Síndrome de apnea obstructiva del sueño y COVID-19.

15 noviembre 2023

AUTORES

  1. Ana Isabel Sanz Domingo. Enfermera Centro de Salud Miralbueno-Garrapinillos, Zaragoza.
  2. Ana Cristina Santiago Couso. Enfermera Hospital San Juan De Dios de Zaragoza.
  3. Iris Martín Lanzuela. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  4. Susana Martinez Cabriada. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  5. Almudena Brualla Rodríguez. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  6. Ana Cristina Bastarós Andrés. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.

 

RESUMEN

El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño es una enfermedad que se caracteriza por episodios repetitivos de obstrucción total o parcial de la vía aérea superior durante el sueño provocando descensos de la saturación de oxihemoglobina y microdespertares. Se trata de una enfermedad de alta prevalencia en la población mundial. Dicha enfermedad se asocia a serias complicaciones pudiendo originar deterioro de la calidad de vida de las personas y generando elevados costos al sistema de salud.

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica para determinar si existe o no relación entre padecer SAOS y desarrollar formas graves de infección por COVID-19. Se han incluido artículos que se encontraban disponibles en texto completo gratuito y redactados en español o en inglés.

En los resultados se pone de manifiesto que existe relación entre el SAOS y formas graves de COVID-19, aunque es necesario determinar si como factor de riesgo independiente o como otra comorbilidad.

 

PALABRAS CLAVE

COVID-19, apnea obstructiva del sueño, SAOS, síndromes de apnea del sueño.

 

ABSTRACT

Obstructive Sleep Apnea Syndrome is a disease characterized by repetitive episodes of total or partial obstruction of the upper airway during sleep, causing decreases in oxyhemoglobin saturation and microarousals. It is a highly prevalent disease in the world population. This disease is associated with serious complications that can cause deterioration in the quality of life of people and generate high costs for the health system.

A literature review has been carried out to determine whether or not there is a relationship between suffering from OSAS and developing severe forms of COVID-19 infection. Articles that were available in free full text and written in Spanish or English have been included.

The results show that there is a relationship between OSA and severe forms of COVID- 19, although it is necessary to determine whether it is an independent risk factor or another comorbidity.

 

KEY WORDS

COVID-19, sleep apnea, obstructive, OSA, sleep apnea síndromes.

 

INTRODUCCIÓN

En la actualidad, el Síndrome de Apnea Obstructiva del sueño (SAOS), también conocido como síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS), es definido por el Consenso Nacional sobre el síndrome de apneas-hipopneas del sueño como «la aparición de episodios recurrentes de limitación al paso del aire durante el sueño, como consecuencia de una alteración anatómico-funcional de la vía aérea superior (VAS) que conduce al colapso, provocando descensos de la saturación de oxihemoglobina (SaO2) y microdespertares que dan lugar a un sueño no reparador, somnolencia diurna excesiva, trastornos neuropsiquiátricos, respiratorios y cardiacos»1.

Una apnea se define como la ausencia o reducción superior al 90% en la amplitud de la señal de flujo respiratorio de más de 10 segundos de duración. La apnea es obstructiva si se acompaña de esfuerzo respiratorio medido en las bandas toracoabdominales, es central en ausencia de dicho esfuerzo respiratorio y es mixta si comienza como central y termina con esfuerzo respiratorio. La hipopnea es una reducción discernible de la señal de flujo superior a 30% e inferior a 90% de más de 10 segundos de duración y que se acompaña de una desaturación igual o superior a 3%, un microdespertar detectado en el EEG o ambos2.

Las consecuencias inmediatas de estos eventos nocturnos son esfuerzos respiratorios exagerados en el intento de mantener la ventilación, lo que genera reducción de la presión intra-torácica y caídas cíclicas de la saturación de oxígeno (hipoxia intermitente). Los eventos respiratorios terminan típicamente con un despertar, causando un sueño fragmentado y superficial3.

La confirmación diagnóstica de referencia se realiza a través de un estudio de polisomnografía o poligrafía respiratoria4. El principal resultado obtenido para la caracterización de los trastornos respiratorios del sueño es el índice de apnea e hipopnea (IAH) que describe el número de eventos respiratorios (apneas + hipopneas) por hora de sueño.

Se considera como ausencia de SAOS un IAH de 0 a 4,9; SAOS leve de 5 a 14,9; SAOS moderada de 15 a 29,9; y SAOS grave un índice mayor o igual a 30 eventos/hora de sueño3.

Para considerar el síndrome de apneas-hipopneas del sueño es necesario un IAH superior a 5 asociado a síntomas y signos clínicos de la enfermedad, los cuales se pueden dividir en nocturnos y diurnos. Los síntomas nocturnos son generalmente referidos por el compañero de habitación. El ronquido es el síntoma cardinal de la enfermedad; es intenso y suele ser independiente de la posición corporal. Otros síntomas nocturnos son las apneas o ahogos presenciados durante el dormir, disnea nocturna, nicturia, diaforesis, movimientos excesivos, somniloquios y en ocasiones se pueden presentar síntomas de reflujo gastroesofágico. Durante el día, el síntoma más importante es la somnolencia excesiva pero también fatiga, cefalea matutina, problemas de atención, concentración y memoria, disminución de la libido, alteraciones del estado de ánimo y disminución de destrezas2,5.

El diagnóstico de SAOS se puede realizar mediante unos equipos simplificados, comúnmente llamados polígrafos respiratorios o monitores portátiles. Son aparatos más sencillos que se pueden utilizar en la casa del paciente y no requieren personal especializado para su colocación. Miden parámetros cardiorrespiratorios, como oximetría de pulso, flujo de aire, frecuencia cardiaca, posición corporal, ronquido, movimiento respiratorio, tonometría arterial, movimiento de extremidades, etc.5.

A pesar de que la decisión terapéutica inicial se basa en la gravedad expresada a través del IAH, este índice no es capaz de capturar todos los aspectos necesarios en la evaluación del paciente, y a una gravedad similar medida según el IAH, expresan diferencias clínicas y perfiles sintomáticos distintos. Es por eso que la SAOS se reconoce cada vez más como un trastorno complejo y heterogéneo y trabajos recientes muestran que esta heterogeneidad se presenta en los dominios de severidad de la enfermedad4.

El SAOS es un síndrome de alta prevalencia en la población general, la cual puede originar deterioro de la calidad de vida de las personas, así como empeoramiento de otras comorbilidades presentes en el organismo como son la hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, entre otras6.

Se estima en un 4-8% de los adultos la padecen. Aunque el SAOS se definió en los años setenta, hace unos 20 años se documentó su impacto negativo en la mortalidad y la calidad de vida. Estos pacientes tienen más riesgo de hipertensión arterial, resistencia a la insulina, diabetes mellitus, eventos coronarios, eventos cerebrovasculares, alteraciones cognoscitivas, complicaciones perioperatorias, mortalidad intrahospitalaria, además de sufrir accidentes laborales y vehiculares7.

En España se calcula que puede haber una población afectada de entre

1.200.000 y 2.000.000 de sujetos con un SAHS relevante y en la actualidad sólo se ha diagnosticado y tratado un 5-9% de esta población. Debido a la alta prevalencia de la enfermedad, sus importantes repercusiones sobre la salud y las dificultades para su correcto diagnóstico y tratamiento en la actualidad se considera el SAHS como un importante problema de salud pública2.

Los factores de riesgo para desarrollar SAOS los podemos dividir en dos grupos; modificables y no modificables. La obesidad es el factor de riesgo modificable más importante. La circunferencia del cuello, es el factor que mejor predice el diagnóstico de SAOS. Además, el consumo de alcohol, tabaco e hipnóticos incrementa la intensidad del ronquido y el número de eventos respiratorios durante el dormir. Entre los factores de riesgo no modificables, el SAOS es más prevalente en los hombres con una relación hombre/mujer de 2/1. La prevalencia de SAOS también está relacionada con la edad, siendo más frecuente después de los 40 años; alcanza su pico máximo hacia los 60 años. La diabetes mellitus tipo 2, la acromegalia, el hipotiroidismo, el síndrome de Cushing y el hiperandrogenismo son las endocrinopatías que se asocian al desarrollo de SAOS. Las alteraciones anatómicas craneofaciales como retrognatia, micrognatia, macroglosia y paladar ojival también confiere riesgos de desarrollar la enfermedad5.

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una enfermedad infecciosa causada por el betacoronavirus ahora conocido como síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2). Debido a la alta tasa de transmisión de esta enfermedad, rápidamente se convirtió en una pandemia global con millones de muertes confirmadas y reportadas a la Organización Mundial de la Salud (OMS) 8.

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) puede tener una amplia variedad de manifestaciones clínicas, desde síntomas respiratorios leves, como fiebre, tos y anosmia, hasta afecciones graves que ponen en peligro la vida, como dificultad respiratoria, arritmia, sepsis, shock y pérdida del conocimiento 9.

La estrategia que está cobrando más interés es tratar de eliminar u optimizar el control de los factores de riesgo de los pacientes infectados por COVID-19. A medida que pasa el tiempo, se dispone de más y más evidencia detallada sobre los factores de riesgo asociados con COVID-198. Estos incluyen adultos mayores y aquellos con factores de riesgo respiratorios y cardiovasculares como obesidad y diabetes mellitus10.

Durante la pandemia de COVID-19, muchas personas experimentan dificultades para dormir cuando la calidad de su sueño se ha visto significativamente afectada debido a una gran carga mental, cambios en sus rutinas diarias y sentimientos de impotencia, abandono, soledad y miedo. La presencia de SAOS puede empeorar aún más estos asuntos 9.

La pandemia ha tenido un efecto importante en el manejo del tratamiento y el diagnóstico del SAOS y, en el futuro, puede ser necesario explorar nuevas vías de diagnóstico y tratamiento para estas personas. Esto puede incluir el aumento de la telemedicina y el uso de herramientas de diagnóstico desechables y la vigilancia del sueño sin contacto para el diagnóstico de la apnea del sueño10. Se ha especulado mucho sobre una relación entre el riesgo de COVID-19 y el SAOS, pero no está claramente establecida. Los objetivos de este estudio han sido realizar una revisión bibliográfica para examinar la relación potencial entre la gravedad y los resultados de COVID-19 y la SAOS, y determinar qué efecto ha tenido la pandemia de COVID-19 en el diagnóstico y tratamiento de esta condición.

 

METODOLOGÍA

Se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica acerca de la relación entre el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño y un mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad por COVID-19. Para ello, se ha recurrido a diferentes bases de datos de Ciencias de la Salud, tales como: PubMed, Scielo, Google Académico y LiLACS, durante los meses de abril y mayo de 2022.

Para poder desarrollar esta búsqueda, se ha recurrido a los Descriptores de Ciencias de la Salud (DeCS) y los términos MeSH. Los términos introducidos fueron: “COVID-19”, Sleep Apnea, Obstructive”, “OSA”, “Sleep apnea syndromes”. Estos mismos términos se tradujeron al español al español, si bien es cierto que no se obtuvieron resultados en dicho idioma para el tema de esta revisión bibliográfica. Para su utilización, se asociaron a los diferentes operadores booleanos AND, OR, NOT, a partir de los cuales se obtuvieron los artículos que se presentarán más adelante.

Para la selección de artículos se tuvo en cuenta el idioma, eligiendo sólo aquellos que estuvieran redactados en inglés o en español. Además, se tuvo en cuenta que el texto completo estuviera disponible en modalidad gratuita. En cuanto a la fecha de publicación de los artículos no se acotó a ningún año, ya que todos ellos estaban publicados a partir del año 2020, fecha de inicio de la pandemia por covid-19.

En cuanto a la edad de las poblaciones de cada uno de los artículos elegidos, en un primer lugar se determinó que debía ser exclusivamente mayor de 65 años. Debido a la escasez de resultados con dicho criterio, se eliminó este filtro, aunque se siguió teniendo en cuenta que en los artículos seleccionados hubiera población en dicho rango de edad.

 

Los criterios de inclusión utilizados fueron:

  • Texto completo gratuito.
  • Artículos en inglés y español.
  • Inclusión en los estudios de población mayor de 65 años.

 

Los criterios de exclusión fueron:

  • Texto completo de pago.
  • Idioma del artículo diferente a inglés/español.

 

RESULTADOS

Una vez seleccionados los artículos, se comenzó con el análisis teniendo en cuenta aspectos como: Título del artículo, autor, año, tipo de estudio y un resumen sobre la intervención realizada, metodología y resultados. Todos estos datos de los artículos incluidos en la revisión se han reflejado en una tabla. (ANEXO 1).

 

DISCUSIÓN

La presente revisión bibliográfica pretende dar respuesta a la pregunta que se plantea acerca de si existe o no asociación positiva entre el hecho de padecer el Síndrome de la Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) con mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad por COVID-19.

Hariyanto y Kurniawan (2021), en su revisión sistemática y metaanálisis, ponen de manifiesto que aquellos pacientes con un diagnóstico de SAOS desarrollan formas más graves de COVID-19 (incluyendo: ingreso en unidades de cuidados intensivos, necesidad de ventilación mecánica, o incluso la muerte). En la misma línea, Voncken et al. (2021) en su estudio observacional de cohortes, hablan de un aumento de la mortalidad por COVID-19 en aquellos que padecían SAOS, así como mayor tiempo de hospitalización. Mass et al (2021) coincide con dichas conclusiones.

Otros autores, sin embargo, no tienden a hablar del SAOS como un factor de riesgo independiente de formas graves de COVID-19, sino como una comorbilidad que puede darse a la par que el COVID-19, ya que ambas patologías comparten muchos factores de riesgo. Así lo expone Miller y Capuccio (2020) y Mashaqui et al. (2021) en los respectivos estudios que llevaron a cabo. En ellos, la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares, la edad avanzada, Diabetes Mellitus y la obesidad se presentan como factores de riesgo compartidos por el SAOS Y COVID-19, poniendo especial énfasis en el último: la obesidad. Nikolic et al. (2021) también habla de la relación directa de la obesidad. Tufiket et al. (2020) también define el SAOS como una potencial comorbilidad que podría determinar una mala evolución de la infección por SARS-CoV-2, ser un facilitador de la infección y además, determinar mayores niveles de incidencia de complicaciones de tipo cardiovascular, como arritmias, insuficiencia cardiaca o estado de hipercoagulación. Strauzs et al. (2021) coincide con Tufiket, excepto en que no considera, según los resultados de su metaanálisis, que el SAOS facilite la infección.

Por otro lado, otros autores han querido determinar qué grados de SAOS son los que muestran más relación con el desarrollo de formas graves de la infección. Ho et al. (2021) en su estudio transversal retrospectivo exploratorio, concluye que sólo en aquellos pacientes con desaturación debido a niveles bajos de oxihemoglobina podría tener relación con complicaciones graves. Similares conclusiones exponen McSharry Malhotra (2020) y Salles et al. (2020), que relacionan que la hipoxemia producida por la obesidad y el SAOS podría agravar la sufrida en neumonías por COVID-19. En otra línea, Ekiz et al. (2020) pone el foco de su investigación en el sistema renina-angiotensina, cuya desregulación podría tener consecuencias nocivas en la infección.

Por último, otros artículos seleccionados ponen de manifiesto la necesidad de seguimiento estrecho del SAOS y diagnóstico precoz del SAOS para prevenir complicaciones y gravedad de la enfermedad por COVID-19. Así lo determinan McSharry et al. (2020) y Cade et al. (2020). Además, Sahni y Cao (2021) concluyen que una correcta adherencia al tratamiento del SAOS, encabezado por terapias de presión positiva de aire, ha demostrado efectividad en el abordaje de la insuficiencia respiratoria aguda.

 

CONCLUSIONES

El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, tal y como se observa en los resultados expuestos, presenta relación con formas graves con formas graves de la enfermedad por covid-19: aumento de tiempo de ingreso, atención en unidades de cuidados intensivos, necesidad de ventilación mecánica invasiva, o muerte. Sería de interés el continuar estudiando si se trata de un factor de riesgo independiente o de una comorbilidad más, ya que no existe consenso hasta ahora, si bien es cierto que tanto el SAOS como la COVID-19 comparten muchos de los factores de riesgo, como la hipertensión, la Diabetes Mellitus, entre otros, pero sobre todo la obesidad. Además, el diagnóstico precoz del SAOS, así como un seguimiento estrecho y una adherencia adecuada al tratamiento, asegura mejores resultados en el desarrollo de la enfermedad por COVID-19, evitando/disminuyendo en la medida de lo posible estados de hipoxemia que agravan la que se produce en los estados graves, como la neumonía; y, además, el tratamiento del SAOS con presión positiva de aire ha demostrado ser eficaz en insuficiencias respiratorias agudas.

 

BIBLIOGRAFÍA

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  8. Ho J, Donders H, Zhou N, Schipper K, Su N, de Lange J. Association between the degree of obstructive sleep apnea and the severity of COVID-19: An explorative retrospective cross-sectional study. PloS One. 2021;16(9):e0257483. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0257483
  9. Hariyanto TI, Kurniawan A. Obstructive sleep apnea (OSA) and outcomes from coronavirus disease 2019 (COVID-19) pneumonia: a systematic review and meta-analysis. Sleep Medicine. 2021;82:47–53. https://doi.org/10.1016/j.sleep.2021.03.029
  10. Miller MA, Cappuccio FP. A systematic review of COVID-19 and obstructive sleep apnoea. Sleep Medicine Reviews. 2021;55:101382. https://doi.org/10.1016/j.smrv.2020.101382
  11. Tufik S, Gozal D, Ishikura IA, Pires GN, Andersen ML. Does obstructive sleep apnea lead to increased risk of COVID-19 infection and severity?. Journal of Clinical Sleep Medicine. 2020;16(8):1425–1426. https://doi.org/10.5664/jcsm.8596
  12. Nikolic M, Simovic S, Novkovic L, Jokovic V, Djokovic D, Muric N, Bazic Sretenovic D, Jovanovic J, Pantic K, Cekerevac I. Obesity and sleep apnea as a significant comorbidities in COVID-19 – A case report. Obesity Research & Clinical Practice. 2021;15(3):281–284. https://doi.org/10.1016/j.orcp.2021.04.008
  13. Voncken S, Feron T, Laven S, Karaca U, Beerhorst K, Klarenbeek P, Straetmans J, de Vries GJ, Kolfoort-Otte A, de Kruif MD. Impact of obstructive sleep apnea on clinical outcomes in patients hospitalized with COVID-19. Sleep & Breathing. 2021;1–9. Advance online publication. https://doi.org/10.1007/s11325-021-02476-z
  14. Mashaqi S, Lee-Iannotti J, Rangan P, Celaya MP, Gozal D, Quan SF, Parthasarathy S. Obstructive sleep apnea and COVID-19 clinical outcomes during hospitalization: a cohort study. Journal of Clinical Sleep Medicine. 2021;17(11):2197–2204. https://doi.org/10.5664/jcsm.9424
  15. Maas MB, Kim M, Malkani RG, Abbott SM, Zee PC. Obstructive Sleep Apnea and Risk of COVID-19 Infection, Hospitalization and Respiratory Failure. Sleep & Breathing. 2021;25(2):1155–1157. https://doi.org/10.1007/s11325-020-02203-0
  16. Sahni A, Cao M. Obstructive sleep apnea and severe COVID-19 infection: is there a plausible link?. Journal of Clinical Sleep Medicine. 2021;17(11):2145–2146. https://doi.org/10.5664/jcsm.9644
  17. Ekiz T, İnönü Köseoğlu H, Pazarlı AC. Obstructive sleep apnea, renin-angiotensin system, and COVID-19: possible interactions. Journal of Clinical Sleep Medicine. 2020;16(8):1403–1404. https://doi.org/10.5664/jcsm.8576
  18. McSharry D, Lam MT, Malhotra A. OSA as a probable risk factor for severe COVID-19. Journal of Clinical Sleep Medicine. 2020;16(9):1649. https://doi.org/10.5664/jcsm.8708
  19. McSharry D, Malhotra A. Potential influences of obstructive sleep apnea and obesity on COVID-19 severity. Journal of Clinical Sleep Medicine. 2020;16(9):1645. https://doi.org/10.5664/jcsm.8538
  20. Cade BE, Dashti HS, Hassan SM, Redline S, Karlson EW. Sleep Apnea and COVID-19 Mortality and Hospitalization. American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine. 2020;202(10):1462–1464. https://doi.org/10.1164/rccm.202006-2252LE
  21. Strausz S, Kiiskinen T, Broberg M, Ruotsalainen S, Koskela J, Bachour A, FinnGen, Palotie A, Palotie T, Ripatti S, Ollila HM. Sleep apnoea is a risk factor for severe COVID-19. BMJ Open Respiratory Research. 2021;8(1):e000845. https://doi.org/10.1136/bmj
  22. Salles C, Lopes JR, Neves M, Brito RS, Bacelar A. Is there a link between COVID-19 and obstructive sleep apnea?. Sleep Science (Sao Paulo, Brazil). 2021;14(3):299-302. https://doi.org/10.5935/1984-0063.20200078.

 

ANEXOS

Anexo 1: Tabla resultados:

TITULO AUTOR AÑO TIPO DE ESTUDIO RESUMEN
Obstructive sleep apnea (OSA) and outcomes from coronavirus disease 2019 (COVID-19)

pneumonia: a systematic review and meta-

analysis9

Hariyanto & Kurniawan 2021 Revisión sistemática y metaanálisis Del análisis de los 21 estudios incluídos, con un total de 54276 pacientes se observa que el síndrome de apnea obstructiva del sueño se relaciona con formas graves de la enfermedad por covid-19 (ingreso en UCI, necesidad de ventilación mecánica, y mortalidad).
A systematic review of covid-19 and obstructive sleep apnoea10 Miller & Capuccio 2020 Revisión sistemática Los 8 artículos incluidos que relacionan SAOS y la morbilidad/mortalidad por COVID-19 ponen de manifiesto la existencia de factores de riesgo compartidos entre la COVID-19 y el SAOS: hipertensión, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares, edades avanzadas, diabetes mellitus, y obesidad (considerado el de mayor importancia de todos los factores de riesgo nombrados). En cuanto a las complicaciones, se observa que el 28% de los pacientes con COVID-19 ingresados en UCI padecían SAOS, así como el 21% de los pacientes ingresados con neumonía severa. Otro estudio demuestra que el 8,3% de los pacientes ingresados en UCI padecían SAOS, y el 6,3% de los ingresados en planta. Además, la mayoría de los pacientes presentaban obesidad y sin embargo el número de pacientes con SAOS era bajo, lo cual podría deberse a un escaso diagnóstico de la enfermedad.
Association between the degree of obstructive sleep apnea and the severity of COVID- 19: an explorative retrospective cross-sectional study 8 Ho et al. 2021 Estudio transversal retrospectivo exploratorio Un total de 137 pacientes fueron incluidos en el estudio. Al dividirse la severidad del COVID-19 en función de si se trataban de pacientes hospitalizados o no, si ingresaban en UCI, o si fallecían, se objetiva que de todos los valores a tener en cuenta del SAOS, sólo la desaturación debido a niveles bajos de oxihemoglobina demuestra tener relación con formas graves de COVID-19. Por tanto, valores bajos de oxihemoglobina son determinados como factores significativos de riesgo de formas severas de COVID-19.
Does obstructive sleep apnea lead to increased risk of COVID-19

infection and severity?11

Tufiket et al. 2020 Exploratorio La presencia de SAOS se define como una potencial comorbilidad que se determina como un factor de riesgo de mala evolución de la enfermedad por COVID-19: ingreso en UCI, necesidad de ventilación mecánica o incluso la muerte). Puede tratarse de un facilitador de la infección, y además, una vez que esta infección ha tenido lugar, puede desencadenar mayores niveles de incidencia de complicaciones cardiovasculares como arritmias, isquemias cardiacas, estados de hipercoagulación, lo cual determinará a una progresión desfavorable de la enfermedad.
Obesity and sleep apnea as significant comorbidities in COVID-1912 Nikolic et al. 2021 Caso clínico En el caso que se presenta, se objetiva la relación directa de la obesidad, tanto con la COVID-19 como con el SAOS. Al ser la obesidad factor de riesgo directo de ambas, se podría establecer relación entre padecer SAOS, y padecer estadíos graves de la enfermedad por COVID-19, debido por ejemplo al desarrollo de un embolismo pulmonar.
Impact of obstructive sleep apnea on clinical outcomes in patients hospitalized with COVID-1913 Voncken et al. 2021 Estudio observacional de cohortes 723 pacientes padecían COVID-19 Y 1161 no. La prevalencia de SAOS no difería de un grupo a otro (6,8% frente a 5,7% respectivamente). Sin embargo, en el grupo de pacientes con COVID-19, la mortalidad se incrementó en aquellos que padecían SAOS (34,7%) frente a aquellos que no lo padecían (21,2%). Este aumento de riesgo de mortalidad por COVID-19 en pacientes con SAOS fue independiente del índice de masa corporal (IMC), género masculino, edad, diabetes,

enfermedad cardiovascular, enfermedad

pulmonar obstructiva. Además, aumentó el tiempo de estancia hospitalaria (12,6 ± 15,7 días frente a 9,6 ± 9,9 días, respectivamente).
Obstructive sleep apnea and COVID- 19 clinical outcomes during hospitalization: a cohort study14 Mashaqui et al. 2021 Estudio de cohortes Aquellos pacientes que padecían SAOS mostraban puntuaciones más altas en los índices de severidad de la enfermedad por COVID-19, a diferencia de aquellos que no la padecían. Sin embargo, la prevalencia de otras enfermedades como la Diabetes Mellitus tipo II, insuficiencia cardiaca congestiva y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica era significativamente mayor en pacientes con SAOS. En aquellos modelos en los que no se tenía en cuenta la edad, sexo, índice de masa corporal (IMC) y otras comorbilidades se objetivaba que el SAOS era un factor de riesgo en unidades de cuidados intensivos por COVID-19.
Obstructive Sleep Apnea and risk of COVID-19

infection, hospitalization and respiratory failure15

Mass et al. 2020 En primer lugar, de todos los pacientes que se evaluaron, se detectaron un total de 9405 infecciones por COVID-19. De ellos, 3185 (33,9%) fueron hospitalizados y 1779 (18,9%) sufrieron insuficiencia respiratoria. La prevalencia del SAOS fue mayor en aquellos pacientes que requirieron hospitalización (15,3% frente al 3,4% de aquellos que no fueron hospitalizados) y en aquellos cuya progresión de la infección por COVID-19 derivó en insuficiencia respiratoria.
Obstructive sleep apnea and severe COVID-19

infection: is there a plausible link?16

Sahni & Cao 2021 Analítico Existe consenso entre varios autores acerca de la relación y los aspectos comunes entre la infección por COVID-19 y el SAOS, como en las vías inflamatorias sistémicas fisiopatológicas y comorbilidades compartidas de ambas, que llevarían a condiciones graves de la enfermedad, si bien es cierto que no hay datos que concluyan que el SAOS es o no un factor de riesgo independiente para enfermedad grave por COVID-19. Por ello, un control estrecho de los pacientes con SAOS hospitalizados por

COVID-19 sería conveniente, asegurando su adherencia al tratamiento con presión de aire positiva, que ha demostrado sus beneficios en insuficiencia respiratoria aguda frente a la

intubación.

Obstructive sleep apnea, renin- angiotensin system, and COVID-19: possible interactions17 Ekiz et al. 2020 Analítico Los pacientes con SAOS pueden sufrir una desregulación del sistema renina-angiotensina, lo cual tiene influencias nocivas y podría repercutir negativamente en el desarrollo de la enfermedad por COVID-19. Sin embargo, se precisa de mayor investigación en este asunto para llegar a conclusiones más concretas.
OSA as a probable risk factor for severe COVID-1918 McSharry et al. 2020 Comparativo Se plantea la posibilidad de peor pronóstico y evolución de la enfermedad por COVID-19 en aquellos pacientes son SAOS no diagnosticado. Los pacientes que con diagnóstico de SAOS somnoliento precisan de intervención, ya que el sueño óptimo es crucial para el desarrollo de inmunidad robusta y duradera. Con todo ello, sería preciso investigar más profundamente la relación entre SAOS y COVID-19. Por otro lado, el uso del cuestionario STOP-BANG ha demostrado ser útil para detectar aquellos pacientes con SAOS con mayor probabilidad de desarrollar formas graves de COVID-19.
Potential influences of obstructive sleep apnea and obesity on COVID-19

severity19

McSharry & Malhotra. 2020 Comparativo Tanto el SAOS como la hipoventilación por obesidad pueden causar una hipoxemia importante, que podría empeorar la hipoxemia en la neumonía por COVID-19. Además, tanto el SAOS como la obesidad podrían empeorar la tormenta de citocinas producida en la neumonía por COVID-19, que puede causar insuficiencia respiratoria aguada y fallo multiorgánico, dado que tanto el SAOS como la obesidad pueden ser condiciones proinflamatorias.
Sleep Apnea and COVID-19

Mortality and Hospitalization20

Cade et al. 2020 Comparativo La muestra de 4.668 pacientes incluía un 55,6 % de mujeres con una mediana de edad de 56,1 años y un índice de masa corporal (IMC) de 28,8 y estaba compuesta por un 48,3 % de estadounidenses de origen europeo, 14,8% afroamericanos, 14,0% hispanos y latinoamericanos y 22,9% otros. La tasa de mortalidad fue del 7,4%. Los 443 participantes (9,5 %) con apnea del sueño tuvieron una mayor tasa de mortalidad por todas las causas (11,7 %) en comparación con los controles con apnea del sueño (6,9 %). Persistió una asociación significativa entre la apnea del sueño y la muerte por COVID-19 en los análisis ajustados por
demografía. Las asociaciones se atenuaron un poco después de ajustar la clase de IMC y los diagnósticos asociados con la apnea del sueño. Se observaron asociaciones similares, pero más débiles entre la apnea del sueño y el resultado compuesto de ingreso en la UCI, ventilación mecánica, muerte u hospitalización. Los resultados de este análisis de mortalidad y marcadores de morbilidad grave identifican la apnea del sueño como un factor de riesgo de mortalidad por COVID-19, lo que destaca la necesidad de un seguimiento estrecho de los pacientes con apnea del sueño que se contagian.
Sleep apnoea is a risk factor for severe COVID-1921 Strauzs et al. 2021 Metaanálisis Se identificaron 445 individuos con COVID-19, de los cuales 38 (8,5%) también padecían SAOS. De los 91 individuos que precisaron ingreso hospitalario, 19 padecían SAOS y COVID-19. El ingreso hospitalario por COVID-19 se asocia a SAOS independientemente de sexo, edad, índice masa corporal y comorbilidades asociadas. Sin embargo, la apnea obstructiva del sueño no determina mayor riesgo de contraer la enfermedad por COVID-19, aunque sí más riesgo de formas severas de esta: un estudio demuestra que de 15835 pacientes con COVID-19, 1924 con formas graves padecían también SAOS.
Is there a link between COVID-19 and obstructive sleep apnea?22 Salles et al. 2020 Analítico, tipo revisión A pesar de que el síndrome de apnea obstructiva del sueño no es considerado como un factor de riesgo del COVID-19, sí que se ha determinado la existencia de algunas comorbilidades en común como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, asma, obesidad y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Así, se podría cuestionar: la posible contribución del SAOS al empeoramiento de la hipoxemia en pacientes con COVID-19 ya que el SAOS y la obesidad se asocian con hipoxemia, que puede ser un factor de empeoramiento de la hipoxemia de la neumonía por COVID-19; y si la deprivación del sueño afectaría negativamente a la afectación pulmonar y proceso inflamatorio.

Elaboración propia.

 

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