Síndrome de Munchausen por poderes.

1 julio 2022

AUTORES

  1. Natalia González Díaz. Enfermera. Postgrado en Cuidados Neonatales en la Universidad Británica Leeds Beckett. Máster Universitario en Cuidados Intensivos Neonatales y Enfermería Neonatal. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
  2. Beatriz Calderón Aznar. Enfermera. Centro de Salud de la Rochapea. Pamplona. España.
  3. Laura Espino Alcalá. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
  4. Alessandra Ingrosso Langa. Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
  5. Ana Isabel Lorda Cobos. Enfermera Especialista en Pediatría. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
  6. Irene Casas Pedraja. Enfermera. Experto Universitario en Técnicas de Enfermería en Atención al Paciente Urgente y Crítico. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.

 

RESUMEN

El Síndrome de Munchausen por poderes (SMP) es una forma de maltrato bastante específica con una morbimortalidad creciente, de diagnóstico y posterior manejo muy complicado que hace que este problema sea aún más grave1. Al ser tan compleja su detección, hace que se produzcan dificultades en el equipo de salud para su manejo2.

El niño es víctima de una enfermedad promovida o simulada por uno de los padres, generalmente la madre, o cuidadores, sometiéndose a diversos estudios médicos, hospitalizaciones, tratamientos innecesarios y procedimientos diagnósticos invasivos perjudiciales para el niño5.

 

PALABRAS CLAVE

Maltrato infantil, síndrome de Munchausen por poderes.

 

ABSTRACT

Munchausen Syndrome by Proxy (MPS) is a specific form of abuse with increasing morbidity and mortality, diagnosis and subsequent management that is very complicated, making this problem even more serious1. Since its detection is so complex, it causes difficulties for the health team to manage it2.

The child is the victim of a disease promoted or simulated by one of the parents, generally the mother, or caregivers, subjecting him to various medical tests, hospitalizations, unnecessary treatments and invasive diagnostic procedures harmful to the child5.

 

KEY WORDS

Child abuse, Munchausen syndrome by proxy.

 

DESARROLLO DEL TEMA

El Síndrome de Munchausen por poderes (SMP) constituye una forma de maltrato infantil de alto riesgo, de difícil diagnóstico, que a menudo pasa inadvertido durante semanas, meses e incluso años. Es un síndrome que puede llegar a producir problemas graves en el niño que lo sufre, e incluso puede llegar a producir la muerte. Se trata de un tipo de maltrato en el que los padres o tutores del niño, normalmente su cuidador principal, finge o provoca una serie de signos o síntomas en el paciente con el fin de requerir asistencia médica y pruebas diagnósticas constantemente sin ser necesarias1.

En el DSM IV, el síndrome de Munchausen por poderes (SMP) es parte del Trastorno Facticio (TF) no especificado, caracterizado por un patrón conductual que va desde el reporte de síntomas falsos por parte de los cuidadores del paciente (usualmente la madre) hasta la fabricación de síntomas y perpetración de daño físico (uso de venenos, sofocamiento, infusión de materia fecal, etc.) con el objetivo de asumir el rol de enfermo4.

 

Terminología:

El término de este síndrome proviene de un personaje famoso inventado que narraba fantasías, conocido como Barón de Munchausen1.

Este término se introduce por primera vez en el ámbito médico gracias a Asher, al describir casos de adultos en situaciones similares a esta3.

Posteriormente, autores como Meadow describieron este síndrome y relataron varios requisitos para su diagnóstico como los siguientes:

  • Presencia de signos o síntomas físicos o psíquicos que han sido inventados o provocados por sus padres o cuidadores principales.
  • Negación por parte del causante de la invención de los mismos.
  • Mejoría o desaparición de esos síntomas o signos cuando el niño no está con sus cuidadores o con los perpetradores de los mismos.
  • Necesidad del causante de generar el rol de enfermo en el niño para llamar la atención del equipo sanitario3.

 

Frecuencia:

Se considera como un trastorno raro, aunque no concuerda con la realidad, ya que es un problema que suele pasar inadvertido ante su desconocimiento y dificultad diagnóstica1.

 

Clínica:

Datos bibliográficos enmarcan a niños que son normalmente menores de cuatro años, sin hacer discriminación en cuanto al sexo con un tiempo prolongado desde que comienzan los síntomas hasta que se realiza el diagnóstico (aproximadamente de 21.8 meses). En el 25% de los casos existe una historia anterior de hermanos fallecidos y de éstos un 61.3 % tenían antecedentes de haber padecido enfermedades parecidas o haber presentado sospecha de SMP1.

En cuanto al causante del problema, en la mayoría de los casos se trata de la madre del menor, de edad joven y bajo nivel económico. Normalmente, estas mujeres suelen estar desempleadas y provienen de familias desestructuradas. Además, muchas de las perpetradoras padecen de estados ansiosos-depresivos.

En muchas ocasiones, estas mujeres suelen ser muy colaborativas con el personal sanitario, además de presentar una actitud relajada frente a la situación clínica de su hijo1.

Algunos autores, hablan de la existencia de una relación patológica entre la madre y el niño en la que ésta, pide auxilio o ayuda para sus propios problemas a través del rol de enfermo que causa en su hijo. En numerosas madres con este perfil existe antecedentes de traumas y abusos en su infancia, pudiendo provocar inseguridades en estas personas debido a las conductas abusivas a las que han sido sometidas y, a su vez, provocando las mismas conductas abusivas para con sus hijos y así llamar la atención del equipo médico4.

Aunque los medios utilizados por el perpetrador son varios y asombrosos, es importante diferenciar:

• La «falsificación» de datos que se aportan en la historia clínica del niño.

• La «simulación» de signos: como la falsificación de pruebas añadiendo sangre menstrual,

azúcar o material fecal a la orina; aparentar fiebre frotando el termómetro, etc.

• La «producción» de signos: tales como erupciones por estímulos mecánicos o sustancias

irritantes; administración de sedantes; provocación de asfixia por inhalación en bolsa de

plástico o por oclusión mecánica con las manos; inducción de vómitos, etc.1.

 

Diagnóstico:

Se sospechará de aquellos niños que visiten frecuentemente los servicios de urgencias, que presenten numerosos estudios y también aquellos que presenten múltiples ingresos hospitalarios. Además, estos pacientes suelen presentar patologías confusas y extrañas que normalmente responde mal al tratamiento en su historial clínico que nos harán sospechar. Después de observar estos datos, lo siguiente será observar y evaluar la conducta de la madre1.

Algunos de los criterios diagnósticos observables serán:

  • En el niño:
    • Dificultad para encasillar los síntomas que presenta el niño en un cuadro clínico específico.
    • Versatilidad y persistencia inexplicada de los síntomas que conducen a una elaboración diagnóstica compleja y desorganizada.
    • Antecedentes de muerte infantil ambigua.
    • Incongruencia entre las pruebas complementarias y la clínica que presenta el niño.
    • No hay casos similares.
    • Tratamientos inespecíficos o con mala respuesta al mismo1.
  • En la madre:
    • Suele ser la madre.
    • Siempre ocurren los signos y síntomas en presencia de la madre.
    • Madre despreocupada.
    • Nunca deja solo al niño cuando está ingresado.
    • Trata de establecer una relación cercana con los profesionales sanitarios.
    • Suele manifestar que sabe mucho sobre la profesión sanitaria.
    • Historia de problemas psiquiátricos.
    • Padece el síndrome de Munchausen1.

 

Tratamiento:

Debido a que hasta que tenemos claro el diagnóstico de SMP suele pasar bastante tiempo, sería útil obtener información acerca de la historia familiar del niño por parte de terceras personas como familiares cercanos.

El tratamiento dependerá de la clínica del mismo. Cuando nos encontramos con madres con una marcada ansiedad hacia el proceso de enfermedad de su hijo y que, por tanto, se deja guiar por el personal sanitario, podemos evitar avisar a las autoridades correspondientes para que se hagan cargo del caso, pero en tal caso deberá existir una vigilancia estrecha del paciente por parte del personal sanitario responsable.

Si, por el contrario, nos encontramos ante situaciones en las que el perpetrador del abuso pone en riesgo la vida del niño, habrá que informar urgentemente a las autoridades competentes para que el niño sea reubicado en un lugar seguro, fuera del domicilio habitual, en el que no peligre su vida3.

En cualquier caso, el tratamiento ha de ser individualizado, dependiendo de cada caso.

El equipo médico deberá informar con total privacidad a los familiares y deberá informar del caso a todo el equipo multidisciplinar para realizar el mejor abordaje posible. En muchas ocasiones, el personal médico debe pedir ayuda a otros profesionales como psiquiatras, trabajadores sociales, etc.3.

 

CONCLUSIÓN

El síndrome de Munchausen por poderes es quizás uno de los cuadros más bizarros de maltrato, que se realiza provocando una enfermedad a un tercero, por lo general, a través de acciones directas2.

En la mayoría de los estudios coinciden en señalar que la madre es la autora de los hechos, por tanto, el padre aparece en una proporción mucho menor6.

Es crucial establecer el diagnóstico correcto de manera temprana con el objetivo de proteger al menor, evitando secuelas importantes e impedir su fallecimiento. Una vez identificado el SMP, se debe de llevar a cabo un tratamiento integral a nivel clínico y legal6.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Cerda Ojeda F, Goñi González T, Gómez de Terreros I. Síndrome de Munchausen por poderes. Cuadernos de Medicina Forense. 2006;(43-44).
  2. Maida S A, Molina P M, Erazo T R. Síndrome de Münchausen por poder: una presentación inusual. Revista médica de Chile. 2001;129 (8).
  3. Cedenilla Vecina M, Jiménez-Perianes A. Aproximación teórica al síndrome de Munchausen por poderes. Behavior & Law Journal. 2020;6(1):1-11.
  4. Landa-Contreras E, Alvites-Ahumada M, Fortes-Álvarez J. Síndrome de Munchausen por poderes: presentación de un caso y revisión de la literatura. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. 2014;34(124):791-795.
  5. Cujiño CMF, Dávila PA, Mónica María Sarmiento L, et al. Síndrome de Munchausen por poder. Rev Latinoam Psiquiatría. 2012;11(2):60-65.
  6. Pellitero Maraña Ariana, Alonso Álvarez Mª Agustina, González-Carloman González Lucía. Síndrome de Munchausen por poderes: dificultades diagnósticas y terapéuticas. 2018; 20(80): 105-108.

 

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