AUTORES
- M. Ángeles Magadan Marcos. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
- María Puyal Alegret. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
- Eva Fuertes Lahoz. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
- M. Aránzazu Fernández Marco. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
- Julia Reyes Ripoll Córdoba. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
- Laura Roy Guerrero. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
RESUMEN
El uso de la incubadora y los cuidados de enfermería son imprescindibles para garantizar la supervivencia y buen desarrollo del niño prematuro. Las incubadoras regulan el entorno manteniendo en todo momento los niveles de temperatura, humedad y oxígeno adecuados y adaptados a las necesidades de cada prematuro, por ello la monitorización es una parte indispensable para poder tener total control del niño. El entorno, la piel, la higiene y el papel que ejercen los padres, son otros de los cuidados muy importantes para el niño prematuro.
PALABRAS CLAVE
Enfermedades del prematuro, enfermería neonatal, método madre canguro, cuidado intensivo neonatal.
ABSTRACT
The use of the incubator and nursing care are essential to guarantee the survival and good development of the premature child. The incubators regulate the environment, maintaining at all times the appropriate temperature, humidity and oxygen levels adapted to the needs of each premature baby, which is why monitoring is an essential part of being able to have complete control of the child. The environment, the skin, hygiene and the role played by parents are other very important care for the premature child.
KEY WORDS
Prematurity diseases, neonatal nursing, kangaroo mother method, neonatal intensive care.
DESARROLLO DEL TEMA
Los cuidados neonatales en la incubadora son imprescindibles para poder garantizar la supervivencia y el desarrollo óptimo de los bebés prematuros. Los niños nacidos antes de las 37 semanas de gestación pueden presentar una serie de problemas debido a su inmadurez, y por ello la incubadora desempeña un papel irreemplazable en su atención y cuidados. En este trabajo se desarrollarán los diferentes puntos primordiales de los cuidados en la incubadora, desde el control de la temperatura y la humedad, la monitorización continua, el manejo de la posición, el sueño o el papel de los padres.
Puntos primordiales de los cuidados en la incubadora:
- Temperatura:
Los niños prematuros debido a su inmadurez tienen problemas para poder regular su temperatura corporal, por lo que conservar una temperatura óptima y controlada en la incubadora es fundamental para evitar la hipotermia, lo que podría desencadenar consecuencias nefastas para el prematuro. La temperatura adecuada dependerá de las semanas de gestación (SDG), pero podrá oscilar entre 32º y 36º, a menor SDG mayor temperatura, y a mayor SDG menor temperatura, teniendo en cuenta que se irá disminuyendo a medida que pasen las semanas 1. La temperatura de la incubadora se medirá con un sensor que estará cerca del niño sin que nada obstaculice la medición. También existen unos sensores adhesivos a la piel del bebe cuyos valores son más exactos2.
- Humedad:
Dentro de la incubadora, la humedad tiene un papel fundamental en el desarrollo del niño prematuro. Estos niños tienen una piel extremadamente delgada, por lo que la pérdida de humedad es constante. El porcentaje de humedad puede variar entre 100% en niños de 26 a 28 SDG a 40% con 35 SDG o 30% en bebés a término. Está en estrecha relación con la temperatura, pues a mayor humedad, menor temperatura, por lo que tendrá que estar también estrictamente controlada y adaptada en todo momento a las necesidades del niño, teniendo en cuenta, por ejemplo, la edad gestacional y situación respiratoria. Igualmente, que con la temperatura a medida que el niño se va desarrollando necesitará menos humedad3.
- Oxigenación:
Muchos niños prematuros tienen dificultades respiratorias y pueden necesitar oxígeno adicional o ventilación mecánica. La incubadora tiene que tener fácil acceso al niño para garantizar una administración de oxigenación adecuada. Depende de su madurez pulmonar o de sus circunstancias, podrá estar con una concentración al 21% (que es la concentración ambiental) o si lo necesita, aumentar la concentración teniendo en cuenta que hay que proteger los ojos del niño tapándose para evitar retinopatías.
- Monitorización:
Los niños prematuros tienen que estar en Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales debido a sus necesidades de cuidados y de vigilancia constante. Los equipos de monitorización están conectados a unos monitores a través de los cuales se controla en todo momento entre otros: Frecuencia Cardíaca, Frecuencia Respiratoria, Saturación de Oxígeno y Temperatura corporal, por lo que si hay algún problema, la actuación es inmediata. Las incubadoras también tienen unos dispositivos para poder regular y controlar la humedad relativa del aire4.
- Alimentación:
Los niños prematuros no pueden alimentarse por sí mismos, ya sea por sus circunstancias o por su inmadurez, no tienen reflejos de succión y deglución idóneos. Su alimentación puede ser Nutrición Enteral por medio de Sondas Oro o Nasogástricas, o Nutrición Parenteral por medio intravenoso. La alimentación será la adecuada a las necesidades del niño: leche materna, leche de fórmula o nutrición parenteral. Para garantizar que recibe la alimentación apropiada y controlar su tolerancia, las incubadoras tienen que tener un fácil acceso al niño evitando siempre la pérdida de calor y contaminación de su alimento5.
- Cuidado de la piel:
La piel de los niños prematuros es excepcionalmente delgada y sensible, por lo que se tendrá especial cuidado en la prevención de la piel seca y el ombligo, si todavía no se le ha caído el cordón umbilical, luego la humedad será un factor importante para su cuidado. Otro aspecto que hay que tener en cuenta, es la prevención de las posibles lesiones por fricción o por presión como consecuencia de algún tipo de sonda, cable, etc o de la continua posición en la incubadora6.
- Entorno:
Los niños prematuros son especialmente sensibles a cualquier estímulo, ya sea luz, sonido e incluso tacto. Para evitar posibles problemas, su entorno será lo más silencioso posible, se manipulará al niño sólo lo estrictamente necesario y la luz será mínima. Para ello se pondrá una cubierta sobre la incubadora que aislará al niño de los estímulos exteriores7.
- Higiene:
Debido a la fragilidad de estos niños hay que prevenir las enfermedades nosocomiales, para ello la higiene es un factor fundamental. El lavado de manos se hace imprescindible antes de la manipulación del niño o cualquier equipo dentro de la incubadora y se necesitará el uso de bata y guantes. Otro aspecto no menos importante es la limpieza y desinfección de la incubadora que se tendrá que hacer de forma periódica8.
- Colocación:
La posición idónea para el niño prematuro es fundamental para evitar posibles complicaciones tales como el síndrome de la cabeza plana, la displasia broncopulmonar… Otro aspecto que hay que tener en cuenta son los cuidados dirigidos para evitar la formación de las úlceras por presión debido a la falta de movilidad e inmadurez, para lo cual la enfermera realizará cambios posturales frecuentemente. Se podrá ayudar para conservar la posición de toallas o de almohadas específicas para tal fin para evitar también deformidades musculoesqueléticas. Estos cuidados también van enfocados para favorecer el descanso de estos niños que es tan necesario9.
- Interacción con los padres:
Es muy importante que los padres se impliquen en los cuidados del niño prematuro tan pronto como sea posible. El método canguro consiste en el contacto de la piel del niño con la piel tanto de la madre como del padre. Es un cuidado que ayuda en el óptimo desarrollo del niño y que aporta innumerables beneficios como por ejemplo el refuerzo del vínculo entre los padres y el niño, mejora de la temperatura, frecuencia respiratoria y cardíaca10.
- Educación de los padres:
La enfermera tiene un papel muy importante en este aspecto pues será la encargada de dar unas pautas y unas guías a los padres para que tengan una colaboración positiva y aprendan a relacionarse con su hijo, también les proporcionará apoyo emocional para poder reducir la ansiedad y mejorar el vínculo con el niño11.
CONCLUSIÓN
El cuidado de bebés prematuros en incubadoras es esencial para su salud y desarrollo. Requiere atención meticulosa. Las incubadoras brindan un ambiente controlado que mantiene la temperatura y humedad adecuadas imprescindibles para estos niños tan pequeños. Tanto la humedad, monitorización, alimentación, higiene, entorno y posición son fundamentales para su óptimo desarrollo. Además, hay que tener en cuenta que hay que motivar e implicar a los padres en el cuidado del niño, proporcionándoles información para el bienestar de estos bebés tan vulnerables. También es importante recordar que cada bebé prematuro es único, por lo que los cuidados cambiarán según la situación clínica de cada uno. Además, estos cuidados deben ser proporcionados por personal de salud capacitado.
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