La farmacorresistencia bacteriana.

1 marzo 2023

AUTORES

  1. Paula Molina Carrero. Enfermera de Hospitalización en Hospital San Pedro, Logroño, La Rioja, España.
  2. Laura Abián Cebrián. Enfermera de Hospitalización en Hospital Ernest Lluch, Calatayud, España.
  3. Raquel Uriel Sánchez. Enfermera en Hospital Santa Bárbara en Soria, España.
  4. Elisa Rubio Hernández. Enfermera en Quirófano en Hospital Ernest Lluch, Calatayud, España.
  5. Silvia Carnicero Alonso. Enfermera en Hospital Santa Bárbara en Soria, España.
  6. Estrella Santamaría Sanz. Enfermera en Atención Primaria en Centro de Salud Orcoyen, Pamplona, España.

 

RESUMEN

Los antibióticos han supuesto un antes y un después en la práctica médica reduciendo significativamente la mortalidad y aumentando la seguridad del paciente en las diferentes pruebas y técnicas médicas. Por otro lado, surge la resistencia bacteriana a los antibióticos como consecuencia de su mal uso indiscriminado por parte de profesionales y resto de población. Esto trae consigo una serie de consecuencias para la salud de las personas, así como un retroceso en el avance de la medicina y tratamientos infecciosos. En la población pediátrica es un problema que pasa desapercibido, pero cabe destacar que son estos fármacos los que más se usan en este grupo de edad poblacional. Finalmente, se quiere detallar qué estrategias o puntos de enfoque se deben adoptar para combatir la farmacorresistencia bacteriana, destacando el control de su uso y dispensación, así como el fomento del desarrollo e investigación para líneas futuras de antibióticos y fármacos nuevos.

 

PALABRAS CLAVE

Antibacterianos, farmacorresistencia bacteriana, niño, impactos en la salud.

 

ABSTRACT

Antibiotics have marked a before and after in medical practice, significantly reducing mortality and increasing patient safety in the different medical tests and techniques. On the other hand, bacterial resistance to antibiotics arises as a consequence of their indiscriminate misuse by professionals and the rest of the population. This brings with it a series of consequences for people’s health, as well as a setback in the advancement of medicine and infectious treatments. In the pediatric population, it is a problem that goes unnoticed, but it should be noted that these drugs are the ones that are most used in this population age group. Finally, we want to detail what strategies or points of focus should be adopted to combat bacterial drug resistance, highlighting the control of its use and dispensing, as well as the promotion of development and research for future lines of antibiotics and new drugs.

 

KEY WORDS

Antibacterial agents, drug resistance bacterial, child, impacts on health.

 

INTRODUCCIÓN

HISTORIA Y VENTAJAS DEL USO DE LOS ANTIBIÓTICOS:

Los antibióticos, fármacos que actúan para combatir las infecciones bacterianas, empezaron a tomar importancia al principio del siglo XX junto con la figura del bacteriólogo Rudolf von Emmerich1.

Será después gracias al científico Alexander Fleming, cuando la medicina y el tratamiento de las infecciones bacterianas se ve marcado con el descubrimiento de la penicilina1.

Gracias a estos productos, se consiguió reducir la mortalidad de las enfermedades infecciosas, lo que implica así mismo mayor protección y seguridad frente a prácticas o procesos invasivos del personal médico2.

Sin embargo, a pesar de los grandes avances que supuso el descubrimiento de estos materiales, originó otra serie de consecuencias para la salud. Debido a su mal uso, la farmacorresistencia por parte de las bacterias también fue aumentando exponencialmente originando, así mismo, problemas para la salud de los pacientes y para la Salud Pública. Esta resistencia a los antibióticos se debe a mutaciones en los genes de dichas bacterias. Si una bacteria desarrolla la nueva cadena genética a base de mutaciones capaz de hacer frente a más de un antibiótico, hablaremos de bacterias multirresistentes1,2.

Por ello, entendemos a la farmacorresistencia adquirida como la “capacidad de la bacteria para sobrevivir en concentraciones de antibióticos que inhiben o matan a otras de la misma especie”. Es un fenómeno evolutivo natural, cuando una población bacteriana se expone a cierto antibiótico, los gérmenes sensibles mueren y los resistentes quedan, propagando esta resistencia a su descendencia. Existen diferentes tipos de mecanismos mediante los cuales las bacterias adquieren la resistencia a los antibióticos: la modificación enzimática del antibiótico (se cambia o destruye la estructura química del fármaco), las bombas de expulsión o de eflujo (estructuras situadas en las membranas bacterianas consiguen expulsar las sustancias químicas de su interior al exterior), alteraciones en las dianas de acción del antibiótico (se modifica la estructura de los sitios de acción del fármaco impidiendo que éste pueda actuar) y cambios en la barrera de permeabilidad (modificaciones en la membrana de la bacteria)1,3.

A partir de ir surgiendo estos problemas, gracias a la investigación, se han ido sintetizando nuevos grupos de antibióticos frente a bacterias; pero, por otro lado, siguen surgiendo nuevas cepas de bacterias resistentes a los mismos1.

Es por ello que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en 2014 sobre la gran amenaza que implica la farmacorresistencia bacteriana, dejando a un lado la visión del problema de forma futura sino de un hecho que vive en la actualidad, en cualquier país del mundo y en cualquier franja de edad poblacional4.

 

JUSTIFICACIÓN

Los antibióticos suponen unas herramientas clave en el tratamiento de enfermedades infecciosas en todos los rangos de edad de la población, es decir, desde los neonatos y recién nacidos hasta la población más anciana.

Gracias a todo esto se garantiza una mayor supervivencia frente a las infecciones, menos ingresos hospitalarios, menos coste sociosanitario, mayores líneas de estrategia frente a patologías múltiples. En definitiva, la existencia de los antibióticos ha supuesto en medicina y en investigación avances significativos en comparación a cuando no era posible trabajar con ellos.

El rol de la enfermería en relación con la antibioterapia es de vital importancia ya que son los profesionales sanitarios encargados de administrar dichos fármacos a sus pacientes en los diferentes puntos de atención sanitaria: atención primaria, servicios de urgencias, plantas de hospitalización, centros sociosanitarios, quirófanos, Unidades de cuidados Intensivos.

Es por ello que se ha elegido el tema de este trabajo, conocer la importancia del uso de los antibióticos; pero también conocer la importancia del buen uso de los mismos para evitar la llamada “farmacorresistencia” que es el tema principal de esta revisión bibliográfica. También dar lugar a la ventaja que ha supuesto y supone la constante investigación sobre el tema y las estrategias que se deben adoptar por parte de los equipos interdisciplinares para conseguir una atención y una línea de antibioterapia correcta.

De manera más general, se debe concienciar y educar sanitariamente a cerca del uso de los antibióticos, también sobre la adecuada adherencia a los mismos, y la educación facultativa a la hora de prescribirlos previamente realizando los estudios necesarios para poder identificar correctamente el microorganismo concreto que está provocando la infección y así poder recetar aquel fármaco que mejor actúa frente al patógeno.

 

OBJETIVOS

Para esta revisión bibliográfica, se plantean los siguientes objetivos.

GENERAL:

  • Analizar la relevancia y utilidad del uso de los antibióticos junto con el problema de la farmacorresistencia bacteriana consecuencia de su uso.

ESPECÍFICOS:

  • Identificar qué bacterias son las más resistentes al uso de los antibióticos.
  • Describir los principales problemas o consecuencias del mal uso de los antibióticos y por tanto de la resistencia a los mismos.
  • Identificar aquellos puntos clave de la farmacorresistencia bacteriana en la población infantil.
  • Determinar qué estrategias o soluciones se deben adoptar para combatir la farmacorresistencia bacteriana.

 

METODOLOGÍA

Esta revisión bibliográfica se ha realizado mediante la búsqueda de artículos y documentos en las bases de datos LILACS y en el metabuscador GOOGLE ACADÉMICO y PUBMED. Todo ello en los meses de septiembre y octubre de 2022. Para realizar las búsquedas se utilizaron los Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS) y los Medical Subject Headings (MeSH), así como el operador booleano “AND”, determinando como palabras clave: antibacterianos (antibacterial agents), farmacorresistencia bacteriana (drug resistance bacterial), niño (child), impactos en la salud (impacts on health).

En la búsqueda, los criterios de inclusión fueron el idioma español, inglés y portugués, y que los documentos tuviesen acceso a texto completo. Con el objetivo de identificar los artículos científicos o documentos más actualizados o recientes en relación con el tema de trabajo, el periodo de búsqueda incluye aquellos publicados en los últimos 10 años.

Según los criterios de inclusión se seleccionaron aquellos artículos y documentos cuyo contenido estaba centrado en la relevancia del uso de los antibióticos y la farmacorresistencia bacteriana a los mismos.

Como criterios de exclusión se desecharon aquellos artículos y documentos que no tuvieran relación con el tema de trabajo y por tanto no responden a los objetivos del mismo, y tampoco cumplieran todos los requisitos anteriormente mencionados.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

PRINCIPALES BACTERIAS FARMACORRESISTENTES:

La resistencia bacteriana a los antibióticos es un problema que lleva existiendo mucho tiempo, en cierta manera y la más importante, por el uso abusivo de los mismos. Se debe en numerosas ocasiones a errores de prescripción, venta de antibióticos sin receta médica, comercialización de productos de deficiente calidad, retrasos o ignorancia en el diagnóstico microbiológico, incumplimiento de la terminación del tratamiento prescrito, las expectativas de los pacientes4-7.

En numerosos estudios aparecen las principales bacterias resistentes a diferentes grupos de antibióticos y la gran tasa de mortalidad que esto supone para los pacientes. En 2017, la OMS publicó la primera lista de “patógenos prioritarios” resistentes a los antibióticos en la que se incluyen las 12 familias de bacterias más peligrosas para la salud humana. Esta lista que se muestra en la Imagen 1 en el apartado Anexos, se elaboró para promover la investigación y desarrollo (I+D) de nuevos antibióticos para combatir este creciente problema que afecta a la salud de la población4,5.

Como se muestra en la Imagen 1 y también relatan otros artículos, se puede decir que las bacterias de mayor peligrosidad en cuanto a farmacorresistencia son: Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus resistente a meticillina, Clostridium difficile, Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae, Escherichia coli resistente a ciprofloxacino y cefalosporinas, Enterobacter sp, Proteus sp, Serratia sp, Neisseria gonorrhoeae resistente a todos los antimicrobianos disponibles para el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, entre otras1,3,4,5,7.

 

PROBLEMAS Y CONSECUENCIAS DE LA FARMACORRESISTENCIA:

Debido al mal uso de los antibióticos, se ha visto aumentada la farmacorresistencia bacteriana en todos los países del mundo y en todos los grupos de edad poblacional. Están apareciendo nuevos mecanismos de resistencia que hacen más difícil aún el tratamiento de las infecciones. Esto conlleva una mayor tasa de mortalidad, un mayor tiempo de hospitalización y una mayor probabilidad de ingresar en Unidades de Cuidados Intensivos debido al fracaso terapéutico que supone2,4.

De manera más general, todas las consecuencias que conlleva la farmacorresistencia suponen un peligro para la sostenibilidad del control de la Salud Pública, así como mayores costes para la sanidad2,4,7.

El problema de que no surjan nuevos tratamientos significa un aumento de las bacterias Gram negativas, las cuales pertenecen a los patógenos del grupo de prioridad crítica para el desarrollo mostrado en la anterior Figura 1. Frente a estos patógenos, según la OMS cada vez existen menos líneas de tratamiento lo que podría conllevar un retroceso en los avances de medicina clínica conseguidos con el descubrimiento de los antibióticos1,6.

 

FARMACORRESISTENCIA EN LA POBLACIÓN PEDIÁTRICA:

Los antibióticos son los medicamentos más utilizados en la población infantil. Su uso indiscriminado se debe a que el diagnóstico de infección en este grupo poblacional es muy difícil por lo que se acaba usando la antibioterapia de manera empírica según la epidemiología local. La clínica de las infecciones se puede confundir con otras enfermedades de presentación muy similar como por ejemplo las causadas por agentes víricos. Esto conlleva a lo anteriormente explicado, a un uso indiscriminado de antibióticos8,9.

En diferentes situaciones clínicas de los prematuros extremos, el uso de la antibioterapia favorece el crecimiento de otras bacterias gramnegativas lo que aumenta el riesgo de otras complicaciones. Por otro lado, también se ha demostrado una correlación positiva entre el uso de antibióticos y la aparición de infecciones por hongos8.

La exposición innecesaria o errónea de los recién nacidos a los antibióticos puede afectar a un empobrecimiento de la microbiota intestinal y también a un subdesarrollo del sistema inmune adaptativo ocurriendo cambios metabólicos permanentes con pérdida de biodiversidad causando una predisposición del niño a contraer más enfermedades infecciosas8,9.

Para intentar combatir o hacer frente a este problema, se ha propuesto un algoritmo que puede ayudar a la toma de decisión en el manejo de la antibioterapia en los niños como se muestra en la Imagen 2 en el apartado Anexos10.

Por otro lado, también se le da importancia a la creación de guías de actuación o programas educativos para el personal clínico, la formación de los pediatras sobre las reglas fundamentales en las que se basan las prescripciones de cada fármaco, así como la educación a los padres sobre la adherencia al tratamiento9.

 

SOLUCIONES O ESTRATEGIAS FRENTE A LA FARMACORRESISTENCIA:

La farmacorresistencia supone un problema para la Salud Pública y es por ello por lo que se deben adoptar estrategias enfocadas a reducir su gran magnitud2.

Existen numerosos estudios en los que se promueve la creación de planes de acción o estrategias nacionales, así como la vigilancia y seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos2,6,11.

Por otra parte, existe falta de concienciación; la OMS declaró una alerta mundial y publicó en 2001 una estrategia contra la farmacorresistencia la cual no ha dado lugar a un plan de acción mundial aceptado del todo. En esta estrategia se destacaba la prevención de la resistencia bacteriana en todos los sistemas de salud y práctica clínica, la reducción del consumo de antimicrobianos en todos los sectores, la importancia de la higiene y la prevención y control de las infecciones, el reconocimiento de que la ampliación de una atención sanitaria de calidad a través de la cobertura sanitaria universal y la concienciación sin factores favorecedores y la innovación técnica y de los servicios en todos los aspectos de un plan de acción mundial1,2,3,7,12.

Es urgente que todos los países se comprometan con un plan de acción nacional, así como la importancia de dar a conocer la magnitud del problema para concienciar a la población y trabajadores sanitarios. También se necesitan mecanismos de control en cuanto a la forma de acceso a los fármacos, su uso, prescripción y fomentando aquellos de mayor calidad. Se han emitido resoluciones para regular y prohibir aquellos antibióticos sin prescripción médica y protocolos de dosis de los fármacos y medicamentos a usar en cada caso. Todo esto se puede resumir en: “usar cuando sea necesario, usar para los agentes adecuados y para el huésped adecuado, reformulación de dosis, vía y tiempos adecuados, escalonamiento terapéutico usando el agente espectro más específico cuando sea posible, usar el producto menos tóxico, usar el producto con menor inducción de resistencia, y usar el producto con menor coste” 2,3,4,6,7.

Por otro lado, cabe destacar la prevención de la enfermedad, es decir, cuantas menos infecciones, menor necesidad de uso de antibioterapia y por tanto menor probabilidad de propagación de la resistencia. Se necesitan planes de inversión destinados a la investigación y desarrollo de nuevos fármacos más eficaces, elementos diagnósticos más rápidos y fiables, así como nuevas herramientas terapéuticas1,2,6,12.

Finalmente, para englobar las medidas de actuación frente a la farmacorresistencia bacteriana, se muestra en la Imagen 3 del apartado Anexos, los tres niveles de actuación (individual, profesional, público) junto con las acciones que se deben adoptar en cada uno de ellos4.

 

CONCLUSIONES

Los antibióticos han supuesto una mejora en la práctica médica, han reducido la mortalidad frente a las enfermedades infecciosas y han otorgado una mayor seguridad y calidad asistencial en todas las prácticas clínicas.

La farmacorresistencia bacteriana constituye uno de los principales problemas derivados del mal uso de la antibioterapia.

Los antibióticos son los fármacos más usados en la población infantil y es por ello por lo que se deben utilizar de manera correcta para prevenir complicaciones de salud derivadas de su uso sistematizado e indiscriminado en muchos casos.

Para frenar la resistencia bacteriana a los antibióticos se necesita controlar su uso y dispensación de los mismos, su prescripción para cada cepa concreta realizando las pruebas diagnósticas pertinentes; también hay que concienciar tanto a profesionales de la salud como a la población sobre cómo debe cumplirse el tratamiento, así como dar visibilidad, y otorgar mayores recursos y focalizar la práctica hacia el desarrollo y la investigación hacia nuevas líneas de antibióticos nuevos.

 

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