Manejo de la diabetes en pacientes pediátricos

4 agosto 2023

AUTORES

  1. Beatriz Fenero Allué, Enfermera Correturnos HRV, Zaragoza.
  2. Pilar Marzo Moles, Enfermera unidad quirúrgica HUMS.
  3. Maria Marzo Moles, Enfermera unidad quirúrgica HUMS.
  4. Leticia Añaños Blazquez, Matrona/Enfermera C.A.P Valdespartera.
  5. Sandra Valero Barrios, Enfermera urgencias HRV.
  6. Lourdes Lasaosa Pes, Enfermera en UCI, HRV, Zaragoza.

 

RESUMEN

La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) es la enfermedad endocrinológica crónica más frecuente en la infancia, de incidencia muy baja durante los primeros meses de vida y con un pico máximo coincidente con el desarrollo puberal (10-15 años es el grupo etario de mayor incidencia al momento del debut). La infancia y la adolescencia son un período de desarrollo constante asociado con problemas psicosociales y, en estos pacientes, se agrava con la aparición frecuente de síntomas de ansiedad-depresión, dificultades en la construcción de su identidad, declinación en el autocuidado y deterioro del control metabólico. Así, el 36% de los niños y adolescentes con DM1 presentarán alguna dificultad psicológica durante el primer año de enfermedad.

PALABRAS CLAVE

Diabetes, pediatría, cuidados enfermería, diabetes pediátrica.

ABSTRACT

Type 1 diabetes mellitus (DM1) is the most frequent chronic endocrinological disease in childhood, with a very low incidence during the first months of life and with a maximum peak coinciding with pubertal development (10-15 years is the age group with the highest incidence at the time of debut). Childhood and adolescence are a period of constant development associated with psychosocial problems and, in these patients, it is aggravated by the frequent appearance of anxiety-depression symptoms, difficulties in building their identity, decline in self-care, and deterioration of control. metabolic. Thus, 36% of children and adolescents with DM1 will present some psychological difficulty during the first year of illness.

KEY WORDS

Diabetes, pediatrics, nursing care, pediatric diabetes.

INTRODUCCIÓN

La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) es la enfermedad endocrinológica crónica más frecuente en la infancia, de incidencia muy baja durante los primeros meses de vida y con un pico máximo coincidente con el desarrollo puberal (10-15 años es el grupo etario de mayor incidencia al momento del debut). La infancia y la adolescencia son un período de desarrollo constante asociado con problemas psicosociales y, en estos pacientes, se agrava con la aparición frecuente de síntomas de ansiedad-depresión, dificultades en la construcción de su identidad, declinación en el autocuidado y deterioro del control metabólico. Así, el 36% de los niños y adolescentes con DM1 presentarán alguna dificultad psicológica durante el primer año de enfermedad1. La American Academy of Pediatrics ha señalado que un tratamiento puramente médico de la enfermedad resulta insuficiente, siendo necesaria, además, la mejora del bienestar del niño o de su calidad de vida relacionada con la salud, la potenciación de sus capacidades adaptativas y de su desarrollo y transición hacia una adultez sana y productiva.

Se estima que, aproximadamente, 96.000 niños menores de 15 años desarrollan DM1 anualmente en el mundo. Los avances en el tratamiento de la DM1 han llevado a disminuir el riesgo de complicaciones, retrasar el momento de aparición de las mismas y enlentecer su evolución, aumentando de forma global la calidad de vida de los pacientes.

Por su condición de enfermedad crónica, la DM1 precisa de un proceso de educación y unos cuidados continuos que eviten o reduzcan el riesgo de padecer complicaciones a largo plazo, suponiendo considerables transformaciones en el estilo de vida de los niños/adolescentes con DM1. Estos pacientes y sus familias deben adecuarse a los requisitos del tratamiento, tratando de mantener un equilibrio que les permita a su vez satisfacer las exigencias propias de la etapa evolutiva en la que se hallan. Todo ello puede dar lugar a situaciones de tensión que contribuyen a disminuir el nivel de calidad de vida percibida y el bienestar psicológico, tanto en ellos como en sus familias2.

Los primeros síntomas que aparecerán y que pueden hacer sospechar de un debut diabético en niños son:

  • Poliuria con nicturia, en niños que ya controlaban el esfínter vesical pueden perderlo, sobre todo por la noche.
  • Polidipsia Cambios en el apetito (niños pequeños a veces poco apetito y en general, aumento de apetito)
  • Pérdida de peso
  • Cansancio3.

 

Puede haber un comienzo atípico, en estos casos el diagnóstico suele ser más tardío y con más frecuencia en cetoacidosis diabética (CAD). Esto ocurre con más frecuencia en los niños más pequeños.

La DM1 tiene los 10-15 años como grupo etario de mayor incidencia al debut, importante época evolutiva del desarrollo emocional y la formación de autonomía e individuación3. El diagnóstico de DM1 constituye un evento estresante para estos jóvenes y sus familias, pudiendo dar lugar a la aparición de problemas psicológicos como:

  • La depresión es el trastorno psicológico más común, el 14% de estos jóvenes estarán ligeramente deprimidos y el 8,6% moderada/severamente deprimidos. Parece que el número de síntomas depresivos es mayor en los primeros años después del diagnóstico, menor entre los 4-9 posteriores al diagnóstico, y aumentaría después de los 10.
  • La sintomatología depresiva (ánimo deprimido, disminución del interés, pérdida de energía o dificultad para concentrarse), sin necesariamente cumplir criterios de gravedad propios del trastorno depresivo mayor, afecta negativamente a las tareas de autocuidado, influyendo en la reducción de controles glucémicos o del ejercicio físico, agravando la enfermedad al aumentar posibles complicaciones futuras.
  • La sintomatología ansiosa es también frecuente19, del 42% de niños diabéticos que desarrollan algún episodio de trastorno psiquiátrico, el 20% padecen algún trastorno de ansiedad. La elevada ansiedad es uno de los principales predictores de baja calidad de vida en estos pacientes4,5.

 

Los criterios diagnósticos para poder establecer un correcto diagnóstico de la enfermedad (DM1) están basados en la medida de glucosa en plasma sanguíneo en el laboratorio.

1. Determinación de glucemia al azar:

  • Glucemia ≥ 200 mg/dl (11,1 mmol/l) con o sin presencia de síntomas de diabetes: poliuria + polidipsia + nicturia/enuresis + pérdida de peso + astenia.

 

En las formas más graves pueden llegar a cetoacidosis y hasta el coma. Si existen cuerpos cetónicos significativos en el momento del diagnóstico el tratamiento es urgente para evitar el desarrollo de CAD.

2. Si no existen síntomas:

  • Glucemia en ayunas (mínimo 8 h) ≥ 126 mg/dl (7,0 mmol/l) o glucemia 2 h. de una sobrecarga oral de glucosa (SOG) ≥ 200 mg/dl (11,1 mmol/l) en dos ocasiones.

 

3. HbA1c ≥6,5% si es inferior no excluye el diagnóstico.

En pediatría no está clara la utilización de la HbA1c como un criterio aislado para el diagnóstico de diabetes.

La hiperglucemia detectada en contexto de enfermedad aguda, traumatismo u otras situaciones de estrés, puede ser transitoria y no debe ser clasificada como diabetes6.

Diferentes estudios resaltan la importancia de considerar, en la atención al niño con diabetes mellitus, sus experiencias con los amigos, en todos los escenarios significativos de su vida cotidiana, tales como la escuela, el domicilio de los compañeros y los locales de ocio, las interacciones del niño con diabetes mellitus y sus amigos que influencian el manejo de la enfermedad, demuestran que tanto actitudes positivas como negativas de los amigos delante del niño con DM1, influyen en su autocuidado. Las actitudes negativas van más relacionadas al plano alimentar y a los prejuicios, mientras que las actitudes positivas van encaminadas al apoyo y compresión de la situación. En el ámbito de los cuidados de enfermería, es necesaria la recolección de informaciones sobre cómo suceden estas interacciones, auxiliando en la identificación de elementos que fragilizan o que fortalecen el manejo de la diabetes mellitus, contribuyendo para una asistencia de enfermería calificada e individualizada7.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1.  Mora Gómez-Calcerrada E, Beléndez Vázquez M, Ballester Herrera MJ, Giralt Muiña P, et al. Evaluación de la calidad de vida en niños y adolescentes con diabetes tipo 1. Av Diabetol 2005;21(2):151-60.
  2. Martínez Chamorro MJ, Lastra Martínez I, Luzuriaga Tomás C. Características psicosociales de los niños y adolescentes con diabetes mellitus tipo 1. An Pediatr 2001;55(5):406-41.
  3. Hoey H. Capacitar a niños con diabetes y a sus padres. Diabetes Voice 2004;49:25-7. Disponible en: http://www.idf.org/sites/default/files/attachments/article_269_es.pdf.
  4. J.S. Gonzalez, L. Fisher, W.H. Polonsky. Depression in diabetes: Have we been missing something important?.Diabetes Care, 34 (2011), pp. 236-239http://dx.doi.org/10.2337/dc10-1970
  5. J.M. Lawrence, D.A. Standiford, B. Loots, G.J. Klingensmith, D.E. Williams, A. Ruggiero, et al.Prevalence and correlates of depressed mood among youth with diabetes: The search for diabetes in youth study. Pediatrics, 117 (2006), pp. 1348-1358 http://dx.doi.org/10.1542/peds.2005-1398
  6. Conde Barreiro S, Rodríguez Rigual M, Bueno Lozano G, López Siguero JP, González Pelegrín B, Rodrigo Val MP, et al. Epidemiología de la diabetes mellitus tipo 1 en menores de 15 años en España. An Pediatr. 2014 Sep; 81(3): 139-202. doi: 10.1016/j. anpedi.2013.12.010
  7. Damião EBC, Pinto CMM. “Sendo transformado pela doença”: A vivência do adolescente com diabetes. Rev. Latino-Am. Enfermagem. 2007;15(4):568-74.

 

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