Papel de la enfermera comunitaria en la atención al paciente con fibromialgia.

23 noviembre 2021

AUTORES

  1. Irene Fernández Badía. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Especialista en Atención Familiar y Comunitaria.
  2. Inés Moreno Arjol. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Enfermera en Centro de Salud Torre Ramona de Zaragoza.
  3. María Emilia Vargas Escuer. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Enfermera en Centro de Salud La Almozara de Zaragoza.
  4. Álvaro Fernández Álvarez. Graduado en Enfermería por la Universidad de Valladolid. Enfermero en Centro de Salud Fuentes Norte de Zaragoza.
  5. Guillermo Embid Sáez. Graduado en Enfermería por la Universidad San Jorge. Enfermero en Centro de Salud Fuentes Norte de Zaragoza.
  6. Raquel Cantín Barrera. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Enfermera en Centro de Salud Fuentes Norte de Zaragoza.

 

RESUMEN

Introducción: La fibromialgia (FM) es un trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético crónico generalizado que se asocia a otros síntomas somáticos y alteraciones cognitivas, y que afecta significativamente a la calidad de vida de los pacientes que la padecen.

Objetivos: Los principales objetivos son conocer como la fibromialgia repercute en la calidad de vida del paciente, describir el papel de enfermería en la atención al paciente con Fibromialgia en las consultas de Atención Primaria y enumerar y detallar las medidas no farmacológicas que benefician y mejoran la calidad de vida del paciente con fibromialgia.

Metodología: Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica sobre la fibromialgia y su abordaje en las consultas de Atención Primaria por parte del personal de enfermería en diferentes bases de datos.

Resultados: La FM afecta a varias esferas de la vida del paciente (física, psíquica, social, laboral…) disminuyendo su calidad de vida. El abordaje de esta enfermedad en las consultas de Atención Primaria tiene que ser integral y multidisciplinar, en el que el principal papel de enfermería es la Educación para la Salud, junto con otras medidas no farmacológicas.

Conclusiones: Los escasos resultados obtenidos con los tratamientos farmacológicos, y la alta demanda asistencial de estos enfermos, hacen necesaria la integración de otras alternativas terapéuticas, en las que la enfermera comunitaria debe tomar relevancia, con el objetivo último de aumentar la calidad de vida de estos pacientes.

 

PALABRAS CLAVE

Fibromialgia, enfermería, atención primaria, enfermedad reumatológica, calidad de vida.

 

ABSTRACT

Introduction: Fibromyalgia (FM) is a disorder characterized by chronic widespread musculoskeletal pain that is associated with other somatic symptoms and cognitive disturbances, and significantly affects the quality of life of patients who suffer from it.

Objectives: The main objectives are to know how fibromyalgia has an impact on the patient’s quality of life, to describe the role of nursing in the care of the patient with Fibromyalgia in Primary Care consultations and to list and detail the non-pharmacological measures that benefit and improve the quality of life of the patient with fibromyalgia.

Methodology: A bibliographic review on fibromyalgia and its approach in Primary Care consultations by nursing staff has been carried out in different databases.

Results: FM affects several spheres of the patient’s life (physical, psychological, social, occupational…) reducing their quality of life. The approach to this disease in Primary Care consultations has to be comprehensive and multidisciplinary, in which the main role of nursing is Health Education, together with other non-pharmacological measures.

Conclusions: The poor results obtained with pharmacological treatments, and the high demand for care of these patients, make necessary the integration of other therapeutic alternatives, in which the community nurse should take relevance, with the ultimate goal of increasing the quality of life of these patients.

 

KEY WORDS

Fibromyalgia, nursing, primary care, rheumatologic disease, quality of life.

 

INTRODUCCIÓN

La fibromialgia (FM), término que proviene del latín fibro (tejido fibroso) y del griego mio (músculo) y algia (dolor), es un trastorno caracterizado por dolor musculoesquelético crónico generalizado que se asocia a otros síntomas somáticos y alteraciones cognitivas, y que afecta significativamente a la calidad de vida de los pacientes que la padecen1,2,3.

Es una enfermedad controvertida, pues, la exploración física es normal y no hay alteraciones radiológicas ni de laboratorio típicas de la misma. De hecho, su organicidad ha sido cuestionada y ha sido considerada una enfermedad psicosomática o psicógena. Sin embargo, hoy se sabe que existen alteraciones en el procesamiento del dolor a nivel del Sistema Nervioso Central (SNC), formando parte de lo que se conoce como “Síndromes de Sensibilización Central”, el cual se considera un estado en el que el sistema nervioso central amplifica los estímulos recibidos4,5.

La hipótesis más plausible es la que sugiere que en un individuo genéticamente predispuesto, diversos factores estresantes inducen una disfunción a nivel del SNC que ocasiona aumento en la percepción del dolor e hipersensibilidad a numerosos estímulos4.

La elevada prevalencia de la fibromialgia y su clínica polipatológica supone un importante problema de salud pública en España6.

Se han realizado numerosos estudios que han puesto de manifiesto esta alta prevalencia en la población española entre los que destacan: el estudio EPISER (2000 y 2016) de la Sociedad Española de Reumatología que sitúan la prevalencia de la fibromialgia en un 2,4% en España, lo que supone 1.1000.000 personas afectadas, siendo la prevalencia de mujeres muy superior a la de hombres (4,2% frente a un 0,2%) y el estudio EPIDOR que señala también, que es más frecuente en mujeres, en edades comprendidas entre los 45 y 65 años y en personas con bajos niveles socioeducativos7.

La principal característica clínica de la fibromialgia es la condición de dolor crónico multifocal, que se presenta con alodinia (percepción autónoma del dolor) o hiperalgesia generalizada, acompañado además de mialgias de localización imprecisa y de duración prolongada. El dolor suele ser difuso, profundo, intenso, a veces difícil de describir, y suele empeorar con el ejercicio físico intenso, el frío y el stress2,8.

 

Otras manifestaciones que, en grado variable pueden o no estar presentes en algún momento de la evolución de la enfermedad son2,4:

  • Fatiga.
  • Alteraciones cognitivas (problemas para mantener la atención).
  • Alteraciones del estado de ánimo (sobre todo, ansiedad y/o depresión).
  • Alteraciones del sueño (no reparador, ligero y fragmentado).
  • Una gran variedad de otros síntomas somáticos (dolor torácico, disnea, vértigo, sequedad ocular, disfagia, dolor abdominal, intolerancia al calor/frío…).

El gran abanico de síntomas que puede presentar el paciente con FM reduce marcadamente su calidad de vida familiar y laboral e implica un importante coste sociosanitario a causa de los numerosos gastos de atención médica e inhabilidad funcional de los pacientes2.

Como hemos explicado anteriormente, dado que las pruebas diagnósticas (exámenes de laboratorio, pruebas de imagen…) suelen estar dentro de la normalidad, el diagnóstico de la enfermedad se centra en la clínica y en puntuaciones altas en instrumentos diagnósticos ya validados como el Índice de dolor generalizado (>o= a 7) Anexo 1 y el índice de gravedad de síntomas (>o= a 5) Anexo 2. Por otro lado, los síntomas han tenido que estar presentes con la misma intensidad durante al menos tres meses y no padecer otra patología que pueda explicar el dolor8,9.

Respecto al tratamiento de la FM, habitualmente tiene como misión corregir el dolor crónico y la limitación funcional, pero es importante no olvidar la repercusión de dicho dolor en la esfera psicopatológica, ya que el dolor crónico es una experiencia compleja sensorial y emocional que varía ampliamente dependiendo del contexto y significado del dolor y del estado psicológico de la persona7.

El uso de fármacos se fundamenta en estudios con resultados a corto plazo y su prescripción, por lo tanto, debería ser puntual, en respuesta a síntomas no controlados o a la aparición de un dolor irruptivo intenso. Estos fármacos son mejor tolerados cuando su prescripción se inicia a dosis bajas y se sube lentamente hasta alcanzar la dosis efectiva: la amitriptilina, duloxetina, pregabalina, ciclobenzaprina y milnaciprán son los fármacos de primera línea y más prescritos10.

Los pacientes con fibromialgia deben ser tratados por un equipo multidisciplinario y el tratamiento es necesario que sea integral, combinando terapias farmacológicas y no farmacológicas como el ejercicio físico y terapia cognitivo-conductual, ya que es un padecimiento que afecta a los pacientes tanto física como emocionalmente3,7.

 

OBJETIVOS

  • Conocer como la fibromialgia repercute en la calidad de vida del paciente.
  • Describir el papel de enfermería en la atención al paciente con fibromialgia en las consultas de Atención Primaria.
  • Enumerar y detallar las medidas no farmacológicas que benefician y mejoran la calidad de vida del paciente con fibromialgia.

 

METODOLOGÍA

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica sobre la fibromialgia y su abordaje en las consultas de Atención Primaria por parte del personal de enfermería durante los meses de agosto y septiembre de 2021.

Las bases de datos científicas que se han consultado en la búsqueda bibliográfica han sido: PubMed, Science Direct, Dialnet y Scielo, y metabuscadores como Google Académico. Se revisaron artículos en español, y se eligieron aquellos que tenían acceso a texto completo y que no hubieran pasado más de 10 años de su publicación, priorizando los estudios más recientes.

Por otro lado, se han consultado páginas web de interés como la SEFIFAC (Sociedad Española de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica) y otras asociaciones de Fibromialgia en España; y protocolos de actuación y atención a pacientes con fibromialgia en Atención Primaria de diferentes Comunidades Autónomas.

Los descriptores (DeCS) principales utilizados en español han sido “Fibromialgia” “enfermería” “Atención Primaria” “enfermedad reumatológica” “calidad de vida” combinadas con el operador booleano “AND” y “OR”.

 

RESULTADOS

La Fibromialgia es una de las enfermedades reumáticas que más incide en la calidad de vida de las personas que la padecen, afectando a su capacidad física, actividad intelectual, estado emocional, relaciones personales, carrera profesional y salud mental7.

En este sentido, síntomas como el dolor, las perturbaciones en el sueño, el cansancio, la fatiga y la depresión generan que las personas con esta condición de salud presenten escasa motivación para realizar actividades físicas, laborales y sociales. El deterioro de las capacidades físicas, las funciones sociales y el estado emocional favorece el sedentarismo, disminuye la tolerancia al ejercicio, incrementa la probabilidad de presentar problemas de sobrepeso y aumenta los sentimientos de incapacidad. Desde una perspectiva biopsicosocial, el aspecto físico del dolor crónico puede conducir al desarrollo de una variedad de problemas de salud mental11,12.

La forma en que la fibromialgia interfiere en la calidad de vida depende de los estilos de afrontamiento y del apoyo social, familiar y laboral percibido. Los estilos de afrontamiento están estrechamente relacionados con los significados que atribuye el paciente al dolor y a la enfermedad11.

Para valorar la calidad de vida de los pacientes con Fibromialgia, en diversos estudios se han utilizado escalas validadas como el cuestionario de salud SF-36, en el que se exploran 8 dimensiones del estado de salud: Función Física, Rol Físico, Dolor Corporal, Salud General, Vitalidad, Función Social, Rol Emocional y Salud Mental. En el cuestionario realizado en estos estudios se ve reflejada una baja calidad de vida debido al mal estado de salud que presentan los pacientes en las diferentes esferas de salud13.

 

Las intervenciones de enfermería en pacientes con FM son esencialmente de carácter paliativo y educativo; se llevan a cabo principalmente en escenarios comunitarios, con el propósito de aprender a manejar el dolor, disminuir la ansiedad, mejorar el patrón de sueño, y conservar la energía para la realización de las actividades básicas e instrumentales de la vida cotidiana, mejorando, por tanto, la calidad de vida de estos pacientes12.

La labor educativa se orienta al reconocimiento de que el síndrome es reconocible y tratable, y que su evolución no es progresiva. Las actividades educativas deben orientar sobre los problemas prioritarios como el dolor, la ansiedad y los cambios en el estado de ánimo, incluyendo a la familia en este proceso14.

En este contexto, la comunicación es muy importante, ya que establecer una relación terapéutica, en la que existe empatía y escucha activa por parte del personal de enfermería, hace que los pacientes se sientan más satisfechos al percibir un ambiente de confianza. De esta manera, es más probable que estos adquieran un mayor conocimiento de su enfermedad y expresen sus emociones y sentimientos15.

Como hemos dicho, la FM afecta a varias esferas de la vida del paciente (física, psíquica, social, laboral…) por lo que el abordaje en las consultas de Atención Primaria tiene que ser integral y multidisciplinar con la educación para la salud como pilar básico. Al tratarse de una enfermedad crónica, la adopción de estilos de vida saludables por parte del paciente juega un papel fundamental16.

Las medidas no farmacológicas, son las más cercanas al papel de enfermería y las menos agresivas para el paciente. Se ha visto cómo estas medidas, combinadas con la terapia farmacológica en los casos necesarios, son beneficiosas para el paciente. Así, tenemos 3 esferas de medidas no farmacológicas: física-rehabilitadora, cognitivo-conductual y educación para la salud16:

 

Cuidados físico-rehabilitadores:

Ejercicio físico: La evidencia científica verifica que existe una mejora significativa en la realización de ejercicio físico en personas con Fibromialgia ya que se ha demostrado que reduce los dolores, mejora la función física, sueño, función cognitiva, así como su salud general y sintomatología de la Fibromialgia17. Existen diversos tipos de ejercicio físico que el paciente con fibromialgia puede realizar: ejercicio aeróbico (caminar, danza, bicicleta…), ejercicios de fortalecimiento muscular (con bandas elásticas, pesas…) y ejercicios de estiramiento o flexibilidad (pilates) 18.

Higiene postural: Mantener una correcta higiene postural ayuda a reducir el dolor ocasionado por la enfermedad: mantener la espalda recta, repartir cargas, utilizar el colchón y almohada adecuada16

Terapias alternativas: Existen terapias como la acupuntura, la homeopatía, los masajes, la termoterapia, la estimulación nerviosa transcutánea, el láser o la balneoterapia, que pueden ser beneficiosos en algunos casos19.

 

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC):

El objetivo de la TCC es enseñar a los pacientes que, si bien no se pueden controlar los aspectos del mundo que les rodea, pueden tomar el control de cómo interpretar y manejar las cosas en su entorno20. Las técnicas de relajación son muy utilizadas en este contexto16, 18:

  • Relación progresiva de Jacobson: tras adoptar una postura cómoda, se tensan y destensan todos los músculos del cuerpo, obteniendo una placentera sensación de relajación corporal profunda que produce bienestar mental.
  • Relajación pasiva: se fija la atención en cada grupo muscular y se relaja mentalmente. Se acompaña de una respiración serena.
  • Relajación autógena o de Schultz: Esta técnica tiene su base en la concentración en las sensaciones físicas de la persona que la práctica a través de la relajación profunda.
  • Visualización: Consiste en ejercicios sencillos que atraen imágenes atractivas y relajantes a nuestra cabeza.
  • Respiración abdominal: Se precisa de un lugar en el que poder estar cómodo. En primer lugar, se inspira por vía nasal, llevando el aire al abdomen para luego expulsarlo por la boca suavemente. Poniendo una mano en el abdomen y la otra en el pecho es posible comprobar si se está llevando el aire correctamente a las zonas pretendidas.
  • Musicoterapia: Diferentes estudios demuestran una mejoría significativa en cuanto a la intensidad del dolor y síntomas depresivos en pacientes con FM.
  • Mindfulness: La eficacia de la práctica de mindfulness en la mejora del bienestar físico y emocional en personas que padecen dolor crónico.

 

Educación para la salud:

Según la Organización Mundial de la Salud, el objetivo de la educación al paciente es ayudarlo a adquirir los recursos necesarios para gestionar óptimamente su vida con una enfermedad crónica22.

El punto de partida de toda Educación para la Salud es hacer consciente al paciente de que padece una enfermedad, de no ser así, todos los empeños que hagamos como profesionales sanitarios, quedarán frustrados. Los pacientes bien informados afrontarán mejor su enfermedad y consecuencias Esta puede llevarse de forma individual y grupal16.

La educación irá encaminada a19:

  • Aceptar el dolor: aprender a reconocerlo y controlarlo.
  • Controlar las emociones.
  • Controlar el estrés y la ansiedad: dedicar tiempo a la relajación; organizar y planificar actividades.
  • Mitigar el cansancio: Intercalar periodos de descanso y actividad.
  • Mantener estilos de vida saludables: realizar ejercicio, evitar tabaco, el alcohol, la cafeína y llevar una alimentación saludable.
  • Relacionarse con los demás y pedir ayuda si se necesita.
  • Uso racional del medicamento: evitar automedicación.
  • Afrontar los problemas Anexo 3.

Se ha demostrado que el principal beneficio de las intervenciones no farmacológicas se basa en un cambio de actitud hacia la enfermedad, la mejoría de la autoeficacia y del automanejo. El equipo de enfermería constituye un eslabón fundamental en la atención y cuidados, puesto que interviene en el proceso de satisfacción de necesidades y promueve la adaptación y afrontamiento14.

 

CONCLUSIONES

Se ha visto en numerosos estudios como la Fibromialgia repercute considerablemente en la calidad de vida de los pacientes que la padecen disminuyendo su funcionalidad física, psíquica y social.

Una de las labores primordiales de las enfermeras de Atención Primaria es la Educación para la Salud en enfermedades crónicas como la FM. Estos profesionales tienen que saber reconocer la enfermedad, así como proporcionar estrategias para poder afrontar la problemática que acarrea esta patología. Además. Es preciso conocer medidas no farmacológicas y/o recursos en la comunidad que pueden beneficiar a los pacientes.

Por otro lado, es importante que exista una relación terapéutica enfermera-paciente, en la que haya un clima de confianza y se fomente el conocimiento de la enfermedad, su automanejo y autocuidado.

Los escasos resultados obtenidos con los tratamientos farmacológicos, y la alta demanda asistencial de estos enfermos, hacen necesaria la integración de otras alternativas terapéuticas, en las que la enfermera comunitaria debe tomar relevancia, con el objetivo último de aumentar la calidad de vida de estos pacientes.

 

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