Relevancia del estado nutricional en la cicatrización de las úlceras por presión.

1 marzo 2023

AUTORES

  1. Bárbara Valero Rodríguez. Diplomada en Enfermería. Servicio de Angiología y Cirugía Vascular (hospitalización) del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.
  2. Ernesto Galán Fernández. Diplomado en Enfermería. Unidad de Urgencias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
  3. Paola Salas Ferrer. Diplomada en Enfermería. Unidad de Urgencias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
  4. Rocío Palacios Sanguinetti. Diplomada en Enfermería. Unidad de Urgencias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
  5. Zoe Añaños Baig. Diplomada en Enfermería. Unidad de Urgencias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
  6. Susana Lacasa Pinilla. Diplomada en Enfermería. Unidad de Urgencias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.

 

RESUMEN

Existen numerosos factores que influyen en el proceso de cicatrización de una herida crónica, entre los que encontramos la nutrición, la cual juega un importante papel en la prevención y tratamiento de las úlceras por presión (UPP). La provisión de suplementos orales para propiciar un nivel proteico y vitamínico adecuado, es un método eficaz en la mejora del proceso de curación de las heridas crónicas. El objetivo de este estudio es evidenciar la importancia de un correcto estado nutricional para favorecer la cicatrización de las heridas crónicas, a través de una extensa revisión bibliográfica.

 

PALABRAS CLAVE

Úlcera por presión, cicatrización de heridas, fisiología nutricional, suplementos nutricionales.

 

ABSTRACT

There are numerous factors that influence the healing process of a chronic wound, among which we finde nutrition, which plays a role in the prevention and treatment of pressure ulcers (UPP). The provision of oral supplements to promote an adequate protein and vitamin level is an effective method in improving the healing process of chronic wounds. The objective of this study is to demonstrate the importance of a correct nutritional state to promote the healing of chronic wounds, through an extensive bibliography.

 

KEY WORDS

Pressure ulcer, wound healing, nutrition, dietary supplements.

 

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas se han conseguido numerosos avances acerca de los conocimientos en la cicatrización de las heridas, y gracias a esta evolución considerable, hoy en día se pueden establecer comparaciones entre la cronología de una cicatrización normal y una cicatrización alterada.

Una herida es una pérdida de continuidad de la piel o mucosa con afectación variable de estructura subyacente, causada por algún agente productor. Las heridas se pueden clasificar de la siguiente forma según el tiempo de evolución:

  • Lesiones agudas: tienen una rápida disposición a la cicatrización espontánea por primera intención.
  • Lesiones crónicas (úlceras por presión, lesiones vasculares y neuropatías…): con una cicatrización más pausada por segunda intención1.

 

A pesar de disponer de infinidad de información, las úlceras por presión (UPP) suponen un problema sanitario mundial muy frecuente en la práctica diaria de enfermería, el cual se agrava a medida que se incrementa la edad de los pacientes, y supone un gran reto y una gran responsabilidad en el ámbito de la prevención clínica hospitalaria.

Existen numerosos factores que influyen en el proceso de cicatrización de una herida crónica, entre los que encontramos la nutrición, la cual juega un importante papel en la prevención y tratamiento de las UPP.

La nutrición y cicatrización están íntimamente relacionadas, por lo que la existencia de deficiencias nutricionales específicas podría suponer un retardo en el proceso de cicatrización, convirtiendo a una herida en crónica.

Tener una dieta equilibrada y un peso adecuado reduce el riesgo de desarrollar distintas enfermedades crónicas que predisponen a una persona a desarrollar UPP y favorece la cicatrización en aquellos que ya las tienen. Así pues, es importante conocer el papel de los micro y macro-nutrientes en este proceso complejo para poder tratar las heridas de manera integral.

Alrededor de un 12% de la población encamada a desarrollar UPP2, y el estado nutricional juega un papel relevante. Estas lesiones no sólo generan una morbi-mortalidad asociada importante, sino que también aumentan la estancia hospitalaria y con ello, el gasto sanitario.

A pesar de la alta prevalencia de UPP, el 95% de ellas son prevenibles3,4. Por lo tanto, la prevención de estas lesiones a través de una correcta nutrición para propiciar un nivel proteico y vitamínico adecuado, debe ser uno de los aspectos prioritarios en el tratamiento de pacientes encamados.

 

OBJETIVOS

  • OBJETIVO PRINCIPAL:
  • Evidenciar la importancia de un correcto estado nutricional para favorecer la cicatrización de las heridas crónicas.
  • OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
  • Relacionar el déficit del estado nutricional con la pérdida de la integridad cutánea.
  • Describir la fisiología de la cicatrización de las heridas.
  • Reflejar la influencia de los nutrientes en las fases de cicatrización.

 

METODOLOGÍA

Para la realización de este trabajo se ha llevado a cabo una búsqueda selectiva bibliográfica desde el 1 enero hasta el 29 de enero del año 2023.

En su primera fase, la sistemática de este trabajo, ha consistido en la búsqueda y actualización sobre la materia de estudio, a través de revistas de impacto, congresos, protocolos y manuales de nutrición y heridas.

Posteriormente, se inició una revisión de los conocimientos científicos relacionados con nutrición, cicatrización y prevención de las heridas crónicas, centrándonos más en el tratamiento nutricional para las úlceras por presión. Para ello se utilizaron las bases de datos bibliográficas de: Pubmed, Scielo, Science, Google Scholar y Cochrane; utilizando los Descriptores: Pressure Ulcer, Wound Healing, Nutrition, Dietary Supplements; y combinándolos con los operadores booleanos (AND, NOT, OR) para obtener los resultados deseados.

Tras una lectura comprensiva y selectiva se clasificaron los estudios con información relevante que se ajustaban a la hipótesis de trabajo.

Los criterios de selección de estos artículos fueron los siguientes: artículos originales completos, o en su defecto el resumen, que analizaron los efectos de la nutrición en el proceso de cicatrización de las heridas, el idioma en inglés o español. Tras una primera búsqueda acotada a los últimos seis años, se realizó una ampliación de la búsqueda incluyendo artículos de estudios científicos y revisiones publicadas a partir del año 2000. Se utilizó algún artículo o libro de relevancia de años anteriores a la fecha de filtración para la revisión bibliográfica.

Criterios de inclusión y exclusión de la búsqueda bibliográfica de artículos en bases de datos:

Criterios de Inclusión.

  • Estar centrado en el tema de la cicatrización de heridas crónicas en relación con el estado nutricional y el tipo de nutrición o adición de suplementos nutricionales.
  • El idioma: castellano o inglés.
  • Tener accesibilidad para obtener el artículo completo o en su defecto el resumen.
  • Basado en evidencias científicas.

 

Criterios de Exclusión.

  • No estar centrado en el tema de la cicatrización de heridas crónicas en relación con el estado nutricional y el tipo de nutrición o adición de suplementos nutricionales.
  • El idioma no es ni castellano ni inglés.
  • No tener la posibilidad de acceder al texto completo ni el resumen.
  • Estudio no basado en evidencias científicas.

 

RESULTADOS

Tras la búsqueda inicial se localizaron 195 estudios, de los cuales se utilizó un total de 17 artículos científicos, entre los cuales se encontraba alguna revisión sistemática. Además, se recurrió a 3 guías prácticas o capítulos de libro asociados al tema de estudio. Para proceder a la selección se revisaron los abstract y en caso necesario los artículos completos con el fin de decidir si la información que contenían estaba o no relacionada con nuestro objetivo.

ECUACIONES DE BÚSQUEDA (EJEMPLOS UTILIZADOS):

• («wound healing») AND (nutrition) AND («pressure ulcer») AND («dietary supplements»).

• (nutrición) (herida OR úlcera) (cicatrización).

BASES DE DATOS UTILIZADAS:

  • COCHRANE 1 artículo utilizado.
  • G. SHOLAR 5 artículos utilizados.
  • SCIENCE 1 artículo utilizado.
  • SCIELO 5 artículos utilizados.
  • PUBMED 5 artículos utilizados.

 

Existen numerosos estudios que demuestran que un buen estado nutricional en un paciente con riesgo de padecer úlceras por presión o que las padece, acelera el proceso de cicatrización de las mismas y evita que se produzcan.

Definición y características clínicas de las úlceras por presión:

Una úlcera por presión es toda lesión isquémica de la piel y tejidos subyacentes producida por una presión prolongada, fricción o cizallamiento entre dos planos duros5.

Dicha presión es externa y se ejerce constantemente en un período mínimo de 2 horas sobre un tejido blando, entre el colchón y una prominencia ósea.

Recordemos que esta presión, está aumentada por la ejercida de una fuerza de deslizamiento y la propia fuerza de gravedad del cuerpo, dando como resultado una fuerza resultante que es la causante del daño tisular6.

Existen numerosos factores que promueven la aparición y desarrollo de lesiones como: edad avanzada, inmovilidad, obesidad, pérdida de la sensibilidad, estado nutricional inadecuado, humedad excesiva de la piel, nivel de conciencia disminuido, procesos terminales, enfermedades neurológicas, cardiovasculares y respiratorias que disminuyen la oxigenación tisular. El tiempo de exposición a dichos factores determina la frecuencia y localización de UPP.

 

Según la clasificación internacional de UPP (National Pressure Ulcer Advisory Panel), se pueden clasificar las UPP de la siguiente manera según el grado de afectación tisular y la localización:

I.- Piel eritematosa, violácea e incluso negra e indurada que habitualmente recubre una prominencia ósea y no desaparece a la vitropresión.

II.- Epidermis y dermis con solución de continuidad. Flictenas y ulceración superficial se extienden hasta el tejido celular subcutáneo.

III.- Hasta tejido muscular sin llegar a hueso, que generalmente dan lugar a una úlcera cavitada.

IV.- Hasta el hueso, son extensas, afectan a articulaciones, tendones, etc. y cavidades del organismo6.

 

Importancia de la nutrición en el mantenimiento de la integridad cutánea:

La desnutrición (proteica, falta de vitaminas, deshidratación) supone uno de los factores de riesgo que se sumarán a la propia patogenia de las UPP y que los podemos controlar con una correcta valoración del paciente6.

Sigtes Serra define la malnutrición como un trastorno de la composición corporal, caracterizado por un exceso de agua extracelular, un déficit de potasio y de masa muscular, asociado con frecuencia a disminución de tejido graso e hipoproteinemia, que interfiere con la respuesta del huésped a su enfermedad y su tratamiento7.

La nutrición juega un importante papel en la prevención y tratamiento de las UPP. Tener una dieta equilibrada y un peso adecuado reduce el riesgo de desarrollar distintas enfermedades crónicas que predisponen a una persona a desarrollar UPP y favorece la cicatrización en aquellos que ya las tienen.

Una ingesta calórica insuficiente, la deshidratación y una reducción de la albúmina sérica disminuyen la tolerancia de la piel y el tejido subyacente a la presión, fuerzas de cizalla y fricción.

Los pacientes desnutridos tienen el doble de probabilidad de desarrollar UPP que los no desnutridos8.

Dada la alta prevalencia de la malnutrición hospitalaria que muestran algunos estudios y conociendo su repercusión directa sobre el incremento de la morbimortalidad de los pacientes hospitalizados, se hace necesaria la identificación precoz de la misma. Esto permitiría implantar lo antes posible un adecuado tratamiento nutricional a los pacientes de riesgo que lo precisen9.

Relación entre desnutrición y producción UPP:

La malnutrición se evidencia sobre todo con pérdida de peso superior al 5% y disminución de grasa subcutánea y de masa muscular9. Se produce un adelgazamiento de la epidermis potenciando así su fragilidad. Esto se debe a una disminución de la mitosis celular de los queratinocitos, de su vida media y de la desorganización celular2.

Además, hay limitación funcional para realizar la actividad normal9.

Por tanto, un estado nutricional deficiente o la deshidratación pueden debilitar la piel debido a esta diminución de grasa subcutánea que favorece una mayor protusión de las prominencias óseas, las cuales ejercen una mayor presión sobre los tejidos, y sumado a la inmovilidad, aumenta la vulnerabilidad de los pacientes a desarrollar úlceras por presión10.

La presión ejercida sobre los tejidos es superior a 32 mm de Hg, con una variabilidad de 20 a 40 mm de Hg, según estado del paciente, ocasionando con ello un fracaso circulatorio periférico, por consiguiente, una disminución de aporte de oxígeno y nutrientes, originando una isquemia tisular dando lugar la formación de tejido muerto “placa necrótica”, que hacemos referencia muchas veces cuando vemos el mal estado, al que ha llegado el paciente6. Una vez que la úlcera de presión se ha desarrollado se puede agrandar mucho y ser difícil de curar10.

El último estudio nacional de prevalencia de UPP en España revela que en el año 2013 aumentaron las cifras de UPP en centros sanitarios y sociosanitarios, siendo un 65,6% del total de úlceras de carácter nosocomial11.

Fisiología de la cicatrización de las heridas:

La cicatrización es un proceso complejo y dinámico, que comienza nada más producirse la herida, siendo su principal objetivo la formación de tejido nuevo para reparar la herida1. Algunos autores dividen el proceso de cicatrización en 4 fases y otros en 3 grandes fases, aunque en realidad existe un solapamiento temporal entre dichas fases.

 

Fase inflamatoria: En esta fase se producirá la hemostasia, la inflamación y la limpieza celular de la herida.

1-Hemostasia: Cuando el tejido es herido, las plaquetas que están en el torrente sanguíneo se activan. Son las encargadas de la formación del tapón plaquetario o clavo, para producir una detención o estancamiento de la hemorragia, también llamado “hemostasia primaria”.

En la formación del tapón plaquetario pueden distinguirse las siguientes etapas:

  • Adhesión plaquetaria: Tras la ruptura del endotelio vascular las plaquetas se adhieren a las estructuras subendoteliales, principalmente a las fibras de colágeno que afloran por la superficie rota, y entran en contacto con las plaquetas.
  • Agregación plaquetaria: Las plaquetas se van uniendo unas a otras. Una vez agregadas, se activará la cascada de coagulación (por acción de los factores de contacto y los factores tisulares) formando la fibrina y fibronectina. La fibrina y fibronectina se unirán formando una especie de red, donde se unirán también las plaquetas, proteínas, glóbulos rojos etc. que prevendrán futuras pérdidas sanguíneas. Este coágulo de fibrina-fibronectina será el principal soporte estructural para la herida, hasta que el colágeno se deposite.

 

2-Inflamación: Al mismo tiempo en el que se produce la coagulación, se liberan factores inflamatorios como tromboxanos, se producirá una vasoconstricción para prevenir la pérdida sanguínea y favorecer la concentración de las células inflamatorias en esa área. La vasoconstricción durará de 5 a 10 minutos y vendrá seguida por una vasodilatación.

La vasodilatación se produce por los factores proinflamatorios como las prostaglandinas y la histamina; ésta vuelve a los vasos porosos y edematosos para facilitar el ingreso de las células inflamatorias como los leucocitos en la herida a partir del torrente circulatorio la cual llegará a su punto máximo a los 20 minutos de haberse producido la herida. La clínica de la inflamación será: calor, rubor, tumor y dolor.

3-Limpieza: 1 hora después de haberse producido la herida, los neutrófilos llegan a la herida y se convertirán en las células más abundantes en la misma durante los 3 primeros días. Los neutrófilos producen radicales libres; estos limpiaron la herida (tienen acción bactericida) por la secreción de proteasas, ya que eliminan el tejido lesionado.

Los macrófagos son esenciales en la cicatrización. Van a reemplazar a los neutrófilos a los 3-4 días de producirse la herida. Son atraídos por los factores de crecimiento que son segregados por las plaquetas. Su principal objetivo es fagocitar bacterias y tejido dañado, desbridando a su vez por las proteasas. Los macrófagos 11 también secretan factores de crecimiento y otras citoquinas, contribuyendo en la neoformación tisular. Cabe destacar que estimulados por el bajo contenido en oxígeno, inducen una rápida angiogénesis, estimulan el crecimiento epitelial creando tejido de granulación y depositando la matriz extracelular. Esta capacidad que tienen los macrófagos los convierte en elementos imprescindibles para que se dé el proceso de cicatrización.

Fase proliferativa: Esta fase se caracteriza por la angiogénesis, por la formación del tejido de granulación y epitelización y por la contracción de la herida. Pasados dos o tres días de que se produzca la herida comienza la proliferación de los tejidos, con el aumento de afluencia de los fibroblastos a la herida.

1-Angiogénesis: La angiogénesis se define como la formación de nuevos vasos sanguíneos, esenciales para garantizar el aporte adecuado de sangre, oxígeno y nutrientes. La angiogénesis se produce a partir de las células endoteliales, que provienen de los vasos sanguíneos no dañados, formando así seudópodos. Estas células se desplazan a través de la matriz extracelular (MEC). Para llevar a cabo esta migración, necesitan colagenasas y metaloproteinasas (dependientes del zinc) para degradar el coágulo y parte de la MEC, permitiendo la proliferación celular. Este tejido tendrá un aspecto eritematoso.

2-Formación de tejido de granulación y colágeno: Al mismo tiempo, empezará a aparecer el tejido de granulación, cubriendo todo el lecho de la herida, cuya formación comienza a partir de los fibroblastos que proliferan y migran, desde los márgenes sanos de la herida. Esto ocurre, de 2 a 5 días después de que se produzca la herida, cuando la fase inflamatoria está finalizando. Los fibroblastos se van a convertir en las células más numerosas e importantes, ya que se encargan de sintetizar y secretar colágeno, además de secretar factores de crecimiento que inducen la angiogénesis y la migración epitelial. La producción de colágeno llega al punto máximo en 3-4 semanas. El tejido de granulación, es la base para el tejido epitelial y consiste en los nuevos vasos sanguíneos, las células inflamatorias, endoteliales, fibroblastos y la MEC. Esta matriz es muy rica en fibrina y hialurónico, favoreciendo que esté muy hidratada para facilitar la migración celular. Esta superficie tendrá un aspecto húmedo, brillante y de color rojo. Al mismo tiempo que los fibroblastos producen colágeno, las colagenasas lo degradan (al igual que el coágulo). Inicialmente la síntesis será superior a la degradación, pero cuando se da el equilibrio la fase de granulación llega a su fin.

3-Epitelización: La fase de epitelización sigue a la fase de granulación. Las células epiteliales migran a través del tejido de granulación para cubrir definitivamente la herida. Los principales responsables de la epitelización son los queratinocitos basales que vienen del borde de la herida y de los apéndices dérmicos como los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas y las sebáceas. Los queratinocitos migran desde el borde hacia dentro de la herida. Cabe destacar, que el inicio de la migración de queratinocitos es muy variable, ya que necesita tejido viable (de granulación) para que comience; por eso dependerá en gran medida de la profundidad de la herida en cuestión. La migración es estimulada por la ausencia de inhibición de contacto y por el óxido nítrico.

Los queratinocitos van a migrar hasta que se encuentren con los queratinocitos del otro lado de la herida en la parte media aproximadamente. Este mecanismo de inhibición de contacto es el que detiene la migración y se secretan proteínas que formarán la nueva membrana basal.

4-Contracción: Al transcurrir de 1 semana de que se produzca la herida los fibroblastos, se van a diferenciar el miofibroblasto, siendo estos los encargados de la contracción de la herida. El pico de contracción se encontrará a los 5-15 días. Los miofibroblastos tienen la capacidad de contraer la herida porque son atraídos por la fibronectina y los factores de crecimiento y se moverán a lo largo de la herida por la MEC para alcanzar los bordes de la herida.

Fase de maduración: La fase de maduración comienza cuando se produce la degradación de los fibroblastos, es decir cuando la producción de colágeno se detiene. En esta fase se produce la configuración total de los tejidos. El Colágeno Tipo III (el que aparece en la proliferación), se degrada y en su lugar se deposita el Tipo I, más resistente. Las fibras de colágeno que inicialmente estaban desorganizadas a lo largo y ancho de la herida se ordenan y alinean a lo largo de las líneas de tensión, para así aumentar la fuerza de tensión hasta un 80% del tejido normal. Poco a poco la actividad se va a ir reduciendo (la actividad inflamatoria y el riego sanguíneo de la zona) produciéndose así una cicatriz cada vez más fuerte.

Proceso de cicatrización alterado: Como se puede observar el proceso de cicatrización es complejo y frágil; por lo tanto, es susceptible de ser interrumpido y llevar así a la cronificación de las heridas. En este caso 4 etapas del proceso se verán alteradas:

Cuando existe una fase de inflamación prolongada, nos encontramos con las siguientes irregularidades:

  • Formación de radicales libres.
  • Defectos en la remodelación de la matriz extracelular.
  • Inhibición de los factores de crecimiento celular y de la migración de los queratinocitos1.

 

Influencia de los nutrientes en el proceso de cicatrización:

La importancia del papel de la nutrición en la cicatrización de heridas es un área que ha sido ampliamente estudiada en la última década. Es bien sabido que tanto los macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos) y micronutrientes (vitaminas, minerales y oligoelementos) desempeñan un papel importante en la curación de las heridas crónicas y lesiones agudas.

Diversos estudios muestran la eficacia de las combinaciones de macro y micronutrientes específicos para prevenir o mejorar la curación de las úlceras por presión en el ámbito clínico. En particular, la proteína, arginina, vitamina A, vitamina C y zinc se han relacionado con la mejora de la curación de las heridas. Se ha descartado que proporcionar calorías adicionales sea eficaz en la mejora de cicatrización de las heridas, ya que los estudios más recientes han demostrado que los requisitos de energía de los pacientes de edad avanzada con úlceras son similar al de los pacientes de edad avanzada en general12.

Actualmente, la intervención nutricional para el manejo de las úlceras no es un enfoque general y se ha demostrado que el suplemento de alimentos o vitaminas mejora notoriamente estas heridas13.

Una guía de práctica clínica de la División de Atención Primaria del Institut Catalá de la Salut, publicada en el 2003 afirma que se ha observado que dietas con incremento de proteínas, mejora la curación de las UPP, en pacientes de atención domiciliaria14.

Si nos paramos a evaluar cómo influye la malnutrición en el progreso de las heridas venosas, podemos ver que el consumo inadecuado de nutrientes y el bajo peso corporal se asocia con heridas que no curan o lo hacen muy lentamente15.

En la actualidad las perspectivas en el tratamiento nutricional de esta patología son muy interesantes. Por ejemplo, el grupo de Lee y cols.16 han demostrado en un ensayo clínico aumentar la tasa de cicatrización de úlceras por presión (II, III y IV) con una fórmula enriquecida en hidrolizado de proteínas procedentes de colágeno26.

Sin embargo otro estudio muestra que no existen pruebas claras de que las intervenciones nutricionales reducen el número de pacientes que desarrollan úlceras de decúbito ni ayuden en la curación de las ya existentes. Se necesitan más estudios de investigación17.

Mejorar el estado nutricional de los pacientes con suplementos nutricionales orales se ha asociado con una menor incidencia de desarrollar úlceras por presión.

Existen numerosos estudios que demuestran que un buen estado nutricional en un paciente con riesgo de padecer úlceras por presión o que las padece, acelera el proceso de cicatrización de estas y evita que se produzcan. Los pacientes que reciben la energía específica y suplementos de proteína enriquecida, que contiene cantidades elevadas de arginina, zinc y antioxidantes, tienden a curar mejor18.

Es muy importante establecer una dieta que cubra las necesidades nutritivas e hídricas de la persona. La recomendación general para un individuo puede demandar un mínimo de 30-35 Kcal / Kg de peso corporal por día, con un requerimiento de 1 a 1,5 g / Kg de proteína al día y 1 ml por Kcal de ingesta de líquidos al día19,20.

Se debe tener en cuenta que los tejidos desnutridos son más vulnerables a factores extrínsecos como la presión, por lo tanto, corresponde valorarlos subjetiva y objetivamente, conjuntamente suplementarlos con proteínas, calorías y micronutrientes20.

La suplementación produciría una mejora en la calidad de vida de los pacientes y permitiría un ahorro en los costes sanitarios al disminuir el tiempo en el cuidado de heridas.

Si se aplican las medidas oportunas tras la valoración del paciente, un 95% de los casos se pueden evitar20. Es por ello que, resulta imprescindible llevar a cabo una valoración global al ingreso hospitalario para detectar el riesgo de desarrollar UPP.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Arruza, A., & Begoña, M. El papel de la nutrición en la cicatrización de las heridas. 2015.
  2. López-Checa C. Prevención de úlceras por presión en pacientes adultos encamados: revisión narrativa. 2015.
  3. Redondo J, Martínez-Cuervo F. Prevalencia de úlceras por presión en una zona básica de salud. Gerokomos. 2009 Jun; 20(2): 92-97.
  4. Waterlow J. Pressure sore prevention Manual. Taunton. 1996.
  5. Islas-Pérez J. Proceso de atención de enfermería aplicado a un paciente que presenta úlcera por presión con sospecha de daño tisular profundo. Revista Mexicana de Enfermería Cardiológica. 2014; 22(2): 60-69.
  6. Palomar F, García J, Fornés B. Valoración al ingreso del paciente de riesgo de úlceras por presión. Enfermería Integral. 2006; (74): 7-13.
  7. Sitges Serra A: Alimentación parenteral. Bases metabólicas y técnicas. Ed. Salvat. Barcelona, 1986.
  8. Verdú Soriano J; Perdomo E. Nutrición y Heridas Crónicas. Serie de Documentos Técnicos GNEAUPP nºXII. Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas. Logroño. 2011.
  9. Cereceda Fernández C., Antolín Juárez F. M., García Figueiras P., Tarrazo Espiñeira R., Suárez Cuesta B., Álvarez Huete A. et al. Detección de malnutrición al ingreso en el hospital. Nutr. Hosp. 2003 Abr; 18(2): 95-100.
  10. LANGER, G., et al. Intervenciones nutricionales para la prevención y el tratamiento de úlceras por presión. 2008.
  11. Pancorbo-Hidalgo Pedro L., García-Fernández Francisco P., Torra i Bou Joan-Enric, Verdú Soriano José, Soldevilla-Agreda J. Javier. Epidemiología de las úlceras por presión en España en 2013: 4.º Estudio Nacional de Prevalencia. Gerokomos. 2014 Dic; 25(4): 162-170.
  12. Van Anholt, R. D., Sobotka, L., Meijer, E. P., Heyman, H., Groen, H. W., Topinková, E. Schols, J. M. G. A. (2010). Specific nutritional support accelerates pressure ulcer healing and reduces wound care intensity in non-malnourished patients.Nutrition, 26(9), 867-72.
  13. Connie, L.; Harris R. Malnutrition in the Institutionalized Elderly: The Effects on Wound Healing. Ostomy Wound Manag. 2004; 50(10).
  14. División de Atención Primaria. Instituto Catalán de la Salud.
  15. Litchford MD, Dorner B, Posthauer ME. Malnutrition as a Precursor of Pressure Ulcers. Adv wound care. 2014 Jan 1; 3(1):54–63.
  16. Lee SK, Posthauer ME, Dorner B, Redovian V, Maloney MJ. Pressure ulcer healing with concentrated, fortified, collagen protein hydrolysate supplement: A randomized controlled trial. Adv Skin Wound Care 2006; 19: 92-6.
  17. Langer G, Fink A. Nutritional interventions for preventing and treating pressure ulcers. Cochrane Database of Systematic Reviews 2014, Issue 6. Art. No.: CD003216. DOI: 10.1002/14651858.CD003216.pub2
  18. Clare E. Collins, Ph.D, Jill Kershaw, R.N, Sonia Brockington, B.Sc. Effect of nutritional supplements on wound healing in home-nursed elderly: A randomized trial. Nutrition. 2005 Feb; 21(2): 147-55.
  19. González Ruiz J.M. Factores de riesgo de las úlceras por presión en pacientes críticos. Enfermería clínica. 2001; 11(5): 184-190.
  20. Luis D. de, Aller R. Revisión sistemática del soporte nutricional en las úlceras por presión. An. Med. Interna (Madrid). 2007 Jul; 24(7): 335-338.

 

Publique con nosotros

Indexación de la revista

ID:3540

Últimos artículos