Catéteres Midline: artículo monográfico

30 septiembre 2023

 

AUTORES

  1. Paula Betés Pola. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Sector II.
  2. Andrea Gracia Olivera. Graduada en Enfermería. Hospital Clínico Lozano Blesa. Sector III.
  3. Celia Albericio Gil. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Sector II.
  4. Blanca Guadalupe Ocaña Cereceda. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Sector II.
  5. Marta Lopez de la Manzanara Calvo. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Sector II.
  6. Marta Alquezar Becerril. Graduada en Enfermería. Hospital Clínico Lozano Blesa. Sector III.

 

RESUMEN

Actualmente, en terapia intravenosa se están buscando alternativas que permitan resolver las necesidades de los pacientes minimizando los problemas secundarios que conlleva la utilización de catéteres venosos.

El catéter venoso medial o Midline se ha convertido en un dispositivo seguro y eficiente que permite la administración de tratamientos intravenosos mediante la existencia de materiales cada día más vasocompatibles.

PALABRAS CLAVE

Enfermería, catéter midline.

ABSTRACT

Currently, intravenous therapy is looking for alternatives to solve the needs of patients minimizing the secondary problems involved in the use of venous catheters.

The medial or midline venous catheter has become a safe and efficient device that allows the administration of intravenous treatments through the existence of increasingly vasocompatible materials.

KEY WORDS

Nursing, catheter midline.

DESARROLLO DEL TEMA

Los catéteres Midline son catéteres vasculares periféricos largos que se insertan en venas periféricas del brazo, cuya punta queda a nivel axilar, permitiendo su uso inmediato1.

Estos catéteres requieres de unos cuidados por parte de los profesionales de enfermería y en estos últimos años se ha presenciado un aumento en el uso de los catéteres de línea media tanto para infusiones continuas o intermitentes, ya que, a diferencia de los catéteres centrales, no es necesaria la intervención de médicos para su inserción y retirada. Este tipo de catéteres son introducidos por personal de enfermería especializada en el área, a través de la técnica de ecoguiado y retirados por cualquier enfermero generalista. Estos profesionales de enfermería que se dedican a la inserción de catéteres a través del ecoguiado suelen formar parte de un equipo llamado Unidad de Terapia Intravenosa (UTI). Suelen medir entre 15 y 25 cm de longitud y con un calibre variable, estando compuestos por poliuretano o silicona, y habitualmente precisa de guía ecográfica para su inserción. Habitualmente se insertan en venas basílica y cefálica, incluso braquial, mediante la técnica Seldinger modificada (catéter sobre cuerda de alambre). La punta residiría en vena axilar. Estos catéteres pueden usarse hasta 6 semanas o incluso más tiempo1.

Estos catéteres estarían indicados para el uso de medicaciones con un PH <5 y >9 y de elevada osmolaridad (>600 – 900 Osm/l). Sería pues demostradamente seguro el uso de vasopresores y hemoderivados. Pero sí que estaría excluida la NPT por su elevada osmolaridad y los citostáticos por ser vesicantes, produciendo necrosis si se extravasara a tejidos blandos. Por consiguiente, estos catéteres estarían contraindicados además en zonas blandas infectadas, linfedemas y en la presencia de una fístula arteriovenosa en el miembro superior, que suele ser un dato importante a tener en cuenta en pacientes con periodos prolongados de hospitalización2,3.

En aquellos pacientes con obesidad patológica puede no ser conveniente colocar el catéter en venas profundas del brazo (como la basílica, braquial o la axilar), y valorar el implante en venas superficiales que desemboquen en el trayecto de estas anteriores2.

Las bajas tasas de infecciones relacionadas a los CLM parecieran deberse a la menor colonización bacteriana del miembro superior en relación al cuello y regiones inguinales por donde se insertan los CVC. Además de promover la no inserción o la retirada temprana de catéteres centrales, los CLM, en aquellos pacientes con terapia intravenosa prolongada, evitaran la colocación de al menos 4-5 catéteres periféricos, lo que se traducirá en menor mortalidad y carga de trabajo de enfermería2,3.

Además de promover la no inserción o la retirada temprana de catéteres centrales, los CLM, en aquellos que requieran una terapia intravenosa prolongada, evitaría la colocación de 4-5 catéteres periféricos en el mismo periodo de tiempo, lo que se traduce en una menor morbilidad y carga de enfermería. Respecto a las tasas de trombosis, alrededor del 4,5% de los CLM experimentan trombosis venosa superficial y/o profunda, menor que los CVC (14-18%). Las trombosis relacionadas a los CLM son más comunes en las canulaciones de la vena cefálica y con el uso de catéteres de mayor calibre y número de lúmenes. Otras complicaciones de los CLM son la salida del catéter (5%), oclusión del catéter (3,8%), flebitis (3,4%) e infiltración (1,9%)3.

Según el material que lo compone existen de poliuretano y silicona. El poliuretano proporciona gran resistencia y durabilidad, mientras que la silicona es más flexible, y tiene paredes gruesas que disminuyen la luz interna, en comparación con un catéter de poliuretano del mismo Fr, y pueden ofrecer mayor resistencia al paso de SF4.

En cuanto al flujo, existen aquellos que permiten ALTO FLUJO y altas presiones, admitiendo infusión de contrastes (siendo anotado en la luz del catéter); o FLUJO ESTÁNDAR, que admitiría presiones mayores o iguales a 5 ml/seg; siendo una buena alternativa para aquellos pacientes que precisan grandes cantidades de fluidos intravenosos4.

Para un correcto uso por parte de enfermería de estos catéteres se deben mantener limpios mediante manipulación estéril, así como permeable y fijo en el lugar correcto. El catéter a la hora de fijarlo al brazo se puede fijar con un apósito o bien con apósitos sin sutura; apósito que fijan el catéter al soporte (Tipo Statlock), mediante el enganche del catéter en el hueco habilitado para ello y presionando para que se adhiera al apósito. Además, los apósitos que cubran estos catéteres deberán ser cambiados cada 7 días4,5.

 

CONCLUSIONES

Los catéteres midline pueden reemplazar de manera eficaz y segura a los CVC en cuanto a complicaciones se refiere y a la administración de medicaciones irritantes, para aquellos pacientes que no disponen de venas periféricas y precisando un acceso venoso seguro y que requieran terapia intravenosa prolongada. El manejo exitoso de la técnica Seldinger y la ecografía son puntos clave para este procedimiento, pero enfermería tiene un papel clave en su canalización y cuidados.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Fortes Escalona Nuria, Fernández Domínguez Juana María, Cruzado Álvarez Concepción, García Matez Susana. Uso de catéteres venosos de línea media en pacientes hospitalizados. Enferm. glob. [Internet]. 2019 [citado 2023 Feb 22]; 18(56):1-18. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S169561412019000400001&lng=es. Epub 23-Dic 2019. https://dx.doi.org/10.6018/eglobal.18.4.334891.
  2. Pittiruti M, Scoppettuolo G. Manual GAVeCeLT sobre catéteres PICC y midline. Edra. 2017.
  3. Blanco P. El catéter venoso de línea media. Rev Hosp Emilio Ferreyra. 2021; 2(1):e3-e9. doi: 10.5281/zenodo.4587963
  4. Servicio Vasco de salud – Osakidetza. 2021. Guía para el cuidado del Acceso Vascular en Adultos. https://seinav.org/guia-para-el-cuidado-del-acceso-vascular-en-adultos-2021/.
  5. Adams DZ, Little A, Vinsant C, Khandelwal S. The Midline Catheter: A Clinical Review. J Emerg Med. 2016 Sep;51(3):252-8. doi: 10.1016/j.jemermed.2016.05.029. Epub 2016 Jul 5. PMID: 27397766.

 

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