Prevención de deterioro cognitivo mediante el ejercicio físico en las personas de edad avanzada

28 agosto 2023

AUTORES

  1. Andrea Lores Torres. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  2. Isabel Paco Sesé. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  3. Patricia Mateo Hernando. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  4. Ruth Del Río Apuntaté. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  5. Eva Compais López. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  6. Carlos Jesús Bona Garrido. Enfermero del Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

Introducción: El deterioro cognitivo leve, puede definirse como un conjunto de modificaciones que sufren uno o varios dominios de la cognición, sin presentar una intensidad suficiente como para realizar el diagnóstico de demencia. El objetivo es realizar una revisión bibliográfica del efecto positivo de la práctica de ejercicio físico en la prevención del deterioro cognitivo.

Discusión: El ejercicio físico, consigue beneficios para la memoria y la función ejecutiva, ambas dependientes de la corteza frontal. Los entrenamientos basados en el ejercicio físico obtienen beneficios en el campo cognitivo, así como los resultados de la combinación de distintos tipos de actividades consiguen potenciar dichos resultados.

Conclusión: La actividad física, consigue mejoras en todos los campos cognitivos, tanto en personas que ya presentaban un deterioro cognitivo previo como en individuos sanos.

PALABRAS CLAVE

Personas de edad avanzada, prevención, beneficios, ejercicio físico, fragilidad, calidad de vida, enfermedades neurodegenerativas, deterioro cognitivo.

ABSTRACT

Introduction: Mild cognitive impairment can be defined as a set of modifications suffered by one or several domains of cognition, without presenting a sufficient intensity to make the diagnosis of dementia. The objective is to carry out a bibliographic review of the positive effect of the practice of physical exercise in the prevention of cognitive deterioration.

Discussion: Physical exercise achieves benefits for memory and executive function, both of which depend on the frontal cortex. The training based on physical exercise obtains benefits in the cognitive field, as well as the results of the combination of different types of activities manage to enhance said results.

Conclusion: Physical activity achieves improvements in all cognitive fields, both in people who already had prior cognitive impairment and in healthy individuals.

KEY WORDS

Elderly people, prevention, benefits, exercise, fragility, quality of life, neurodegenerative diseases, cognitive decline.

INTRODUCCIÓN

El envejecimiento va a acompañado de una serie de deterioros fisiológicos, que producen fragilidad, el cual es un síndrome geriátrico que produce un aumento de la vulnerabilidad física, predisponiendo a aquellos que lo padecen a una pérdida progresiva de la autonomía personal, aumento del riesgo de caídas, incremento de la necesidad de atención hospitalaria o institucionalizada y un aumento de la mortalidad1.

La definición de fragilidad está ligada a la sarcopenia, que podemos decir que es una pérdida de masa muscular con el paso del tiempo, lo cual produciría una pérdida de fuerza y potencia muscular2. La sarcopenia es la antesala a la fragilidad, por lo que se puede denominar prefragilidad, la detección precoz de esta situación ha pasado a ser considerada como una prioridad en salud pública3. Todo este proceso también tiene repercusión sobre el sistema nervioso central, apreciándose pérdidas de memoria y de atención, al mismo tiempo que disminuye la capacidad de aprendizaje, siendo por ello la demencia una de las enfermedades que mayor preocupación provoca4.

El deterioro cognitivo leve, definido por las modificaciones que se producen en los dominios cognitivos superiores, en comparación con lo que podemos esperar de una persona en las mismas características, aunque no llegan a presentar una sintomatología de una intensidad tal que nos permita establecer el diagnóstico de demencia. Algunos estudios reflejan que entre el 15% y el 41% de los pacientes que están diagnosticados de demencia han presentado un deterioro cognitivo leve previo5.

La definición exacta de deterioro cognitivo leve la podemos establecer en función de lo siguiente6:

  • Ausencia de demencia
  • Presencia de signos de deterioro cognitivo.
  • Demostración de la existencia de alteraciones cognitivas.
  • Habilidad conservada en el desempeño de las funciones diarias, pudiendo existir un mínimo deterioro durante la ejecución de actividades complejas.

 

Existen un conjunto de factores de riesgo que incrementan el riesgo de sufrir un deterioro cognitivo, que los podemos agrupar en6:

  • F. Genéticos: El gen E (APO E), el cual presenta susceptibilidad para la enfermedad de Alzheimer, encontrando estudios que reflejan que la presencia de dicho gen era 10 veces mayor en personas que padecían deterioro cognitivo.
  • F. Cardiovascular: Existe una asociación entre estos factores y el deterioro cognitivo, siendo algunos de ellos modificables, como sería la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y dislipemia, así como el peso corporal aumentado y disminuido se asocia con un aumento del riesgo.
  • F. Sensoriales: se ha conseguido establecer una relación entre el deterioro auditivo y la fragilidad física y cognitiva, este deterioro podría reflejar una vulnerabilidad del bulbo.
  • Estilos de vida: El ejercicio físico, más concretamente el realizado con una intensidad moderada, está asociado con un riesgo bajo de sufrir un deterioro cognitivo. También hay que considerar que el consumo de tabaco, así como un nivel educativo bajo aumentan la posibilidad de sufrir un deterioro cognitivo.

 

Múltiples estudios que fueron llevados a cabo en España reflejan la prevalencia del deterioro cognitivo en mayores de 65 años, oscilando entre un 14% y un 17%, el estudio DERIVA se reflejó una prevalencia del 11,66% en personas comprendidas entre 65 y 69 años, la cual se incrementó hasta un 22,9% en personas mayores de 85 años7.

Detectar estadios iniciales se podría traducir en poder desarrollar una prevención sobre la aparición de la fragilidad y enfermedades neurodegenerativas, hacer que sean tratables con mayor facilidad e incluso evitar la evolución a una discapacidad o pérdida de autonomía, promoviendo principalmente la calidad de vida1. Los mejores indicadores de salud para conseguir la prevención de enfermedades serían la valoración de la funcionalidad, la capacidad funcional, más concretamente enfocado a personas mayores3.

La práctica regular de ejercicio físico ha sido consagrada como uno de los métodos más eficaces para la prevención de la sarcopenia y la fragilidad, siendo una de las principales propuestas para la intervención primaria entre la población frágil y prefrágil, que también producen beneficios en la calidad de vida y la autoestima8,9.

El envejecimiento es un proceso que aparece en todos los seres humanos, el desarrollo del mismo va a ir directamente relacionado con el estilo de vida que el individuo presenta a lo largo de su vida, caracterizándose por una disminución tanto de la fuerza como de la flexibilidad, así como de la amplitud de la zancada en la marcha o una función motriz alterada10. El envejecimiento activo, definido por la OMS como un proceso de optimización de oportunidades de salud, participación y seguridad con el objetivo de mejorar la calidad de vida en esta etapa11. La práctica de ejercicio físico en personas mayores puede conseguir reducir, evitar e incluso revertir los problemas físicos, psicológicos y sociales, los cuales van ligados al proceso de envejecer12.

Los individuos que realizan ejercicio físico de manera regular presentan una serie de biomarcadores, los cuales son beneficiosos en la prevención de enfermedades no transmisibles (ENS), obteniendo una mejor salud ósea y funcionalidad, disminución del riesgo de sufrir caídas, menor deterioro de funciones cognitivas o menor probabilidad de presentar limitaciones funcionales de intensidad moderada o grave13,14,15.

Las investigaciones más contemporáneas han enfocado el proceso de envejecimiento a la salud, surgiendo con gran fuerza el concepto de capacidad funcional, definida como la capacidad que presenta la persona para llevar a cabo de forma autónoma las actividades básicas de la vida diaria. La dependencia presenta una relación directa con el incremento de la tasa de mortalidad. La aparición de un conjunto de limitaciones en la capacidad funcional de la persona es lo que llamamos proceso funcional geriátrico, creándose una situación de vulnerabilidad, que acaba convirtiéndose en una discapacidad16.

 

OBJETIVOS

  • Determinar los beneficios que podrían obtenerse a nivel neurológico
  • Describir aquellos mecanismos que harían posibles la obtención de dichos beneficios en el campo cognitivo.
  • Identificar los grupos de ejercicios que mayor eficacia presentarán en la prevención y reducción del nivel de deterioro cognitivo.

 

METODOLOGÍA

Se lleva a cabo una búsqueda bibliográfica de tipo exploratoria, utilizando bases de datos, como Library Cochrane Plus, Pubmed, Scielo, Cuiden y The Joanna Brigg Institute, además de guías de práctica clínica, manuales y asociaciones oficiales.

Se utilizan los Descriptores de Ciencias De La Salud (DeCS): “Personas de edad avanzada”, “beneficios”, “ejercicio físico”, “prevención”, “calidad de vida”, “deterioro cognitivo”. Los cuales nos permiten encontrar la información pertinente, mediante su combinación con operadores booleanos, ayudándonos de diferentes criterios de inclusión y exclusión.

RESULTADOS

Tras la búsqueda realizada se reunieron un total de 155 artículos que cumplían con todos nuestros criterios y contenían información que podía tener relevancia para la elaboración de este artículo.

Utilizando finalmente un total de 22 artículos, que respaldan los argumentos que se exponen a lo largo de este texto, que nos permitieron identificar los mecanismos que previenen el deterioro cognitivo, así como las recomendaciones con mayor peso respecto a la práctica de actividad física y hacer una comparativa entre diferentes programas de ejercicios y los resultados conseguidos con cada uno de ellos.

El ejercicio físico es un factor que influye de manera relevante en el estilo de vida de las personas, permitiendo predecir la tasa de declive y el desarrollo posterior de enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad, como el caso de la Enfermedad del Alzheimer, por lo que su práctica es considerada como una estrategia psicosocial, la cual nos permite conservar las facultades cognitivas17,18.

La actividad física, beneficia tanto la memoria, que depende del hipocampo, como la función ejecutiva mediada por la corteza frontal, consigue mantener el volumen de la materia blanca y gris neuronal y también afecta a la plasticidad neuronal, la aparición de estos efectos es producida por la práctica de ejercicio. Correr incrementa el número de neuronas, afectando a sus entradas y plasticidad sináptica19.

El entrenamiento aeróbico es capaz de producir mayores beneficios a nivel cerebral, en comparación con el resto de entrenamientos, como los basados en estiramientos y tonificación, también consiguen aumentar la conectividad funcional, siempre que se mantengan los entrenamientos regulares durante un periodo superior a 12 meses20.

Para diseñar un programa de ejercicios siempre debemos combinarlos de tal manera que ejercitemos al mismo tiempo tanto las partes corporales como la cognitiva, consiguiendo evitar así el deterioro físico y cognitivo, fomentando la autonomía de la persona21.

En personas mayores se ha objetivado una mejora mediante entrenamientos funcionales, los cuales están basados en realizar ejercicios similares a las actividades que llevamos a cabo durante nuestra rutina diaria, como la marcha, subir escaleras, sentarse y levantarse de una silla22.

Todo programa de salud debe diseñarse de tal manera que se tengan en cuenta tanto el estado de salud del que partimos, así como las necesidades y problemas de salud que se pueden presentar16.

CONCLUSIONES

La práctica de ejercicio físico, siempre realizada de manera rutinaria y mantenida, consigue una serie de beneficios en todos los campos cognitivos, tanto en personas que ya padecían un deterioro cognitivo como en individuos totalmente sanas, en que se convierten en un factor protector frente al deterioro que va apareciendo con el paso de los años.

Los entrenamientos, formados por ejercicios de resistencia, presentan alta efectividad en personas mayores, siempre que se trabaje con el propio peso corporal de la persona. Cada ejercicio aporta beneficios diferentes, los cuales actúan en diferentes campos del cuerpo humano, por lo que la mejor manera de planificar un buen programa de ejercicios es la individualización del mismo en función de las características que presente el paciente.

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