Guía de uso de terapia asistida por vacío para personal de enfermería.

25 septiembre 2022

AUTORES

  1. Sara Barrena López. Enfermera Hospitalización Hospital General de la Defensa Zaragoza.
  2. Andrés Bonilla Gracia. Enfermera Hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
  3. Evelyn Daniela Oto Mullotaipe. Enfermera Hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
  4. Laura Peña Barrero. Enfermera Hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
  5. Ana Rita Arezes de Sousa. Enfermera Hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.
  6. Natalia Barrena López. Enfermera Hospitalización Hospital Universitario Miguel Servet.

 

RESUMEN

La terapia de cierre asistido por vacío (VAC) es un sistema no invasivo y dinámico que ayuda a promover la cicatrización de las heridas mediante la aplicación de presión negativa controlada en el lugar de la herida.

La enfermería tiene un papel fundamental tanto en la educación sanitaria hacia el paciente y el sistema VAC como en su propia colocación, manejo y cura. Es por esto que es importante conocer bien cuáles son las funciones de la enfermería en este proceso terapéutico, ya que juega un papel crucial y su labor será fundamental en la mejora del pronóstico de las heridas y los pacientes.

 

PALABRAS CLAVE

Terapia, vacío, enfermería, herida.

 

ABSTRACT

Vacuum assisted closure (VAC) therapy is a non-invasive, dynamic system that helps promote wound healing by applying controlled negative pressure to the wound site.

Nursing has a key role to play in both health education to the patient and the VAC system as well as in its actual placement, management and healing. That is why it is important to know well what are the functions of nursing in this therapeutic process, as it plays a crucial role and its work will be fundamental in improving the prognosis of wounds and patients.

 

KEY WORDS

Therapy, vacuum, nursing, wound.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La terapia de cierre asistido por vacío (VAC) es un sistema no invasivo y dinámico que ayuda a promover la cicatrización de las heridas mediante la aplicación de presión negativa controlada en el lugar de la herida. Proporciona un entorno húmedo y cerrado a la vez que elimina el exceso de fluidos que pueden inhibir la curación de la herida. Con lo cual se acelera la cicatrización de la herida a la vez que se disminuye su volumen. Es posible tratar cualquier tamaño de herida1.

Las ventajas clínicas que podemos obtener con la aplicación del Sistema VAC, son:

  • Aplicación de presión negativa sobre la herida, para reducir progresiva y uniformemente su tamaño y profundidad.
  • Proporcionar un ambiente cerrado y húmedo, muy adecuado para la curación de la herida.
  • Eliminar el exceso de fluidos y exudados propios de heridas profundas y complejas, que pueden inhibir o retrasar la curación, ya que su presencia favorece la infección.
  • Ayudar a eliminar el edema mediante la reducción del fluido intersticial.
  • Estimular y facilitar la granulación de la herida, puesto que los estudios de laboratorio demuestran que el estiramiento mecánico celular con presión negativa, sobre todo de forma intermitente, puede provocar un aumento de las mitosis y, por lo tanto, la multiplicación celular.

Este recurso terapéutico permite una pauta más conservadora a la hora de afrontar el tratamiento de las fracturas complejas, evitando otros procedimientos más complicados y por lo tanto, reduciendo los riesgos, la morbilidad y minimizando las complicaciones2-4.

 

Papel de la enfermería en relación a los sistemas VAC:

La enfermería tiene un papel fundamental tanto en la educación sanitaria hacia el paciente y el sistema VAC como en su propia colocación, manejo y cura. Es por esto que es importante conocer bien cuáles son las funciones de la enfermería en este proceso terapéutico, ya que juega un papel crucial y su labor será fundamental en la mejora del pronóstico de las heridas y los pacientes.

En primer lugar, los enfermeros deben informar al paciente sobre qué son los sistemas VAC, cómo funcionan, cuáles son sus riesgos y beneficios y cuál será el proceso a seguir, en cada caso. En este sentido, es muy importante personalizar al máximo la información otorgada, ya que cada tipo de herida precisará una intervención diferente y presentará unos riesgos y pronósticos concretos. Además, los enfermeros deben explicar al paciente cómo debe cuidar el sistema VAC una vez sea colocado, ya que dicha información mejorará la actuación del paciente respecto a su herida y al sistema VAC y reducirá el riesgo de complicaciones5.

Enfermería también se encarga de la colocación y el manejo del sistema VAC. Así como vigilar la correcta hermeticidad del sistema y verificar si existen o no fugas de aire. Los pacientes que precisen desconectar el sistema durante periodos cortos de tiempo, también deben recurrir a enfermería, que es quien se encarga de cerrar las pinzas del tubo y apagar el equipo, asegurando la herida. Desde enfermería se produce también la vigilancia y monitorización de la herida, hasta que esta cicatriza adecuadamente o bien ya es adecuada para ser intervenida quirúrgicamente6.

 

Principales funciones de enfermería en el paciente con sistema VAC:

Educación sanitaria: mejorar el conocimiento del paciente respecto a los sistemas VAC permite que ellos mismos puedan contribuir activamente en su propio proceso de curación y reducir la ansiedad que puede producir este tipo de equipos desconocidos para ellos, además de que asegura la correcta información sobre intervenciones a los pacientes.

Colocación y curas: la colocación y el manejo de este tipo de sistemas depende del área de la enfermería, así como su monitorización y finalización, los cuales dependen del tipo de herida a tratar y del tipo de paciente en cuestión7.

 

PROCEDIMIENTO:

Aplicación del apósito:

  • La enfermera explica al paciente el procedimiento del cuidado de la herida antes y durante la realización del mismo.
  • Solicita la colaboración del paciente para colocarse en posición cómoda.
  • En caso de existir apósito oclusor, lo levanta; despegándolo de forma suave y de ser necesario lo humedece con suero fisiológico.
  • Observa y valora el estado de la herida.
  • Limpia la herida con solución fisiológica, de dentro hacia fuera y de arriba hacia abajo.
  • Seca con gasas estériles con movimientos suaves, sin friccionar
  • Recorta la esponja del mismo tamaño y forma que la cavidad de la herida con la finalidad de que ésta, contacte con el fondo y paredes de la misma sin producir presión.
  • Recorta el borde superior de la esponja de forma biselada para evitar el contacto con los bordes sanos. Si por la forma de la herida queda alguna zona sin rellenar, introducir trozos de esponja más pequeños para que al sellar la herida actúen como una sola esponja.
  • Aplica protector cutáneo alrededor de la herida y permite que seque.
  • Sella la herida y la esponja con el adhesivo transparente, es importante colocar el apósito adhesivo sobre piel seca y que cubra más de 5 cm alrededor de la herida, cuidando que no queden pliegues ni arrugas, para evitar fugas.
  • Corta un orificio de aproximadamente 2 cm sobre el adhesivo transparente.
  • Coloca la abertura de la almohadilla TRAC y presiona suavemente alrededor de ella para comprobar que esté completamente adherida.
  • Presta especial atención a la posición del tubo, evitando colocarlo sobre prominencias óseas o sobre pliegues de tejido.
  • Conecta el tubo de drenaje al contenedor que va acoplado a la bomba de vacío, dotado de un sistema antiespumante y antiolores.
  • Enciende la bomba de succión, que se programa inicialmente en terapia continua a 125 mmHg terapia de presión que se modifica de acuerdo a las características de la herida.
  • Verifica que la esponja se colapse y que no se activen las alarmas, lo que indicará la correcta hermeticidad del sistema.
  • Realiza cambio de esponja cada 48 a 72 horas y del sistema de drenaje, cuando sea necesario.
  • Registra en el evolutivo las características de la herida y la terapia programada.

 

Configuración de la unidad VAC e inicio de tratamiento:

  • Colocación del contenedor de recogida de exudado en la unidad VAC.
  • Conexión del tubo de vacío al contenedor, asegurándose de que las líneas están abiertas.
  • La unidad VAC deberá estar en una superficie plana, ya que si se inclina más de 45 grados emitirá una señal acústica y se interrumpirá la terapia.
  • Encendido de la unidad y ajuste las configuraciones, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:
    • Presión: 125 – 175 mmHg de acuerdo a la cantidad de exudado y a las características del lecho de la herida. La presión se disminuye en caso de dolor o molestias que no se alivien con analgesia, en pacientes con problemas nutricionales o si existe riesgo de hemorragia.
    • Ciclo: Continuo o intermitente, es decir 5 minutos de succión por 2 minutos sin succión. Se recomienda usar el tratamiento continuo durante las primeras 48 horas en todas las heridas.
    • Intensidad: Es la velocidad con la que se alcanza la presión deseada tras comenzar el tratamiento, cuanto menor sea la intensidad más despacio se alcanzará la presión deseada.
  • Inicio de terapia, comprobando el correcto sellado del sistema y la ausencia de fugas.
  • Registro de características de la herida, apósito utilizado y modalidad de terapia de succión en la historia8.

 

CONCLUSIONES

El sistema de vacío VAC es una práctica basada en la aplicación de vacío o presión negativa sobre algunas heridas complejas para beneficiar en su correcta cicatrización, y así reducir la aparición de otras complicaciones asociadas.

El área de enfermería es el principal responsable de la colocación, manejo, monitorización y finalización de la intervención terapéutica con sistema de vacío VAC en todo tipo de pacientes. Además de las intervenciones y curas necesarias para su correcta realización y evolución, en enfermería debe informarse al paciente antes, durante y al finalizar este tipo de intervención. El paciente debe conocer qué es el sistema VAC, cuáles son sus riesgos y beneficios concretos para con su tipo de herida, cómo se va a proceder durante su colocación y durante el proceso de curación de la herida y cómo será finalizado el proceso. Asimismo, el paciente debe ser informado de cómo él mismo puede cuidar su herida durante el proceso, reduciendo así la aparición de posibles complicaciones.

 

BIBLIOGRAFÍA

1. Brox-Jiménez A, Díaz-Gómez D, Parra-Membrives P, Martínez-Baena D, Márquez-Muñoz M, Lorente-Herce J, et al. Sistema de cierre asistido por vacío en heridas complejas. Estudio retrospectivo. Cirugía Española [Internet]. 2010;87(5):312–7.

2. De Juan Pérez FJ. Terapia VAC® en traumatismo grave de pierna izquierda . Vol. 36, Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana . scielo es ; 2010. p. 247–54.

3. Agarwal P, Kukrele R SD. Vacuum assisted closure (VAC)/negative pressure wound therapy (NPWT) for difficult wounds: A review. J Clin Orthop Trauma. 2019;10(5):845–8.

4. Garrigós X, Guisantes E, Oms L, Mato R, Ruiz D, Prat, J et al. Combinación de distintos dispositivos de Terapia V.A.C.® para el cierre de defectos abdominales complejos. Cir Plást Iberlatinoam. 2014;40(3):243–51.

5. Ferrer AN, Ramis CG. Continuidad de cuidados al alta hospitalaria: terapia VAC. A propósito de un caso. Nurs (Ed española) [Internet]. 2011;29(8):46–51. Available from: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0212538211702886

6. Lozano Carrero, C., & Hernández Domingo ME. Cuidados de enfermería en pacientes sometidos a terapia de presión negativa. VAC, en el proceso de curación de heridas. Boletín AEEV,. 2003;3:8–10.

7. Bello Gil A., López Cameselle B. RMS. Cuidados de enfermería en pacientes con sistema de vacío (VAC). Rev electrónica portales médicos.com. 2021;no 22; 104.

8. Flores MI. Intervenciones de enfermería en el manejo avanzado de heridas a través de terapia asistida por vacío. 2008;16(1):24-27. Rev Mex Enf Cardiol. 2008;16(1):24–7.

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