercida por el tendón rotuliano sobre el centro de osificación de la tuberosidad tibial anterior.

En los exámenes radiológicos se observa condensación, fragmentación y edema de las partes blandas. Su tratamiento puede ser iniciado por parte de Atención Primaria, e incluye analgesia, estiramientos, potenciación del cuádriceps y modificación de la práctica deportiva1.

 

PALABRAS CLAVE

Enfermedad de Osgood-Schlatter, osteocondrosis, fisioterapia, tratamiento.

 

ABSTRACT

Osgood-Schlatter disease is one of the most common causes of gonalgia in older children and adolescent athletes. It affects the tibia anterior tuberosity. It causes pain and inflammation of the knee and a gradual growth of this tuberosity. It is the consequence of the traction exerted by the patellar tendon on the ossification center of the anterior tibial tuberosity.

Soft tissue condensation, fragmentation and edema are observed in radiological examinations. Its treatment can be initiated by Primary Care, and includes analgesia, stretching, quadriceps enhancement and modification of sports practice1.

 

KEY WORDS

Osgood-Schlatter disease, osteochondrosis, physiotherapy, physiotherapy treatment.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La apofisitis de la tuberosidad de la tibia, es llamada enfermedad de Osgood Schlatter. En 1891 Paget describió el síndrome clínico, y posteriormente en 1903, Osgood y Schlatter publicaron artículos sobre el tema, teniendo como común denominador el origen traumático a la tracción como parte de la etiología. Ehrenborg en 1962, hacía hincapié en el estadio apofisario de maduración esquelética y al origen traumático que muy comúnmente se describen como “microtraumas” repetitivos1.

 

EPIDEMIOLOGÍA:

Afecta con mayor frecuencia al sexo masculino en una proporción de 3:1 y aparece en los niños entre los 10 y los 15 años de edad aunque se han descrito casos antes de los 10 años o incluso después de los 23. Mientras que en las niñas puede presentarse entre los 8 y los 13 años. Es raro el hallazgo de un antecedente traumático único. En muchos casos la lesión es bilateral2.

 

PATOGENIA:

Se admite, que la enfermedad de Osgood-Schlatter se produce por los microtraumas repetidos de tracción, que a través del tendón rotuliano se transmiten sobre la tuberosidad anterior de la tibia. En el tendón rotuliano convergen las tensiones del cuadríceps y las repetidas solicitaciones que se producen en éste durante la carrera, el salto y las hiperextensiones violentas de la pierna.

La solidez y vascularización de la tuberosidad tibial en fase de crecimiento son precarias. Se trataría de una verdadera lesión de sobrecarga o sobreutilización. No puede descartarse un factor circulatorio, que para Fergurson sería primordial. El trastorno no se originaría en la apófisis tibial sino en la inserción rotuliana. Según este autor, los vasos del tendón rotuliano son más frágiles a la tracción que las propias fibras tendinosas y su alteración provocaría trastornos vasomotores y degeneración fibrilar a nivel de la inserción.

Ferguson denomina a este proceso tenostosís, y para él sería frecuente en adolescentes cuyo rápido crecimiento provocará anómalas tensiones ligamentosas. Este origen podría explicar los casos de Osgood-Schlatter sin manifestaciones radiológicas y los constantes fenómenos edematosos presentes en el tendón. No debemos olvidar que la apofisitis se presenta en plena fase de actividad puberal o prepuberal y su carácter es muchas veces bilateral. Estos hechos sugieren la existencia de factores endocrinológicos, tales como un exceso de STH o de testosterona (el Osgood-Schlatter es más frecuente en los hombres), capaces de fragilizar las zonas de crecimiento.

La avulsión crónica del hueso producida por el tendón rotuliano genera un auténtico callo de fractura y el ensanchamiento de la tuberosidad, esta puede llegar a fracturarse, con lo cual el dolor se exacerba llamativamente3. Este padecimiento aparece como una alteración generalmente benigna.

 

DIAGNÓSTICO:

El diagnóstico es clínico, mediante la reproducción del dolor con la palpación y puede confirmarse con radiología4. Los pacientes a menudo señalan dolor en el tubérculo tibial anterior y puede acompañarse de edema y prominencia sobre dicho tubérculo. El dolor se intensifica con la actividad física, especialmente con saltos, o con la presión directa y disminuye con el reposo. El dolor se presenta mayormente a la extensión de la rodilla, principalmente a la extensión contra resistencia y a la flexión pasiva forzada.

 

TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO EN ATENCIÓN PRIMARIA:

Dentro de las principales acciones requeridas en el tratamiento de la enfermedad de Osgood-Schlatter según el diagnóstico clínico y radiológico es importante el control del dolor utilizando las diversas modalidades terapéuticas5,6.

Tratamiento Conservador: Consiste en la disminución de la carga deportiva. Es esencial la planificación de los tiempos de actividad deportiva y el suficiente descanso. El reposo deportivo debe ser muy limitado en caso de existir mucho dolor, pero debe evitarse la restricción de la práctica deportiva. Puede ser útil el uso de soportes en la inserción de tendón rotuliano para disminuir la tensión. Se pueden usar AINES, no se recomiendan las infiltraciones con corticoesteroides.

Tratamiento fisioterapéutico: En la fase inicial cuando existe mucho dolor e inflamación el tratamiento comenzará con la aplicación de hielo por 20 minutos. Corrientes interferenciales a baja frecuencia de 50 a 80 pulsos por segundo en 10 minutos. Aplicación de terapia con láser en 2 a 3 puntos, de 2 minutos de duración con una potencia máxima de 27 w a 1024 Hertz.

Cuando el dolor ha disminuido se iniciarán los ejercicios de flexión y extensión de rodilla que consisten en:

Estiramiento del cuadríceps, el paciente en decúbito ventral, flexiona la rodilla y con la mano del mismo lado se lleva el tobillo hasta tratar de tocar el glúteo con su talón.

Estiramiento de los isquiotibiales, en posición sentado el paciente con la extremidad pélvica en extensión y abducción y la otra flexionada de manera que la planta del pie toque la superficie medial del muslo, inclinándose hacia delante y manteniendo la rodilla recta sin doblarla, tratando de inclinar la cadera y manteniendo la espalda lo más recta posible, dos series de 15 repeticiones sin peso.

Progresivamente cuando el paciente refiere que se encuentra mejor se agrega 1 kg de peso para realizar los ejercicios de fortalecimiento para el cuádriceps. Cuando el dolor casi no se percibe se inicia el trabajo con bicicleta estacionaria sin resistencia durante 20 minutos y además a los ejercicios anteriores se incrementa el peso según la tolerancia del paciente hasta los 2 Kg.

Si el dolor ha disminuido considerablemente se reintegra a sus actividades de forma paulatina7.

 

COMPLICACIONES:

La fractura avulsión de la tuberosidad tibial anterior es una lesión infrecuente. La incidencia se estima que oscila entre el 0,4% y el 2,7% de todas las lesiones epifisarias. El rango de edad se corresponde con el momento de cierre del cartílago de crecimiento fisario y de la maduración de la unión fibrocartilaginosa de la tuberosidad tibial anterior.

Algunos pacientes desarrollan osificación en el tendón que puede hacerse sintomática en el futuro. Las secuelas se manifiestan por dolor y tumefacción a nivel de la tuberosidad tibial. El dolor es a veces espontáneo está provocado por la presión de mínimos traumatismos; a veces es muy vivo e impide al enfermo arrodillarse, obligándole a apoyarse sobre la otra rodilla, lo que constituye un importante inconveniente en determinadas actividades deportivas, la tumefacción, en ocasiones es bastante marcada, fija y de consistencia ósea8,9.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Salas G. Osgood-Schlatter en futbolistas escolares y adolescentes. Acta Ortopédica Mexicana. 2005; 19 (4): 135-138.
  2. Galván R, Martínez M. Enfermedad de Osgood-Schlatter. Medigraphic. 2007; 3 (2): 98-102.
  3. Carabaño I, Llorente L. Enfermedad de Osgood-Slatter deporte, adolescencia y dolor. Pediatría de atención primaria. 2011; 13 (49): 93-97.
  4. Herrero D, Fernández N, Pérez M. Enfermedad de Osgood-Schlatter en un adolescente deportista. Arch Argent Pediatr. 2017; 115 (6): 445-448.
  5. García M. Enfermedad de Osgood-Schlatter: Tratamiento conservador. Acta ortopédica Mexicana. 2006; 20 (1): 21-25.
  6. Casas M, Romero J, Orivio JA. Tratamiento de la tuberosidad anterior de la tibia por avulsión en adolescentes. Acta ortopédica Mexicana. 2013; 27 (3): 160-169.
  7. Meisterling RC, Wall E, Meisterling M: Coping With OsgoodSchlatter Disease. The Physician Sportsmed 1998; 26 (3): 29-34.
  8. Natera L, Garcia A, Gonzalez J. Fractura-avulsión bilateral simultánea de la tuberosidad tibial anterior. Trauma Fund MAPFRE. 2014; 25 (3): 161-163.
  9. Balius R, Vendrell E. Enfermedad de Osgood-Schlatter secuelas y complicaciones. Apunts. 1986; 23 (52): 85-92.

 

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