Lactancia materna en pacientes pediátricos en tratamiento con arnés o yeso por diagnóstico de displasia de cadera. A propósito de un caso clínico.

13 diciembre 2022

AUTORES

  1. Gema Monton Blasco. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza. España.
  2. Isabel Parada Avendaño. Médico. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

 

RESUMEN

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna como primera opción al menos durante los primeros 6 meses de vida porque contiene todos los nutrientes esenciales y la energía que los recién nacidos necesitan para su crecimiento y desarrollo, además de sus ventajas en la salud de la madre. En la actualidad, algunos países europeos continúan con tasas bajas en el porcentaje de inicio de la lactancia materna en condiciones normales. Las patologías de los miembros inferiores, como la displasia de cadera, que implican situaciones difíciles para los padres, pueden llevar a una mala adherencia para continuar la lactancia materna. Debido a la falta de publicaciones sobre este tema, nuestro objetivo es abrir el debate sobre si el tratamiento de la displasia de cadera influye en la adherencia a la lactancia materna durante los primeros meses de vida del bebé. Presentamos la experiencia de una madre en relación con la lactancia cuya hija ha sido tratada por displasia de cadera mediante tres tipos de tratamiento ortopédico: arnés de Frejka, arnés rígido y yeso pelvipédico o espica.

 

PALABRAS CLAVE

Lactancia materna, displasia del desarrollo de la cadera.

 

ABSTRACT

The World Health Organization (WHO) recommends breastfeeding as the first option at least during the first 6 months because it contains all the essential nutrients and energy that the newborns need for their growth and development, apart from their advantages in mother’s health. Nowadays, some European countries continue with low rates in the percentage of breastfeeding initiation under normal conditions. Lower limb pathologies such as hip dysplasia that involve difficult situations for parents can lead to poor adherence to continued breastfeeding. Due to the lack of publications regarding this topic our objective is open the debate on whether the treatment of hip dysplasia influences the adherence to breastfeeding during the first months of baby’s life. We present the experience of a mother in relation to lactation whose daughter has been treated for hip dysplasia using three types of orthopedic treatment: Frejka’s harness, rigid harness, and pelvic or spica cast.

 

KEYS WORDS

Breastfeeding, developmental dysplasia of the hip.

 

INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna como primera opción al menos durante los primeros 6 meses porque contiene todos los nutrientes esenciales y la energía que los recién nacidos necesitan para su crecimiento y desarrollo, además de sus comprobados beneficios como protección inmunológica1, mejoras en el desarrollo cognitivo y una reducción de la diabetes y la obesidad2. Las ventajas para la madre también son notables como el aumento de los niveles de oxitocina que reducen la depresión y el sangrado uterino en el posparto. También puede proteger a las madres contra la diabetes mellitus tipo 2, el cáncer de mama y de ovario3.

El porcentaje de iniciación a la lactancia materna en Europa depende de factores como el alto nivel educativo, la actitud de la madre y el conocimiento del proceso. En base a esto, existen porcentajes más altos del 80% en países como Finlandia, Noruega y Holanda mientras que en otros encontramos alrededor del 50% o menos4,5, por lo que el período de embarazo juega un papel importante para transmitir a la madre y promover los conocimientos necesarios para llevar a cabo la lactancia.

Actualmente el tratamiento de la displasia de cadera se suele comenzar de forma precoz gracias al screening de exploración clínica sistemática que se tiene en todos los centros del estado español, incluso ayudados con un screening neonatal ecográfico. El tratamiento en menores de 6 meses se basa en la colocación de un arnés. En la literatura hay descritos 5 tipos de arnés: Pavlik harness, Von Rosen splint, Tubingen brace, Frejka pillow, and Aberdeen splint6. Todos ellos permiten la abducción de las caderas para mantener la continencia de la cabeza femoral dentro del acetábulo durante el desarrollo. En casos más severos o con evolución tórpida se indica un arnés rígido o si hay necesidad de intervención quirúrgica que mantiene también la posición en abducción de las caderas. La tendencia en nuestro país es el uso del arnés de Pavlik, un sistema de correas que debe colocar las piernas en “posición de rana” con flexión de caderas y rodillas de tal manera que las caderas puedan movilizarse dentro de un rango de movimiento restringido seguro evitando complicaciones como la necrosis avascular de la cabeza durante el tratamiento. El uso de cualquier arnés debe ser de forma continua durante el día los primeros meses. En los modelos de arnés que cubren la zona del pañal se deberá usar aproximadamente 23 horas al día permitiendo su retirada en los momentos de cambio de pañal y aseo, sin embargo, al arnés de Pavlik posee la zona del pañal libre y es factible usarlo las 24 horas y realizar el aseo sin necesidad de su retirada explicándole a los padres los métodos más adecuados para manipular lo menos posible el arnés. Debido al uso de los mismos durante todo el día, la posición de las piernas, la adaptación del bebé al arnés y la adaptación de los padres a esta nueva situación pueden ser factores que compliquen la lactancia materna

Desde hace muchos años se sabe que la separación de la madre y el bebé después del parto afecta al éxito de la lactancia materna. Elander G.7 publicó en 1986 un estudio en relación al impacto que tendría sobre la lactancia materna el hecho de que el bebé tuviera una displasia de cadera con tratamiento ortopédico y si ésto podría causar un problema similar en el comienzo de la lactancia sin existir una separación madre hijo/a. Para ello comparó el establecimiento de la lactancia materna en aquellos casos con bebés diagnosticados de displasia de cadera en tratamiento ortésico con arnés de Von Rosen con un grupo randomizado de bebés nacidos sin complicaciones describiendo como resultados un menor número de madres de bebés nacidos con displasia de cadera en tratamiento con arnés que se adhirieron a la lactancia materna en comparación con madres de bebés sin alteraciones, aunque también indican que los problema durante el parto pudieron influir en esta decisión. El autor realizó también una encuesta a los padres con bebés que sufrían esta patología y es interesante destacar que uno de los principales problemas que encontraron era el manejo práctico del bebe y la información insuficiente que recibían.

En cuanto al manejo práctico del bebé a la hora de la lactancia materna, en principio cuando el bebé está en sus primeros meses y con un arnés no rígido es algo más fácil de encontrar la posición, sin embargo, puede haber mayores problemas con arneses rígidos, yesos o con bebés más grandes. Se suelen aconsejar diferentes posturas que la madre deberá de ir probando y adaptándose a la que le parezca más cómoda. Entre ellas se encuentra la posición de sentar al bebé en las rodillas (“posición a caballo”), mirando hacia el pecho y sosteniéndolo por detrás, la “posición de cuna u horquilla” cruzando las piernas o usando una almohada donde el bebé estará acostado de lado. Debemos asegurarnos de que no se clava el arnés o yeso por ningún lado. Otra posición descrita es la “posición de tumbado” con el bebé acostado boca arriba y la madre tumbada de lado girada de tal manera que le ofrezca el pecho al bebé. Sin embargo, una de las posiciones más usadas en pacientes con esta patología es la “posición de balón de rugby” junto con el uso de almohadas tipo “boomerang” o de “lactancia gemelar” que se colocan alrededor de la cintura de la madre mientras está sentada y permiten un mejor acople madre-hijo.

 

OBJETIVO

A raíz de un caso se abre el debate de si influye el diagnóstico de displasia de cadera en la adhesión a la lactancia materna durante los primeros meses de vida del bebé.

 

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Paciente recién nacida a término con antecedentes de agenesia renal izquierda sin otras alteraciones a destacar durante el embarazo y parto. Antecedentes maternos de displasia de cadera bilateral. En la exploración clínica de caderas al nacer se aprecia un Ortolani positivo bilateral siendo diagnosticada de displasia de cadera bilateral. Se realiza tratamiento ortopédico con férula de Schein desde el primer día. La cadera derecha evoluciona correctamente hasta una cobertura correcta de la cabeza femoral sin inestabilidad, sin embargo, la cadera izquierda no respondió bien al tratamiento ortopédico durante los primeros meses con lo cual se planifica intervención quirúrgica para reducción abierta por via medial donde se consigue una congruencia articular con control de escopia y se coloca un yeso pelvipédico en primera posición durante 8 semanas. Posteriormente se le realizó cambio de yeso a segunda posición en quirófano manteniéndolo otras 8 semanas. Todo ello coincidiendo con el periodo de los primeros meses de la pandemia realizándose PCR prequirúrgica, según protocolo establecido en esa fecha, con resultado negativo.

Cuando se retiró el yeso pelvipédico la paciente tenía 6 meses, los controles radiográficos indican una cadera centrada, pero con una displasia acetabular residual colocándose una ortesis rígida tipo cuna-splint durante 23 horas al día, sin embargo, a los 6 meses la evolución de la cadera fue tórpida visualizándose en las pruebas complementarias una nueva descentralización de la cabeza con luxación anterior de la misma. Se propone nueva reducción abierta con acetabuloplastia y osteotomía femoral de centraje y nueva colocación de yeso pelvipédico durante 6 semanas con posterior retirada del mismo. Teniendo en este momento 16 meses se indica movilización progresiva de la cadera para realizar gateo e iniciar sedestación y bipedestación progresiva espontánea.

Ante esta situación nueva para los padres, se le realizó a la madre un cuestionario. La primera pregunta fue en relación a sus pensamientos sobre la lactancia materna al conocer el diagnóstico y tratamiento de su hija mediante el arnés. Su respuesta fue que, aunque la subida láctea fue, en su caso, tardía y tuvo que comenzar con lactancia mixta en el hospital, continuó con la lactancia materna en casa y no se plantearon rechazar esta opción, aunque al comienzo les resultó complicado.

A las siguientes preguntas se le planteó lo siguiente: ¿Tuviste que buscar información a través de internet o asociaciones para asesorarte sobre la lactancia (materna o artificial) durante el tratamiento con arnés o fue suficiente la información recibida a través de tu centro hospitalario? ¿Qué problemas encontraste a la hora de amamantar al bebeé? ¿Toleraba las posiciones que usabas para ello? Su respuesta fue que durante el proceso de lactancia tuvieron que ir adaptándose a la situación y usó la postura de “balón de rugby” que en casa le resultó satisfactoria pero que en los momentos que se encontraba fuera de casa tenía siempre que sentarse por la posición, siendo esta más incómoda, pero no le fue necesario buscar información extra para el asesoramiento. El bebé se adaptó bien a la lactancia y a las posiciones adoptadas y eso ayudó mucho en el proceso.

En cuanto al colecho con el bebé quisimos preguntarle si lo realizó y si la adaptación fue correcta con este tipo de tratamientos. Para ella no hubo problema, no encontró impedimento en realizar el colecho aún con la posición de las piernas en abducción debido al tratamiento y pudieron adaptarse a ello.

En cuanto a los periodos de tratamiento con yeso pelvipédico quisimos saber su opinión en relación con la lactancia materna. Nos respondió que en comparación con el arnés es más complicado de gestionar, las posturas de lactancia se hacen más forzadas e incómodas e incluso el yeso se le clavaba siendo difícil estar totalmente confortables.

Por último, le invitamos a aportar consejos que les daría a otros padres que estuvieran en la misma situación. Nos refiere que los primeros momentos cuando te dan la información del problema siempre es un “shock” complicado de gestionar y tienes la sensación de encontrarte solo. Hubiera sido de gran ayuda tener la experiencia de otros padres porque el día a día con el yeso en cuanto a la lactancia, los momentos del baño, los desplazamientos o simplemente dar un paseo en el carrito se convierte en un reto, desplazamientos en coche no hemos realizado excepto para las visitas al hospital y quizá, aunque el bebé nos enseña a adaptarnos junto con ella a esta situación, la información recibida debería ser más amplia en todos los aspectos porque una mala gestión de la situación puede conllevar estrés y dificultades para continuar el periodo de lactancia que ya es exigente de por sí para las madres.

 

DISCUSIÓN-CONCLUSIÓN

Desde el estudio de Elander G en 1986 no se ha vuelto a publicar nada específico al respecto y consideramos importante que, aunque gran parte de las madres se adapten a la dificultad de la situación como mejor pueden y lo consigan, otras pueden encontrarse pérdidas y sea un posible motivo de coger la alternativa de la lactancia artificial en detrimento de la materna. Incluso si han tenido alguna complicación durante el parto pueden sumarse a los motivos de esta elección.

A día de hoy la información de asociaciones de padres y webs en internet sobre la experiencia de otros padres son una de las fuentes de información de las familias, por ello sería recomendable estudios con nivel científico que pueden objetivar la frecuencia de este problema y si son necesarias más herramientas en la prevención hospitalaria.

De momento desde el ámbito hospitalario, es razonable que se deba hacer un esfuerzo mayor en estos padres desde los servicios de enfermería clínica, matronas y traumatología de manera multidisciplinaria para la correcta adaptación a su nueva situación desde las primeras semanas.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. 1.Hosea Blewett, H.J., Cicalo, M.C., Holland, C.D., Field, C.J., 2008. The immunological components of human milk. Adv. Food. Nutr. Res. 54, 45–80. doi:10.1016/S1043-4526(07)00002-2.
  2. Rosenbauer, J., Herzig, P., Giani, G., 2008. Early infant feeding and risk of type 1 diabetes mellitus – a nationwide population-based case-control study in pre-school children. Diabetes-Metab Res. 24 (3), 211–222. doi:10.1002/dmrr.791.
  3. Del Ciampo, L.A., Del Ciampo, I.R.L., 2018. Breastfeeding and the Benefits of Lactation for Women’s Health. Rev Bras Ginecol Obs 40 (6), 354–359. doi:10.1055/s-0038-1657766.
  4. Sarki, M., Parlesak, A., Robertson, A., 2019. Comparison of national cross-sectional breast- feeding surveys by maternal education in Europe (2006-2016). Public Health Nutr. 22 (5), 848–861. doi:10.1017/S1368980018002999.
  5. Dungy, C.I., McInnes, R.J., Tappin, D.M., Wallis, A.B., Oprescu, F., 2008. Infant feeding attitudes and knowledge among socioeconomically disadvantaged women in Glasgow. Matern. Child Health J. 12 (3), 313–322. doi:10.1007/s10995-007-0253-9.
  6. Ashoor M, Abdulla N, Elgabaly EA, Aldlyami E, Alshryda S. Evidence based treatment for developmental dysplasia of the hip in children under 6 months of age. Systematic review and exploratory analysis. Surgeon. 2021 Apr;19(2):77-86. doi: 10.1016/j.surge.2020.02.006.
  7. Elander G. Breast feeding of infants diagnosed as having congenital hip joint dislocation and treated in the von Rosen splint. Midwifery. 1986 Sep;2(3):147-51.

 

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