AUTORES
- Sonia Soldado Olmo. Diplomada en Enfermería. Bloque Quirúrgico. Hospital Royo Villanova. Servicio Aragonés de Salud.
- Luis Arellano Aznar. Grado de Enfermería. Centro de Salud Amparo Poch. Servicio Aragonés de Salud.
- Arantxa Sabando Gimeno. Diplomada en Enfermería. Atención domiciliaria. Hospital Royo Villanova. Servicio Aragonés de Salud.
- Sofía Grasa Caldevilla. Grado de Enfermería. Centro de Salud Arrabal. Servicio Aragonés de Salud.
- Blanca Luño Valero. Grado en Enfermería. Angiología y Cirugía Vascular. Hospital Clínico Lozano Blesa. Servicio Aragonés de Salud.
- Laura Andrés Ginés. Diplomada en Enfermería. UCI Traumatología. Hospital Miguel Servet. Servicio Aragonés de Salud.
RESUMEN
España es líder mundial en el proceso de donación y trasplante, un referente indiscutible para las autoridades sanitarias y la comunidad científica internacional con una cifra actual de 46,3 ppm que, a pesar de la crisis sanitaria, ha superado a la de cualquier país del mundo reflejando la fortaleza de nuestro Modelo Español.
A pesar de esto siguen aumentando el número de pacientes en lista de espera con un número insuficiente de órganos, células y/o tejidos para poder trasplantar. Para disminuir esta desproporción hay que conseguir un mayor número de donaciones, y ésta es la misión primordial del coordinador de trasplantes, ya que la falta de trasplante no se puede atribuir a la falta de donantes sino a la falta de selección a tiempo del posible donante y de los consentimientos necesarios para conseguirlo.
PALABRAS CLAVE
Atención de enfermería, trasplante de órganos, donante de órganos, trasplante.
ABSTRACT
Spain is a world leader in the donation and transplantation process, an indisputable benchmark for health authorities and the international scientific community with a current figure of 46.3 ppm which, despite the health crisis, has exceeded that of any country in the world, reflecting the strength of our Spanish Model.
Despite this, the number of patients on the waiting list with an insufficient number of organs, cells and/or tissues to be able to transplant continues to increase. In order to reduce this disproportion, a greater number of donations must be obtained, and this is the primary mission of the transplant coordinator, since the lack of transplantation cannot be attributed to the lack of a donor, but rather to the lack of timely selection of the possible donor and the necessary consents to obtain it.
KEY WORDS
Nursing Care, organ trasplantation, transplant donors, transplantation.
INTRODUCCIÓN
España es líder mundial en el proceso de donación y trasplante, un referente indiscutible para las autoridades sanitarias y la comunidad científica internacional con una cifra actual de 46,3 ppm que, a pesar de la crisis sanitaria, ha superado a la de cualquier país del mundo reflejando la fortaleza de nuestro Modelo Español.
A pesar de esto siguen aumentando el número de pacientes en lista de espera con un número insuficiente de órganos, células y/o tejidos para poder trasplantar. Para disminuir esta desproporción hay que conseguir un mayor número de donaciones, y ésta es la misión primordial del coordinador de trasplantes, ya que la falta de trasplante no se puede atribuir a la falta de donantes sino a la falta de selección a tiempo del posible donante y de los consentimientos necesarios para conseguirlo. Se ha demostrado que la inclusión de un coordinador formado en el equipo de trasplante incrementa de forma notoria la disponibilidad de órganos, células y tejidos y este hecho justifica su existencia.
Dicho coordinador puede estar representado por médicos o enfermeras según las características del equipo multidisciplinar que coordina. Los profesionales de la salud tienen un papel vital en cada uno de los eslabones del proceso de donación. Entre este equipo, el profesional de enfermería es responsable del cuidado del potencial donante, del futuro paciente trasplantado y de sus familias, de dar una atención sanitaria de calidad, asegurando el correcto funcionamiento del proceso, y de promocionar la donación en la sociedad. Se debe conocer en profundidad cuál es el papel de la enfermería en el proceso actual de donación para poder facilitar su actuación profesional a todos los niveles.
OBJETIVO
Realizar una revisión de la literatura científica sobre la participación de la figura de la enfermería como coordinadora en el equipo multidisciplinar de donación y trasplante en el Modelo Español. Cuál es su perfil y cuáles son sus principales funciones tanto en el ámbito hospitalario como extrahospitalario.
METODOLOGÍA
La metodología que se ha utilizado durante esta revisión sistemática ha sido la búsqueda a través de diferentes bases de datos como: Scielo, OMS, Dialnet y algunos metabuscadores como Google académico y Cochrane Library. Una vez seleccionados los artículos originales publicados entre el 2013 y 2023 se ha procedido a su lectura crítica y posteriormente a sintetizar la información encontrada.
RESULTADOS
El fundador de la ONT, el Dr. Rafael Matesanz, fue un líder muy claro incluyendo a los profesionales de enfermería para poner en marcha la organización. Eligió 5 y en ellas se delegaron diversas funciones convirtiéndose en lo que se conoce como la “columna vertebral” del sistema: los coordinadores de trasplantes. En la última década se han incorporado profesionales de la enfermería vinculados a unidades de cuidados intensivos, como contrapunto a esas primeras enfermeras de la organización que procedían de áreas de nefrología, que era donde estaban la mayor parte de los pacientes que necesitaban un trasplante en aquel momento. Se incorporaron responsables de la hospitalización de nefrología, de la unidad de diálisis y enfermeras pioneras en la diálisis domiciliaria. Han sido fundamentales en el funcionamiento y desarrollo de la ONT1.
A lo largo de los años la enfermería española ha ido abriéndose paso en la coordinación de trasplantes y con una representación cada vez mayor con respecto a los médicos. La decisión de que se trate preferiblemente de un médico intensivista y no de otra especialidad o profesional sanitario lo justifican aclarando que de esta manera se puede establecer una relación igualitaria con los responsables de la UCI en el momento de discutir un caso o poner en marcha el proceso de donación. En todas las fases, desde el diagnóstico de muerte encefálica hasta el trasplante, se ve perfectamente secundado por el personal de enfermería.
En EEUU y Reino Unido la coordinación es ocupada únicamente por profesionales de enfermería. En Holanda son técnicos y enfermeras. En Alemania predominan los administradores. En Francia sólo pueden ser anestesistas debido a una Ley del Ministerio de Salud. No hay criterio específico de quien debería ser el profesional que lidere la coordinación, pero todo apunta a intentar buscar al profesional más apropiado y preparado en cada lugar según la idiosincrasia de cada equipo2.
En 1993 España ocupaba el primer lugar en el mundo en donaciones de órganos. El 33% de los coordinadores médicos eran nefrólogos y el 48% intensivistas quedando el 19% restante para otras especialidades. En cuanto a la enfermería las cifras eran similares, aunque más volcadas hacia la nefrología (41%, 32% y 27%, respectivamente). En 1998 existían ya un total de 139 equipos, con 154 médicos y 79 enfermeras coordinadoras1.
En 2008 contamos con 185 equipos de coordinación con un total de 188 médicos y 330 enfermeras. En cuanto a los médicos solo el 6% tiene una dedicación plena. El 87% son intensivistas, perteneciendo el 13% restante a las áreas de nefrología, anestesia y urgencias. En el caso de las enfermeras, un 35% tiene una dedicación total a la coordinación. Su perfil es más heterogéneo que en el caso de los médicos, siendo el área de intensivos donde más prevalecen con un 43%, el resto se distribuye entre el área quirúrgica, nefrología, urgencias y otros servicios2.
En la actualidad a pesar de que continuamos con 185 equipos de coordinación la representación y las especialidades cambian, tomando mayor participación de médicos y enfermeras de intensivos, aunque con una leve disminución de la participación de profesionales de la enfermería3.
Las enfermeras coordinadoras del equipo de trasplante gestionan operativos de alta complejidad, tienen funciones exclusivas y una responsabilidad transversal. No existe en nuestro país, ni a nivel hospitalario ni extrahospitalario, ningún otro puesto de enfermería que tenga estas atribuciones. Adquieren un conocimiento experto, habilidades para la toma de decisiones complejas y competencias clínicas para una práctica expandida, en el contexto de la donación y trasplante de nuestro país4.
A nivel nacional la ONT está formada por 46 profesionales, de los cuales aproximadamente el 50% son profesionales sanitarios, con una mayoría de enfermeras, 14, y 9 médicos5. Actúan ubicadas en la ONT, Comunidades Autónomas u hospitalarias con presencia física todos los días del año, las 24 horas del día, con personal de guardia para garantizar una atención ininterrumpida.
En todas las fases, desde el diagnóstico de muerte encefálica hasta el trasplante, se ve perfectamente secundado por el personal de enfermería.
Cada vez que un hospital español, de los 189 que existen en la Red Sanitaria Española autorizados para la extracción de órganos, tiene un potencial donante, el coordinador intrahospitalario de ese centro se pone en contacto con la oficina de coordinación extrahospitalaria de la ONT y son los profesionales de enfermería las que atienden esa llamada. Juntos valoran al potencial donante para conocer qué órganos son idóneos para la donación. Una vez aclarado esto, se aplican los criterios de distribución de la lista de espera, que también son gestionados desde la ONT por personal de enfermería.
El Consejo Internacional de la Enfermería define a la Enfermera de Práctica Avanzada como aquella enfermera que posee el conocimiento experto, habilidades para la toma de decisiones complejas y competencias clínicas en el contexto de la donación y trasplante. Pero no contempla, en ninguna normativa reguladora a nivel institucional, la actividad específica de este tipo de enfermeras coordinadoras. Así, en 2019, el Consejo General de la Organización Colegial de Enfermería se plantea ordenar el ámbito de actuación de éstas a través de la “Resolución nº14/2019 Por la que se ordenan determinados aspectos del ejercicio profesional de las/os enfermeras/os en el ámbito de la Coordinación de Trasplantes Nacional”2.
Dicha Resolución define a la Enfermera coordinadora de trasplantes nacional como aquel profesional del ámbito de la práctica avanzada que, por su formación, capacitación específica y experiencia, es responsable de gestionar cada proceso de donación y trasplante a nivel nacional. Basándose en la evidencia científica, participa junto con los coordinadores a nivel hospitalario, en la valoración de los potenciales donantes, distribuye los diferentes órganos en función de criterios normalizados, organiza la logística extrahospitalaria y sirve de puente de unión de los profesionales implicados en el mismo. Además, es responsable de gestionar las listas de espera de trasplantes y proporcionar información, tanto a la ciudadanía como a otros profesionales sanitarios, en relación con la donación y trasplante de órganos2.
- ENFERMERÍA COORDINADORA INTRAHOSPITALARIA:
A pesar de que el líder de la coordinación intrahospitalaria puede estar representada por médicos o enfermeras, cuando se trata de detectar al potencial donante el profesional más adecuado parece ser un médico intensivista dada su preparación y formación que establecerá una relación igualitaria entre sus compañeros de UCI para discutir un caso o poner en marcha el proceso de donación.
Esta labor no es únicamente competencia de los médicos, sino que el profesional de enfermería tiene también capacidad de detectar pacientes susceptibles de donar. La temprana detección por parte de la enfermería minimiza las pérdidas de órganos, ya que por su cercanía con el equipo de coordinación permite una comunicación rápida y directa.
Es recomendable la realización de programas proactivos en la detección de estos posibles donantes basado en rigurosos protocolos hospitalarios que sean capaces de identificar y seguir aquellos pacientes neurocríticos y potencialmente donantes en aquellos servicios donde están ubicados1.
Una vez detectado el potencial donante es fundamental el adecuado mantenimiento de los órganos, células y/o tejidos, evitando todo tipo de incidentes que puedan deteriorarlos. Consiste principalmente en la estabilización hemodinámica, favoreciendo la perfusión de todos los órganos que van a ser trasplantados, prevenir posibles infecciones y mantener la temperatura corporal. Cuanto más delicado es el órgano, más posibilidades hay del deterioro de éste. Corazón y pulmón son los que antes se ven afectados y su pérdida va a impedir disminuir esa lista de espera.
Requiere una intensa dedicación durante el tiempo que dure el proceso de donación y de una formación específica sobre las características de estos pacientes, hasta que se realice el diagnóstico de muerte encefálica.
Entre otros profesionales sanitarios, enfermería son los encargados de implementar los cuidados del potencial donante. Estos cuidados no incluyen sólo el mantenimiento de los órganos o el control de las constantes vitales, sino que incluye también cuidados paliativos, cuidando a la persona como un todo, preservando en todo momento su intimidad, realizando la higiene o realizando cambios posturales entre otros6.
La dignidad del paciente incluye áreas de cuidado físico, psicológico y espiritual. No hay que despersonalizar al paciente en ningún momento. Enfermería debe garantizar una muerte digna del individuo. El donante no debe sufrir ningún dolor, asegurando su confort y seguridad7.
La solicitud de los órganos de un fallecido a la familia es el eslabón más débil del proceso ya que la actuación del equipo de coordinación se ve limitada a la decisión que tomen los familiares en un momento de gran shock emocional para ellos1.
La negación para la donación parte de mitos, creencias y percepciones erróneas de las personas. Los factores más influyentes en las solicitudes de consentimiento son la etnia, la unidad donde se realizó la petición, la naturaleza de acercamiento a la familia, si los pacientes han manifestado en vida su deseo de ser donantes, la causa de muerte y la relación con el paciente. La estrategia más eficaz es un coordinador con un equipo debidamente entrenado, lugar y momento adecuados, apoyo emocional, empatía, información clara, explicación acompañada de pruebas diagnósticas, no presionar, respetar los tiempos, buen trato del personal sanitario y encontrar sentido a la donación8.
Un artículo elaborado por la ONT y la SEMES7 hace hincapié en la necesidad de otorgar a la familia el tiempo suficiente para tomar la decisión. Es importante la iniciación temprana del proceso pero se ha de ser flexible, tratando cada situación y familia individualmente.
La buena comunicación, verbal y no verbal, amortigua el impacto de la mala noticia y aumenta la confianza de la familia en los profesionales9.
En 2019 las negativas familiares en España se sitúan en un 14,8%23. Este porcentaje se reduce a un 10% en el caso de los donantes en asistolia. Esta negativa se considera la segunda causa más importante de la pérdida de donantes después de la producida por una deficiente detección10.
Estudios han revelado que la actitud de los profesionales de enfermería hacia la donación y trasplante de órganos varía ampliamente. Éstas, como generadoras de opinión social, pueden participar activamente en difundir un mensaje proactivo a la donación8.
Un estudio en China11 revela que la actitud del personal de enfermería no es positiva hacia la donación, ya que solo el 33,4% declaró que donaría sus propios órganos. Un estudio en Brasil12 evidencia la necesidad de programas educativos para enfermeras que desmientan las creencias negativas de éstas para favorecer un cambio de opinión. En España, un estudio de la Universidad de la Coruña, en cambio, concluye que el 78,4% de las enfermeras encuestadas estarían a favor de donar sus órganos, con mayor sensibilidad en aquellos servicios en relación directa con la donación, su actitud general hacia la donación es buena aunque con una bajo nivel de conocimiento en aquellas que no estaban familiarizadas con el proceso de donación y trasplante13.
Cuando existe la muerte inminente del paciente, el deber de informar sobre la crítica situación clínica de éste a las familias es el médico, colaborando las enfermeras con él a la hora de proporcionar alivio emocional. Sin embargo la enfermería puede preceder, preparando al paciente y a la familia para la aceptación de una probable muerte14.
El cuidado de la familia es una responsabilidad directa del coordinador y, por cercanía al potencial donante, repercute también a todos los profesionales de enfermería a su cargo. Necesitan del cuidado de enfermería en cada etapa de la donación, ofreciendo apoyo para reducir el sufrimiento de los miembros de la familia. Enfermeras con actitudes negativas hacia el proceso de donación pueden generar desconfianza en las familias del donante.
En EEUU y Reino Unido la coordinación es ocupada únicamente por profesionales de enfermería. La figura de la Specialist Nurse-Organ Donation (SN_OD), con formación en la comunicación con las familias en situaciones cercanas a la muerte, ha conseguido disminuir las negativas de los familiares a la donación en los casos en los que la enfermera participa15.
El coordinador queda a la disposición de los familiares para atender todos sus requerimientos. Es de vital importancia permitir a la familia las visitas al paciente de manera que puedan despedirse. Esta práctica no solo permite al paciente la compañía de sus allegados, sino que también ayuda a la familia a aceptar la muerte de su ser querido12. Aunque el profesional de enfermería pueda sentir que los familiares junto a la cama del paciente complican sus labores, la inconveniencia no es comparable al sufrimiento de la familia en esos momentos7.
Especialmente importante es asegurar que, tras la extracción, el aspecto externo del donante se reconstruya lo mejor posible.
Los profesionales de enfermería, además de las labores organizativas, también participan en el proceso quirúrgico, tanto en el quirófano como en los procedimientos pre y post quirúrgicos. Estos cuidados incluyen el adecuado trato y traslado del cadáver y el control y el cuidado posterior del donante en vida, con un seguimiento que verifique la adaptación del paciente. Enfermería se encarga de enseñarle cómo continuar sus cuidados al alta en su domicilio, prevenir infecciones, uso de los medicamentos, conocer efectos secundarios16.
En 20182se gestionaron una media de 6,4 procesos de donación al día, aunque se ha llegado a alcanzar la cifra de 16 procesos al día que coordinar. Cada proceso puede alargarse más de 12 horas y pueden verse involucrados hasta 100 profesionales de diferentes áreas y categorías.
Cada vez que un hospital español, de los 189 que existen en la Red Sanitaria Española autorizados para la extracción de órganos, tiene un potencial donante, el coordinador intrahospitalario de ese centro se pone en contacto con la oficina de coordinación extrahospitalaria de la ONT y son los profesionales de enfermería las que atienden esa llamada. Juntos valoran al potencial donante para conocer qué órganos son idóneos para la donación. Una vez aclarado esto, se aplican los criterios de distribución de la lista de espera, que también son gestionados desde la ONT por personal de enfermería.
El Consejo Internacional de la Enfermería define a la Enfermera de Práctica Avanzada como aquella enfermera que posee el conocimiento experto, habilidades para la toma de decisiones complejas y competencias clínicas en el contexto de la donación y trasplante. Pero no contempla, en ninguna normativa reguladora a nivel institucional, la actividad específica de este tipo de enfermeras coordinadoras. Así, en 2019, el Consejo General de la Organización Colegial de Enfermería se plantea ordenar el ámbito de actuación de éstas a través de la “Resolución nº14/2019 Por la que se ordenan determinados aspectos del ejercicio profesional de las/os enfermeras/os en el ámbito de la Coordinación de Trasplantes Nacional 2”.
Dicha Resolución define a la Enfermera coordinadora de trasplantes nacional como aquel profesional del ámbito de la práctica avanzada que, por su formación, capacitación específica y experiencia, es responsable de gestionar cada proceso de donación y trasplante a nivel nacional. Basándose en la evidencia científica, participa junto con los coordinadores a nivel hospitalario, en la valoración de los potenciales donantes, distribuye los diferentes órganos en función de criterios normalizados, organiza la logística extrahospitalaria y sirve de puente de unión de los profesionales implicados en el mismo. Además, es responsable de gestionar las listas de espera de trasplantes y proporcionar información, tanto a la ciudadanía como a otros profesionales sanitarios, en relación con la donación y trasplante de órganos2.
Los principales objetivos de las enfermeras/os coordinadores de trasplante nacional durante la coordinación extrahospitalaria de los operativos de donación y trasplante son2:
Valoración y aprovechamiento máximos de todos los órganos, células y tejidos.
Establecer una correcta distribución de órganos, células y tejidos basada en los criterios clínicos y territoriales, siendo garantía de su correcto cumplimiento y transparencia.
- ENFERMERÍA COORDINADORA EXTRAHOSPITALARIA:
Los coordinadores nacionales se responsabilizan de los procesos de donación, extracción, traslado e implante de órganos, células y tejidos humanos en el territorio nacional y el intercambio internacional; en colaboración con los coordinadores intrahospitalarios y territoriales de los Servicios de Salud de las CCAA.
El personal de enfermería de la ONT, junto al coordinador hospitalario, valoran detenidamente el posible donante registrando en primer lugar los datos generales (edad, sexo, grupo sanguíneo, datos antropométricos…), los datos clínicos (causa de la muerte, antecedente, alergias…), y como se ha llevado a cabo el diagnóstico de ME o de muerte a corazón parado. Se confirma la existencia del consentimiento familiar y/o judicial. Se reafirma que el donante no presenta ninguna de las contraindicaciones absolutas para la donación. Finalmente, se realiza una valoración de los órganos potencialmente aptos para trasplantar, a través de pruebas analíticas e instrumentales1.
Desde esa primera llamada, se abre un “dossier” o “alarma” único para cada donante donde se registrará la valoración de cada órgano, teniendo como prioridad su máximo aprovechamiento y la asignación de los órganos cumpliendo los criterios de distribución tanto clínicos como geográficos. También se registran todas las decisiones y/o incidencias que tengan lugar durante el proceso, junto a su justificación y hora en la que se realizan. Este dossier permite reconstruir todo el proceso de donación con total transparencia en caso de ser requerido1.
Desde las oficinas de la ONT se ofrece la información recogida del donante y cualquier requerimiento del hospital para realizar la extracción. La decisión final de aceptar o no una oferta dependerá del equipo trasplantador. En caso de negativa, la oferta pasará al siguiente equipo en el ámbito que corresponda1.
Una de las principales funciones que realiza el personal de enfermería en la ONT es el mantenimiento actualizado de las bases de datos y registros relativos al proceso de donación y trasplante para garantizar la viabilidad del proceso. Los registros existentes en la actualidad son:
DONANTES: Todos los procesos de donación son registrados junto con la información clínica aportada así como los órganos, células y tejidos extraídos y el correspondiente receptor. Esta información es necesaria para mantener un registro de la actividad extractora pormenorizada en cualquiera de los niveles (hospitalario, CCAA y nacional).
RECEPTORES, LISTAS DE ESPERA Y TRASPLANTES DE ÓRGANOS: Se realiza una recopilación, control, mantenimiento y revisión de todos los pacientes en lista de espera, así como de todos los movimientos de exclusión y las causas.
REGISTRO DE LOS OPERATIVOS COORDINADOS: Cada proceso va a generar una información adicional a la de la propia alarma, como es la relación de ofertas realizadas por órgano y por equipo, motivos de no aceptación, medios de transporte utilizados y aeropuertos implicados.
Los coordinadores autonómicos son 17 pertenecientes a cada una de nuestras CCAA. Representan a la CCAA ante la ONT y regulan los diferentes organismos, centros y servicios hospitalarios.
Podría decirse que las funciones de los coordinadores autonómicos1 son las mismas que las de los coordinadores nacionales pero a nivel de la Comunidad Autónoma, quienes colaboran en el cumplimiento de los objetivos fijados por la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial.
Un instrumento extrahospitalario clave de mejora en el proceso de donación y trasplante son las Voluntades Anticipadas, que aumentan el número de donaciones y facilitan el proceso, tanto para los profesionales como para la familia. El paciente puede reflejar sus deseos respecto a los cuidados que recibirá al final de su vida y el destino de sus órganos facilitando así la toma de decisiones en el proceso17. A nivel de los centros de Atención Primaria, la enfermería tiene un papel fundamental como generadoras de opinión a favor de la donación y el trasplante. Es indispensable que conozcan el documento de VA para promover el registro entre la población.
Un estudio realizado en 2016 entre nueve hospitales de Madrid18 analizó los conocimientos, actitudes y habilidades de médicos y enfermeras sobre la VA del paciente. De 331 profesionales, el 64,4% desconocían los documentos de VA, 38,2% de médicos y 71,1% de enfermeras. Tan sólo el 9,7% conocen todas las medidas que contempla las VA y de éstos el 100% la recomiendan. El 82,8% opina que es un instrumento útil para los profesionales en la toma de decisiones. El 93,5% de las enfermeras desconocen si los pacientes a su cargo poseen unas VA. El 50,2% de los profesionales manifiestan que no se respetan. Conocen las medidas que se implantan con las VA el 17,1% de los profesionales con una experiencia superior a 16 años y el 1,4% de los que llevan menos de 3 años trabajando. Esto demuestra que es necesaria una mayor formación en relación a las VA, ya que a pesar de mostrar una actitud favorable hacia su utilización, presentan unos conocimientos escasos sobre éstas para poder formar y aconsejar a la población.
CONCLUSIÓN
No cabe duda que en la actualidad España es el país del mundo con la mayor actividad trasplantadora y, como hemos visto, todo esto es posible gracias a los ciudadanos que donan generosamente sus órganos pero sobre todo gracias a la participación de todos los profesionales implicados destacando el coordinador que, como se ha demostrado, es la clave del éxito de nuestro Modelo. Se trata de profesionales específicamente entrenados en la consecución de todos los pasos encaminados a potenciar la donación que se han convertido en el referente obligado de gestores, profesionales sanitarios, periodistas y población en general a la hora de abordar los múltiples aspectos que los trasplantes plantean en el día a día18.
Todos los profesionales que intervienen en el proceso tienen un rol entendiendo éste como el conjunto de comportamientos, habilidades, actitudes y valores que espera la sociedad de ellos. Jurídicamente, la definición para el profesional de enfermería en concreto se recoge en el artículo 113 del Código Sanitario: “Los servicios profesionales de la enfermera comprenden la gestión del cuidado en lo relativo a la promoción, mantenimiento y restauración de la salud, la prevención de las enfermedades o lesiones y la ejecución derivada del diagnóstico y tratamiento médico y el velar por la administración de los recursos de asistencia para el paciente”.
Conforme a esto, el desarrollo de la profesión enfermera ha ido creciendo a lo largo de los años gracias tanto a la evolución científica como de la propia disciplina, lo que ha conseguido que aumenten sus actividades en diferentes campos en los que antes no participaba.
De esta manera, el abanico de actuación de estos profesionales en la actualidad es muy amplio, cumpliendo con el cuidado de las personas a través de cuatro funciones: asistencial, educativa, gestora e investigadora. Según el escenario y el contexto donde actúan, sus funciones tomarán mayor o menor preponderancia.
La enfermería, a diferencia del colectivo médico, carece de una única área de especialización, por lo que en la mayoría de los casos “sirven para todo”. Con la única titulación de Grado de Enfermería pueden ser utilizadas para desempeñar su rol en cualquiera de las diferentes áreas sanitarias, lo mismo en hospitalización que en una UCI, en una consulta de pediatría o en un quirófano. Es más, con la modalidad de contrato “pool” cada vez más utilizada por las gerencias y direcciones para cubrir y dar respuesta rápida a las necesidades que surgen en todo un hospital, una misma enfermera puede estar en varios de estos destinos en un mismo turno, o rotando de un servicio a otro del hospital. Este tipo de contratación impide la evolución de la enfermería hacia la especialización, promocionando una enfermería más económica como es la generalista, generando en los profesionales sentimientos negativos, frustración e insatisfacción laboral con la consecuente disminución en la calidad de su trabajo19.
Esta versatilidad de su rol ni siquiera se ve respaldada por las escasas Especialidades de Enfermería reconocidas por el Ministerio, ya que éstas no incluyen aquellos destinos tan especializados y distintos al resto en la práctica como son la Especialidades de Quirófano o UCI e incluso, una vez cursadas aquellas de las que disponen, ni siquiera son una exigencia indispensable para trabajar en aquellos destinos que las contemplan.
Así, nos encontramos en la actualidad con un profesional de enfermería con un importante papel en todo el proceso de donación y trasplante de órganos. Desde la coordinación, identificando y gestionando los pasos a dar ante el posible donante, hasta su mantenimiento y posterior trasplante. Esto exige, cada vez más, contar con profesionales competentes, con buena formación y capacitados para responder a cada una de las etapas de este proceso que quizás, dada la versatilidad de su rol y la falta de estabilidad en un único servicio, interfiere en el nivel de exigencia. Deben conocer el proceso, la logística, la fisiopatología del paciente, la legislación vigente, el concepto y la detección de muerte encefálica, disponer de la habilidad para mantener al potencial donante y nociones de bioética.
Los potenciales donantes requieren de un mantenimiento adecuado, cuidados de enfermería complejos que solamente los puede otorgar personal altamente capacitado que, como decía, las gerencias y direcciones no respetan ni contemplan.
Por ello sería importante incluir la donación como parte de la formación de los estudiantes durante el Grado de Enfermería. Si esta formación se imparte ya desde los estudios universitarios, los futuros profesionales empezarían su desarrollo laboral con una formación básica que les permitirá enfrentarse al proceso de la donación con mayor facilidad. No solo en cuanto al mantenimiento y cuidados del paciente donante y al posterior trasplantado sino también comenzar a considerar la actitud del estudiante frente a la idea de donar. Durante este periodo de formación deberían desarrollar la capacidad y el conocimiento para promover la donación, así como acciones preventivas y de autocuidado para evitar que los pacientes lleguen a estados crónicos de enfermedades que requieran un futuro trasplante.
Las enfermeras se enfrentan ante dificultades y/o dilemas éticos en el proceso de donación y deben aceptar el fallecimiento de un paciente en muerte encefálica o retirar las medidas de soporte vital cuando así sea preciso. La actitud hacia la donación de órganos que tengan está influenciada por procesos educativos, sociales y psicológicos. Es importante que el estudiante, durante su periodo de formación, trabaje su postura ante este hecho. Si tenemos en cuenta que cada estudiante tendrá sus propias creencias, esto repercutirá en la manera de afrontar su trabajo.
Las enfermeras al cuidado del potencial donante se encuentran en una ambivalencia no ajena a la reflexión entre sí han de dar por perdida la vida del paciente para salvar al receptor en lista de espera o si en cambio deben luchar con la esperanza de poder revertir la condición del potencial donante. Se enfrenta a muchos obstáculos como la muerte o la incomodidad de comunicar malas noticias, obstáculos que apenas se estudian durante su formación universitaria y deben afrontar y aprender en el día a día de su desarrollo profesional20.
Los profesionales de enfermería son un colectivo importante a la hora de influenciar en la opinión de la población respecto a la salud, ya que disponen de un alto grado de credibilidad. Las actitudes y conocimientos que éstos tengan se van a transmitir a la población y eso tiene una influencia directa en las tasas de donación. Una mala actitud por parte de éstos puede considerarse como una de las posibles barreras en la donación y puede no crear el clima adecuado para promover la participación de la población.
El descenso de la negativa de familiares puede explicarse por la insistencia de la ONT en programas de educación en la coordinación de trasplantes al personal sanitario encargado del abordaje a las familias, convirtiéndolos en conocedores de la importancia de llevar a cabo un proceso organizado a la vez que humanizado. La exigencia profesional al amplio abanico de coordinadores del que disponemos es una de las claves del éxito de nuestro Modelo Español.
A nivel extrahospitalario, la enfermera de Atención Primaria tiene un papel clave en la promoción de las voluntades anticipadas a la población. En su consulta puede facilitar toda la información y resolver aquellas dudas que puedan plantear sus pacientes. El documento de VA es un instrumento clave de mejora en la atención sanitaria ya que aumentan el número de donaciones y facilitan el proceso, tanto para los profesionales como para las familias. El paciente puede reflejar sus deseos respecto a los cuidados que recibirá al final de su vida y el destino de sus órganos facilitando así la toma de decisiones durante el proceso.
En general, referente a la figura de la coordinadora de donación y trasplante liderada por enfermeras no hay mucha evidencia encontrada, aunque sí de la enfermera asistencial de cuidados críticos. La labor de la enfermera coordinadora es actualmente desconocida en la sociedad e incluso entre los propios profesionales, y resulta ser una labor fundamental en el éxito de los trasplantes.
Como se reconoce en el texto, para aumentar la probabilidad de un trasplante con éxito es necesario que los coordinadores que se desenvuelven en el proceso lo hagan de forma profesionalizada tal y como lo ha demostrado la ONT. La inclusión del coordinador en el equipo de trasplante incrementa de forma notoria la disponibilidad de órganos, células y tejidos y este hecho justifica su existencia. Los motivos por los cuales en España hay una menor proporción de enfermeras coordinadoras de trasplantes que médicos es motivo de reflexión. Los artículos analizados argumentan esta mayoritaria representación por médicos de intensivos ya que son el grupo más cercano al lugar donde actualmente se generan las donaciones por muerte encefálica o asistolia21.
Cómo simbolizan las figuras 8 y 9 del texto, el porcentaje de enfermeras que representan la coordinación descendió ligeramente del 2008 a 2021 a pesar de haber aumentado en número de equipos. Se contempla, que quizás, las urgentes medidas adoptadas durante la crisis sanitaria del 2020 en la pandemia junto con el colapso sanitario hicieron descender el número de donaciones y trasplantes entre otras intervenciones, y muchas de las enfermeras coordinadoras tuvieron que retomar la actividad asistencial en aquellos servicios con más demanda.
De nuevo, la utilización de la enfermera generalista junto a la disposición y destreza de éstas, da muestra de la versatilidad de su rol y su actitud camaleónica ante todas las exigencias que la pandemia ha tenido en este sector.
Las organizaciones sanitarias de hoy en día tienen importantes retos que atender. Entre ellos están el de reducir los niveles de estrés y malestar entre sus trabajadores, y el de intentar retener a los profesionales dentro de sus plantillas, reduciendo la eventualidad y la rotación de éstos por diferentes servicios, en especial en aquellos servicios que requieren de una formación más especializada y cualificada.
Mi deseo es que tras este esfuerzo del colectivo de enfermería y aprovechando esta ola de reconocimiento social, las condiciones laborales y el respeto por la versatilidad de nuestro rol se comience a tener en cuenta ya que nos consideramos un colectivo con un gran abanico de tareas invisibles al resto.
BIBLIOGRAFÍA
- Alonso M, Álvarez M, Álvarez M, Ayestarán JI. El Modelo Español de Coordinación y Trasplantes. Matesanz R, Editor. 2ed. Madrid: Grupo aula médica; 2008. p.31-34. Disponible en: http://www.ont.es/publicaciones/Documents/modeloespanol.pdf
- García M, Díaz A, Ayuso D. Marco de actuación del “Enfermero/a Coordinador/a de Trasplantes Nacional”. Consejo General de Enfermería en España. [Internet] Madrid 2020. p.19-21. Disponible en: https://www.consejogeneralenfermeria.org/normativa/documentos-de-interes/competencias-enfermeras/send/70-competencias-enfermeras/1393-marco-de-actuacion-del-enfermero-a-coordinador-a-de-trasplantes-nacional
- ONT: Gráfico Equipo Coordinación Hospitalaria en España. Madrid 2021.
- Organización Colegial de Enfermería Consejo General. Resolución nº14/2019 Por la que se ordenan determinados aspectos del ejercicio profesional de las enfermeras en el ámbito de la Coordinación de Trasplantes Nacional. [Internet] Madrid 2019. p.3-4. Disponible en: https://www.consejogeneralenfermeria.org/component/jdownloads/send/8-normativa-colegial/898-14-2019-ejercicio-profesional-coordinacion-trasplantes-nacional
- CODEM: Colegio Oficial de Enfermería de Madrid. Enfermería, imprescindible en la coordinación de la ONT. Nota de prensa Junio 2015. Disponible en: https://www.codem.es/informacion-colegial/enfermeria-imprescindible-en-coordinacion-de-ont
- García M. El papel de la enfermería en la donación de órganos en España. TFG Universidad de Valladolid. 2019. p.12-13. Disponible en: https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/40956/TFG-L2564.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Martínez F, Masnou N, de la Rosa G. Grupo colaborativo ONT/SEMES. Emergency department staff and the organ donation process: recommendations from the joint working group of the National Transplant Organization and the Spanish Society of Emergency Medicine (ONT-SEMES). Revista científica de Emergencias y urgencias española. Volumen 28. Publicación 3. 2016. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29105454
- Fernández V, Palacios D, Moro MN. La profesión de enfermería en el proceso de donación de órganos en la Comunidad de Madrid: un protocolo de investigación de metodología mixta. Nure investigación 17(105). Madrid 2020. Disponible en: https://www.nureinvestigacion.es/OJS/index.php/nure/article/view/1876
- Segovia C. Influencia de los profesionales sanitarios en la solicitud de donación. Enfermería global. Murcia. 2009. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1695-61412009000300016
- ONT: Organización Nacional de Trasplantes [Internet] Ministerio de Sanidad. Nota de prensa Enero 2021. Madrid. Disponible en: http://www.ont.es/prensa/NotasDePrensa/BALANCE%202020%20FINAL%20(abril%2021).pdf
- Xie JF, Wang CY, He GP. Attitude an Impact Factors Towards Organ Transplantation and Donation Among Transplantation Nurses in China. Transplant Proc. 2017. 49(6).p1226-1231
- Dos Santos MJ, Martins MS, Mira VL. Beliefs of Nursing Professionals in the Organ Donation Process for Transplantation. Transplant Proc.2017. 49(4).p.756-760
- Montero A, Martínez-Isasi S. Knowledge and attitudes toward organ donation among health professionals in third level hospital. Rev Esp Salud Pública.2018, 92(1):e1-e8. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29662051
- González MI, López L. La donación de órganos en asistolia controlada tipo III de Maastricht: implicaciones éticas y cuidados al final de la vida. Enfermería Clínica. Volumen 29. Publicación1. 2019. p. 39-46. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1130862117301791
- Elizalde J. y Lorente M. Coordinación y donación. Anales Sistema Sanitario de Navarra. [Internet] 2006, vol.29, suppl.2, pp.35-43. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S1137-66272006000400005
- Moreno C, Estrada J. La donación de órganos: competencia del profesional. Nursing. Volumen27. Publicación 9. 2009. Disponible en: http://diposit.ub.edu/dspace/bistream/244533362/1/599303.pdf
- García CD, Barboza AP, Goldani JC. Programa Educativo de Donación y Trasplante de Órganos en la Facultad de Medicina. Elsevier. Brasil 2008.Vól.40. Núm.4. p.1068-1069
- Cartón P, Méndez M. Enfermería en la coordinación de trasplantes. Grado de Enfermería en la Universidad de Valladolid. 2015. Disponible en: https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/11787/TFG-H027.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- (19)Lozano T, Gómez J. Disertación sobre el Roting de Enfermería. ¿Equipo de segunda o pieza clave de benchmarking? Tesela. 2010. Disponible en: http://www.index-f.com/tesela/ts7/ts7057r.php
- González L. Trasplante de órganos y percepción de las enfermeras ante los cuidados de pacientes donantes de órganos en muerte encefálica en la unidad de vigilancia intensiva del Hospital Universitario de Canarias. TFG Universidad de la laguna. 2020. Disponible en: https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/20263/Trasplante%20de%20organos%20y%20percepcion%20de%20las%20enfermeras%20ante%20los%20cuidados%20a%20pacientes%20donantes%20de%20organos%20en%20muerte%20encefalica%20en%20la%20Unidad%20de%20Vigilancia%20Intensiva%20del%20Hospital%20Universitario%20de%20Canarias..pdf?sequence=1
- ONT: Organización nacional de Trasplante [Internet] Perfil del Coordinador. Madrid 2019. Disponible en: http://www.ont.es/home/Paginas/PerfildeCoordinador.asp