Síndrome y deformidad de Haglund. A propósito de un caso. Actualización de conceptos.

20 enero 2022

AUTORES

  1. Christian Oswaldo Segura Sangucho. Hospital General Docente de Calderón.
  2. María Belén Segura Sangucho. Hospital Homero Castanier Crespo.
  3. Karla Christina Enriquez Lozada. Celebrity Cruises – Oficial Médico.
  4. Andrés Octavio Caicedo Peñafiel. Hospital Básico NOVASALUD.
  5. Edwin Javier Astudillo Taco. Hospital de Especialidades Eugenio Espejo.
  6. María Doménica Cedeño Intriago. Hospital Dr. Julio Villacreses Colmont Solca–Manabí.
  7. Solange Daniela Morales Andrade. Universidad Central del Ecuador.

 

RESUMEN

El síndrome de Haglund fue descrito por primera vez en 1928 por Patrick Haglund. Es una causa de atrapamiento tendino-bursal del talón, producida por una exostosis posterosuperior del calcáneo (deformidad de Haglund) acompañada de tendinitis aquílea y bursitis retrocalcánea.

Aunque su patogenia es desconocida, se han descrito factores mecánicos predisponentes como el calzado ajustado, el tacón alto de las damas, arco plantar aumentado, tendón de Aquiles demasiado tenso, y las situaciones que favorecen la fricción entre el tendón y el hueso. El diagnóstico se realiza por la clínica y por las imágenes radiológicas con el método de medición de las líneas de inclinación paralelas, en una radiografía lateral del tobillo.

El diagnóstico diferencial debe hacerse con la xantomatosis, espondiloartropatías seronegativas, artritis gotosa reumatoide.

El tratamiento inicial suele ser conservador e incluye antiinflamatorios o analgésicos, fisioterapia y zapatos con talón abierto y sin tacón alto. Si el tratamiento conservador no alivia el dolor, puede ser necesaria la cirugía.

Se presenta 1 caso, diagnosticado clínicamente, confirmado radiológicamente, ecográficamente y tratado conservadoramente.

 

PALABRAS CLAVE

Síndrome de Haglund, deformidad de Haglund, tendón calcáneo, tendón de Aquiles.

 

ABSTRACT

Haglund’s syndrome was first described in 1928 by Patrick Haglund. It is a cause of tendino-bursal heel entrapment, produced by a posterosuperior exostosis of the calcaneus (Haglund’s deformity) accompanied by Achilles tendinitis and retrocalcaneal bursitis.

Although its pathogenesis is unknown, predisposing mechanical factors such as tight footwear, high heels in women, increased plantar arch, too tight Achilles tendon, and situations that favor friction between the tendon and the bone have been described. The diagnosis is made by the clinic and by radiological images with the method of measurement of the parallel inclination lines, in a lateral radiograph of the ankle.

The differential diagnosis should be made with xanthomatosis, seronegative spondyloarthropathies, rheumatoid gouty arthritis.

Initial treatment is usually conservative and includes anti-inflammatories or analgesics, physical therapy, and shoes with an open heel and without a high heel. If conservative treatment does not relieve pain, surgery may be necessary.

1 case is presented, clinically diagnosed, confirmed radiologically, sonographically and treated conservatively.

 

KEY WORDS

Haglund’s syndrome, Haglund’s deformity, calcaneal tendon, Achilles tendon.

 

INTRODUCCIÓN

El síndrome de Haglund fue descrito por primera vez en 1928 por Patrick Haglund.

El síndrome de Haglund es una causa de dolor en el retropié que puede ser ocasionado por un origen mecánico. Varias teorías se han descrito sobre su patogenia, diferentes autores señalan como causa la contracción continua del tríceps sural, que produce un atrapamiento del tendón aquíleo y la bursa retrocalcánea contra la exostosis posterosuperior del calcáneo1,6.

El diagnóstico se realiza por la clínica, por las imágenes ecográficas y radiológicas con el método de medición de las líneas de inclinación paralelas, en una radiografía lateral del tobillo1,2,18.

 

OBJETIVO

El propósito de este artículo es establecer una guía de diagnóstico y manejo en pacientes con síndrome y deformidad de Haglund.

 

A PROPÓSITO DE UN CASO

Mujer de 74 años, con dolor en región aquílea del pie izquierdo desde hace 6 meses, que empeora con la actividad. En la exploración física destacaba engrosamiento del tendón de Aquiles con dolor a la palpación, el balance articular del tobillo y pie estaba conservado, la maniobra de Thompson fue negativa (Figura 3). En la radiografía lateral del tobillo se apreciaba una tumefacción del tejido blando en el tercio distal del tendón de Aquiles y una prominencia posterosuperior del calcáneo (Figura 1). La ecografía mostraba un tendón de Aquiles hipoecoico con importante engrosamiento en comparación al contralateral, calcificación en su inserción en calcáneo e imágenes hipoecoicas en el espesor de la grasa de Kager, bursitis retrocalcánea (Figura 2). Mediante tratamiento de fisioterapia, la sintomatología desapareció.

 

DISCUSIÓN

El síndrome de Haglund es una causa de dolor en el retropié que puede ser ocasionado por un origen mecánico. Varias teorías se han descrito sobre su patogenia, diferentes autores señalan como causa la contracción continua del tríceps sural, que produce un atrapamiento del tendón aquíleo y la bursa retrocalcánea contra la exostosis posterosuperior del calcáneo. Otras bibliografías mencionan que el proceso comienza por una compresión externa en el talón, que comprime la bursa retroaquílea contra la parte posterior del calcáneo, con lo que la tuberosidad calcánea aumentaría de tamaño como respuesta a esta irritación crónica, y esta tuberosidad a su vez comprime la bursa y el tendón aquíleo, provocando un círculo vicioso1,3,5,7.

Una de las causas etiológicas más frecuentes del Síndrome de Haglund es tener un arco plantar elevado, propio de los pies cavos. Esto favorece la tensión en el talón de Aquiles. También los deportistas, sobre todo los corredores y los futbolistas, suelen sufrir la bursitis retrocalcánea o el Síndrome de Haglund, debido al reiterado impacto en la zona que se produce al correr3,8,14.

sobre la presentación clínica la literatura mencionan dolor en región aquiliana por las diferentes etiologías mencionadas, además mencionan limitación funcional con el reiterado impacto en la zona posterior. A la exploración física se muestra engrosamiento y deformidad en la zona aquileana. (Maniobra de Thompson negativa11,15.

El diagnóstico se realiza por la clínica, por las imágenes radiológicas con el método de medición de las líneas de inclinación paralelas (parallel pitch lines [PPL]), en una radiografía lateral del tobillo (Figura 1). Este método consiste en trazar una línea tangente a la superficie inferior del calcáneo, y otra paralela a esta en la cara superior, a la altura del punto más alto de la cara posterior de la superficie de la articulación subastragalina. Si la tuberosidad supera esta línea se considera deformidad de Haglund. En la bibliografía actual mencionan que en algunos casos el diagnóstico se puede completar con ecografía músculo esquelética en la cual se puede evidenciar claramente signos ecográficos como engrosamiento del tendón de Aquiles (tendinopatía), edema de la grasa de Kager, bursitis retrocalcánea (Figura 2), exostosis calcánea9,15,19.

El tratamiento inicial debe ser conservador, evitando calzado ajustado o de tacón alto, utilizando órtesis plantares, antiinflamatorios orales, infiltraciones peritendinosas con corticoides y fisioterapia. Si no hay respuesta al tratamiento conservador estaría indicada la cirugía, la técnica más utilizada es la bursectomía retrocalcánea con osteotomía de la deformidad de Haglund, habiéndose demostrado el abordaje central del tendón una técnica segura y eficaz13,17,20.

Se han descrito varios tratamientos que nos sirve para mejorar la clínica de pacientes que padecen esta patología:

EPI (Electrolisis Percutánea Intratisular): Es una técnica invasiva ecoguiada aplicando una corriente galvánica a través de una aguja que provoca un proceso inflamatorio local permitiendo la fagocitosis y la reparación del tejido blando.

PRP: Infiltración de factores de crecimiento que son un conjunto de proteínas se encuentran en el plasma sanguíneo y en el interior de las plaquetas y desempeñan un papel fundamental para la reparación y regeneración de los tejidos. La infiltración de PRP disminuye el dolor, la inflamación local y el tiempo de cicatrización y de recuperación. La infiltración de plasma fue el tratamiento que recibió Rafa Nadal hasta en 3 ocasiones en ambas rodillas.

Ondas de choque: (ondas acústicas de alta energía): La energía promueve la regeneración y procesos reparativos del tendón disminuyendo la inflamación crónica y el dolor.

Laserterapia: Mediante la aplicación de láser se produce un aumento de vasodilatación aportando nutrientes celulares acelerando la regeneración tisular.

Ejercicio físico terapéutico.

Tobilleras para el tendón de Aquiles

La tobillera para el tendón de Aquiles, incorpora una almohadilla en silicona que abraza el tendón de Aquiles. Así se consigue aliviar la tensión de la zona, sin interrumpir la actividad diaria. Además, esta tobillera incluye dos taloneras en siliconas para un mejor efecto de descarga en el tendón de Aquiles. Las taloneras hay que usarlas en los dos pies, para no generar desequilibrios.13,15

El uso de esta tobillera para el tendón de Aquiles está recomendado para aliviar el dolor y la inflamación que produce el síndrome de Haglund o la bursitis retrocalcánea. Su diseño contiene puntos de alto relieve que, junto con el efecto compresivo del tejido, masajea las partes blandas. Así se fomenta la activación muscular. A ello se une que las taloneras de silicona sirven para amortiguar el impacto de la marcha12,20.

Dentro de las ventajas de la utilización de tobilleras para la Bursitis retrocalcánea como podemos comprobar, con el uso de la tobillera para el tendón de Aquiles se evita la sobrecarga del tendón de Aquiles, protegiéndolo y evitando problemas mayores. Reduce la inflamación y el hematoma. Mejora el tono muscular y la propiocepción.

Protege durante la actividad física. Alivia el dolor y la irritación5,9,13.

Cómo prevenir sobrecargas en el tendón: Junto con el uso de la tobillera para el tendón de Aquiles hay otras medidas que puedes tener en cuenta para prevenir el síndrome de Haglund o la bursitis retrocalcánea. El primer aspecto a tener en cuenta es usar un zapato adecuado. El calzado está detrás de muchas de las principales patologías de los pies. Pero preferimos ir a la moda a llevar un zapato adecuado, con diseño anatómico y buena amortiguación11,15,18.

Otra de las causas más frecuentes del Síndrome de Haglund es tener un arco plantar elevado, propio de los pies cavos. Esto favorece la tensión en el talón de Aquiles. Por ello hay que complementar el uso del calzado adecuado con plantillas ortopédicas para corregir la alteración de la pisada. También los deportistas, sobre todo los corredores y los futbolistas, suelen sufrir la bursitis retrocalcánea o el Síndrome de Haglund, debido al reiterado impacto en la zona que se produce al correr. En este caso, se hace más importante los estiramientos después de la práctica deportiva para evitar el acortamiento del tendón de Aquiles. Sobre todo, si se corre en superficies duras o con pendientes. Y si se lo combina con la tobillera para el tendón de Aquiles se reduce la irritación y la presión. Además, el tobillo estará más protegido en los diferentes movimientos que realiza (caminar, correr, saltar)5,8,10,19.

 

CONCLUSIÓN

El síndrome de Haglund es una causa de dolor en retropié que debe tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial. Se debe sospechar ante los hallazgos clínicos característicos y confirmar con las pruebas radiológicas y ecográficas para realizar un diagnóstico adecuado. El tratamiento conservador médico-rehabilitador debe ser la primera opción terapéutica antes de la cirugía.

 

CONFLICTO DE INTERÉS

Los autores declaran no tener conflicto de interés relacionado con el presente trabajo.

 

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