Primeros auxilios en traumatismos infantiles en urgencias de atención primaria.

9 septiembre 2023

AUTORES

  1. Sara Castells Escartí. Enfermera de Atención Primaria.
  2. Silvia Gascón Martín. Enfermera del Centro de Salud Casetas.
  3. Andrea Pomar Clavel. Enfermera del Centro de Salud de Santa Isabel.
  4. Noelia Lahoz Cirajas. Enfermera del Centro de Salud de Casetas.
  5. María Agreda Fortuño. Enfermera del Centro de Salud de Casetas.
  6. Laura Alquézar Serrano. Enfermera de Atención Primaria.

 

RESUMEN

Introducción: Las caídas es la causa más frecuente como origen de lesiones traumáticas en la niñez. Ocurren cuando el lactante comienza sus desplazamientos, progresa en sus capacidades motoras, intenta ponerse de pie y da sus primeros pasos, o se encuentra jugando. Estos accidentes suceden preferentemente en el hogar, afectando a los lactantes mayores y preescolares. Las consecuencias más frecuentes son lesiones menores, no obstante, un grupo importante de ellos sufre traumas graves. Se suman a estos, los niños que sufren lesiones cráneo encefálicas, que representan aproximadamente la causa del 80% de las muertes por trauma. Se describe que entre el 25 al 50% de las lesiones cráneo encefálicas en niños menores de 2 años tiene como origen el maltrato grave.

Objetivo: El propósito del proyecto es hacer una recogida de información sobre los traumatismos más comunes en la infancia y las medidas de prevención y actuación frente a ellos en situaciones de urgencia.

Método: Se realizó una búsqueda bibliográfica en la base de datos de Scielo y en la Revista sanitaria de investigación. La selección se ha realizado a partir de artículos que tratarán sobre niños (menores de 14 años), traumatismos y actuaciones de urgencia con una antigüedad de 20 años y cuyo idioma fuese el español.

Conclusión: La prevención de los accidentes es una tarea educativa y formativa en la que se utilizan recursos de ingeniería, diseño y tecnología, de seguridad ambiental, control y vigilancia, formulaciones legislativas y judiciales, que permitan proponer y obtener los cambios de conductas en las personas, anticipar e identificar las situaciones o acciones de riesgo, reconocer los ambientes peligrosos, procurando la protección de niños que por su edad o condición, no sean capaces de reconocer los riesgos para su salud e integridad. Los profesionales de la salud y la sociedad adquieren el rol principal en la tarea preventiva. Es necesario extremar las medidas de protección, controlando y vigilando sus desplazamientos, otorgándoles espacios seguros y libres de riesgos ambientales. No se aconseja el uso del andador.

PALABRAS CLAVE

Accidente, traumatismo, infantil, urgencia, niños.

ABSTRACT

Introduction: Falls are the most frequent cause as the origin of traumatic injuries in childhood. They occur when the infant begins to move around, progresses in motor skills, tries to stand up and take its first steps, or is playing. These accidents occur preferably at home, affecting older infants and preschoolers. The most frequent consequences are minor injuries, however, an important group of them suffer serious traumas. In addition to these, children who suffer craniocerebral injuries account for approximately 80% of trauma deaths. It is described that between 25 to 50% of craniocerebral injuries in children under 2 years of age are caused by severe maltreatment.

Objective: The purpose of the project is to collect information on the most common traumas in childhood and the measures for prevention and action in emergency situations.

Method: A bibliographic search was carried out in the Scielo database and in the Health research journal. The selection was made on the basis of articles dealing with children (under 14 years of age), trauma and emergency actions 20 years old and whose language was Spanish.

Conclusion: Accident prevention is an educational and formative task in which engineering resources, design and technology, environmental safety, control and surveillance, legislative and judicial formulations are used to propose and obtain behavioral changes in people, anticipate and identify risk situations or actions, recognize dangerous environments, seeking the protection of children who, due to their age or condition, are not capable of recognizing risks to their health and integrity. Health professionals and society play the main role in the preventive task. It is necessary to maximize protection measures, controlling and monitoring their movements, providing them with safe spaces free of environmental risks. The use of walkers is not recommended.

KEY WORDS

Accident, trauma, childhood, emergency, children.

INTRODUCCIÓN

Según la OMS «la enfermedad es cualquier alteración o desviación del estado fisiológico de una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos y cuya evolución es más o menos previsible”. A la enfermedad infantil se le añade el matiz de que afecta a la población de hasta 14 años, los cuales son considerados pacientes pediátricos1.

Anualmente, más de 2,3 millones de niños de hasta 14 años de edad reciben atención médica en las salas de emergencias debido a lesiones causadas por caídas. Más de la mitad de las lesiones causadas por las caídas entre los niños ocurren en menores de 5 años1.

Anualmente, alrededor de 18 niños de hasta 10 años mueren al caerse de una ventana. Cada año, otros 4700 niños menores de 14 años requerirán tratamiento por lesiones relacionadas con caídas desde ventanas1.

Las caídas es la causa más frecuente como origen de lesiones traumáticas en la niñez. Usualmente provocan daños menores y representan más de la mitad del total de consultas en los Servicios de Urgencia 2.

Ocurren cuando el lactante comienza sus desplazamientos, progresa en sus capacidades motoras, intenta ponerse de pie y da sus primeros pasos, o se encuentra jugando. La mayor parte de las lesiones son leves, sin embargo, las denominadas caídas de alturas máximas pueden ser graves y ocasionalmente mortales 2.

Estos accidentes suceden preferentemente en el hogar, afectando a los lactantes mayores y preescolares, con un ligero predominio en el sexo femenino (57,3%). Posteriormente, ya entre niños mayores de 5 años los daños ocurren fuera de la casa, durante actividades deportivas o físicas, donde predominan los lesionados del sexo masculino2.

Las consecuencias más frecuentes son lesiones menores, como heridas o contusiones que hacen más del 50% del total de los pacientes en los servicios de urgencias, no obstante, un grupo importante de ellos sufre traumas graves, como fracturas, muchos de los cuales requieren hospitalización, cirugía y tratamientos ortopédicos complejos2.

Se suman a estos, los niños que sufren lesiones cráneo encefálicas, que representan aproximadamente la causa del 80% de las muertes por trauma, donde predominan escolares y adolescentes del sexo masculino, y cuyo orígen puede ser: atropellos a peatones, daños en vehículos de 2 y 4 ruedas, caídas de altura, agresiones y violencias por terceros, maltrato infantil2.

Se describe que entre el 25 al 50% de las lesiones cráneo encefálicas en niños menores de 2 años tiene como origen el maltrato grave. Con cierta frecuencia padres y cuidadores, aducen las caídas como circunstancia que relatan, para esconder lesiones falsamente accidentales, y que corresponden realmente a abusos o negligencias2.

Las estrategias en la prevención de las caídas poseen diferentes modalidades de acuerdo a la edad2.

OBJETIVOS

Objetivo General

Realizar una revisión bibliográfica sobre primeros auxilios en traumatismos infantiles y su nivel de implantación en la práctica asistencial.

Objetivos Específicos

Definir las situaciones de riesgos más habituales en el entorno del paciente pediátrico.

Analizar las distintas actividades, métodos y herramientas para la mejora en la actuación ante traumatismos.

Identificar los cuidados y funciones de enfermería en las estrategias de mejora de asistencia al paciente pediátrico con traumatismo.

Conocer las normas, recomendaciones, estrategias e instrumentos relacionados con la asistencia de los diferentes traumatismos del niño pediátrico.

METODOLOGÍA

Se ha realizado una búsqueda bibliográfica desde el 23 de mayo hasta el 30 de mayo de 2023 sobre los diferentes estudios en cuanto a la información actual que aborda los traumatismos en niños.

Para realizar esta búsqueda hemos seleccionado las palabras clave a través de los Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS) (Tabla 1) ajustando y reduciendo el número de artículos a elegir, introduciéndolas de forma individual y combinadas en las diferentes bases de datos en las que hemos buscado.

Como base de datos hemos empleado Scielo, Pubmed y Medline. Además de ello, se ha utilizado la Revista sanitaria de investigación para concretar la búsqueda.

Tras realizar la búsqueda, nos hemos encargado de establecer unos criterios de inclusión. Hemos seleccionado aquellos artículos que trataran sobre niños (menores de 14 años), sobre traumatismos y actuaciones de urgencia, haciendo una selección de aquellos que no superen una antigüedad de 15 años y cuyo idioma fuese el español o inglés.

Se han excluido artículos que traten sobre adultos y aquellos que no se dirijan a las actuaciones que hay que emprender en una situación de urgencia o de primeros auxilios. También se han descartado los que tengan una antigüedad superior a 20 años (Tabla 2).

Además, se han utilizado los operadores booleanos AND y NOT. “Accidentes infantiles AND estrategias”, “Urgencias AND niños”. “Emergencias AND accidentes AND pediátrico AND lesiones NOT adultos” (Tabla 3 y tabla 4).

 

DESARROLLO

Las lesiones por traumatismos son muy frecuentes en los niños, ya sea por accidentes de tráfico, domésticos o simples caídas. El punto en común en todos los traumatismos es el dolor y habrá que tenerlo en cuenta a la hora de realizar los primeros auxilios3.

El principal objetivo es evitar el empeoramiento del traumatismo y avisar a los sistemas sanitarios3.

Es importante tener en cuenta que la lesión puede ser mucho más grave de lo que se ve o aparenta debido a las características propias del desarrollo de los huesos y las articulaciones. Es decir, no debemos infravalorar nunca una lesión sufrida por un traumatismo en niños3.

Traumatismos o lesiones que más a menudo podemos ver:

  • Contusiones.
  • Traumatismos en extremidades.
  • Pronación dolorosa.
  • Traumatismos que afectan a la cabeza, cara y columna3.

CONTUSIONES:

Las contusiones son las lesiones más comunes, es lo que conocemos como “golpe”3.

Signos y síntomas:

  • Dolor.
  • Tumefacción.
  • Hematoma3.

Actuación:

1. Tranquilizar al niño, aportar apoyo y cariño para calmar dolor y angustia.

2. Aplicar frío local encima de la lesión. Si es hielo que sea protegido con un trapo o un pañuelo3.

Que NO hacer:

1. Colocar el hielo/frío directamente y más de 20 minutos seguidos sin moverlo.

2. Dar medicación sin indicación médica3.

TRAUMATISMOS EN LAS EXTREMIDADES

Salvo en grandes traumatismos o roturas no suelen originarse situaciones de riesgo vital, pero será muy importante atenderlo de forma adecuada para evitar posibles secuelas3.

Signos y síntomas:

  • Dolor intenso y que aumenta con la movilidad.
  • Impotencia funcional.
  • Edema, hinchazón, rubor.
  • Deformidad anatómica.
  • Rotación y/o acortamiento de la extremidad afecta.
  • Intento de la víctima de aliviar el dolor sujetándose la zona lesionada3.

En caso de dudas sobre la gravedad de la lesión, lo mejor es asumir que el miembro lesionado está roto3.

En caso de que la fractura sea sangrante habría que presionar sobre la herida o utilizar un vendaje compresivo para detener la hemorragia3.

Actuación:

1. Tranquilizar al niño, aportar apoyo y cariño para calmar dolor y angustia.

2. Aplicar frío local encima de la lesión. Si es hielo que sea protegido con un trapo o un pañuelo.

3. Que no apoye la pierna lesionada.

4. Si la lesión se encuentra en las extremidades superiores procurar que se pegue el brazo al tronco y evitar su movilización, así como con las extremidades inferiores.

5. Con el frío y la inmovilización se calmará el dolor3.

Que NO hacer:

1. Intentar reducir los miembros dislocados o anormales salvo que tengamos certeza de hacerlo bien.

2. Dejar el hielo durante mucho tiempo.

3. Aplicar frío directamente sobre la herida3.

TRAUMATISMOS QUE AFECTAN A:

  • CABEZA.
  • CARA.
  • COLUMNA.

Los traumatismos que suceden en la cara y en cráneo son de vital importancia, ya que la intensidad del golpe puede llegar a producir alteraciones de la consciencia, problemas cerebrales ya sea con o sin afectación al hueso3.

En lactantes y niños pequeños, si la altura ha sido superior a un metro o incluso superior a su talla hay que considerar que el impacto ha sido de riesgo elevado3.

Después de un fuerte impacto en la cabeza se nos pueden presentar varias situaciones:

  • Heridas simples.
  • Fracturas.
  • Signos de afectación cerebral (consciencia).
  • Lesiones internas3.

Dependiendo qué traumatismo se nos presente debemos de sospechar de lesiones en la columna vertebral (ej: accidente de coche)3.

TRAUMATISMOS QUE AFECTAN A LA CABEZA:

La piel de la cabeza es muy gruesa y se desplaza con cierta facilidad sobre la superficie del cráneo, por lo tanto, es fácil que en caso de “golpe” en la cabeza aparezcan con facilidad hematomas, “chichones” o heridas. Además, de un sangrado abundante por los vasos sanguíneos de la zona3.

Actuación:

  • Detener la hemorragia.
  • Aplicar frío local encima de la lesión. Utilizar bolsa de frío químico o en caso de hielo que esté protegido.
  • Valorar si existe la posibilidad de lesiones profundas3.

Que NO hacer:

  • Dejar el hielo durante mucho tiempo.
  • Aplicar el frío directamente sin protección encima de la herida3.

Signos y síntomas:

  • Alteración de la conciencia o cambios de la conducta.
  • Pérdida de memoria de lo sucedido anteriormente.
  • Vómitos repetidos y que se prolongan en el tiempo.
  • Dolor intenso de cabeza si se trata de niños, llanto irritante en caso de lactantes.
  • Signos y síntomas que indican gravedad:
    • Pérdida de la consciencia o empeoramiento de los síntomas anteriores.
    • Alteración de las pupilas:
      • Dilatación del tamaño de las pupilas.
      • Alteración de la simetría de las pupilas, tendiendo cada una de ellas una medida diferente.
      • Ausencia de reflejo pupilar.
    • Hemorragia por orificios naturales.
    • Hematomas alrededor de los ojos o tras las orejas.
    • Deformidad evidente de los huesos del cráneo o la presencia de hematomas.
    • Alteración de la respiración.
    • Convulsiones3.

Ante un traumatismo con signos de gravedad, la actuación sería la siguiente3:

  • Evitar el movimiento de la víctima con el fin de proteger la columna vertebral.
  • Vigilar el estado de consciencia
  • Iniciar maniobras de resucitación3.

Que NO hacer:

  • Sujetar la cabeza en contra de la voluntad de la víctima, es decir, si la víctima está agitada o convulsionando no hay que agarrar o luchar en su contra, podría ser perjudicial.
  • Darle agua a la víctima3.

TRAUMATISMOS EN LA CARA:

Este tipo de lesiones puede llegar a ser muy graves, especialmente si afectan a ojos, boca o nariz debido a la implicación respiratoria que estos tienen y la función de los órganos sensitivos3.

Los traumatismos en la cara más comunes suelen ser de forma frontonasal ocasionando heridas en labios, lengua, frenillo lingual o dientes3.

Algunos accidentes pueden afectar al paladar y la boca. Normalmente es por clavarse objetos mientras están jugando, estos objetos pueden ser caramelos, palos, lápices, chucherías… En caso de clavarse cualquier objeto hay que acudir a un servicio sanitario3.

Contusiones con importantes heridas:

  • Fractura de huesos de la nariz con hemorragia nasal.
  • Fractura de la mandíbula con pérdidas dentales3.

Actuación:

  • En los 2 casos tener en cuenta:
    • El estado de conciencia.
    • Aspecto de la piel y ver si respira.
    • Controlar las hemorragias.
    • Vigilar que no haya piezas dentales sueltas en el interior de la boca. Si las hay recogerlas y guardarlas en solución salina, puede haber posibilidad de reimplante.
    • Aplicar frío local3.

Que NO hacer:

  • Palpar enérgicamente la cara
  • Dejar durante más de 20 minutos el frío local.
  • Aplicar frío directamente en la herida, sin protección3.

TRAUMATISMOS OCULARES:

Los traumatismos oculares son la causa más frecuente de ceguera unilateral no congénita en niños. La hemorragia subconjuntival, lesiones retinianas, especialmente, el hifema en trauma con globo cerrado y la herida corneal en trauma con globo abierto, son las lesiones oculares que se muestran con mayor frecuencia en pacientes pediátricos. Debemos considerar que el maltrato físico causado por adultos genera una incidencia importante de traumatismos oculares. Esto representa un motivo importante de morbilidad ocular en niños, por lo que son una causa frecuente de consulta pediátrica, como primer especialista en atender estas lesiones4.

Los traumatismos oculares están entre las seis primeras causas de ceguera en el mundo, pudiendo ser causa de pérdida visual transitoria o permanente, y de trastornos psicológicos en el desarrollo del niño. Además, son la primera causa de pérdida anatómica del globo ocular 4.

Teniendo en cuenta que ocurren durante el período de desarrollo visual (hasta los 9-10 años) pueden condicionar un déficit de desarrollo visual por falta de uso, lo que hace que sea tan importante el problema funcional como el anatómico. Cuanto más pequeño es el niño más urgente es la reparación de las lesiones y el tratamiento4.

En ocasiones, aparecerán dentro del contexto del niño politraumatizado y la evaluación oftalmológica deberá ubicarse adecuadamente dentro de la atención al traumatismo pediátrico4.

La particularidad de los pacientes pediátricos es que el diagnóstico se ve dificultado con respecto al adulto. La entrevista a veces es imposible por la edad, pero en general los pacientes en edad pediátrica son reticentes a relatar las circunstancias reales del accidente por temor a ser reprendidos por haber hecho algo indebido4.

Una de las complicaciones del trauma ocular que tiene gran importancia para el pronóstico es el desprendimiento de la retina4.

Epidemiología:

  • Son más frecuentes en niños, con una proporción 3:1 respecto a las niñas.
  • La edad de mayor riesgo es de 5 a 14 años.
  • El lugar donde ocurren la mayor parte de las veces es en la propia casa.
  • La gran mayoría son traumatismos no perforantes4.

TRAUMATISMOS DE POLO ANTERIOR:

  • Erosión corneal: Es una de las lesiones oculares más frecuentes en el niño. Su detección es sencilla mediante el uso de colirio de fluoresceína, que demuestra una zona de tinción con luz azul cobalto4.

Su tratamiento consiste en el uso de colirio antibiótico (tobramicina, gentamicina, etc.), instilado cada 4 h. Actúa como lubricante de la superficie ocular, disminuye el malestar ocular y reduce el riesgo de infección de la úlcera4.

  • Quemadura por cigarrillos: La quemadura por cigarrillos es la lesión térmica más común de la superficie ocular en niños. En la exploración ocular se observa una placa blanquecina en la córnea, correspondiente al epitelio corneal coagulado. Al retirar este epitelio queda una úlcera corneal 4.

El tratamiento, tras instilar anestésico, debe abarcar la limpieza de restos de ceniza irrigando suero y el uso de colirio antibiótico. La restitución del epitelio es rápida y sin secuelas cicatrízales (4).

  • Quemaduras químicas: Las quemaduras químicas están provocadas generalmente por solventes orgánicos o productos de limpieza empleados en casa. Se aprecia gran hiperemia conjuntival junto a úlceras punteadas o macroscópicas en la córnea4.

La curación se logra en menos de una semana aplicando igual tratamiento que en las erosiones corneales4.

  • Quemaduras por ácidos o álcalis: Cuadro de extrema gravedad. En la fase aguda la córnea puede aparecer opaca, con blanqueamiento de los vasos en la conjuntiva 4.

El tratamiento inmediato es crucial. La irrigación copiosa con suero debe iniciarse tan pronto como sea posible. El ojo debe mantenerse abierto, tirando de los párpados superior e inferior para irrigar los fondos de saco conjuntivales4.

HIFEMA TRAUMÁTICO:

Es la salida de sangre a la cámara anterior del ojo4.

Suele ser secundario a traumatismos contusos, pero hay que descartar la presencia de otras lesiones intraoculares por proyectiles a alta velocidad. Debe considerarse la posibilidad de otras etiologías no traumáticas4.

La exploración con linterna del polo anterior es suficiente para su detección. Llevará medidas de reposo relativo, uso tópico de corticoides y ciclopléjicos, y control de la presión intraocular. El empleo de agentes antifibrinolíticos (ácido tranexámico, ácido ε-aminocaproico) orales o tópicos ha demostrado mejorar el pronóstico reduciendo el riesgo de rehemorragia, que es su principal complicación. En ocasiones puede ser necesaria la limpieza quirúrgica del hifema4.

FRACTURA ORBITARIA:

La lesión más frecuente es la fractura del techo de la órbita, típicamente por un impacto en la región de la ceja tras una caída casual. La manifestación externa es el hematoma en el párpado superior, que aparece 1 hora o más después del traumatismo4.

La imagen de la tomografía axial computarizada orbitaria confirma la fractura. La mayor parte son fracturas lineales simples que curan sin complicación. Si hay afectación dural, se realizará cirugía para evitar la herniación del tejido intracraneal en la órbita 4.

HERIDAS PALPEBRALES:

Las laceraciones en los párpados pueden evaluarse mediante simple inspección. No obstante, puede haber heridas del globo ocular ocultas o eclipsadas por la lesión palpebral4.

Las heridas palpebrales que no involucran al borde libre pueden ser suturadas por planos, las que sí, deben ser tratadas por el oftalmólogo4.

TRAUMATISMOS PERFORANTES:

La perforación ocular es la complicación más grave que puede acontecer tras un traumatismo. La endoftalmitis tras traumatismos perforantes puede ser devastadora, ya que conduce a la rápida destrucción del globo ocular con pérdida total de su funcionalidad4.

La exploración ocular debe ser suave, evitando aplicar presiones que puedan producir un desgarro parcial o herniar el contenido intraocular4.

El tratamiento inicial debe incluir la colocación de un protector ocular, analgesia y sedación superficial, así como el uso de antieméticos (los esfuerzos del vómito podrían prolapsar los tejidos intraoculares). El oftalmólogo realizará posteriormente la reparación quirúrgica, extrayendo el cuerpo extraño intraocular en su caso4.

Lesiones oculares por maltrato infantil:

Una gran cantidad de traumatismos oculares derivan del maltrato físico causado por adultos4.

El maltrato reciente puede manifestarse como equimosis periorbitaria, hemorragia subconjuntival o hifema. La catarata, la luxación del cristalino o un desprendimiento de retina pueden indicar maltrato antiguo4.

El “síndrome del niño zarandeado” se refiere al conjunto de lesiones no accidentales que aparecen en las zonas intracraneal, ocular y a veces en otros órganos, como consecuencia de haber sufrido sacudidas violentas4.

TRAUMATISMOS DE COLUMNA:

El peligro de un traumatismo no es por la lesión que se pueda producir en los huesos de la columna, si no por el daño que pueda producirse en la médula espinal3.

Las causas más frecuentes son3:

  • Caída sobre los pies o glúteos desde una cierta altura: igual o superior a su talla.
  • Golpes violentos sobre la columna, caída de espaldas o accidentes en parques infantiles.
  • Movimientos violentos y forzados de la columna.
  • Golpes directos en la cabeza3.

Signos y síntomas:

  • Dolor, aunque no siempre es muy intenso, a veces irradiado o siguiendo el trayecto del nervio afectado.
  • Contractura (rigidez muscular).
  • Posibilidad de pérdida de movilidad y/o sensibilidad de las extremidades.
  • Incontinencia de esfínteres.
  • Dificultad respiratoria, debido a que los músculos torácicos no funcionan y solo responde el diafragma.
  • En varones, incluso en niños pequeños, erección intensa mantenida y dolorosa (priapismo) 3.

Actuación:

  • Evitar el movimiento.
  • Sujetar la cabeza de forma bimanual, una mano en cada lado de la cabeza para evitar movimientos de flexión y laterales del cuello.
  • En caso de que esté consciente, decirle que no se puede mover.
  • Abrigar a la víctima para así evitar la pérdida de calor.
  • Vigilar la respiración y la consciencia3.

Que NO hacer:

  • Dar líquidos.
  • Mover a la víctima sin collarín cervical

TRAUMATISMOS DENTALES:

Es habitual que los niños sufran algún tipo de trauma dental. El béisbol y el baloncesto son los deportes con más lesiones dentales. En la mayoría de las lesiones relacionadas con el deporte, los niños no llevan puesto protectores bucales u otros equipos de protección, a pesar de que los estudios demuestran que pueden reducir significativamente la incidencia de traumatismos dentales5.

La localización más común de las lesiones bucales son el labio superior, el maxilar superior y los incisivos maxilares. Los tipos más comunes de lesiones son las laceraciones, las fracturas de la corona y las avulsiones5.

Los dientes con una conmoción cerebral son sensibles al tacto, pero no aumentan la movilidad ni el desplazamiento del diente. Por lo general, no hay sangrado en el margen del diente ni en las encías. Los dientes con conmoción, tanto primaria como permanente, no requieren tratamiento5.

Los dientes desplazados se clasifican según el grado y la dirección del desplazamiento. La primera de esta categoría es la subluxación, en la que hay cierta movilidad anormal del diente pero no hay desplazamiento y, a menudo, hay algo de sangrado. Esta lesión tampoco requiere tratamiento, sino una estrecha monitorización5.

A continuación, está la luxación lateral, en la que el diente se desplaza lateralmente. Este tipo de lesión puede dejar el diente móvil o firmemente atrapado en una posición anormal. También puede dejarlo en la posición desplazada, siempre y cuando no interfiera con la mordida y, por lo general, su reposicionamiento se produce de forma natural. Si el diente se desplaza más extensamente o interfiere con la mordida, debe ser extraído. En el caso de los dientes permanentes, la luxación lateral requiere un reposicionamiento suave y una estabilización con una férula durante aproximadamente 4 semanas5.

ATENCIÓN A PACIENTE POLITRAUMATIZADO PEDIÁTRICO:

El trauma en pediatría es una causa frecuente de consulta en los servicios de urgencias, siendo a menudo la principal causa de muerte y de discapacidad en este grupo de población en el mundo6.

Existen diferencias anatómicas, fisiológicas y psicológicas en los pacientes pediátricos respecto a los pacientes adultos. Algunas de ellas son6:

– La superficie corporal del niño es menor respecto al adulto, por lo tanto, la energía transmitida durante el trauma da como resultado una mayor fuerza aplicada por unidad de área corporal. Al tener menor superficie corporal, los órganos internos están más próximos entre sí, provocándoles también múltiples lesiones6.

– La vía aérea del niño es distinta a la del adulto: área subglótica estrecha, laringe con posición más cefálica y anterior; epiglotis más flexible insertándose en un ángulo agudo a las cuerdas vocales en forma de “Ω” o “de omega”, tráquea más estrecha y corta, lo cual hace que la traqueostomía sea un procedimiento más difícil6.

– La cavidad oral posee una lengua más grande, encías con más susceptibilidad al sangrado, dientes menos adheridos con mayor probabilidad de desprendimiento y la presencia del tejido adenoideo puede contribuir a obstrucción de la vía aérea6.

– La cabeza del paciente pediátrico es grande con relación a su cuerpo, debido a ello es el sitio principal de lesión. El cráneo del niño es delgado, el cerebro menos mielinizado, lo cual lo hace más susceptible a lesiones graves con un menor mecanismo de trauma; en contraposición, en algunas edades, las suturas del cráneo se encuentran abiertas llevando a tener mayor espacio subaracnoideo, favoreciendo una mejor tolerancia al edema cerebral 6.

– El tejido óseo de los niños se encuentra en maduración, por lo que los centros de calcificación están activos, dando lugar a mayor flexibilidad ósea, siendo más susceptibles a desarrollar fracturas de tipo Salter-Harris6.

Cuando se encuentra una fractura hay que asumir que la lesión implícita representa un alto impacto y transferencia de energía, con mayor gravedad y riesgo de lesión, además de alertar sobre otras enfermedades como problemas reumatológicos o cáncer óseo6.

Desde el punto de vista fisiológico, los niños responden a la lesión de manera diferente. Poseen gran capacidad para mantener la presión arterial a pesar de las pérdidas agudas de sangre, por lo tanto, pequeños cambios de la presión arterial, perfusión tisular y de la frecuencia cardiaca pueden indicar riesgo de colapso hemodinámico y daño multiorgánico, que cuando no son reconocidos, pueden tener efectos negativos en la función cardiaca, plaquetaria y a nivel renal y hepático. Esto conlleva una alta demanda metabólica que potencia la acidosis, coagulopatía e hipotermia, dando a lugar a mayor mortalidad6.

Finalmente, hay que tomar en cuenta que los pacientes pediátricos presentan mayor irritabilidad que no es proporcional al grado de lesión, lo que dificulta su evaluación; de ahí que la atención por parte del personal deberá ser tranquilizadora, con la idea de disminuir la ansiedad y mejorar la atención que se brinda6.

Valoración primaria del paciente pediátrico:

La valoración primaria en trauma pediátrico se basa en el protocolo establecido por la guía del ATLS (Advanced Trauma Life Support, por sus siglas en inglés), donde se recomienda la secuencia “ABCDE”. Se aconseja incluir la “F” referido a la familia, dado que los padres pueden ayudar a una mejor evaluación porque disminuye su grado de ansiedad por encontrarse en un entorno desconocido6.

Su importancia radica en detectar lesiones potencialmente fatales, prevenir la hipovolemia con el control de la hemorragia y establecer y mantener el control de la vía aérea. El enfoque organizado de la vía aérea permite la estabilización al evitar hipoxia, lo cual es la causa más común de paro cardiorrespiratorio en un niño con trauma6.

 

CONCLUSIÓN

Las lesiones por traumatismos son muy frecuentes en los niños, ya sea por accidentes de tráfico, domésticos o simples caídas. Es importante tener en cuenta que la lesión puede ser mucho más grave de lo que se ve o aparenta debido a las características propias del desarrollo de los huesos y las articulaciones3.

Dentro de los traumatismos o lesiones que más a menudo podemos ver, encontramos: contusiones, traumatismos en extremidades, pronación dolorosa, traumatismos que afectan a la cabeza, cara y columna, traumatismos oculares y traumatismos dentales. Entre las actuaciones que debemos realizar siempre se encuentra en primer lugar tranquilizar al niño. También, en caso de duda sobre la gravedad se deberá tener en cuenta que el miembro lesionado está roto3.

En caso de caídas en lactantes y niños pequeños, si la altura de la caída es superior a un metro o superior a su talla se considera de alto riesgo. Los traumatismos que afectan a la cabeza, cara y columna serán tratados como de mayor riesgo debido a que la intensidad del golpe podría llegar a producir alteraciones de la consciencia o hemorragias importantes3.

 

BIBLIOGRAFÍA

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  4. Sierra Gros G, López Castillo P, Castro Muñoz AB, Ferrer Gómez JM, Civera Hernández V, Baquedano García A. Artículo monográfico: Primeros Auxilios pediátricos; traumatismos oculares. [Internet]. 2022 [cited 2023 Apr 12]. Available from: https://revistasanitariadeinvestigacion.com/articulo-monografico-primeros-auxilios-pediatricos-traumatismos-oculares/
  5. Khan L. Dental Care and Trauma Management in Children and Adolescents. Pediatric Annals [Internet]. 2019 Jan 1 [cited 2023 Apr 29];48(1):e3–8. Available from: https://www.proquest.com/medline/docview/2167853566/fulltext/BC02E6317CD448F3PQ/2?accountid=14795
  6. Acker SN, Ross JT, Partrick DA, Tong S, Bensard DD. Pediatric specific shock index accurately identifies severely injured children. J Pediatr Surg [Internet]. 2020 Dic 3 [cited 2023 Apr 11];50(2):331–4. Available from: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0035-00522019000100026&script=sci_arttext
  7. Colegio Oficial de Médicos de Málaga. Traumatismos Craneoencefálicos en Lactantes [Internet]. 2018 [cited 2023 Apr 15]. Available from: https://commalaga.com/traumatismos-craneoencefalicos-en-lactantes/

 

ANEXOS

 

PALABRAS CLAVE
Accidente Traumatismo
Urgencia Niños

Tabla 1. Palabras clave

 

CRITERIOS DE INCLUSIÓN CRITERIOS DE EXCLUSIÓN
Artículos sobre traumatismos pediátricos y actuaciones de urgencia. Artículos sobre traumatismos en adultos.
Población < 14 años. Artículos sobre adultos.
Antigüedad igual o inferior a 15 años. Antigüedad superior a 20 años.
Idioma español e inglés. Páginas web sin evidencia científica.

Tabla 2. Criterios de inclusión y exclusión.

 

BASES DE DATOS UTILIZADAS PALABRAS CLAVE Y OPERADOR BOOLEANO ARTÍCULOS ENCONTRADOS ARTÍCULOS UTILIZADOS
SCIELO (accidentes infantiles) AND (estrategias) 3 1
(urgencias) AND (niños) 208 1
PUBMED (((emergencia) AND (accidente)) AND (pediátrico)) AND (lesiones) NOT (adultos) 3 0
MEDLINE (tooth injuries) AND (childhood) AND (intervention) 40 1

Tabla 3. Búsqueda bibliográfica

 

REVISTA TIPO DE ARTÍCULO ARTÍCULOS ENCONTRADOS ARTÍCULOS UTILIZADOS
Revista sanitaria de investigación Artículo monográfico 5 2

Tabla 4. Revista científica.

 

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