Técnicas de movilización de un paciente encamado: cambios posturales.

27 febrero 2023

AUTORES

  1. Reyes Candau Marín. Enfermera Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  2. Iguacel Pablo Romero. Enfermera Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  3. Clara Prieto Giménez. Enfermera Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  4. María Del Alba Gálvez Romero, Celadora Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  5. María Brigida Sarmas Aguilar. Enfermera Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  6. Natalia Moriche Conde. Enfermera Hospital Royo Villanova, Zaragoza.

 

RESUMEN

La inmovilidad plantea riesgos especiales al individuo postrado en cama; éstos dependen básicamente de su grado y duración, así como también del estado físico del individuo y su edad. Puede producirse hiperpresión sobre prominencias óseas, éxtasis venoso, pulmonar, renal, problemas de tránsito intestinal, alteraciones del sueño, cambios metabólicos … lo que conlleva complicaciones importantes como: ulceraciones, trombosis, flebitis, neumonías, estreñimiento, contracturas y rigidez articular. En definitiva, puede provocarnos complicaciones patológicas en la mayoría de aparatos y sistemas. Enfermería debe asumir un rol activo frente a este tipo de complicaciones, añadidas a las patologías responsables de la situación, que motiva el estado de encamamiento e inmovilidad.

 

PALABRAS CLAVE

Cambios posturales, técnicas de movilización, paciente encamado.

 

ABSTRACT

Immobility poses special risks to the bedridden individual; These will basically depend on their degree and duration, as well as the individual’s physical condition and age. Hyperpressure may occur on bony prominences, venous, pulmonary, or renal stasis, intestinal transit problems, sleep disturbances, metabolic changes… leading to major complications such as: ulcerations, thrombosis, phlebitis, pneumonia, constipation, contactures, and joint stiffness. In short, it can cause pathological complications in most devices and systems. Nursing must assume an active role in the face of this type of complications, added to the pathologies responsible for the situation, which motivates the state of bedridden and immobility.

 

KEY WORDS

Postural changes, mobilization techniques, bedridden patients.

 

DESARROLLO DEL TEMA

Desde hace muchos años, el reposo en cama ha sido aconsejado como un tratamiento conservador, siendo especialmente frecuente en las unidades de cuidados intensivos. Como causa de este largo periodo de reposo absoluto, el paciente puede padecer efectos secundarios como una disfunción neuromuscular profunda. Es por ello que se necesita realizar tratamientos preventivos, como la movilización temprana, con el fin de evitar la posible debilidad derivada del reposo o inactividad.

La inmovilidad plantea riesgos especiales al individuo postrado en cama; éstos dependerán básicamente de su grado y duración, así como también del estado físico del individuo y su edad. Puede producirse hiperpresión sobre prominencias óseas, éxtasis venoso, pulmonar, renal, problemas de tránsito intestinal, alteraciones del sueño, cambios metabólicos … lo que conlleva complicaciones importantes como: ulceraciones, trombosis, flebitis, neumonías, estreñimiento, contracturas y rigidez articular … En definitiva, puede provocarnos complicaciones patológicas en la mayoría de los aparatos y sistemas. Enfermería debe asumir un rol activo frente a este tipo de complicaciones, añadidas a las patologías responsables de la situación, que motiva el estado de encamamiento e inmovilidad.

La inmovilidad derivada del reposo prolongado se asocia generalmente a múltiples complicaciones, como la atrofia muscular, las úlceras por presión, la atelectasia pulmonar y la desmineralización ósea entre otras. La movilización precoz en pacientes encamados está pensada para reducir el riesgo de mortalidad y el deterioro funcional subyacente1.

En las unidades de cuidados intensivos, es donde más necesario se hace el uso correcto de las técnicas de movilización, ya que se estima que casi el 95% de los pacientes ingresados en estas unidades pasan largos periodos tras el alta en la unidad hospitalizado y como consecuencia encamados, sin tan apenas moverse, debido a la complejidad de las patologías que presentan. Debido a esto, hay un gran contingente de pacientes que pueden beneficiarse de medidas preventivas de esta índole (movilización) pues todos ellos son candidatos perfectos para que, a través de una actividad preventiva, como la movilización precoz mejore su salud.

La movilidad temprana se considera aconsejable en todos los casos de pacientes encamados, aunque genera cierta controversia respecto a sus efectos secundarios. Generalmente el paciente crítico es considerado como un ser frágil demasiado enfermo para tolerar cualquier tipo de actividad física. Es por ello por lo que en muchas ocasiones no se recomienda en estos pacientes, ni la movilización pasiva incluso, por miedo a la aparición de posibles complicaciones2.

Una de las patologías que se pretende evitar con una buena técnica de movilización es la aparición de úlceras por presión (UPP) que se definen como: “Lesión provocada por presión mantenida en una determinada región corporal que resulta en daño al tejido subyacente. Se produce una isquemia del tejido blando por compresión entre dos estructuras rígidas (prominencia ósea y superficie exterior)”3.

El alivio de la presión es imprescindible para la prevención de las úlceras por presión y para lograr el completo alivio de dicha presión, lo que siempre se ha enseñado y luego se ha llevado a la práctica han sido los cambios posturales.

Definiremos cambio postural como: “Variación en la posición del paciente en cama, para evitar las complicaciones de la falta de movilidad: Las posiciones más frecuentes utilizadas para los cambios posturales son: el decúbito supino y lateral izquierdo y derecho”.

A la hora de realizar dichos cambios posturales deberemos tener en cuenta una serie de aspectos generales:

  1. Siempre deberemos informar al paciente sobre la técnica que vayamos a realizar.
  2. El personal que vaya a realizar el cambio postural deberá colocarse a ambos lados de la cama; dependiendo del peso del paciente necesitaremos una o dos personas a cada lado y otra que se encargue de sujetar la cabeza del paciente.
  3. Una vez decidida la nueva postura todo el personal deberá actuar al unísono tirando de la sábana hasta colocar al paciente en la posición deseada evitando tirones y movimientos bruscos.
  4. Colocaremos almohadas entre las piernas, para evitar el roce entre ellas, que deberán estar flexionadas.
  5. Nos aseguraremos de que la sábana esté bien estirada y sin arrugas, así evitaremos zonas de hiperpresión en las cuales se pueden hacer nuevas úlceras.
  6. Hay que procurar ajustar el horario de cambio respetando siempre las horas de sueño, los cambios posturales se realizan aproximadamente cada 2h.
  7. Mantener extrema precaución con las vías, cánulas, sondas y oxigenoterapia en el caso de que las tuviera para evitar tirones y arrancamientos.
  8. Tener en cuenta el diagnóstico y patología del paciente para evitar posturas que pudieran ser nocivas.
  9. En algunos casos el cambio postural nos puede facilitar el drenaje de secreciones respiratorias.
  10. El personal que realiza el cambio postural debe adquirir una postura sana para evitar lesiones de espalda, flexionando las rodillas y separándolas, manteniendo la espalda lo más recta posible y el cuerpo lo más cercano posible a la cama para realizar el menor esfuerzo físico, así mismo si es posible se posicionara la cama del paciente a una altura idónea para todo el equipo4.

 

Los cambios más frecuentes son de decúbito lateral (acostado de lado, con la cabeza apoyada sobre la almohada y el brazo inferior flexionado a la altura del codo y paralelo a la cabeza. El brazo superior está flexionado y apoyado sobre el cuerpo. La pierna inferior se halla con la rodilla ligeramente doblada y la pierna superior, flexionada a la altura de la cadera y de la rodilla. Los pies se sitúan en ángulo recto para evitar la flexión plantar. Esta postura puede ser lateral izquierda o derecha) a decúbito supino (acostado sobre su espalda, con los brazos y las piernas extendidas, las rodillas algo flexionadas) y el personal encargado de realizarlos los ejecutará siguiendo los siguientes pasos:

  • Si el paciente está en decúbito supino y queremos dejarlo en decúbito lateral, nos situaremos a ambos lados de la cama, le doblaremos con suavidad la rodilla más distal del lado al que vamos a girarlo, con una mano le cogeremos la rodilla elevada y con la otra el hombro del mismo lado, tiraremos hacia nosotros, mientras el compañero que está al otro lado tirará de la entremetida hacia él. Para que mantenga la postura podemos ponerle una almohada de apoyo en la espalda.
  • Si el paciente está en decúbito lateral y lo queremos dejar en decúbito supino, cada uno se situará a un lado de la cama y mientras uno lo aguanta por el hombro y la rodilla, el otro retira la almohada y suavemente lo dejamos caer hasta dejarlo en la postura deseada5.

 

CONCLUSIÓN

Los cambios posturales forman parte de la prevención de la salud y realizarlos garantiza confort al paciente y propiciar su independencia. Es de vital importancia en una persona encamada la higiene y que además en cada cambio se inspeccione y se hidrate la piel para evitar las complicaciones.

Los cambios posturales junto con una movilización temprana del paciente encamado evitan la aparición de complicaciones propias del encamamiento prolongado como pueden ser las UPP, neuropatías y atrofia muscular.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. The TEAM Study Investigators. Early mobilization and recovery in mechanically ventilated patients in the ICU: a bi-national, multi-centre, prospective cohort study. Critical Care. 2015;19(1):81.
  2. Mondragón-Barrera MA. Condición física y capacidad funcional en el paciente críticamente enfermo: efectos de las modalidades cinéticas. Rev CES Med 2103; 27(1): 53-66.
  3. National Pressure Ulcer Advisory Panel (NPUAP) Pressure ulcers: incidence, economics, risk assessment. Consensus Development Conference Statement. West Dundee, IL: SN Publications; 1989. www.npuap.org
  4. Vanderwee, K., Grypdonck, M. H. F., De Bacquer, D., & Defloor, T. (2007). Effectiveness of turning with unequal time intervals on the incidence of pressure ulcer lesions. Journal of Advanced Nursing, 57, 59-68.
  5. Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión. Directrices generales sobre prevención de las úlceras por presión. GNEAUPP; 2003 feb. 6 p. (Documentos del GNEAUPP, n.° 1) [citado 4 Feb 2005]. Disponible en: http://www.gneaupp.org/documentos/gneaupp/prevencion.pdf

 

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