Prevención de las caries desde atención primaria. Artículo monográfico

13 mayo 2023

AUTORES

  1. María Ibáñez Torres. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Delicias Sur.
  2. Olga Millán Aznar. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Centro de Salud de Calanda.
  3. Sara Pérez Mateo. Enfermera Especialista en Familia y Comunitaria. Centro de Salud Fuentes de Ebro.
  4. Ana Pilar Ancho Morlans. Enfermera Especialista en Pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet.
  5. Elsa Morales Cuello. Enfermera. Centro de Salud de Binéfar.
  6. Laura Borau Isarre. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Centro de Salud San Pablo.

 

RESUMEN

Diferentes estudios resaltan que las enfermedades bucodentales, pese a ser en la gran mayoría prevenibles, suponen una gran carga para el sector de la salud de la mayoría de los países y que además afectan a la población durante toda su vida, causando entre otros síntomas dolor, molestias recurrentes, problemas gingivales, deformaciones e incluso la muerte1,2.

La organización mundial de la salud (OMS) justifica la enfermedad bucodental como la enfermedad no transmisible más común que afecta a las personas durante toda su vida. La salud bucodental se configura por tanto como un indicador clave tanto de la salud como del bienestar y la calidad de vida de la población1.

La principal prevención para evitar la producción y reproducción de caries es desde el domicilio familiar haciendo hincapié en la importancia del adecuado lavado de dientes además de hábitos higiénico-dietéticos. La atención primaria tiene un gran valor en este dominio gracias a las revisiones del niño sano, haciendo prevención tanto primaria como secundaria para evitar el progreso de la enfermedad bucodental, si la hubiese.

Según un estudio, desde 2006 ha aumentado en más de 12 puntos porcentuales la proporción de la población que visita anualmente al dentista, con un mayor incremento en las clases sociales más altas. Una de cada tres personas tiene que mejorar su frecuencia de cepillado dental, aunque se observa una tendencia favorable en los hábitos de higiene oral2.

Se ha realizado una revisión bibliográfica con lectura de diferentes artículos y guías de práctica clínica, con la mayor evidencia científica disponible para recopilar la máxima información acerca de la prevención de las caries desde la consulta de atención primaria.

PALABRAS CLAVE

Caries dental, protección a la infancia, infección, higiene bucal, atención primaria.

ABSTRACT

Different studies highlight that oral diseases, despite being preventable in the vast majority, represent a great burden for the health sector in most countries and that they also affect the population throughout their lives, causing pain, among other symptoms, recurring discomfort, gum problems, deformations and even death1,2.

The World Health Organization (WHO) justifies oral disease as the most common noncommunicable disease that affects people throughout their lives. Oral health is therefore configured as a key indicator of both health and well-being and the quality of life of the population1.

The main prevention to avoid the production and reproduction of cavities is from the family home, emphasizing the importance of proper tooth brushing as well as hygienic dietary habits. Primary care is of great value in this domain thanks to well-child check-ups, carrying out both primary and secondary prevention to prevent the progress of oral disease, if any.

According to a study, since 2006 the proportion of the population that visits the dentist annually has increased by more than 12 percentage points, with a greater increase in the higher social classes. One in three people has to improve their frequency of tooth brushing, although a favorable trend is observed in oral hygiene habits 2.

A bibliographic review has been carried out, reading different articles and clinical practice guides, with the best scientific evidence available to gather the maximum information about caries prevention from the primary care consultation.

KEY WORDS

Dental caries, child welfare, infection, oral hygiene, primary care.

DESARROLLO DEL TEMA

La organización mundial de la salud (OMS) justifica la enfermedad bucodental como la enfermedad no transmisible más común que afecta a las personas durante toda su vida. La salud bucodental es considerada, por tanto, como un indicador clave tanto de la salud como del bienestar y la calidad de vida de la población2.

Además define la salud bucodental como “toda ausencia de dolor bucal o facial, de infecciones bucales, de enfermedades de las encías, caries, pérdida de dientes y otras patologías o trastornos que limiten la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, y que repercutan en el bienestar psicosocial”2.

El tratamiento de las afecciones de salud bucodental no es económico, y por normal general no suele estar incluido en la cobertura sanitaria universal (CSU). La mayoría de los países de ingresos bajos y medianos no dispone de suficientes servicios de prevención y tratamiento de las afecciones de salud bucodental1.

La promoción de la salud bucodental infantil es conocida como la prevención primaria de la caries dental, además del tratamiento precoz de los traumatismos dentales, y la prevención primaria y el diagnóstico precoz de la maloclusión dentaria3.

Según la OMS, las enfermedades bucodentales son producto de diversos factores de riesgo modificables que son comunes a muchas enfermedades no transmisibles (ENT), como la ingesta de azúcar, el consumo de tabaco y de alcohol y una higiene deficiente, así como sus determinantes sociales y comerciales subyacentes1.

  • La caries dental:

Según la OMS, la caries dental se puede definir como un proceso patológico, localizado, de origen externo, que se inicia tras la erupción y que determina un reblandecimiento del tejido duro del diente, evolucionando hacia la formación de una cavidad. La caries se caracteriza por una serie de complejas reacciones químicas y microbiológicas que acaban destruyendo el diente, se acepta que esta destrucción es el resultado de la acción de ácidos producidos por bacterias en el medio ambiente de la placa dental. Clínicamente, la caries se caracteriza por cambio de color, pérdida de translucidez y descalcificación de los tejidos afectos. A medida que el proceso avanza, se destruyen tejidos y se forman cavidades3.

Diferentes fuentes bibliográficas denominan a la caries dental como el acúmulo de placa bacteriana que se forma en la superficie de los dientes y convierte los azúcares libres que contienen los alimentos y las bebidas en ácidos que destruyen el diente con el tiempo. La ingesta abundante y continua de azúcares libres, la exposición insuficiente al flúor y la deficiente eliminación de la placa bacteriana con el cepillado de los dientes pueden provocar caries, dolor y, en ocasiones, pérdida de dientes e infección1.

Los tres factores principalmente implicados en la caries son: las bacterias, los azúcares y la susceptibilidad del huésped. Cabe destacar los procedimientos más útiles para evitarlas como es el empleo de flúor, las medidas dietéticas, la higiene dental y el tratamiento de las lesiones activas3.

Según el estudio sobre la carga mundial de morbilidad 2019 (The Global BurdenofDiseaseStudy 2019), la caries dental no tratada en dientes permanentes es el trastorno de salud más frecuente 1.

Además, la caries, es considerada la enfermedad bucodental más frecuente en la edad pediátrica. Aumenta el riesgo de infecciones, maloclusión y dificultades para la alimentación y el lenguaje, repercutiendo en el absentismo escolar, la salud y la economía familiar. Su naturaleza es multifactorial. Determinados hábitos dietéticos aumentan el riesgo de aparición de caries, mientras que la frecuencia de cepillado disminuye en la dentición definitiva1,4.

Los últimos estudios epidemiológicos en preescolares españoles indican que, independientemente de la comunidad autónoma, casi el 20% de los niños tiene caries a los tres años y el 40% a los cinco años. En cuanto a los grupos de riesgo de CD en la niñez, todos los niños pueden padecer caries dental, pero existen grupos de riesgo que tienen mayor probabilidad de desarrollarla, como aquellos en condiciones de pobreza3.

 

  • Recomendaciones desde atención primaria:

La atención bucodental está garantizada en la comunidad autónoma de Aragón por el Gobierno desde la atención bucodental infantil y juvenil con prestación en edades comprendidas entre 6 a 16 años.

Atención dental básica6:

  • Revisión diagnóstica del estado de salud bucodental.
  • Instrucciones sanitarias sobre higiene y dieta.
  • Sellado de fisuras de molares y premolares permanentes.
  • Aplicación de flúor tópico.
  • Tratamiento preventivo periodontal en dentición permanente: tartrectomía.
  • Extracciones de piezas temporales y permanentes, cuando a criterio del dentista resulte inviable el tratamiento conservador. Quedarán excluidas las extracciones por indicación exclusivamente ortodóncica.
  • Obturaciones de piezas permanentes.
  • Recubrimiento pulpar directo.
  • Pulpotomía.
  • Endodoncia.
  • Reconstrucción.
  • Radiografía periapical diagnóstica.
  • Tratamiento de urgencias bucodentales.

 

Importancia de la alimentación en la salud bucodental7:

El desarrollo de los dientes primarios empieza a los 2 meses de gestación, y la mineralización desde los 4 meses de vida intrauterina para continuar hasta la preadolescencia. Por lo tanto, el aporte de nutrientes condiciona la salud del diente del niño desde el momento de la gestación.

Los hidratos de carbono fermentables son el principal precursor en la existencia de caries. Si están presentes en la cavidad bucal, son utilizados por las bacterias citadas para producir ácidos, disminuyendo, de esta manera, el pH de la placa. Cuando éste desciende por debajo de 5,5, el esmalte comienza a disolverse y se crea el entorno adecuado para la formación de caries.

Varios estudios han observado que la producción de ácidos puede persistir durante más de una hora cuando se ingieren alimentos ricos en almidones refinados como pan, galletas, dulces, pasteles, rosquillas o patatas fritas. Ello se debe a que la fermentación producida rápidamente (por hidrólisis parcial o por reducción del tamaño de las partículas) aumenta la posibilidad de acción enzimática de las bacterias sobre ellos.

El mayor potencial cariogénico corresponde a la sacarosa, debido a que puede intervenir en el proceso cariogénico por dos vías. Otros hidratos de carbono fermentables, como la fructosa, la glucosa, la maltosa y la lactosa son también cariogénicos, aunque mucho menos que la sacarosa.

 

El uso de flúor:

En España, en el Protocolo de diagnóstico, pronóstico y prevención de la caries de la primera infancia de la Sociedad de Odontopediatría (actualizado en julio 2019) se encuentran los estándares del uso del flúor en Pediatría. Establecen que el odontopediatra debe analizar el riesgo de caries del niño para decidir sobre el tipo de administración de flúor y su frecuencia.

El flúor ingerido a partir de alimentos, bebidas o suplementos es útil en la formación del diente, ya que con calcio y fósforo se forma hidroxiapatita, un compuesto muy resistente. La ingestión de flúor tiene una importancia máxima desde el nacimiento hasta los 16 años, período en el que los dientes se están desarrollando7.

Se recomiendan los suplementos en los niños de cualquier edad con riesgo medio, alto o extremo de caries, y los enjuagues solo en los mayores de 6 años con riesgo alto o extremo de caries. Respecto a los dentífricos, explican que solo los que tienen concentraciones de 1000 ppm de flúor o más son eficaces en la reducción de caries, por lo que no recomiendan dentífricos sin flúor para los lactantes. Recomiendan la aplicación de barnices de flúor cada 6 meses, aumentando la frecuencia en casos de riesgo alto o extremo5.

En general, las recomendaciones coinciden con las de EE. UU., con la salvedad de mayor implicación de los odontopediatras en España, que son los responsables de la aplicación de los barnices y de tomar la decisión de a qué niños se les administran suplementos de flúor. No obstante, la atención bucodental en Atención Primaria depende de su desarrollo en cada comunidad autónoma5.

La información del contenido de flúor en las aguas de bebida en España está disponible en los ayuntamientos 5.

Según diferentes artículos el flúor más efectivo para la prevención de la caries es el tópico administrado de forma continua. Este dato, junto con el conocimiento de que el exceso de flúor sistémico en la fase preeruptiva se asocia con la fluorosis dental hace que el cepillado dental con una pasta que contenga flúor es actualmente la medida más recomendable para la prevención de la caries. Es más importante la minuciosidad del cepillado dental que el tipo de técnica empleada. Solamente se recomiendan suplementos de fluoruro si se pertenece a un grupo de riesgo de caries dental y la cantidad que debe administrarse está en función de la concentración de ion flúor del agua de consumo, ya que los alimentos no constituyen una fuente importante de flúor3.

 

Caries infantil o caries del biberón:

La caries infantil se considera una enfermedad que afecta a los niños en las primeras etapas de la vida. Se denomina así a la aparición brusca de caries en los incisivos superiores, caninos y molares temporales, relacionada con la succión prolongada del chupete o biberón impregnados en sustancias cariogénicas. Una característica importante es que no afecta a los incisivos inferiores, debido al papel protector de la posición lingual durante la succión. Estas lesiones pueden llegar a producir dolor al comer, al beber e incluso al dormir, causando en el niño diferentes trastornos nutricionales y del sueño, así como un enlentecimiento en su crecimiento, y con ello un grave empeoramiento de su calidad de vida7.

 

CONCLUSIONES

La enfermedad bucodental es considerada como la enfermedad no transmisible más común que afecta a las personas durante toda su vida, por tanto es un indicador clave tanto de la salud como del bienestar y la calidad de vida de la población.

Según un estudio realizado por la OMS, además de contar con el apoyo de diversos agentes externos, los indicadores de salud bucodental muestran una evolución positiva en la última década aunque persisten diferencias sociales, tanto en la frecuencia con que se visita al dentista, en el tipo de asistencia recibida, en el estado de la dentadura, en la frecuencia de cepillado y en el tipo de cobertura sanitaria dental utilizada. La mitad de la población consulta al odontólogo cada año1,2,8.

El estado de la dentadura de los españoles está mejorando notablemente en los últimos tiempos, pero la ENSE 2017 muestra que siete de cada diez adultos tienen alguna pieza extraída o alguna pieza empastada, cuatro de cada diez llevan alguna prótesis y dos de cada diez tiene caries o le sangran las encías. En la población infantil, dos de cada diez ya tienen alguna pieza empastada y uno de cada diez tiene alguna pieza extraída o presenta caries.

Los servicios públicos de salud bucodental son más frecuentados por las clases sociales menos favorecidas. Además, en la última década se observa una disminución del porcentaje de utilización de consultas en la sanidad pública y un aumento de las consultas privadas.

Resulta fundamental hacer una correcta prevención primaria de la salud bucodental desde el ámbito de atención primaria, tanto desde la consulta del niño sano con sus revisiones periódicas, como desde las consultas de adultos con recomendaciones higiénico-dietéticas, ya que está higiene y precaución si se adhiere como hábito perdurará con más facilidad toda la vida1,2,8.

Por último, hay que destacar la mejora notable de calidad de vida debido a una correcta prevención de enfermedades bucodentales.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Salud bucodental. Nota informativa. Organización Mundial de la Salud. [Internet]. 2020 [Consultado el 20 de marzo de 2023]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/oral-health
  2. Encuesta Nacional de Salud de España. Serie informes monográficos. Salud bucodental [Internet]. Ministerio de Sanidad. España. 2017 [Consultado el 21 de marzo de 2023]. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/estadEstudios/estadisticas/encuestaNacional/encuestaNac2017/ENSE_Salud_bucodental.pdf
  3. Vitoria Miñana I, Mengual Gil JM. Promoción de la salud bucodental [Internet]. Revista pediatría de atención primaria;2011 [Actualizado en 2023; citado el 22 de marzo de 2023]. Disponible en: https://pap.es/articulo/11522/promocion-de-la-salud-bucodental
  4. Calderón Larrañaga S, Expósito Ruiz M, Cruz Vela P, Cuadrado Conde P,Alquézar VillarroyaL,Garach Gómez A et all. Atención Primaria y promoción de la salud bucodental: evaluación de una intervención educativa en población infantil [Internet]. RevAten Primaria. 2019; 51(7): 416–423 [Consultado el 21 de marzo de 2023].Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6839536/
  5. Clark MB, Keels MA, Slayton RL; Section on Oral Health. Fluoride Use in Caries Prevention in the Primary Care Setting [Internet]. Pediatrics. 2020;146:e2020034637 . [Consultado el 20 de marzo de 2023]. Disponible en:https://continuum.aeped.es/screens/play/1419?month=5&year=2021#.ZBmimXbMKHs
  6. Gobierno de Aragón. Atención bucodental infantil y juvenil. [Internet]. 2010. [Citado el 21 de marzo de 2023]. Disponible en:https://www.aragon.es/documents/20127/674325/SALUD%20BUCODENTAL%20FEBRERO%202010.pdf/4374db39-c217-4fbc-eaa5-97b139a7c5d5
  7. Gómez-Álvarez Salinas P. Nutrición y caries, acción preventiva. [internet]. 2023. [Consultado el 22 de marzo de 2023]. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-nutricion-caries-accion-preventiva-13042395
  8. Díaz-Fabregat B, Ramírez-Carmona W, GavaPizi EC, AvansiniMarsicano J, Leal do Prado R. Calidad de vida y caries dental en preescolares, una visión desde la atención primaria odontológica. [Internet]; 2021. [Consultado el 21 de marzo de 2023]. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-avance-resumen-calidad-vida-caries-dental-preescolares-S0212656721000135

 

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