Nº de DOI:10.34896/RSI.2023.50.39.001
AUTORES
- Antonio Rodríguez Vílchez. Licenciado en Derecho, Universidad de Almería
- Gemma Jiménez Guerra. Médico Dispositivo de Apoyo, Sistema Andaluz de Salud.
RESUMEN
En las personas mayores las situaciones de maltrato pueden tener solución desde el abordaje correcto mediante intervenciones psicosociales y sanitarias, resultando beneficioso y necesario activar planes y protocolos en relación a esta problemática. Es necesario destacar la dificultad existente para la detección de los casos de maltrato en ancianos, a menudo silenciados por ellos mismos, siendo por ello los servicios de urgencias, especialmente en los centros de salud, los lugares más idóneos para su detección cuando acuden por padecer lesiones sugestivas de agresión. El profesional sanitario debe realizar una cuidadosa evaluación que incluya el análisis de la situación de la persona mayor, así como del cuidador, y la relación entre el contexto de ambos, para finalmente poder orientar y asesorar adecuadamente para realizar un cuidado eficaz.
En relación con los familiares, puede ser útil la terapia familiar. En relación con el cuidador, para manejar la ira, el estrés, la depresión o la ansiedad, como métodos de autocuidado, se pueden establecer estrategias de manejo de situaciones difíciles mediante psicoeducación.
Para recalcar la importancia se ejemplifican algunos modelos de intervención existentes en Córdoba y Madrid, pues las instituciones ya se encuentran dando respuesta a la problemática del maltrato a ancianos.
En las personas mayores las situaciones de maltrato pueden tener solución mediante intervenciones psicosociales y sanitarias. Para ello, es necesario realizar, desde el inicio de la sospecha, un análisis minucioso que considere la intervención tanto psicosocial como sanitaria de todo el entorno y sus interrelaciones, considerando sus características propias de problema silenciado y difícil percepción inicial.
PALABRAS CLAVE
Maltrato a ancianos, autonomía, psicosocial, urgencias.
ABSTRACT
In the old people, situations of abuse can be solved from the correct approach through psychosocial and health interventions, being beneficial and necessary to activate plans and protocols in relation to this problem. It is necessary to highlight the existing difficulty in detecting cases of abuse in the old people, often silenced by themselves, and for this reason the emergency services, especially in healthcare centers, are the most suitable places for detection when they come to suffer lesions suggestive of aggression. The healthcare professional must carry out a careful evaluation that includes the analysis of the situation of the old person, as well as the caregiver, and the relationship between the context of both, in order to finally be able to guide and advise adequately to carry out effective care.
In relation to relatives, family therapy can be useful. In relation to the caregiver, to manage anger, stress, depression or anxiety, as self-care methods, strategies for managing difficult situations can be established through psychoeducation.
To emphasize the importance, some existing intervention models in Córdoba and Madrid are exemplified, since the institutions are already responding to the problem of old people abuse.
In the old people, situations of abuse can be solved through psychosocial and health interventions. For this, it is necessary to carry out, from the beginning of the suspicion, a detailed analysis that considers the psychosocial and health intervention of the entire environment and their interrelationships, considering its own characteristics of a silenced problem and difficult initial perception.
KEY WORDS
Old people abuse, autonomy, psychosocial, emergencies.
DESARROLLO DEL TEMA
En las personas mayores las situaciones de maltrato pueden tener solución desde el abordaje correcto mediante intervenciones psicosociales y sanitarias. Es por ello que algunas ciudades y municipios de España han considerado beneficioso y necesario activar planes y protocolos en relación a esta problemática.
LA IMPORTANCIA DE LA INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL Y SANITARIA:
En contraposición con lo que sucede con la población en otros rangos de edad, en los casos de personas mayores, las situaciones de maltrato y negligencia pueden encontrar en gran parte solución mediante las intervenciones psicosociales y sanitarias.
No obstante, se debe señalar la dificultad que existe en detectar los casos de maltrato en esta población, muchas veces silenciados por ellos mismos, siendo el servicio de urgencias, especialmente en los centros de salud, el lugar idóneo para su detección, una vez que han acudido por traumatismo u otras lesiones sugestivas de agresión, y es que, el número de maltratos detectados en los servicios de urgencias se consideran “la punta del iceberg” del problema social que tiene un alcance real desconocido1.
Es por ello que, teniendo en cuenta que las personas mayores no suelen denunciar, el silencio se debe considerar cómplice de los malos tratos, de forma que existe un círculo de silencio, ignorancia de la situación y vulnerabilidad. Es fundamental contar con la implicación y el testimonio de los testigos y cuidadores en el proceso de detección siempre que sea posible, ya que estas personas también comparten sentimientos de inseguridad en el contexto de la víctima.
En cuanto al momento de comenzar a sospechar, como signos fundamentales se pueden señalar algunos más frecuentes como: la demora en solicitar asistencia social o médica desde el hecho concreto, que se acompañe a la persona mayor a la consulta por persona distinta al cuidador habitual, las narraciones o relatos contradictorios, así como resistencia o falta de comunicación de la víctima con el profesional2.
De ahí que la necesidad de la realización de una buena intervención psicosocial y sanitaria pueda ser fundamental para encontrar solución a esta problemática, una vez conocida desde el primer momento y por mínima que sea la situación de maltrato.
MODALIDADES DE INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL Y SANITARIA:
Por todo lo desarrollado anteriormente, es conveniente que el profesional realice una evaluación pormenorizada en la que se analice la situación de la persona mayor, del cuidador o cuidadora, y de la situación o contexto en la que ambos se incluyen. A partir de dicho estudio o análisis, algunas opciones de intervención que se pueden desarrollar serán las siguientes:
- En relación con las familias, para evitar situaciones de negligencia y abuso, se puede orientar y asesorar a la misma para realizar un cuidado eficaz.
- También con relación a las familias, puede ser útil la terapia familiar, en el caso de ser necesario.
- En relación con el cuidador, para manejar la ira, el estrés, la depresión o ansiedad, en definitiva, para cuidar de sí mismo, así como para cuidar de la persona mayor, aprendiendo estrategias de manejo de situaciones difíciles, a través de programas psicoeducativos.
- También con relación al cuidador, en el caso de tener algún problema psicológico o psiquiátrico, como podría ser depresión o ansiedad, se podría valorar la derivación a servicios de salud mental o programas de rehabilitación si se tratase de abuso de sustancias.
- En relación con la relación cuidador y persona mayor, para fomentar los servicios de respiro, hacer uso de los centros de día, de forma que la persona mayor permanece en dichos lugares, con el beneficio de poder entablar relación con otras personas, así como hacer uso de servicios de ayuda a domicilio. De esta forma, el cuidador también dispone de tiempo para la realización de otras actividades.
- Con relación a todos, es decir, persona mayor, cuidador, familia, en casos extremos, por ejemplo, en el que la persona mayor se encuentre en situación de peligro inminente, sería necesaria la intervención judicial3.
Como base en toda intervención habrá que tener en cuenta que se debe establecer una estrategia que tenga como finalidad la prevención y evitación de los malos tratos, a la vez que se preserven los derechos e intereses de la persona mayor y sus relaciones personales.
Asimismo, cada caso deberá ser analizado individualmente, de forma que se determine los deseos de la persona mayor y el grado de intervención necesario, fomentando la empatía, buscando las medidas menos restrictivas posibles, y manteniendo siempre la confidencialidad4.
En cuanto a los lugares donde tiene lugar dicha intervención psicosocial y sanitaria, además de la ofrecida en los centros hospitalarios, podrá tener lugar también a través de los servicios residenciales. Se debe tener en cuenta que se reconoce el apoyo familiar como el principal proveedor de atención y cuidados a personas mayores, quedando reservados los servicios residenciales para las personas mayores con problemas graves de dependencia física o psicosocial. Así, en dichos centros residenciales la intervención psicosocial comprenderá la atención psicológica, asistencia social, intervención con familias y animación sociocultural. También existen grupos de acción solidaria y voluntariado que colaboran con las Administraciones para dar solución a esta problemática, siendo la conocida Red de Asociaciones y Grupos de Ayuda Mutua, donde se disponen de profesionales especializados en asesoramiento, intervención psicosocial y orientación jurídica. Asimismo, también se debe reseñar los recursos ofrecidos por las Direcciones Generales de la Mujer, donde existen Unidades Psicosociales en las que se prestan servicios asistenciales a las mujeres que puedan haber sido víctimas de maltrato5.
EXPERIENCIAS EN INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL Y SANITARIA:
A continuación, a modo de ejemplo, se mencionan modelos de intervención existentes en algunas ciudades y municipios españoles, como sucede en Córdoba o Madrid, de forma que queda comprobado que las instituciones están respondiendo ante la problemática del maltrato.
LA INTERVENCIÓN EN CÓRDOBA:
Desde la Diputación de Córdoba, en 2009 se realizó una guía de intervención para la promoción de la autonomía y prevención de las dependencias desde el envejecimiento activo, fijando los protocolos de actuación y guías de intervención psicológica en Servicios Sociales Comunitarios. De esta forma, destacables son las guías prácticas con recomendaciones dirigidas a profesionales sobre la conducta, problemas y temáticas dirigidas a la intervención, como los tratamientos o aplicaciones específicas. Asimismo, las guías de tratamiento precisamente focalizará su atención en el paciente o usuario del servicio, fijándose unas líneas de actuación para el desarrollo de tales guías6. De esta forma, con preparación de los profesionales será más fácil y accesible poder llegar más allá de sólo la “punta del iceberg” del problema y situaciones conocidas, y una vez descubiertas las situaciones de maltrato, conocer la forma más eficaz para intervenir.
LA INTERVENCIÓN EN MADRID:
En la ciudad de Madrid, en 2018 se fijó un protocolo de intervención en el ámbito domiciliario en atención a personas mayores vulnerables que sufren maltrato, estableciéndose unas guías de actuación, desde la detección hasta la intervención, analizando la tipología de maltrato, los factores de riesgo, y calificando la intervención dependiendo de la gravedad, estableciendo un plan de seguridad7. En cuanto a la aplicabilidad de los protocolos, es positiva, y así se recoge en algunos estudios, donde tras intervenciones con la víctima y los responsables de las incidencias, se reducen la frecuencia, intensidad y duración de las conductas generadoras del problema8.
CONCLUSIONES
En el rango de edad de personas mayores, las situaciones de maltrato pueden tener solución mediante intervenciones psicosociales y sanitarias.
Es necesario realizar, desde el primer momento de sospecha de maltrato, un análisis pormenorizado que contenga una buena intervención psicosocial y sanitaria, teniendo en cuenta que se trata de un problema silenciado y de difícil percepción inicial.
Las distintas modalidades de intervención psicosocial y sanitaria deben realizarse desde una evaluación exhaustiva, analizando los distintos aspectos y situaciones: la persona mayor, la persona cuidadora y/o familia, la situación o contexto en la que ambos se incluyen; debiendo ser de aplicación una u otra modalidad dependiendo de los distintos aspectos y gravedad.
Distintas ciudades y municipios de España están respondiendo ante esta problemática de maltrato, realizando protocolos y guías de actuación específicos para estas situaciones, lo que verifica que se trata de un problema real y al que debe darse solución.
BIBLIOGRAFÍA
- Ayuntamiento De Madrid: Atención a personas mayores vulnerables que sufren maltrato: Intervención en el ámbito domiciliario, 2018.
- Chulian Horrillo, A. et al.: “Intervención psicológica en un caso de maltrato al mayor en Madrid capital”, Revista Clínica Contemporánea, núm. 8, 2017.
- Ferro Veiga, J. M.: El maltrato al anciano. Consideraciones legislativas y criminológicas, Ed. Formación Alcalá, 2011.
- Instituto Provincial De Bienestar Social: Guía de intervención para la promoción de la autonomía y prevención de las dependencias desde el envejecimiento activo, Diputación de Córdoba, 2009.
- MOYA BERNAL, A. et al. (coord.): Malos tratos a personas mayores: Guía de actuación, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 2005.
- Tabueña Lafarga, C. M.: “Los malos tratos y vejez: un enfoque psicosocial”, Intervención Psicosocial, vol. 15, núm. 3, 2006.