AUTORES
- María Isabel Manga González. Servicio Aragonés de Salud.
- Ana Martín Abellán. Servicio Aragonés de Salud.
- Alberto Pascual Rupérez. Servicio Aragonés de Salud.
- Carlos García Naranjo. Servicio Aragonés de Salud.
- Silvia Monzón Torralba. Servicio Canario de Salud.
- Fátima Arranz Fernández. Servicio Aragonés de Salud.
RESUMEN
Introducción: los medios de comunicación tienen gran peso en nuestra sociedad, influenciándola con la imagen de una figura inalcanzable y aumentando la insatisfacción corporal, esto se exacerba aún más en los adolescentes, aumentando las cifras año a año de los trastornos mentales como la vigorexia. Es de suma importancia la educación sanitaria, siendo la base para la prevención de estos tipos de trastornos.
Objetivos: conocer el incremento actual de la vigorexia en los adolescentes por ser el grupo social con una imagen corporal más vulnerable.
Metodología: se ha realizado una revisión bibliográfica sobre la afectación aproximada de la vigorexia con el fin de resaltar su trascendencia actual en la sociedad. La dismorfia muscular no tiene asignados Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS), y Medical Subject Headings (MeSH) y por ello se ha realizado la estrategia de búsquedas a partir de palabras claves en páginas web, bases de datos, buscadores, revistas médicas y de psicología.
Conclusiones: la forma más eficaz para la prevención de la vigorexia es a través de la información. Proporcionando los conocimientos mínimos sobre la vigorexia y sus efectos, tanto fisiológicos como mentales, protegemos de manera indirecta ante situaciones de riesgo.
PALABRAS CLAVE
Vigorexia, dismorfia muscular, prevención, imagen corporal.
ABSTRACT
Introduction: the media carry a big weight in our society, influencing it with the image of an unachievable figure and increasing corporal dissatisfaction, even more so in adolescents, raising the numbers of mental disorders such as vigorexia each and every year. Sanitary education is of paramount importance, being the base for the prevention of this kind of disorder.
Objectives: to know the current increase of vigorexia, aimed at adolescents due to their most vulnerable corporal image as a group.
Methodology: a bibliographic review about the estimated affect ratio of vigorexia has been carried out in order to highlight its present transcendence in society. Muscle dysmorphia is not assigned Descriptors in Health Sciences (DeCS), nor Medical Subject Headings (MeSH) and therefore the search strategy has been carried out using keywords in web pages, databases, search engines, and medical journals. and psychology.
Conclusions: the most effective way to prevent vigorexia is through information. This educational program provides the basic knowledge about vigorexia and its effects, both physiological and mental, indirectly protecting them from risky situations.
KEY WORDS
Vigorexia, muscle dysmorphia, prevention, corporal image.
INTRODUCCIÓN
Los adolescentes son el grupo poblacional en el que se observa mayor prevalencia de insatisfacción corporal, afectando a más del 50%1,2. Esto se debe a los cambios en el cuerpo del adolescente, la constante comparación y el deseo de ser aceptado, siendo la imagen corporal uno de los factores más influyentes en su autoestima3. Por todo ello, la predisposición de sufrir trastornos relacionados con esta insatisfacción es muy elevada, pudiendo influir en gran medida los medios de comunicación y la imposición social4,5.
La publicidad y las redes sociales relacionan la felicidad, el éxito y la popularidad con una imagen idealizada del cuerpo humano6, distorsionando así la imagen corporal del adolescente e influyendo en el desarrollo de trastornos de la imagen como la vigorexia7. El físico en la adolescencia puede implicar en ciertos ámbitos la exclusión social, añadiendo preocupación al adolescente sobre su propio esquema corporal8.
El concepto de DM proviene de un concepto más amplio, la DC. Actualmente popularizado como vigorexia en la población9.
La vigorexia o DM se define como la preocupación patológica de la imagen corporal, caracterizada por el aumento desproporcionado de la masa muscular mediante el ejercicio de musculación de forma compulsiva y la insatisfacción constante con el tono y masa muscular del cuerpo5,6,10,11. La DM es más común en el género masculino pero la preocupación por el aspecto físico, la autoimagen y la sobrevaloración del cuerpo afecta por igual en hombres y mujeres9,12. El inicio de esta enfermedad mental se da entre la adolescencia tardía y edad adulta temprana13.
Anteriormente la DM se denominó como “anorexia reversa” por su similitud en ciertos componentes de la anorexia nerviosa9, sin embargo este término se quedó en desuso ya que los individuos que sufren de DM presentan una adicción al ejercicio como característica primaria y en la anorexia nerviosa la característica primaria son comportamientos alimentarios patológicos teniendo como objetivo la disminución de peso corporal14.
En 1997, año en el que ingresó al léxico psiquiátrico15, se propusieron los primeros cuestionarios para el diagnóstico de la DM. En la revisión del DSM-IV de 2009 no figuraba la enfermedad en el manual y no fue clasificada como desorden mental hasta la publicación del DSM-V en 2013 en la que aparece dentro del capítulo de los TOC y otros trastornos relacionados, concretamente del TDC y con nuevos criterios diagnósticos propuestos8,11,16,17,18. Debido a la falta de homogeneidad del uso de herramientas para el diagnóstico y sus criterios propuestos por diversos investigadores y referencias del DSM-V, no se han establecido criterios centrales, periféricos y mínimos obligatorios para el diagnóstico, ni tampoco periodo de tiempo6,7,19.
La característica más recurrente de la DM es la realización de un entrenamiento excesivo (alrededor de 3 horas diarias), siendo muy común el levantamiento de pesas. Algunos recurren a suplementos o esteroides anabólicos para mejorar el rendimiento físico, desarrollar más rápido masa muscular y exceder su volumen natural16, 20. En ciertos casos buscan la perfección a través de tratamientos cosméticos6,14,21. Para conseguir la cantidad de masa muscular deseada realizan una dieta estricta por encima de la CDR en proteínas e hidratos de carbono y pobre en grasas6,8,22.
La desinformación en el uso de esteroides anabolizantes por recomendaciones de amigos o personas no cualificadas conlleva un serio problema público, muchos de ellos consumen productos veterinarios o importados por el ahorro económico de estos12.
La conciencia de los individuos sobre su enfermedad es escasa, asociándose creencias delirantes a un tercio o más de los dismórficos, aumentando las ideas suicidas, relacionando esto con una morbilidad notable y siendo también común la alteración renal como afectación metabólica21,23. La DM se asocia con niveles elevados de ansiedad, depresión y perfeccionismo, entre otros, produciendo aislamiento social del individuo y desestabilizando sus relaciones familiares, sociales y afectando también a su ámbito laboral, debido a la necesidad de seguir su programa de entrenamiento y plan nutricional para llegar a los objetivos marcados10,14,21.
Los datos internacionales sobre la prevalencia de la DM en asistentes a gimnasios son de un 10%, nacionalmente son similares con un 10,1% y en fisicoculturistas de un 20%, considerándoles uno de los colectivos más afectados por esta enfermedad24,25. También se realizó la prevalencia internacional de esta enfermedad sobre pacientes de cirugía estética siendo del 3 al 16%21. Estos datos no son 100% cuantificables ya que se considera una enfermedad infradiagnosticada e infravalorada, de la que aún queda mucho por conocer y estudiar6,7.
La educación sanitaria es la base para la prevención de estos tipos de trastornos6, se debe concienciar a la población sobre un modelo estético saludable, criticando los extremos impuestos socialmente, como el modelo hipermusculado y potenciar la alfabetización de medios (capacidad para utilizar las tecnologías de información y comunicaciones respondiendo con una actitud crítica ante la información obtenida a través de los medios de comunicación) propuesto por la OMS. Informar sobre el desarrollo corporal, una dieta equilibrada y analizar el consumo de esteroides-anabolizantes, ya que no son sustancias inocuas 26,27.
Para una correcta educación se debe formar de manera específica a los profesionales sanitarios en salud mental, fomentando nuevas líneas de investigación6,28.
La identificación de este trastorno por parte de los profesionales sanitarios ayuda a evitar futuros problemas anteriormente expuestos, obteniendo una mejor calidad de vida de estos pacientes1,29.
CONCLUSIONES
Debido al aumento del culto al cuerpo y la presión social mediante los medios de comunicación, idealizando una figura perfecta e inalcanzable, la población se puede ver influenciada, disminuyendo su autoestima e imagen corporal y adoptando costumbres de riesgo. Los adolescentes son el grupo social con la autoestima más vulnerable, por ello se les debe educar en el cuidado del cuerpo, y así, fomentar la salud mental y corporal de los adolescentes.
La mayoría de dismórficos musculares exceden la CDR de ingesta proteica, esto unido a un exceso del consumo de colesterol puede conducir a futuros problemas de salud.
Tras la búsqueda bibliográfica y la experiencia profesional sanitaria actual, se considera la prevención como la mejor estrategia para detener el incremento de casos de vigorexia, proporcionando así a los jóvenes, conocimientos suficientes sobre vigorexia, informándoles sobre sus síntomas y su desarrollo. Refuerza la autocrítica y les ayuda a reflexionar sobre cómo la sociedad acaba aceptando unos cuerpos desnaturalizados.
La prevención más eficaz ante la vigorexia es el conocimiento. Los jóvenes al descubrir las afectaciones mentales y fisiológicas que acarrea son conscientes que se trata de una enfermedad, ya que por desconocimiento socialmente se normaliza e incluso se considera un logro personal.
Las mejoras de futuro en prevención de la vigorexia deben centrarse en aumentar los conocimientos en la población general, pudiendo garantizar así una promoción y prevención de la salud a largo plazo.
También se debería aumentar el seguimiento en consulta de atención primaria a los adolescentes, pudiendo realizar así, una detección precoz de estas enfermedades y promocionar actividades, manejando las actitudes que deben trabajar a lo largo de la vida. El valor de la educación sanitaria es incalculable, por ello se debería potenciar más.
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