Sueño y descanso en la unidad de cuidados intensivos pediátricos.

26 marzo 2023

 

Nº de DOI: 10.34896/RSI.2023.17.87.001

 

AUTORES

  1. Noelia Hernando Aparicio. Enfermera en la Uci Pediátrica del Hospital Miguel Servet.
  2. Teresa Avellanas Sarraseca. Enfermera en Uci Neonatal del Hospital Miguel Servet.
  3. Paola López Lombo. Enfermera Especialista en Pediatría en Uci Neonatal del Hospital Miguel Servet.
  4. María Pilar Artal Gracia. TCAE de Uci Neonatal Hospital Miguel Servet.
  5. María Teresa García Pardos. TCAE en la Uci Neonatal en Hospital Miguel Servet.
  6. Pablo Morlans Pérez. Enfermero en Hospital Miguel Servet.

 

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: En la unidad de cuidados intensivos pediátricos nos encontramos pacientes de muy variadas edades y patologías, pero a la hora de descansar en la unidad, encontramos varios factores que precisan ser estudiados.

OBJETIVO: Conocer qué elementos afectan en estas unidades para tener un sueño reparador o no, y qué consecuencias pueden tener.

MÉTODOS: Se realiza una revisión sistematizada de la literatura comprendida entre los años 2013-2023 en pacientes ingresados en la UCI Pediátrica, de entre 1 mes y 18 años. Se realizó la búsqueda en pubmed obteniendo 6 resultados.

RESULTADOS: Durante la estancia de los pacientes en la unidad, se demuestra que se encuentran niveles altos de iluminación y sonido por encima de la media, así como el uso de ciertos fármacos (ketamina, propofol, dexmedetomidina, benzodiacepinas) que nos ayudan a un sueño reparador. Las técnicas complejas constantes, y sobre todo las que precisan intubación, presentan peor descanso. Juntando todos estos agentes, es común encontrar a pacientes con síntomas de delirio y su consiguiente retraso en la recuperación de la patología por la que ingresaron.

CONCLUSIONES: A pesar de demostrarse la importancia de tener en cuenta todos estos factores y promover el descanso, muchos de ellos no se pueden evitar y también depende de otras muchas situaciones (edad, patología de ingreso, actitud de los padres).

 

PALABRAS CLAVE

Unidad de cuidados intensivos, dormir, niño, pediátrico.

 

ABSTRACT

INTRODUCTION: In the pediatric intensive care unit we find patients of very different ages and pathologies, but when it comes to rest in the unit we find several factors that need to be studied.

OBJECTIVE: To know which elements affect these units to have a restful sleep or not, and what consequences it can have.

METHODS: A systematized review of the literature from 2013-2023 in patients admitted to the pediatric ICU between 1 month and 18 years of age was carried out. A search was performed in pubmed obtaining 6 results.

RESULTS: During the stay of patients in the unit it is shown that high levels of lighting and sound are found above average, as well as the use of certain drugs (ketamine, propofol, dexmedetomidine, benzodiazepines) that help us to a restful sleep. The constant complex techniques, and especially those requiring intubation, present worse rest. All these agents together, it is common to find patients with symptoms of delirium and consequent delay in recovery from the pathology for which they were admitted.

CONCLUSIONS: In spite of demonstrating the importance of taking into account all these factors and promoting rest, many of them cannot be avoided and also depend on many other situations (age, admission pathology, attitude of the parents).

 

KEY WORDS

Intensive care unit, sleep, child, pediatric.

 

INTRODUCCIÓN

Al igual que los adultos, los niños pueden sufrir patologías graves que les lleven a precisar unos tratamientos y cuidados más complejos. En el caso de la UCI Pediátrica, los motivos están relacionados con la necesidad del paciente de recibir apoyo extracorpóreo, enfermedades congénitas complejas, traumatismos graves, cardiopatías1.

La UCI pediátrica abarca pacientes desde los 0 a los 18 años (o hasta los 14-16 años dependiendo de la patología). Este rango de edad añade más complejidad si cabe, ya que tanto medicina como enfermería puede llegar a estar haciéndose cargo a la vez de un niño de 2 meses y de otro de 14 años, con las más que obvias diferencias entre ellos y por tanto de sus tratamientos1,2.

Referente al sueño, es una función que ocupa un tercio de nuestra vida, un incorrecto descanso nos puede llevar a trastornos tanto físicos como psicológicos. Debemos tener en cuenta que en esta unidad hay diferencias, entre lo que debe dormir un paciente lactante con un adolescente. En los recién nacidos ronda en torno a las 16 a 18 horas diarias, sin diferencia entre horario diurno y nocturno. Reduciéndose este tiempo conforme se hacen mayores, llegando a las 8 horas de sueño recomendadas 2,3. El sueño lo podemos dividir en dos fases:

  • La primera, fase noREM (ocupa un 75% del tiempo de sueño), en la cual no se producen movimientos oculares rápidos, consta de 3 estados:
  • N1: (10% del tiempo) adormecimiento.
  • N2: (45% del tiempo) sueño liguero.
  • N3: (20% del tiempo) sueño profundo.
  • La segunda, fase REM (ocupa un 25% del tiempo de sueño), corresponde a los movimientos oculares rápidos. Se relaciona esta fase con el aprendizaje y la memoria, además es cuando se sueña4.

 

Una vez afianzados estos datos, con esta revisión se pretende conocer y analizar los diferentes factores que afectan a un correcto o incorrecto descanso en esta unidad.

 

OBJETIVOS

  • Objetivo general:

 

-Conocer el grado de descanso en las unidades de cuidados intensivos pediátricos.

  • Objetivo específico:

 

-Estudiar cuales son los factores externos e internos que influyen en un mejor o peor descanso.

-Investigar cuales son las consecuencias de un sueño no reparador.

 

METODOLOGÍA

Para realizar este trabajo se hizo la búsqueda en la página de Pubmed. Para ello, utilizamos la siguiente estrategia de búsqueda: “((intensive care unit[Title/Abstract]) AND (sleep[Title/Abstract])) AND (((child*) OR (pediatric*)) OR (adolescent*))”, además de acotar los resultados a aquellos publicados en los últimos 10 años y que tengan todo el texto disponible. Se obtuvieron un total de 122 resultados, de los cuales, tras la lectura de título y abstract, nos quedamos con 6 artículos, por ajustarse a la temática de esta revisión.

 

RESULTADOS

Al indagar sobre el descanso en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, encontramos en la mayoría de artículos mencionados los mismos factores que afectarían a la alteración de este estado1-6.

En primer lugar, podríamos mencionar el tema de los sonidos, los niveles recomendados de ruido deben de ser menores a 35 decibelios (db) según la organización mundial de la Salud3,5. Conforme a los diferentes estudios se encontró que los ruidos de la UCI pediátrica se mantenían por encima de 46 db entre 84 y 155 minutos durante la noche, llegando a ser superior a 80db entre 32 y 47 minutos 3. En el siguiente artículo encontramos que presenta unos db de 62 durante el día y 56 dB durante la noche, y los pacientes experimentaron picos por encima de 80 db en un 35% de los casos durante la noche5.

Seguido de los ruidos, podemos hablar de la luz y su intensidad. En este caso, no se dispone de un índice de luz recomendado por la OMS. En el primer estudio nos describe que la media de minutos de luz por encima de 150 lx, se encontró entre 84 y 100 minuto 3. En el siguiente artículo, comenta que la media de luz en la UCIP fue de 27 lx en comparación con 4lx por la noche, llegando a presentar picos de 150lx, pero se refieren a los niveles de luz natural (5). Para hacernos una idea, el nivel de luz al aire libre es de 10000 lx, una mesa de operaciones 2000 lx, una sala de espera 200lx. Siendo que con 100 lx es suficiente para inhibir la secreción de melatonina (hormona que influye en el ciclo sueño-vigilia)2.

En un estudio, se comparó el sueño de pacientes sanos y aquello sometidos a ventilación mecánica, estando estos últimos durante un tiempo desproporcionado en la etapa 1 del sueño1. En las unidades de cuidados intensivos es habitual encontrar a pacientes que necesitan de ventilación mecánica, y por lo tanto medicación para mantenerlos en estado de sedación, la cual afectan también al sueño. Por ejemplo, las benzodiacepinas aumentan un correcto descanso y duración del sueño (disminuyendo la latencia del sueño y despertares), pero disminuyen el sueño REM (fase más restauradora del sueño). También otros como la ketamina, se relacionan con un aumento del sueño liguero y despertares, al igual que el Propofol, que provoca un aumento de despertares. Por último, mencionar la dexmedetomidina, que aumenta el sueño en N1 y N2, pero lo disminuye o llega a desaparecer la fase REM1,4.

Todas estas circunstancias, nos acaban derivando en la aparición de delirio en los pacientes, de hecho, un tercio de los pacientes que pasan por la unidad los sufrirá, provocando mayor estancia hospitalaria y morbilidad. El único tratamiento posible es la detección y abordaje de su causa. No son los únicos motivos por los que puede aparecer (otras patologías de base, infecciones, …) pero son especialmente frecuentes en niños intubados, por la carga de medicación para sedación y la adaptación de nuevo al estado de vigilia2,5,6.

 

DISCUSIÓN-CONCLUSIONES

La falta de sueño y descanso en las unidades de cuidados intensivos pediátricos es un hecho, pero todos los factores y consecuencias estudiados en esta revisión son muy difíciles de evitar o reducir, de manera que no afecten al descanso de manera negativa. Se ha indagado sobre las agentes que más afectan, pero hay multitud de variables como la edad, la naturaleza de la enfermedad -que le ha llevado a precisar unos cuidados críticos-, la instrumentación masiva, intervenciones del personal, presencia de los padres y su actitud, box de aislamiento o abierto, que dificultan la implantación de unas pautas generales.

Considero que es un tema a tratar muy importante, y aunque es difícil abarcar y adaptarse a cada caso individual, así como evitar alguno de los agentes (los ruidos de las alarmas -son necesarios para avisar a los profesionales de un empeoramiento en la salud del paciente-, la ventilación mecánica y la correspondiente sedación – que por mucho que no ayude a un descanso adecuado es totalmente necesario), se refleja la importancia de instaurar ciertos protocolos para favorecer el descanso y evitar las comorbilidades asociadas.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Kudchadkar SR, Aljohani OA, Punjabi NM. Sleep of critically ill children in the pediatric intensive care unit: a systematic review. Sleep Med Rev. 2014 Apr;18(2):103-10. doi: 10.1016/j.smrv.2013.02.002. Epub 2013 May 21. PMID: 23702219; PMCID: PMC3883975.
  2. Vecchi CR. Causes and effects of lack of sleep in hospitalized children. Arch Argent Pediatr. 2020 Apr;118(2):e143-e147. English, Spanish. doi: 10.5546/aap.2020.eng.e143. PMID: 32199053.
  3. Stremler R, Micsinszki S, Adams S, Parshuram C, Pullenayegum E, Weiss SK. Objective Sleep Characteristics and Factors Associated With Sleep Duration and Waking During Pediatric Hospitalization. JAMA Netw Open. 2021 Apr 1;4(4):e213924. doi: 10.1001/jamanetworkopen.2021.3924. PMID: 33792731; PMCID: PMC8017466.
  4. Dervan LA, Wrede JE, Watson RS. Sleep Architecture in Mechanically Ventilated Pediatric ICU Patients Receiving Goal-Directed, Dexmedetomidine- and Opioid-based Sedation. J Pediatr Intensive Care. 2020 Nov 19;11(1):32-40. doi: 10.1055/s-0040-1719170. PMID: 35178276; PMCID: PMC8843383.
  5. Greenfield KD, Karam O, Iqbal O’Meara AM. Brighter Days May Be Ahead: Continuous Measurement of Pediatric Intensive Care Unit Light and Sound. Front Pediatr. 2020 Oct 26;8:590715. doi: 10.3389/fped.2020.590715. PMID: 33194924; PMCID: PMC7649178.
  6. Turkel S, Hanft A, Epstein D, Jacobson J. Review of delirium in the pediatric intensive care unit. J Pediatr Intensive Care. 2013 Dec;2(4):169-176. doi: 10.3233/PIC-13070. PMID: 31214439; PMCID: PMC6530734.

 

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