AUTORES
- Yolanda Abad Frías. Graduada en Enfermería. Servicio de Cirugía Plástica y Unidad de Rodilla en Hospital Universitario Miguel Servet.
- Patricia Lorente Sánchez. Diplomada en Enfermería. EAP en Banco de Sangre y Tejidos de Aragón.
- Noelia Concepción Marco Ruiz. Graduada en Enfermería. Unidad De Reanimación Postanestésica en Hospital Universitario Miguel Servet.
- Mª Aránzazu Cabeza Garralaga. Graduada en Enfermería. Centro de Atención Primaria Torre Ramona.
- Elena Gracia Polo. Graduada en Enfermería. Servicio de Localización en Hospital Universitario Miguel Servet.
RESUMEN
La seguridad de los pacientes es uno de los temas primordiales en la agenda de la OMS para ser abordados, y tiene un carácter de prioridad en todos los sistemas de salud del mundo. La seguridad del paciente implica una evaluación permanente de los riesgos asociados a toda la atención en todos los ámbitos de salud para diseñar e implantar las barreras de seguridad necesarias.
Es destacable para la seguridad del paciente unos factores para intentar erradicar el error profesional como son el desarrollo de habilidades de comunicación, colaboración con otros profesionales, gestión de toda situación de emergencia y confianza en los conocimientos adquiridos.
La OMS en el año 2002 anunció la puesta en marcha de la «Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente» y con ello una serie de medidas claves para reducir el número de enfermedades, traumatismos y defunciones que sufren los pacientes al recibir atención médica.
Los servicios de enfermería tienen como misión prestar atención de salud a los individuos, familias y comunidades, en todas las etapas del ciclo vital y en los diferentes aspectos de prevención de enfermedades, promoción de la salud, recuperación y rehabilitación, con un enfoque holístico e interdisciplinario a fin de contribuir a un mayor bienestar de la población en sus procesos de desarrollo.
El paciente es el principal y único receptor de los cuidados de salud, por tanto, su seguridad requiere situarse como un tema transversal a la acción de cuidar, a la construcción teórico-práctica de la enfermería, al diseño e implementación de planes de estudio en la formación especializada y a la educación permanente en servicio, con el objeto fundamental de avanzar hacia el cuidado más seguro posible.
PALABRAS CLAVE
Seguridad del paciente, error médico, competencias, enfermería, calidad asistencial.
ABSTRACT
Patient safety is one of the main issues on the WHO agenda to be addressed, and it is a priority in all health systems in the world. Patient safety implies a permanent evaluation of the risks associated with all care in all health areas in order to design and implement the necessary safety barriers.
Some factors to try to eradicate professional error are noteworthy for patient safety, such as the development of communication skills, collaboration with other professionals, management of all emergencies situations and confidence in the knowledge acquired.
The WHO in 2002 announced the launch of the «World Alliance for Patient Safety» and with it a series of key measures to reduce the number of diseases, injuries and deaths suffered by patients receiving medical care.
Nursing services have the mission of providing healthcare to individuals, families and communities, at all stages of the life cycle and in the different aspects of disease prevention, health promotion, recovery and rehabilitation, with a holistic and interdisciplinary nature in order to contribute to a greater well-being of the population in their development processes.
The patient is the main and only recipient of health care, therefore, their safety requires positioning itself as a transversal issue in the action of caring, in the theoretical-practical construction of nursing, in the design and implementation of study plans in specialized training and permanent education in service, with the fundamental objective of advancing towards the safest care possible.
KEY WORDS
Patient safety, medical error, competencies, nursing, quality of care.
DESARROLLO DEL TEMA
La seguridad del paciente ayuda a prevenir lesiones, errores y la propagación de gérmenes en todos los procesos sanitarios.
Una de las definiciones que existen acerca de este término de “seguridad” es: la noción de proveer unos cuidados más seguros, en definitiva, reducir a un mínimo aceptable el riesgo que implica el cuidado sanitario elemento indispensable y que todas las definiciones mantienen como elemento común. Por lo tanto, el concepto de seguridad en el paciente está muy estrechamente relacionado con el error del personal sanitario.
El instituto de Medicina (Institute of Medicine, IOM) de los Estados Unidos asumió que el error médico es el fracaso del cumplimiento de una acción planificada o el uso de un plan equivocado para lograr un objetivo1.
Como acciones fundamentales para evitar estos errores sanitarios y aumentar la seguridad se incluyen unas acciones que deben realizar todos los trabajadores del sistema sanitario como son la identificación correcta del paciente, la conducta a tomar y evaluar los riesgos y el informe y análisis de los incidentes críticos y tener la capacidad para aprender de ello e implementar soluciones y evitar tanto los riesgos como su repetición.
Los eventos adversos son todos los riesgos que corren los pacientes en los procesos de atención en salud, derivados de la multiplicidad de factores que entran en juego en dicho proceso, tales como la calidad técnica de las personas que lo atienden2.
Existen múltiples formas de clasificar el evento adverso, una de las más útiles respecto a la definición de la responsabilidad ética, penal, civil y administrativa, es aquella que lo divide en evento adverso prevenible (prevenible es el mal resultado de la atención que puede ser prevenido con el estado del conocimiento) y no prevenible (es la complicación que no puede ser prevenida dado el estado actual del conocimiento).
Los eventos adversos más frecuentemente relacionados con el cuidado de enfermería son: errores transfusionales, eventos adversos asociados a medicamentos, infecciones nosocomiales, caídas,
quemaduras, úlceras de presión, errores en identificación e inadecuada interpretación de signos y síntomas2.
La seguridad de todo usuario del sistema sanitario es un principio fundamental de la atención sanitaria.
La seguridad de los pacientes es uno de los temas primordiales en la agenda de OMS para ser abordados, y tiene un carácter de prioridad en todos los sistemas de salud del mundo.
En la actualidad, la OMS dispone de definiciones clave y de una taxonomía de seguridad de los pacientes que facilita la comprensión de la diversidad de estos problemas, estableciendo un lenguaje común para la información, la investigación, la práctica de la asistencia y la enseñanza. La OMS define a la seguridad de los pacientes como la ausencia de riesgo o daño potencial asociado con la atención sanitaria, que se basa en el conjunto de elementos estructurales, procesos, instrumentos y metodologías basadas en evidencias científicamente probadas, con el objeto de minimizar el riesgo de sufrir un evento adverso en el proceso de atención de salud o de mitigar sus consecuencias5. La seguridad del paciente implica una evaluación permanente de los riesgos asociados a toda la atención en todos los ámbitos de salud para diseñar e implantar las barreras de seguridad necesarias.
La seguridad del paciente durante la atención de salud está directamente relacionada e influenciada por la calidad de la educación que los estudiantes reciben durante sus estudios en las profesiones de la salud.
Es destacable para la seguridad del paciente los siguientes factores para intentar erradicar el error profesional, estos factores son el desarrollo de habilidades de comunicación, colaboración con otros profesionales, gestión de toda situación de emergencia y confianza en los conocimientos adquiridos.
En enfermería son causas de errores asociados con el cuidado:
• La sobrecarga de pacientes.
• La fatiga laboral.
• La complejidad del trabajo en equipo.
• La cultura organizacional.
• Miedo al castigo.
• La falta de análisis sistemático de los errores.
LOS ORÍGENES DE LA SEGURIDAD DEL PACIENTE
A lo largo de la historia y la evolución de la asistencia sanitaria, la seguridad de los pacientes ha ocupado un lugar importante (por no destacar que un lugar central) en las preocupaciones de las enfermeras, pues el concepto de la seguridad del paciente se encuentra totalmente implicado en la noción y el acto de cuidar. La presencia, la continuidad, la permanencia y la contingencia son condiciones específicas y distintivas del cuidado de enfermería y por lo tanto constituyen su distintivo de la atención de salud, a través de la cual se consigue proveer protección, confort y apoyo libres de amenazas a la integridad de los sujetos bajo atención.
La salud y la enfermedad son parte de la biología de los seres vivos. Ya en los indicios de las civilizaciones aparece la idea de “el sanador y su arte”, concepto que evoluciona lentamente hacía la ciencia médica contemporánea.
Desde tiempos remotos, siempre se ha esperado que quién atiende a enfermos lo haga por el llamado de una vocación y con el mejor conocimiento existente, procurando el beneficio de aquel que sufre. También se ha entendido por una buena práctica evitar actos lesivos y/o cometer descuidos que agraven la enfermedad y/o que ocasionen daños adicionales6.
En este sentido y a lo largo del tiempo, todas las culturas han realizado todas las acciones en torno a los cuidados a partir de sus tradiciones, leyes o normas, cuyo fin siempre ha sido lograr la mejor atención de la salud. Así se han ido formando las bases de lo que hoy se conoce como la seguridad del paciente.
Uno de los principios clásicos conocidos es «primum non nocere», perteneciente a la etapa de Hipócrates, y cuya aproximación aparece en el Corpus Hippocraticum como «para ayudar, o por lo menos no hacer daño». Posteriormente, Florence Nigthingale (1820-1910), también supo reconocer el riesgo de la atención sanitaria con sus palabras: «Puede parecer extraño decir que el principio en un hospital es no hacer daño a los enfermos. Pero es necesario decirlo porque la mortalidad hospitalaria es muy alta comparada con la extra-hospitalaria”.
Por todo esto queda reflejado el hecho, de que toda actuación sanitaria tiene la posibilidad de producir consecuencias indeseables a los usuarios del sistema sanitario. Además, la atención sanitaria es cada vez más compleja por todos los procesos asistenciales ya que suponen una combinación de actuaciones del personal, los avances de las tecnologías e interacciones humanas de multitud de profesionales, significando un riesgo creciente de efectos adversos involuntarios para el paciente con sus consecuentes perjuicios para ellos.
En 1999, El Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos publicó el informe “Errar es humano: la construcción de un sistema de salud más seguro”, a partir del cual surgió el concepto “la seguridad de los pacientes” como un principio fundamental en el proceso de la asistencia sanitaria6.
OMS Y SEGURIDAD DEL PACIENTE:
La OMS en el año 2002 anunció la puesta en marcha de la «Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente» y con ello una serie de medidas claves para reducir el número de enfermedades, traumatismos y defunciones que sufren los pacientes al recibir atención médica.
Dicha Alianza se crea dos años después de que la 55ª Asamblea Mundial de la Salud, en la que se aprobó una resolución sobre el tema en la que instaba a los estados miembros a prestar «la mayor atención posible al problema de la seguridad del paciente» y a establecer y consolidar «sistemas de base científica necesarios para mejorar la seguridad del paciente y la calidad de la atención a la salud, en particular la vigilancia de los medicamentos, el equipo médico y la tecnología».
En octubre de 2004, la Organización Mundial de la Salud en respuesta a la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud del año 2002, en la que se instaba a la OMS y a todos sus Estados Miembros a prestar la mayor atención posible al problema de la seguridad del paciente, creó la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente cuyo propósito fue el de coordinar, difundir y acelerar las mejoras en materia de seguridad del paciente en todo el mundo.
Cada año esta Alianza Mundial organiza programas a nivel mundial que tratan aspectos sistémicos y técnicos para mejorar la seguridad del paciente.
El elemento primordial es la formulación de Retos Mundiales con objetivo principal de impulsar el compromiso y la acción internacional en aspectos relacionados con la seguridad del paciente que supongan un área de riesgo importante para todos los Estados Miembros de la OMS.
Los retos mundiales, en los que actualmente trabaja la OMS son:
- 1er reto: «Una atención limpia es una atención más segura», (2005), con objetivo de alcanzar un reconocimiento universal sobre el control de las infecciones, que constituye una base sólida y esencial en la seguridad del paciente, con el resultado de la reducción de las infecciones relacionadas con la atención sanitaria y las consecuencias derivadas de ellas.
- 2º reto: «La cirugía segura salva vidas», (2007), aborda la seguridad de la atención quirúrgica. Con el objetivo de mejorar la seguridad de la cirugía, definiendo para ello un conjunto básico de normas de seguridad que puedan aplicarse en todos los Estados Miembros de la OMS. Fomentando el uso de un Listado de Verificación o Checklist en los quirófanos. Con ello se pretende aumentar al máximo la probabilidad de conseguir mejores resultados para los pacientes sin necesidad de sobrecargar indebidamente al sistema y a los profesionales.
En esta misma línea, aquí en España, el Ministerio de Sanidad, con el fin de mejorar la calidad e intentar llegar a la excelencia del cuidado del sistema sanitario, presentó en el año 2006, el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud que engloba principalmente los siguientes objetivos: promover y desarrollar el conocimiento y la cultura de seguridad del paciente entre los profesionales en cualquier nivel de atención sanitaria; Diseñar y establecer sistemas para la comunicación de los incidentes relacionados con la seguridad del paciente; Implantar a través de convenios con las Comunidades Autónomas proyectos que impulsen y evalúen prácticas seguras. Con estos objetivos, establece como una de sus estrategias prioritarias «mejorar la seguridad de los pacientes atendidos en los centros sanitarios de Sistema Nacional de Salud».
- 3er reto “Medicación sin daños” (2017): lo que demuestra la aceptación y la necesidad internacional de este proyecto.
Los estados miembros de la OMS, en su 72º Asamblea Mundial de la Salud, llevada a cabo en 2019, establecieron el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, que se celebra anualmente cada 17 de septiembre con el propósito de: a) difundir este tema en todo el mundo, b) fomentar la colaboración de la población para que la atención de la salud sea más segura y c) promover acciones mundiales encaminadas a prevenir y reducir los daños causados a lo usuarios6.
La OMS, cada año selecciona un tema distinto para destacar un tema establecido como prioritario relacionado con la seguridad del paciente. Se busca una frase que actúe como lema y a la vez se desarrollan las acciones sanitarias que se creen que se pueden mejorar.
A la fecha se han realizado dos días mundiales:
- 2020: Tema: Seguridad del paciente sanitario: una prioridad para la seguridad de los pacientes. Lema: Personal sanitario seguro, pacientes seguros.
- 2021: Tema: Atención segura de la madre y del recién nacido. Lema: Actuemos ahora por un parto seguro y respetuoso.
ENFERMERÍA Y SEGURIDAD DEL PACIENTE:
Los servicios de enfermería tienen como misión prestar atención de salud a los individuos, familias y comunidades, en todas las etapas del ciclo vital y en los diferentes aspectos de prevención de enfermedades, promoción de la salud, recuperación y rehabilitación, con un enfoque holístico e interdisciplinario a fin de contribuir a un mayor bienestar de la población en sus procesos de desarrollo2.
Todas las intervenciones de enfermería están basadas en principios científicos, éticos y humanísticos, principalmente fundamentados en el respeto a la vida y a la dignidad humana.
Por lo tanto, el reto más importante para el profesional de enfermería es dar la respuesta oportuna a todos los cambios permanentes que generan la transformación de los paradigmas en la práctica, la investigación y la formación.
El desarrollo científico de la práctica de enfermería se sustenta en teorías y modelos.
Las características de presencia, permanencia y contingencia de los servicios de enfermería sitúan a todos los profesionales en una condición crítica, por el riesgo de error, así como por su capacidad y potencialidad para proveer a la seguridad de los pacientes, en todas las prestaciones de salud, para promover medidas de protección tanto para todo el equipo como para la institución, y a su vez establecer un proceso de vigilancia continua de la calidad de la atención.
En este sentido, la capacidad y la voluntad de cuidado profesional por parte del personal de enfermería y su íntima relación con la seguridad del paciente forman gran parte constitutiva de las competencias de enfermería; de este modo, en la reducción de situaciones que resultan en atención insegura para los pacientes tiene en la enfermería un principal recurso estratégico.
La seguridad del paciente posee en su ethos analítico la prevención y la reducción y/o ausencia de riesgo o daño a la vida.
El paciente es el principal y único receptor de los cuidados de salud, por tanto, su seguridad requiere situarse como un tema transversal a la acción de cuidar, a la construcción teórico-práctica de la enfermería, al diseño e implementación de planes de estudio en la formación especializada y a la educación permanente en servicio, con el objeto fundamental de avanzar hacia el cuidado más seguro posible.
Acciones a desarrollar por los enfermeros para el mantenimiento de la seguridad del paciente
Las recomendaciones para prevenir la aparición de los de eventos adversos más importantes son:
- Evitar distracciones durante el proceso de preparación y administración de medicamentos.
- Evitar la sobrecarga de información, para ello utilizar listados de verificación en la administración de medicamentos y no confiar en la memoria.
- Usar registros preimpresos de fácil legibilidad.
- Cuando se colocan medicamentos por catéteres de doble vía, administrar uno a la vez, para no confundir las vías, hacer seguimiento gota a gota para verificar que efectivamente el medicamento está en la vía correcta, si se trata de un medicamento de alto riesgo o se tiene duda buscar el apoyo de otra personal de enfermería para realizar un doble chequeo.
- Ayudar al paciente para subir y bajar de la cama y ayudar para la satisfacción de sus necesidades, asistiendo continuamente para evitar riesgos tanto si se encuentra en condiciones de suplencia total o parcial.
- Necesidades del paciente cubiertas. Se refiere a las necesidades básicas tales como oxigenación, alimentación, eliminación, comunicación y confort que son ámbito del cuidado enfermero y pueden ser cubiertas dentro de sus posibilidades.
- Identificación correcta del paciente.
- Mantenimiento de una comunicación asertiva con familiares y miembros del equipo de salud.
- Cumplimiento de las normas higiénico-epidemiológicas del servicio para la protección del paciente de agentes externos.
Según Román León existen 10 aspectos que permiten evaluar la seguridad del paciente, esto se considera de vital importancia para su utilización en la práctica sistemática2.
1. Identificación del paciente.
2. Comunicación clara.
3. Manejo de medicamentos: paciente correcto, medicamento correcto, vía correcta, dosis correcta, velocidad correcta.
4. Cirugía y procedimientos (verificar check-list): cirugía o procedimiento correcto, sitio quirúrgico correcto, momento correcto.
5. Evitar caída del paciente.
6. Uso de protocolos y guías.
7. Evitar Infecciones nosocomiales.
8. Clima de seguridad.
9. Factores humanos.
10. Hacer partícipe al paciente en la toma de decisiones.
Los procedimientos de enfermería frecuentemente involucran el uso de equipos, como bombas de infusión, ventiladores y monitores; los errores en el cuidado pueden ocurrir por la falta en el uso de estos equipos. Por ello, también en el deber del cuidado se incluyen el mantenimiento de todos los equipos previo a su empleo, seguir las instrucciones de uso, notificar los daños, recibir entrenamiento en el uso de equipos e instrumentos de mayor complejidad.
CALIDAD:
Es una prioridad de la salud pública la seguridad de los pacientes, expresada en las políticas de diferentes organizaciones internacionales que velan por la calidad de los servicios de salud, entre ellas se encuentran: la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), The Institute of Medicine y The Joint Commission de Estados Unidos, entre otros2.
Por seguridad del paciente se entiende a todo el conjunto de elementos estructurales, instrumentos, procesos y metodologías basadas en evidencia científica, que propenden por disminuir todo riesgo de sufrir un evento adverso en el proceso de atención de salud o de mitigar sus consecuencias.
La seguridad hace parte de la caracterización de calidad de un servicio de salud con la oportunidad, la
accesibilidad, la continuidad y la permanencia.
Por lo tanto, la calidad en la atención de enfermería es un concepto que comprende que la asistencia debe ser acorde con el avance de la ciencia, con el único fin de realizar unos cuidados que satisfagan todas las necesidades de cada uno de los pacientes y asegurando la continuidad de ellos.
La seguridad del paciente constituye un componente clave de la calidad asistencial alcanzando en los últimos años una gran relevancia, en la actualidad se considera un derecho primordial de los pacientes.
Englobando en el término de seguridad del paciente a toda actuación dirigida a eliminar, reducir y/o mitigar cualquier efecto adverso producido como consecuencia de la asistencia sanitaria.
En este sentido, se considera efecto adverso a cualquier acontecimiento producido durante el proceso asistencial que suponga consecuencias negativas para el paciente y con resultados que se expresan en forma de fallecimiento, lesión, incapacidad, prolongación de la estancia hospitalaria o incremento de consumo de recursos asistenciales4.
Bajo la responsabilidad del personal de enfermería está la realización de acciones para el cumplimiento de los procesos terapéuticos, todo ello a partir en primer lugar de la identificación de los pacientes, la notificación de cambios del estado de salud, la detección oportuna de complicaciones y el registro de todos éstos en la historia clínica. Estas acciones se realizarán con la calidad y cientificidad que se
requiere.
La calidad asistencial tiene especial relevancia ya desde los inicios de la medicina en la cual se sigue haciendo mucho hincapié, considerándose que en este trabajo que la seguridad del paciente es la ausencia de accidentes o lesiones prevenibles producidos por la atención que se brinda, como resultado de servicios eficaces y satisfactorios que garantizan una atención de calidad.
Actualmente la seguridad del paciente se está instalando como un imperativo social, científico, ético y legal en la atención sanitaria de toda persona, que procura la prevención de los riesgos y evitar daños a quien se encuentra enfermo y bajo el cuidado de un profesional o de un sistema de salud.
LA SEGURIDAD DEL PACIENTE COMO DISCIPLINA:
Un elemento fundamental en la práctica sanitaria es “Primum non nocere”, no hacer daño. Aunque, la evidencia dice que un porcentaje (alrededor del 10%) de los pacientes ingresados en el hospital tiene algún tipo de evento adverso o daño.
Los eventos adversos son lesiones o complicaciones resultantes en la muerte, la discapacidad o la estancia hospitalaria prolongada que se derivan de la gestión de la atención de salud no deseados.
La seguridad del paciente como disciplina de la atención de la salud aparece a través de la evolución de y la complejidad de los sistemas de atención de la salud y el consiguiente aumento de los daños a los pacientes en todos los centros sanitarios.
Su objetivo es prevenir y reducir los riesgos, errores y daños que involuntariamente sufren los pacientes durante la prestación de la asistencia sanitaria. Una piedra angular de la disciplina es la mejora continua basada en el aprendizaje a partir de los errores y eventos adversos6.
La toma de decisiones es siempre un proceso complejo, en las que influyen las presiones asistenciales que convierten el quehacer ante el enfermo en un enorme reto a enfrentar sobre todo en situaciones límites, de vida o muerte.
La enfermería actual, demanda de los profesionales de la salud, no solo conocimientos actualizados, sino también experiencia clínica para poder interpretar e individualizar al paciente, para poder integrar a la hora de la toma de decisiones las mejores evidencias que nos proveen las investigaciones científicas, según el contexto de que se trate1.
Según James Reason profesor de psicología de la Universidad de Manchester y estudioso del tema, los errores poseen seis características fundamentales:
1. Los errores son parte del comportamiento normal.
2. Todos cometemos errores a diario.
3. Los errores no se cometen a propósito.
4. Los errores no son accidentes inesperados.
5. Los errores están influidos por factores conocidos, entre ellos: hábito, apuro, fatiga, interrupciones, ira, ansiedad, aburrimiento, miedo a lo desconocido, por solo citar algunos.
6. Los errores ocurren por fallo de los sistemas no por fallos de las personas.
Sin embargo, los resultados de investigaciones realizadas demuestran que la mayoría de los errores sanitarios se pueden prevenir.
Últimamente se ha introducido el término de «prácticas seguras» para referirse a aquellas prácticas que se basan en evidencias generalizables y que logran un impacto positivo en beneficio del paciente si son implementadas adecuadamente1.
RELACIÓN ENTRE LAS COMPETENCIAS GENÉRICAS Y LA SEGURIDAD DEL PACIENTE:
Definiciones de competencias y sus tendencias, como; la integración de conocimientos, habilidades, conductas, actitudes, aptitudes y motivaciones conducentes a un desempeño adecuado y oportuno en diversos contextos; también responde a las funciones y tareas de un profesional para desarrollarse idóneamente en su puesto de trabajo y es el resultado de un proceso relacionado con la experiencia, capacitación y calificación2.
Cabe destacar que la formación para el trabajo es una mezcla entre educación, experiencia laboral y formación específica que se adquiere durante la vida profesional, de ahí que las competencias se definen y se construyen en la práctica social y son una tarea conjunta entre empresas, trabajadores y educadores.
Para la profesión de enfermería las competencias laborales resultan de vital importancia, dada su misión relacionada, entre otros aspectos, con el cuidado para mantener o recuperar la salud, prevenir enfermedades y rehabilitar a las personas con secuelas y dada las acciones que realiza este profesional en los servicios de salud, hace que tenga que desarrollar actitudes y valores consecuentemente con su misión. Es por ello que la enfermería es una profesión con profundas raíces humanistas, genuinamente preocupada por las personas que confían en su cuidado, en especial de quienes experimentan una situación de enfermedad y sufrimiento.
Los determinantes y condicionantes de la seguridad de los pacientes están vinculados con procesos inherentes a la asistencia, como la organización de los servicios y su capacidad para proveer una óptima calidad de atención, cuidar y proteger a los usuarios, anticipar daños y promover ambientes saludables, incluyentes y libres de amenazas a la integridad de las personas.
Los fallos, las deficiencias y errores en la atención de salud pueden tener consecuencias a menudo devastadoras para los usuarios y sus familias debido a las lesiones, daños, enfermedades y muerte por estas causas.
Competencias genéricas:
1. Habilidades personales e interpersonales con sensibilidad y pericia profesional, expresada en el humanismo y la solidaridad.
2. Dominio de las bases científicas de la profesión para realizar atención de enfermería en la solución de problemas y toma de decisiones, con flexibilidad y creatividad mental.
3. Habilidades en la comunicación efectiva con pacientes, familiares y demás miembros del equipo de salud.
4. Atención integral al aplicar el Proceso de Atención de Enfermería como método científico de la profesión.
5. Aplica los principios de asepsia y antisepsia en la ejecución de acciones y procedimientos que le permitan cumplir las Normas Higiénico-Epidemiológica en el servicio prestado al individuo, familia y comunidad2.
PARTICIPACIÓN Y EDUCACIÓN DEL PACIENTE EN LA SEGURIDAD:
Es importante y primordial la participación del paciente en la mejora de su seguridad.
- ¿Cómo se puede controlar la propagación de gérmenes?
Lavarse las manos frecuentemente para evitar la propagación de los gérmenes, sobre todo después de ir al baño y previo a las comidas. Ayudar a mantener limpia y ordenada la habitación con los objetos personales.
No permitir la visita de personas enfermas, con resfriados o con enfermedades infecciosas, en especial si se trata de pacientes con cuidados de aislamiento.
- ¿Cómo se puede prevenir las caídas?
Usando ropa que proporcione seguridad (zapatillas cerradas con suela de goma para evitar resbalarse), ropa que no arrastre y solicitar ayuda para vestirse o asearse cuando sea necesario.
Asegurar todos los equipos con ruedas como la cama, mantener las barandillas de protección de la cama mientras se esté acostado (sobre todo si el paciente lleva sueros, sondas o drenajes). Pedir ayuda si se necesita para levantarse y asegurarse que la cama está lo más baja posible (el mayor riesgo de caídas en el hospital ocurre cuando una persona se levanta de la cama sin ayuda, usar el timbre para pedir ayuda.
Prepara el camino para tener el paso libre de obstáculos, dejar la luz de la cabecera encendida cuando se levante para hacer más fácil la visión mientras se mueve por la habitación. Si lleva sondas, drenajes o palo de gotero caminar acompañado.
No abandonar la planta sin el permiso y conocimiento del personal sanitario.
- ¿Cómo se puede mejorar la comunicación con el personal sanitario?
En primer lugar, de entender claramente su condición de salud, para ello si existe alguna duda pregunte al médico o personal sanitario.
Informar sobre sus alergias tanto a fármacos como a los alimentos.
Facilitar teléfonos de contacto e informar cuando se quede sólo en la habitación.
- ¿Cómo se puede ayudar a disminuir los errores con la medicación?
Durante la estancia en el hospital es muy importante llevar la pulsera identificativa con sus datos.
Preguntar todas las dudas sobre el tratamiento administrado (qué es y para qué). No tomar otros medicamentos por su cuenta sin consultarlo de su tratamiento habitual, ni vitaminas o suplementos alimenticios.
Informar tanto al médico como al enfermero si tiene problemas con la medicación que toma, o si piensa que no le está ayudando o le provoca efectos secundarios. Avisar inmediatamente si está presentando una reacción alérgica a algún medicamento (como picores o inflamación, hormigueos, presión en el pecho o dificultad de respiración).
Leer y entender los formularios de autorización (consentimiento informado) para procedimientos de diagnóstico, tratamientos o intervenciones quirúrgicas antes de firmarlos, en todo caso preguntar para solucionar las dudas. Y si es posible, pedir a algún familiar que le acompañe cuando le expliquen los procedimientos.
- ¿Qué se debe hacer antes de dejar el hospital?
Comprender claramente las instrucciones al alta y de cómo cuidarse en el domicilio, qué actividades se puede hacer y cuáles no, o alimentos vetados para su estado de salud.
Obtener de la farmacia la medicación que le receten lo más pronto posible y conocer para qué es cada fármaco, cuando tomarlo y con qué frecuencia. Leer atentamente el informe de alta y preguntar todas sus dudas antes de abandonar la planta.
CONCLUSIONES
A partir de todo lo expuesto anteriormente, lleva a la conclusión de que el conocimiento de los principales aspectos que son causas de errores asociados al cuidado, es de vital importancia en esta profesión al dar la posibilidad de actuar en consecuencia para minimizar la ocurrencia de los mismos, así como al relacionar las competencias genéricas con las acciones de enfermería para el mantenimiento de la seguridad del paciente.
Es evidente que la responsabilidad profesional está implícita en el acto del cuidado, lo que demanda una formación de enfermeros con una visión científica de la profesión, preocupados por el bien de la humanidad, capaces de brindar cuidados oportunos, de calidad y libres de riesgo.
Se ha observado que los programas de seguridad del paciente más realizados son la aplicación de Lista de Verificación quirúrgica (observándose la disminución de forma significativa las complicaciones y mortalidad peri-operatoria), y los relacionados con la prevención de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria.
El contexto más amplio de la seguridad humana lo desarrolla Maslow en su Teoría sobre la motivación de la personalidad, que indica que la seguridad constituye una necesidad humana básica. Con ello refiere que el primer tramo de su jerarquía de necesidades está integrado por las necesidades de supervivencia (fisiológicas), cuya satisfacción da inmediato lugar a la aparición de una nueva categoría que describe como necesidad de seguridad.
Las necesidades de seguridad incluyen un conjunto de requerimientos para el bienestar y desarrollo del sujeto: seguridad física, estabilidad, dependencia, protección, libertad de miedo, ansiedad y caos, necesidad de estructuras, orden, leyes y límites, fortaleza en sus protectores y otras. Maslow describe la supervivencia y desarrollo del sujeto humano como un proceso de búsqueda constante de seguridad, y es esa búsqueda la que posibilita el desarrollo subjetivo y social.
Unas prácticas profesionales seguras suponen la comprobación de los datos del paciente antes de cada técnica, especialmente de aquellas de gran impacto.
Finalmente hay que indicar que es imprescindible la implicación de los profesionales sanitarios y muy especialmente los de enfermería, pues son ellos los que más contacto directo tienen con los pacientes.
BIBLIOGRAFÍA
- Soler Morejón C. Garantizar la seguridad de los pacientes: una prioridad de hoy. Rev cuba anestesiol reanim. 2015 Abr; 14( 1 ): 44-49. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-67182015000100005&lng=es.
- Omayda Urbina Laza C. Competencias de enfermería para la seguridad del paciente: Rev Cubana Enfermer. 2011 Jul-Sep; 27 (1): 239-247. Disponible en: http://scielo.sld.cu/pdf/enf/v27n3/enf08311.pdf
- Moya P, Ruz M, Parraguez E, Carreño V, Rodríguez AM, Froes P. Efectividad de la simulación en la educación médica desde la perspectiva de seguridad de pacientes. Rev. méd. Chile.2017 Abr; 145 (4). Disponiblle en: http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872017000400012
- Estepa del Árbol M, Moyano Espadero MC, Pérez Blancas C, Crespo Montero R. Eficacia de los programas de seguridad del paciente. Enferm Nefrol. 2016 Mar; 19( 1 ): 63-75. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2254-28842016000100008&lng=es
- Cometto MC, Gómez PF, Marcon Dal Sasso, GT, Zárate Grajales RA, Cassiani, SH, Falconí Morales C. Enfermería y seguridad de los pacientes. Organización Panamericana de la Salud. Enfermería y seguridad de los pacientes. Washington, DC: Organización Panamericana de la Salud; 2011.
- Losardo, R, Piantoni G, Marceau C, Buzzi, A, Falasco S, Reilly J. Día mundial de la seguridad del paciente: 17 de Septiembre. Rev Asociación Méd Argentina. 2021; 134 (4).
- Hurtado Hoyo E, Losardo RJ, Bianchi RI. Salud plena e integral: un concepto más amplio de salud. Rev de la Asociación Médica Argentina. 2021; 134 (1): 18-23.