Soporte vital básico en la parada cardiorrespiratoria de origen extrahospitalario.

25 marzo 2022

AUTORES

  1. Cristina Bueno Fernández. M.I.R. Anestesiología y Reanimación. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  2. Laura Belenguer Pola. M.I.R Pediatría. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  3. Alejandro Gracia Roche. F.E.A. Anestesiología y Reanimación. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  4. Beatriz Simón Rivero. M.I.R. Anestesiología y Reanimación. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  5. Mariana Hormigón Ausejo M.I.R. Anestesiología y Reanimación. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  6. Beatriz Pascual Rupérez. M.I.R. Anestesiología y Reanimación. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.

 

RESUMEN

La parada cardiorrespiratoria (PCR) es una situación clínica que cursa con la interrupción brusca de la respiración y de la circulación espontáneas, en un paciente cuya situación previa no hacía esperar en ese momento un desenlace mortal.

El objetivo del trabajo es analizar y comparar las principales guías clínicas sobre la PCR de origen extrahospitalario, centrándonos en el Soporte Vital Básico (SVB). Para ello, se ha realizado una revisión bibliográfica consultando las guías de la European Resuscitation Council (ERC), de la American Heart Association (AHA). En general, existe un gran consenso en los puntos básicos del SV. De este modo, el reconocimiento precoz de la PCR, el aviso a los sistemas de emergencia médicos y el inicio del SVB son necesarios para disminuir las secuelas y la mortalidad.

 

PALABRAS CLAVE

Paro cardíaco, reanimación cardiopulmonar.

 

ABSTRACT

Cardiac arrest is the unexpected and abrupt loss of heart function on a person who may or may not have been diagnosed with heart disease. The aim of this review is to compare and analyze the main clinical guides, focusing on Basic Life Support. There is a generally great consensus on the main points of Life Support. Therefore, early recognition of CPR and the activation of the emergency response system are needed in order to decrease injuries and mortality.

 

KEY WORDS

Out of-hospital cardiac arrest; cardiopulmonary resuscitation.

 

OBJETIVO

Analizar y comparar las guías clínicas del Soporte Vital Básico de la ERC y de la AHA sobre la parada cardiorrespiratoria de origen extrahospitalario.

 

DESARROLLO DEL TEMA

¿Qué es una parada cardiorespiratoria?

La parada cardiorrespiratoria (PCR) es una situación clínica que cursa con la interrupción brusca de la respiración y de la circulación espontáneas, en un paciente cuya situación previa no hacía esperar en ese momento un desenlace mortal1,2. Las estimaciones anuales de PCR producidas en España son de 18.000 intrahospitalarias y de 50.000 a nivel extrahospitalario, originando un 10% del número total de fallecidos. En cuanto a la supervivencia de las PCR extrahospitalarias (PCREH), es del 10,1 % en España, del 10,7% en Europa y del 10,8% en Estados Unidos, cifras muy parecidas a las de hace 3 décadas1,3,4,5

La causa más frecuente de PCR en adultos es de origen cardiaco (suponiendo un 82% del total), fundamentalmente de origen isquémico; mientras que en niños es de origen respiratorio.

Para el manejo de la PCR, se siguen las recomendaciones llamadas Consensus on Science and Treatment Recommendations (CoSTR), de la International Liaison Committee on Resuscitation (ILCOR) que es una organización formada varias asociaciones en reanimación, como la American Heart Association (AHA), la European Resuscitation Council (ERC), la Australian and New Zealand Committee on Resuscitation (ANZCOR), la Resuscitation Council Of Southern Africa (RCSA), la InterAmerican Heart Foundation (IAHF) y la Resuscitation Council of Asia (RCA). Estas guías son revisadas y actualizadas cada 5 años, siendo la del año 2020 para la AHA y la del 2021 para la ERC su última edición4.

 

¿Cómo reconocerla?

La llamada a los servicios de emergencia de manera precoz aumenta la supervivencia, dado que la mortalidad de las PCR viene determinado principalmente por el tiempo entre la parada cardiaca y la alerta al sistema de urgencias, el inicio de la resucitación cardiopulmonar (RCP) y la desfibrilación.

En el caso en el que nos encontremos a la víctima en PCR, es necesario saber reconocerla lo más rápidamente posible. Así, las claves son la ausencia de respuesta de la víctima y de respiración normal10,11. Hay que tener en cuenta, que hasta un 40% de los pacientes presentan una respiración agónica (movimientos respiratorios pequeños y lentos), producidas por el tronco encefálico durante los primeros minutos tras la parada cardiaca, por lo que tomarla como un signo de parada cardiaca aumenta las tasas de supervivencia10.

Sin embargo, la AHA recomienda para los reanimadores lego iniciar la RCP ante un presunto paro cardíaco, aún sin tener certeza de éste4.

Primeros pasos- cadena de supervivencia:

La cadena de la supervivencia resume los pasos necesarios para realizar una reanimación exitosa. Se utilizan tanto en las víctimas con parada cardiaca primaria así como por parada por asfixia.

  1. Reconocimiento precoz y solicitud de ayuda.
  2. RCP precoz por los testigos.

La iniciación de las maniobras de RCP pueden doblar o cuadruplicar la supervivencia tras una PCR.

  • Desfibrilación precoz.

Si la desfibrilación tiene lugar entre los 3 y 5 minutos tras el colapso, las tasas de supervivencia pueden aumentar hasta el 50 y el 70%, lo cual puede ser logrado mediante un DEA de acceso público y disponible en el lugar.

  • Soporte vital avanzado precoz y cuidados post-resucitación estandarizados.

El soporte vital avanzado (SVA) con el manejo de la vía aérea, los fármacos y la corrección de los factores causales pueden ser necesarios si con los primeros intentos de la RCP básica no se tiene éxito10.

 

Resucitación cardiopulmonar y soporte vital:

La RCP es el acto de intentar una recuperación de circulación y respiración espontáneas, a la mayor brevedad posible, mientras se mantiene de forma externa una circulación y ventilación que garantice una perfusión oxigenación tisular mínima eficaz. Existen dos tipos de RCP:

  • Básica: es aquella en la que no se utilizan ni medicamentos ni instrumentos (salvo dispositivos de barrera para la ventilación). Consiste en el masaje cardiaco e insuflación pulmonar.

El uso de mascarillas con bolsa y reservorio, de cánulas orofaríngeas, así como de desfibriladores automáticos (DEA) o semiautomáticos (DESA), se denomina RCP básica instrumentalizada.

  • Avanzada: es aquella que incluye el uso de todas las medidas disponibles.

Así mismo, existen dos tipos de soporte vital (SV):

  • Básico: incluye las maniobras de RCP básica, así como medidas complementarias destinadas aumentar las probabilidades de supervivencia, como el reconocimiento precoz de una PCR, la búsqueda de ayuda especializada y sobre todo la posibilidad de desfibrilación inmediata.
  • Avanzado: incluye las medidas de RCP básica, y además pone énfasis en situaciones periparadas (prevención pre PCR y cuidados post-RCP)8.

Soporte vital básico:

Se subraya la importancia de que el reanimador, la víctima y el testigo se encuentren en un lugar seguro. Aquellos que no tienen formación en RCP, requieren asistencia del operador telefónico una vez que han llamado al 11212.

Los pasos a seguir de un reanimador formado son:

  1. Apertura de la vía aérea y comprobación de la respiración. El reanimador debería comprobar rápidamente si la víctima del colapso responde y respira con normalidad, mientras realiza la maniobra mente frentón para abrir la vía aérea.
  2. Llamar a los servicios de emergencia.

En Europa el 112 es el número de teléfono gratuito de emergencias. El contacto precoz con los servicios de emergencias facilitará la activación de un servicio médico de emergencia (SEM) y la localización y envío de un DEA.

  • Inicio de las compresiones torácicas.

En adultos hay una alta probabilidad de que la causa de la PCR sea de origen cardíaco, tras la cual la sangre en los pulmones y en el sistema arterial permanece oxigenada durante unos minutos. Por ello, se recomienda que la RCP debe iniciarse con las compresiones torácicas en lugar de hacerlo con ventilaciones iniciales.

Para realizar las compresiones torácicas:

  1. Hacer las compresiones en el centro del tórax.
  2. Comprimir a una profundidad de aproximadamente 5 cm, pero no más de 6 cm para un adulto promedio.
  3. La frecuencia de la compresión debe ser de 100 a 120 por minuto, con el menor número de interrupciones posibles.
  4. Después de cada compresión, se debe permitir que el tórax se reexpanda por completo, sin permanecer apoyado en el tórax.
  • Dos respiraciones de rescate.

La ERC sugiere que los volúmenes corrientes deberían ser de aproximadamente 500 a 600 ml, que en la práctica se resume como el volumen necesario para hacer que el tórax se eleve de forma visible. La duración de la insuflación debería ser de 1 s evitando ventilaciones rápidas y forzadas. No se debería exceder de los 10 segundos la interrupción de las compresiones torácicas para dar las dos ventilaciones12.

  1. Continuar la RCP 30:2.
  2. Uso del DEA

Los que realicen la RCP deben continuarla mientras se coloca un DEA y durante su uso, evitando las mínimas interrupciones de las compresiones torácicas. Una vez colocado el DEA, los que estén realizando la RCP deben seguir las instrucciones de voz. Los DEA permiten la desfibrilación muchos minutos antes de que llegue la ayuda profesional. Son adecuados para su uso en mayores de 8 años, para niños entre 1 y 8 años se deben utilizar parches pediátricos con un atenuador o en modo pediátrico, si está disponible12. En la guía de la AHA del año 2020, se agrega un sexto eslabón en la cadena de supervivencia: la recuperación, que consiste en que los sobrevivientes de un paro cardiaco tengan una evaluación y un tratamiento de rehabilitación multimodales para trastornos físicos, neurológicos, cardiopulmonares y cognitivos antes del alta hospitalaria4.

 

Recomendaciones sobre la RCP básica:

  • Posición de las manos:

Varios estudios experimentales demuestran que existe una mejor respuesta hemodinámica cuando las compresiones torácicas se realizan en la mitad inferior del esternón (clase IIa, LOE C-LD [Anexo 513]). De forma sencilla se debería explicar como ‘colocar el talón de la mano en el centro del pecho con la otra mano encima’. Cuando solamente haya un reanimador, se deberían realizar arrodillándose al lado de la víctima, dado que esto mejora el movimiento entre las compresiones y las respiraciones con mínimas interrupciones. Puede considerarse, en condiciones donde no se puedan realizar las compresiones al lado de la víctima, la RCP desde la cabeza cuando solo hay un reanimador o la RCP a horcajadas por dos reanimadores. Un estudio realizado mediante maniquíes intentó averiguar qué mano debería de ser la que esté en contacto con el esternón, por lo que se dividió a los estudiantes de medicina en dos grupos: unos realizan la RCP con la mano no dominante y el otro con la mano dominante. Los resultados fueron que aquellos alumnos que realizaban la RCP con la mano dominante, realizan las compresiones torácicas con mayor rapidez, una mejor profundidad así como menor fatiga respecto al grupo que realizaron la RCP con la mano no dominate14. Sin embargo, las guías no precisan que mano debe ser la dominante4,12.

  • Profundidad de las compresiones:

Cuatro estudios observacionales sugieren una profundidad de las compresiones en adultos de 4,5 a 5,5 cm. Uno de estos estudios, demostró que el incremento de la profundidad de las compresiones torácicas aumentaba la supervivencia al ingreso hospitalario. Sin embargo, la máxima supervivencia fue en el intervalo de profundidad de 40.3 a 55.3 (media de 45.6)15. Por tanto, las compresiones deben realizarse con una profundidad de aproximadamente 5 cm, pero no más de 6 cm en el adulto de tamaño medio. Las lesiones son más frecuentes cuando la profundidad de las compresiones es mayor que 6 cm4,12,16,17.

  • Frecuencia de las compresiones:

Dos estudios encontraron mayor supervivencia en los pacientes que habían recibido una frecuencia de compresiones de 110 a 120 por minuto. Frecuencias superiores se asociaban con la disminución de la profundidad de las mismas. Por ello, las guías recomiendan una frecuencia de 100 a 120 por minuto4,12,16.

  • Minimizar las interrupciones de las compresiones torácicas:

La RCP no debería ser interrumpida para comprobar la respiración, la respuesta o el pulso; ya que según numerosos estudios, las interrupciones se han asociado con una disminución de la probabilidad de convertir una FV a otro ritmo11,17.

 

CONCLUSIÓN

La PCREH constituye un problema sanitario que está asociado a una elevada mortalidad, por lo que requiere una atención integral conocida como la cadena de la supervivencia. Por ello, el reconocimiento de la PCR, el aviso a los sistemas de emergencia médicos y el inicio precoz del SVB son puntos clave para disminuir las secuelas y la mortalidad.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Iglesias F, Suárez P, García A, Castro R, Álvarez AF, et al. Supervivencia de las paradas cardiacas extrahospitalarias atendidas por una unidad de vigilancia intensiva móvil de Asturias en 2010. Med Intensiva. 2013;37(9):575-583.
  2. Australian and New Zealand Resuscitation Council (ANZCOR) [Internet]. Cardiopulmonary Resuscitation and Guideline 5:Breathing [actualizado Enero 2016; acceso 3 Marzo 2017]. Disponible en: https://resus.org.au/guidelines/
  3. Kashiura M, Hamabe Y, Akashi A, Sakurai A, Tahara Y, Yonemoto N, et al. Applying the termination of resuscitation rules to out-of-hospital cardiac arrests of both cardiac and non-cardiac etiologies: a prospective cohort study. Crit Care. 2016; 20(1):49-52.
  4. Panchal AR, Bartos JA, Cabañas JG, Donnino MW, Drennan IR, Hirsch KG, et al. Adult Basic and Advanced Life Support Writing Group. Part 3: Adult Basic and Advanced Life Support: 2020 American Heart Association Guidelines for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care. Circulation. 2020 Oct 20;142(16_suppl_2):S366-S468.
  5. Cone DC, Middleton PM. Are out-of-hospital cardiac arrest survival rates improving? Resusc. 2015;91:7-8.
  6. Crespí LS, Rozalén MC, Roca PR, Cuellar NM, Sánchez AG, Vera TR, et al. Características epidemiológicas de las paradas cardiorrespiratorias extrahospitalarias registradas por el sistema de emergencias 061 (SAMU) de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares (2009-20012).Med Intensiva.2015;39(4):199-206.
  7. Ballesteros S. Supervivencia extrahospitalaria tras una parada cardiorrespiratoria en España: una revisión de la literatura. Rev Esp Med Urg Emerg. 2013;25(2):137-142
  8. Pérez P. Guía de actuación en Resucitación Cardiopulmonar Básica en adultos para Atención Primaria. Madrid; Zambon;2011.
  9. De la Torre AM, Arrese MA, Leal P. Soporte Vital. Actuación en Urgencias. En: Jiménez A, coordinador. Manual de Protocolos y Actuación en Urgencias. 3º ed. España:Saned-Edicomplet;2010. p.147-151.
  10. Wyckoff MH, Singletary EM, Soar J, Olasveengen TM, Greif R, Liley HG, Zideman D, et al. 2021 International Consensus on Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care Science With Treatment Recommendations: Summary From the Basic Life Support; Advanced Life Support; Neonatal Life Support; Education, Implementation, and Teams; First Aid Task Forces; and the COVID-19 Working Group. Resuscitation. 2021;169:229-311.
  11. Pierce A, Roppolo L, Owens P, Pepe P, Idris A. The need to resume chest compressions immediately after defibrillation attempts: An analysis of post-shock rhythms and duration of pulselessness following out-of-hospital cardiac arrest. Resusc.2015 ;89:162-168.
  12. Perkins GD, Hadley AJ, Koster RW, Castrén M, Smyth MA, Olasveengen T, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2015. Section 2. Adult basic life support and automated external defibrillation. Resusc.2015; 95: 81-99.
  13. Yancy CW, Jessup M, Bozkurt B, Butler J, Casey, Colvin M. 2016 ACC/AHA/HFSA Focused Update on New Pharmacological Therapy for Heart Failure: An Update of the 2013 ACCF/AHA Guideline for the Management of Heart Failure: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force in Clinical Practice Guidelines and the Heart Failure Society of America. J Card Fail. 2016; 22(9):659-669.
  14. Jiang C, Jiang S, Zhao Y, Xu B, Zhou X-L. Dominant hand position improves the quality of external chest compression: A manikin study base on 2010 CPR Guidelines. J Emerg Med.2015;48(4):436-444.
  15. Vadeboncoeur T, Stolz U, Panchal A, Silver A, Venuti M, Tobin J et al. Chest compression depth and survival in out-of-hospital cardiac arrest. Resusc. 2014;85(2):182-188.
  16. Australian and New Zealand Resuscitation Council (ANZCOR) [Internet]. Cardiopulmonary Resuscitation and Guideline 11.6:Equipment and Techniques in Adult Advanced Life Support [actualizado Enero 2016; acceso 8 Marzo 2017]. Disponible en: https://resus.org.au/guidelines/
  17. Australian and New Zealand Resuscitation Council (ANZCOR) [Internet]. Cardiopulmonary Resuscitation and Guideline 8: Cardiopulmonary Resuscitation [actualizado Enero 2016; acceso 8 Marzo 2017]. Disponible en: https://resus.org.au/guidelines/

 

Publique con nosotros

Indexación de la revista

ID:3540

Últimos artículos