La enfermedad de Crohn

14 junio 2023

 

AUTORES

  1. Ana Gracia Lázaro. Pediatría B Hospital Materno Infantil de Zaragoza.
  2. Ana Luño Casabona. Radiología Intervencionista Hospital Clínico Lozano Blesa.
  3. Belén Alba Delgado. Unidad de Digestivo Hospital Universitario Miguel Servet.
  4. Silvia Gallego Matossi. Unidad de Urología Hospital Clínico Lozano Blesa.
  5. Jara Villar Carruesco. Unidad de Cardiología Hospital Universitario Miguel Servet.
  6. Raquel Oter Gimeno. Unidad de Neurología Hospital Clínico Lozano Blesa.

 

RESUMEN

La enfermedad de Crohn (EC) es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica de carácter recurrente y de causa desconocida, aunque está relacionada con la presencia de diferentes factores ambientales, genéticos o inmunológicos. Puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo dañando todas las capas de la pared intestinal (transmural). Se manifiesta en forma de brotes agudos, la clínica se fundamenta en sintomatología digestiva como diarrea o dolor abdominal principalmente, y también puede aparecer sintomatología sistémica. Se trata de una enfermedad incurable por lo que la finalidad del tratamiento estará basada en la prevención, detección y control de síntomas y complicaciones. Engloba tratamiento farmacológico, quirúrgico (de carácter paliativo) y dietoterapia. Un buen estado nutricional es fundamental para mantener la calidad de vida de los pacientes.

PALABRAS CLAVE

Enfermedad de Crohn, nutrición, enfermedad intestinal inflamatoria, cuidados de enfermería, tratamiento.

ABSTRACT

Crohn’s disease (CD) is a chronic inflammatory bowel disease. It HAS a recurring nature and of unknown cause, although it is related to the presence of different environmental, genetic or immunological factors. It can affect any part of the digestive tract, THE DISEASE DAMAGES all layers of the intestinal wall (transmural). It manifests in the form of acute outbreaks, the clinic is based on digestive symptoms such as diarrhea or abdominal pain mainly, and systemic symptoms may also appear. It’s an incurable disease, so the purpose of the treatment will be based on the prevention, detection and control of symptoms and complications. It includes pharmacological and surgical treatment (palliativ) and diet therapy. A good nutritional status is essential to maintain the quality of life of patients.

KEY WORDS

Crohn’s disease, nutrition, inflammatory bowel disease, nursing care, treatment.

DESARROLLO DEL TEMA

La enfermedad de Crohn (EC) es una patología inflamatoria intestinal crónica de causa desconocida cuya etiología está asociada a una respuesta inmunológica alterada. Se produce una inflamación crónica y recidivante de todas las capas de la pared intestinal (transmural) de forma discontinua, pudiendo afectar a cualquier tramo del aparato digestivo, desde la boca hasta el ano. Las zonas más frecuentemente afectadas son la porción distal del intestino delgado (íleon), ciego, colon ascendente y zona perianal1,2,3.

Cursa con brotes de actividad intercalados con periodos de remisión. Se consideran tres aspectos fundamentales en su patogenia: genético, ambiental e inmunológico, relacionándose así con diferentes factores de riesgo, entre los que se incluyen: tabaco, tratamiento con anticonceptivos orales, determinados agentes infecciosos y, además, posee cierto grado de predisposición genética, entre otros2,3.

Generalmente aparece en pacientes jóvenes. De comienzo insidioso y con carácter recurrente, la enfermedad de Crohn se manifiesta en forma de brotes agudos afectando no solo al aparato digestivo, si no también aparecen síntomas extraintestinales (principalmente altera la piel, las articulaciones, los ojos y la vía hepatobiliar). La afectación extraintestinal depende de varios factores, como puede ser un estado de malnutrición o efectos adversos producidos por diferentes fármacos3.

La clínica predominante varía en función de la localización de la enfermedad. Los síntomas más frecuentes son el dolor abdominal y la diarrea crónica, aunque también puede presentarse hemorragia rectal (rectorragia), fiebre, pérdida de apetito con la consiguiente disminución de peso y déficit nutricional secundaria a malabsorción, náuseas y vómitos, entre otros1,3,4. Pueden aparecer fisuras y fístulas intraabdominales, perianales o enterocutáneas y también masas inflamatorias o abscesos5.

El diagnóstico se realiza mediante una clínica sugestiva y por la realización de diferentes exploraciones complementarias: estudios radiológicos del tránsito intestinal (se ven ulceraciones en la mucosa), estudios endoscópicos (colonoscopía) donde se aprecian zonas normales de mucosa entre áreas afectadas) y estudios histológicos obtenidos de la toma de biopsias3,5.

La EC es una enfermedad crónica e incurable. La finalidad del tratamiento es reducir la inflamación intestinal que desencadena los síntomas y signos predominantes, prevenir y tratar de forma precoz las complicaciones, reducir los efectos secundarios y mantener buen estado nutricional, es decir, el objetivo del tratamiento será mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente a largo plazo3,6.

Entre los fármacos utilizados para el tratamiento se encuentran: corticoides para reducir la inflamación, mejorar los síntomas e inducir la remisión, metotrexate, antibióticos (indicados cuando hay sospecha de foco infeccioso y fístulas) e inhibidores del sistema inmunitario. También se emplean fármacos coadyuvantes como antidiarreicos, analgésicos o vitaminas y suplementos. El tratamiento quirúrgico es paliativo y estaría indicado en oclusiones intestinales, en estenosis o fístulas complicadas6.

Para el manejo de la EC es muy importante el estado nutricional ya que debido a las características y complicaciones de la misma existe una alta prevalencia de malnutrición, convirtiéndose así la terapia dietética en un eslabón primordial para el control y tratamiento de la enfermedad. En cuanto a esto en pacientes con EC hay que asegurar un aporte energético de 25-30kcal/día/kg, ingesta proteica de 1,2-1,5 gr/kg de alto valor biológico5. Durante periodos de actividad se recomienda una dieta con bajo contenido de residuos y pobre de fibra insoluble (celulosa) con la finalidad de disminuir el riesgo de obstrucción intestinal o estreñimiento empeorando así el cuadro clínico. Se podrá mantener la fibra soluble (pectinas) ya que no posee efectos negativos. Existen determinados alimentos y bebidas que empeoran los síntomas y signos, están relacionados directamente con la inflamación intestinal, y por tanto, están desaconsejados principalmente durante un brote: té, café, picantes, alimentos que posean gluten o caseína en el caso de los lácteos3,4,5.

La EC no solo afecta físicamente si no que tiene también gran impacto emocional, por este motivo es importante una asistencia sanitaria de calidad que proporcione la información y las claves necesarias para el control y manejo de la enfermedad. El rol de enfermería comenzará desde el momento del diagnóstico (predispone al paciente a desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento) facilitará al paciente y a su entorno familiar/cuidador, la información necesaria sobre la enfermedad, sus cuidados, posibles complicaciones y hábitos de vida saludables que mejoren su calidad de vida, es decir ofrecerá recursos, conocimientos, asesoramiento y apoyo físico y emocional7.

CONCLUSIONES

En pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal es importante llevar a cabo un buen seguimiento nutricional. Los hábitos dietéticos saludables son fundamentales tanto para el control de síntomas como para la prevención de complicaciones. Junto con el tratamiento farmacológico engloban las claves principales para la mejora de la calidad de vida de los pacientes.

La Enfermedad de Crohn supone un antes y un después en la vida de las personas que la sufren, afectando a nivel físico, psíquico y social. El personal de enfermería intervendrá en los diferentes procesos de la enfermedad, ya sea en periodos de nula actividad en los que asesorará para el control y mantenimiento de esta situación y, en situaciones de brotes agudos, proporcionando el acceso a tratamiento, pruebas y otras necesidades.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ballester Ferré MP, Bosca Watts MM, Mínguez Pérez M. Enfermedad de Crohn. Medicina Clínica. 2018:151(1);26-33.
  2. Domènech E, López Sanroman A, Nos P, Vera M, Chaparro M, Esteve M, Gisbert J, Mañosa M. Recomendaciones del grupo español de trabajo en enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa (GETECCU) sobre monitorización, prevención y tratamiento de la recurrencia posquirúrgica en la enfermedad de Crohn. Gastroenterología y Hepatología. 2017; 40 (7): 472-483.
  3. Hano García O, Andrade Gomes S, Villa Jiménez OM, González Fabián L, Wood Rodríguez L. Caracterización de pacientes con enfermedad de Crohn atendidos en el Instituto de Gastroenterología de Cuba. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas. 2014;33(3):253-267.
  4. García San Juan S, Lillo Crespo M, San Juan Quiles A, Richart Martínez M. Hábitos dietéticos y creencias sobre alimentación de las personas con enfermedad de Crohn. Nutr Hosp. 2015;32(6): 2948-2955.
  5. Ifses. Enfermería médico-quirúrgica de digestivo. 13 ed. Madrid: IFSES;2018.
  6. Personal Mayo Clinic. Enfermedad de Crohn. Mayo clinic: (MFMER);2022 [acceso 10 de enero de 2023]. Disponible en:https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/crohns-disease/diagnosis-treatment/drc-20353309
  7. García San Juan S, Lillo Crespo M, Sanjuán Quiles A, Richart Martínez M. Enfermedad de Crohn, cronicidad y rol enfermero: revisión integradora y estado de la cuestión. Enferm.glob. 2014;13(36).

 

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