AUTORES
- Andrés Bonilla Gracia. Enfermera hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
- Evelyn Daniela Oto Mullotaipe. Enfermera hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
- Laura Peña Barrero. Enfermera hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
- Ana Rita Arezes de Sousa. Enfermera hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
- Natalia Barrena López. Enfermera hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
- Sara Barrena López. Enfermera hospitalización Hospital General de la Defensa Zaragoza.
RESUMEN
El Parkinson es una de las enfermedades neurodegenerativas más comunes en el mundo y más en países con poblaciones envejecidas como es el caso de España. Sus características más visibles y conocidas son los síntomas motores, aunque también presenta una serie de síntomas no motores. Con el progresivo avance de la enfermedad aparecen una serie de patologías asociadas, como son el estreñimiento, la disfagia, ansiedad o la pérdida de la coordinación motora.
El diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson está basado principalmente en criterios clínicos, aunque se puede utilizar diferentes pruebas de imagen para confirmarlo.
El tratamiento de la enfermedad de Parkinson varía según la edad del paciente, la gravedad de la enfermedad y su evolución. Algunos ejemplos serían la Levodopa, los agonistas dopaminérgicos o los inhibidores de la monoaminooxidasa tipo B.
PALABRAS CLAVE
Enfermedad de Parkinson, Diagnóstico, Tratamiento.
ABSTRACT
Parkinson’s is one of the most common neurodegenerative diseases in the world and it’s even more common in countries with an aging populación like Spain. Its most visible and known characteristics are motor symptoms although it also presents a series of non-motor symptoms. With the progressive advance of the disease, a series of associated pathologies, such as constipation, dysphagia, anxiety or loss of motor coordination appear.
The diagnosis of Parkinson’s disease is based mainly on clinical criteria, although different imaging tests can be used to confirm it.
The treatment of Parkinson’s disease varies according to the age of the patient, the severity of the disease and its evolution. Some examples would be Levodopa, dopaminergic agonists or monoamine oxidase type B inhibitors.
KEY WORDS
Parkinson’s disease, Diagnosis, Treatment.
INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Parkinson (EP) es un tipo de enfermedad de carácter crónico y degenerativo, que afecta fundamentalmente al sistema nervioso. Se caracteriza por la pérdida de las neuronas productoras de dopamina, debido a la degeneración del sistema dopaminérgico nigroestrial.
España al igual que el resto de los países desarrollados, tiene una población envejecida, la cuál se ve afectada por esta enfermedad. Los grupos de población que más se ven afectados por la enfermedad son a partir de los 60 años. Además, aparece con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
Es difícil obtener unos resultados fiables en cuanto a la mortalidad ya que raramente se considera la Enfermedad de Parkinson como la causa básica del fallecimiento, siendo las principales causas de muerte de los diagnosticados con Parkinson la neumonía, enfermedades cardiovasculares y el cáncer1.
OBJETIVO
El objetivo de la revisión bibliográfica es conocer la amplía sintomatología que puede tener la Enfermedad de Parkinson, patologías que suelen aparecer, los métodos de diagnóstico y los diferentes tratamientos farmacológicos disponibles y más usados.
METODOLOGÍA
Para llevar a cabo la revisión bibliográfica sobre la Enfermedad de Parkinson, se ha realizado una búsqueda en las siguientes fuentes de información: Pubmed, Science Direct, Cuiden, Scielo y Dialnet.
Se ha realizado la búsqueda a través del MESH “enfermedad de parkinson” y los términos “epidemiología, »etiología«,»síntomas«,»diagnóstico«,»tratamiento«. Para acotar las búsquedas se han usado los operadores booleanos “AND” y “NOT”.
Se han seleccionado aquellos artículos científicos con un máximo diez años y se han incluido en la búsqueda textos tanto en inglés como en castellano.
RESULTADOS
La Enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta al sistema nervioso, caracterizado por la pérdida de las neuronas productoras de dopamina, debido a la degeneración del sistema dopaminérgico nigroestrial. La dopamina es la que controla los movimientos voluntarios y el ajuste corporal, por ello algunos de los síntomas iniciales pueden ser bradicinesia, rigidez y temblor, unidos a otros síntomas de tipo emocionales, cognitivos y sensitivos1,2.
En España la incidencia del Parkinson es de 8.2 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, existiendo mayor incidencia en hombres que en mujeres (10.2 nuevos casos frente a 4.02 por cada 100.000 habitantes al año) y siendo la edad de mayor incidencia en hombres entre los 70-74 y en mujeres en torno a los 803.
Los síntomas se suelen clasificar en motores y no motores (gran parte de los síntomas no motores no son detectados en el paciente por no asociarlos a la enfermedad de Parkinson). Algunos de los síntomas más comunes pueden ser:
Trastornos motores como discinesias, pérdida de movimientos involuntarios (por ejemplo, pérdida del balanceo de las manos al caminar), hipomimia o rigidez en “rueda dentada” de las extremidades4.
Trastornos no motores como apatía, ansiedad, trastornos del sueño (nicturia o insomnio) y presentar comorbilidades con depresión (debido a la disminución de las capacidades individuales), psicosis y/o demencia5. También aparecen algunos trastornos gastroesofágicos como la disfagia, gastrointestinales como estreñimiento o enlentecimiento del vaciado gástrico4.
En fases avanzadas de la enfermedad se pueden producir estados de malnutrición que reducen enormemente la calidad de vida del paciente provocados por las patologías antes descritas.
En cuanto al diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson se usan principalmente criterios clínicos, los más aceptados y usados son: bradicinesia-acinesia, temblor en reposo, rigidez e inestabilidad postural. Además de estos síntomas motores se tendrán en cuenta los no motores mencionados anteriormente como son la hipomimia, anosmia, estreñimiento, depresión, apatía, fatiga, incontinencia, disfagia, anhedonia, dolores o parestesias6.
A pesar de que no existe una prueba concreta para el diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson, se pueden usar diferentes pruebas por imagen para confirmar el diagnóstico (resonancia magnética, tomografía computarizada o tomografía por emisión de positrones entre otros)6.
En cuanto al tratamiento de la Enfermedad de Parkinson varía dependiendo de la edad del paciente, evolución de la enfermedad, años que lleva diagnosticado y el estado cognitivo del paciente. El tratamiento principalmente es farmacológico, siendo el fármaco principal y más usado la Levodopa.
La levodopa es el fármaco más importante para tratar la enfermedad de Parkinson que incluso puede ser usado para la confirmación del diagnóstico. Se inicia progresivamente con dosis bajas, evaluando la respuesta del paciente. Entre los efectos secundarios más habituales se encuentran las náuseas, los vómitos y la cefalea. Además, en pacientes de edad avanzada puede aparecer agitación, alucinaciones o psicosis. Uno de los principales problemas de la Levodopa es que acaba perdiendo efectividad y provocando un menor control de los síntomas motores y no motores de la enfermedad7.
Para el tratamiento inicial, se encuentran los agonistas dopaminérgicos o los inhibidores de la monoaminooxidasa tipo B (iMAOB).
Los agonistas dopaminérgicos (ropinirol, pramipexol, rotigotina). Se usan en la Enfermedad de Parkinson temprana teniendo una eficacia comparable a levodopa, pero en las fases más avanzadas esta eficacia disminuye. Se usa principalmente en pacientes jóvenes (<65 años) y sin deterioro cognitivo.
Los iMAOB (selegilina, rasagilina, safinamida) se usan en los síntomas iniciales, aunque la mejoría es leve por lo que se usan en asociación a otros8.
Una opción de tratamiento no farmacológico sería la estimulación cerebral profunda. Este tipo de tratamiento se usa en pacientes en los que no se consiguen eliminar los síntomas motores con la terapia farmacológica, pacientes que no toleran los efectos adversos de los fármacos o para las complicaciones motoras de larga evolución (bradicinesias, rigidez y discinesias). En esta terapia de estimulación eléctrica se implanta uno o más electrodos en regiones cerebrales específicas, los cuales se conectan a un marcapasos subcutáneo (neuroestimulador) implantado en el pecho, debajo de la clavícula, desde donde se modula la actividad eléctrica neuronal9.
CONCLUSIÓN
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad cada vez más común debido al envejecimiento de la población. Al no existir una prueba específica para su diagnóstico, unido a que sus síntomas son muchas veces inespecíficos, hacen más complicada una detección precoz de la enfermedad. Esto puede provocar que cuando se realice el diagnóstico de la enfermedad, esté en etapas más avanzadas y se vea limitada la eficacia de los tratamientos disponibles.
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