La obesidad infantil

19 julio 2023

 

AUTORES

  1. María José Jordan de Urries Mur. Diplomada en Enfermería. Enfermera en Centro Salud Aínsa, Huesca, España.
  2. Raquel Valdovinos Escabosa. Graduada en Enfermería. Enfermera en Centro Salud Jaca. Huesca, España.
  3. Gloria Lera Abadía. Graduada en Enfermería. Enfermera en Centro Salud Sariñena. Huesca, España.
  4. Sandra Ezquerra Azor. Graduada en Enfermería. Enfermera en Centro Salud Sariñena. Huesca, España.
  5. Miriam Gutiérrez Pardo. Graduada en Enfermería. Enfermera en Servicio Hemodiálisis Hospital Universitario San Jorge. Huesca, España.
  6. Carla Reblet Saba. Graduada en Enfermería. Enfermera en Centro Salud Lafortunada. Huesca, España.

 

RESUMEN

La obesidad infantil es un problema cuya prevalencia ha aumentado considerablemente en las últimas décadas en nuestra sociedad.

España ocupa el tercer puesto en prevalencia en Europa según el informe COSI.

No solo afecta a problemas físicos, sino que también repercute en la salud mental.

Existen diversos métodos diagnósticos, todos complementarios entre sí.

Según los estudios, ya que la mayoría de los casos son por causas reversibles, las medidas más importantes para combatir la obesidad infantil son establecer una buena alimentación y promover la actividad física desde edades tempranas.

PALABRAS CLAVE

Obesidad infantil, alimentación, actividad física.

ABSTRACT

Childhood obesity is a problem whose prevalence has increased considerably in recent decades in our society.

Spain ranks third in prevalence in Europe according to the COSI report.

It not only affects physical problems but also affects mental health.

There are various diagnostic methods, all complementary to each other.

According to studies, since most cases are due to reversible causes, the most important measures to combat childhood obesity are to establish a good diet and promote physical activity from an early age.

KEY WORDS

Childhood obesity, nutrition, physical activity.

INTRODUCCIÓN

La obesidad infantil se define como una acumulación excesiva o anormal de grasa corporal1.

La elevada prevalencia que los últimos años ha presentado esta enfermedad a nivel mundial hace necesaria la creación de estrategias para combatirla2.

Un ejemplo es la creación del informe COSI (Childhood Obesity Surveillance Initiative) que ha creado la OMS a nivel europeo.

En ella se recogen datos de 33 países europeos relacionados con la obesidad infantil.

El abordaje de la obesidad infantil es complicado debido a que presenta una etiología multifactorial, además de causas endógenas del propio individuo, la sociedad actual no fomenta hábitos de vida saludables que ayuden a reducir esta enfermedad. El avance de las tecnologías o medios de transporte fomentan una vida mucho más sedentaria que la de unas décadas atrás3,4.

OBJETIVO

Describir la obesidad infantil, su situación actual y la asociación con los estilos de vida saludables.

METODOLOGÍA

Mediante una revisión bibliográfica de artículos científicos en diferentes bases de datos (Scielo, Pubmed, Science Direct) Páginas web oficiales como la de la OMS, Ministerio de Consumo; con un rango de búsqueda del 2015 a la actualidad.

RESULTADOS

Se estima que, en todo el mundo, unos 170 millones de niños (menores de 18 años) tienen sobrepeso, y en algunos países, el número de niños con sobrepeso se ha triplicado desde 19801.

El informe COSI,creado por la OMS, recoge y analiza datos antropométricos de niños de 6 a 9 años de 33 países de Europa (intra y extracomunitarios). Disponiendo ya de una cohorte de más de 1,3 millones de criaturas4.

Según este estudio:

La prevalencia actual de sobrepeso/obesidad infantil alcanza ya el 29% (31% en niños y 28% en niñas).

Los países con las prevalencias más altas son los mediterráneos, entre los que se encuentra España.

Aunque en la mayoría de los países el exceso de peso es más frecuente en niños que en niñas, en España ocurre al revés y el exceso de peso es ligeramente más frecuente en las niñas4.

Los datos de 2019, último estudio realizado en España, estudio Aladino, estudio en el que se basa la OMS para obtener los datos de España, en el cual indican que un 23,3 % de los escolares tienen sobrepeso y un 17,3 % tienen obesidad.

Esto significa que un 40,6 % de la población infantil tiene exceso ponderal.

En las niñas es más prevalente el sobrepeso (24,7 % frente a 21,9 %) mientras que el porcentaje de niños con obesidad (19,4 %) es significativamente mayor que el de las niñas (15,0 %)3.

Comparando con otros países que participan en la estrategia COSI, España es el segundo país con cifras más elevadas de prevalencia del exceso ponderal y el sexto en cuanto a prevalencia de la obesidad.

Estas cifras ponen de relieve la importancia de este problema en nuestro país3.

La obesidad es definida por un aumento de los depósitos de grasa corporal, reflejado en un aumento de peso, que puede perjudicar la salud de manera grave5.

Se trata de una enfermedad crónica frecuente donde se produce una alteración metabólica a consecuencia de un balance energético positivo.

Se describe, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). como “IMC igual o superior a 30kg/m2; dividiendo la masa corporal entre el cuadrado de la altura en metros”. En el caso de la infancia es más complejo, no existe un único valor para todos los rangos de edad y sexo, ya que al estar en constante crecimiento su composición corporal va cambiando1-5,6.
En los niños se toman datos estandarizados de los percentiles tanto de peso como de talla por lo que:

  • IMC entre los percentiles 85 y 94: sobrepeso.
  • IMC en el percentil 95 o superior: obesidad.
  • IMC en el percentil 99 o superior: obesidad grave.

 

Además de estos datos se tiene en cuenta la circunferencia abdominal, el pliegue cutáneo o el índice cintura-muslo para realizar un buen diagnóstico. Cuantos más métodos se complementan más concreto será el diagnóstico2-7.

La obesidad tiene una etiología compleja y multifactorial lo que provoca una mayor dificultad su abordaje:
-Factores genéticos: Como la edad, el sexo, la mayoría de los estudios dan más propensidad a padecer obesidad al sexo femenino y a la raza negra.

-Factores culturales y de comportamiento: Suelen ser los más comunes y los que pueden ser modificables. Se ha estudiado que en familias con un nivel socioeconómico inferior, padecen con más frecuencia sobrepeso/obesidad1-6.

La obesidad infantil tiene grandes consecuencias a nivel físico como puede ser la aparición temprana de enfermedades que cursan más a menudo en los adultos mayores como puede ser diabetes, hipertensión arterial, dislipemia, todas ellas son conocidas por el nombre de síndrome metabólico.

También pueden poner en marcha mecanismos inflamatorios que pueden cursar con la aparición de hígado graso no alcohólico o la aterosclerosis.

El haber sido un niño obeso parece estar relacionado con un aumento de la mortalidad en la edad adulta, conlleva un riesgo hasta 3,5 veces mayor de mortalidad por causa cardiovascular y 2 veces mayor de muerte súbita en adultos2.

A nivel psicológico también afecta de manera considerable.

Los niños obesos, de norma general, registran una percepción negativa de su cuerpo, baja autoestima y confianza propia e incluso pueden llegar a perder el interés por participar en actividades deportivas. Todo esto puede provocar discriminación, exclusión social, ansiedad o depresión, y pueden desarrollar enfermedades mentales que repercutan en su salud física como puede ser la anorexia o bulimia, siendo más común llegando a la pubertad y en el sexo femenino2.

Respecto al tratamiento de la obesidad infantil, cerca del 90% de los casos de sobrepeso y obesidad infantil son por causas evitables, por lo que es muy importante la implantación de medidas de prevención, adoptando hábitos de vida saludables que le acompañen al individuo a lo largo de su vida.

Las medidas preventivas higiénico-dietéticas que mejores resultados demuestran son:

-Alimentación:
Priorizar el agua y limitación de consumo de bebidas azucaradas.

Realizar 5 comidas al día.

Limitar alimentos hipercalóricos y procesados en todo el ámbito familiar. Es muy importante que el nucleo familiar apoye en el proceso8.

-Actividad física:

Realizar al menos 60 minutos de actividad física de intensidad moderada o alta al día, adaptándola a la edad y condición del individuo, priorizando que la mayoría sea aeróbica.

Reducir el tiempo de sedentarismo (ordenador, televisión). Según la OMS se recomienda menos de 1 hora en niños de 2- 4 años y en los de 5-17 años no sobrepasar las 2 horas.

Debemos intentar que las actividades que realice despierten interés en el niño para que no las abandone y sean continuadas en el tiempo.

Se ha demostrado que fomentar la necesidad de que realicen actividad física hace que lo mantengan como costumbre a lo largo de su vida.

-Prevención de conductas adictivas y hábitos tóxicos (alcohol, tabaco).

-Fomentar un descanso suficiente y de calidad.

Tomando estas medidas no solo corrigen las complicaciones secundarias que el exceso de peso puede provocar, sino que, además, mejora la capacidad pulmonar, fuerza muscular y condición física2-8,9,10.

Para ello es muy importante la colaboración no solo del personal sanitario y familiares, sino también de centros educativos y organismos gubernamentales, que impulsen campañas fomentando un estilo de vida saludable.

En cuanto al tratamiento, el farmacológico, ha aumentado el número de medicamentos para tratar la obesidad, pero la experiencia en niños es muy escasa.

Pocos de los tratamientos que hay están aprobados por la EMA (Agencia Europea de Medicamentos), únicamente se puede contemplar su uso a partir de los 12 años en casos de obesidades graves o con comorbilidades y que no respondan a medidas higiénico-dietéticas tras una exhaustiva valoración por parte del médico6.

Para el tratamiento quirúrgico, el método de elección es la cirugía bariátrica.

Tiene que cumplirse una serie de requisitos para poder ser sometido a la intervención como:

-Resistencias a medidas higiénico-dietéticas.

-IMC>40 sin comorbilidades o IMC 35-40 con comorbilidades.

-Tener 13 años niñas, 15 años niños.

-Haber alcanzado madurez psicológica valorada adecuadamente por profesionales2-5,6.

 

CONCLUSIÓN

Después de la revisión bibliográfica podemos determinar que la obesidad infantil es uno de los problemas sanitarios más graves debido al gran aumento de la prevalencia y las consecuencias que conlleva incluso a lo largo del tiempo.
Entre el 77 y 92% de niños y adolescentes obesos lo siguen siendo en la edad adulta.

El mejor tratamiento es la prevención, ya que la mayoría de los casos son por hábitos higiénico-dietéticos.

Hay que fomentar hábitos de vida saludables, tanto en alimentación, actividad física como un buen descanso.

La crisis actual que vivimos ha disparado los precios de producto fresco, lo que traerá consecuencias que empeoren los hábitos sobre todo en las familias más vulnerables.

Para ello no solo es necesario el control desde atención primaria y la familia sino también es necesario que se organicen campañas que promuevan los beneficios de mantener en el tiempo una vida saludable tanto desde los colegios como organizaciones gubernamentales.

BIBLIOGRAFÍA

  1. World Health Organization. Comisión para acabar con la obesidad infantil. WHO: Datos y cifras para acabar con la obesidad infantil. 2021. Disponible en: https://www.who.int/end-childhood-obesity/facts/es/
  2. Alix Laría & Cortés Campos, 2017; Güemes-Hidalgo & Muñoz-Calvo, 2015; Organización Mundial de la Salud, 2018; Suárez Carmona et al., 2017.
  3. Marta García Solano, Saavedra MÁDR, González EG, López AG, Villalba CV, Boyo MJY, et al. Estudio sobre la Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España 2019.
  4. Agencia Española Seguridad Alimentaria y Nutrición Ministerio de Consumo. 2020; Disponible en: https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/docs/documentos/nutricion/obse rvatorio/Informe_Aladino_2019.pdf
  5. Martínez Gonzales, L. Tratamiento de la Obesidad Infantil y sus Complicaciones mediante la Implementación de un Programa de Ejercicio Físico en el Marco del Estudio 5-10[Tesis doctoral] Universidad de Murcia. 2017.
  6. 6-Díaz Martín JJ. Obesidad infantil: ¿prevención o tratamiento? An Pediatr (Barc). 2017;86(4):173–5. Disponible en: https://analesdepediatria.org/es-obesidad-infantil-prevencion-o-tratamiento-articulo-S1695403316303411
  7. 7-Talavera, L. F., Mendez Estrada, R. O., Contreras Paniagua, A. D., Jiménez Pavón, D., Caire Juvera, G., & Ortega Vélez, M. I. (2023). Eficiencia de indicadores antropométricos en el diagnóstico de obesidad abdominal infantil.RESPYN Revista Salud Pública Y Nutrición,22(1), 1–10. Disponible en: https://doi.org/10.29105/respyn22.1-710
  8. 8-Ortega RM, Jiménez Ortega AI, Martínez García RM, Aguilar-Aguilar E, Lozano Estevan MDC. Childhood obesity as a health priority. Guidelines for improving weight control. Nutr Hosp 2022;39(Spec3):35–8. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112022000700009
  9. 9-Foundation G, Gómez DSF, Lorenzo L, Ribes C, Homs C. Gasol Foundation. Gasol Foudation 2019; Disponible en: https://www.gasolfoundation.org/wpcontent/uploads/2020/08/Estudio-PASOS-2019.pdf
  10. 10-Castro JMJ. Evaluación de hábitos de alimentación y actividad física en niños escolares como método de prevención de obesidad infantil. Universidad de Córdoba (ESP); 2022.

 

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