AUTORES
- Irene Celiméndiz Ferrández. Graduada en Enfermería. C.S. Tarazona. Tarazona (Zaragoza). España.
- Pilar Artiaga Irache. Graduada en enfermería. C.S. Garrapinillos. Garrapinillos (Zaragoza). España.
- Begoña Pueyo Rubio. Diplomada en Enfermería. C.S. Tarazona. Tarazona (Zaragoza). España.
- Iván Rodríguez Miró. Graduado en Enfermería. C.S. Tarazona. Tarazona (Zaragoza). España.
- Carmen Navascués Cajal. Graduada en Enfermería. C.S. Tarazona. Tarazona (Zaragoza). España.
- Pablo Berna Sierra. Diplomado en Enfermería. C.S. Borja. Borja (Zaragoza). España.
RESUMEN
Introducción: La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más importantes a nivel mundial. Es una enfermedad infectocontagiosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Se puede propagar por vía aérea y afecta principalmente a nivel pulmonar, aunque se puede diseminar a diferentes órganos. La aparición de las resistencias a los antibióticos puede considerarse un problema para la Salud Pública.
Los síntomas más comunes son tos crónica, dolor torácico, astenia, pérdida de peso, aumento de la temperatura y sudores nocturnos. Sus principales factores de riesgo son la inmunosupresión, la diabetes mellitus, la desnutrición o el tabaquismo.
Las pruebas diagnósticas básicas son el examen microbiológico y la radiografía de tórax. El cultivo es la prueba diagnóstica de referencia.
La tuberculosis puede llegar a ser mortal en caso de no recibir el tratamiento. Este tratamiento está basado en la antibioterapia.
Objetivo principal: Realizar una revisión bibliográfica sobre la tuberculosis con el objetivo de proporcionar información accesible y actualizada según la evidencia actual a los profesionales del equipo de Atención Primaria.
Metodología: Se realizó una revisión bibliográfica sobre la tuberculosis en diferentes bases de datos además de en guías de práctica clínica y páginas web oficiales. Se seleccionaron los documentos con texto completo disponible y se emplearon filtros como el año de publicación y tipo de documento.
Resultados: La tuberculosis se encuentra en todos los países y puede afectar a cualquier edad a pesar de que es una enfermedad que se puede prevenir y curar, lo cual hace prioritario establecer medidas de prevención. Su tasa de morbimortalidad es elevada sobre todo en grupos poblacionales vulnerables y con comorbilidades. Uno de los problemas principales de esta enfermedad es la resistencia a los antibióticos.
Discusión-conclusiones: Es necesario aumentar los esfuerzos a nivel mundial para conseguir reducir la prevalencia de la tuberculosis y promover la investigación sobre esta enfermedad.
PALABRAS CLAVE
Tuberculosis, educación en salud, tratamiento.
ABSTRACT
Introduction: Tuberculosis is still one of the most important infectious diseases around the world. It is a communicable disease caused by the bacterium Mycobacterium tuberculosis.
It is transmitted through the air and it affects the lungs, although it can, however, occur in any organ or tissue. The resistance to antibiotics can be considered a Public Health’s problem.
Signs and symptoms of pulmonary tuberculosis include cough, chest pain, decreased activity, weight loss, fever and night sweats. The main risk factors are immunosuppression, diabetes mellitus, malnutrition or smoking.
The most important diagnostic tests are the microbiological examination and the X-ray. Culture is the gold standard diagnostic test.
Tuberculosis is one of the leading causes of death when there is not treatment. The main treatment is antibiotics.
Objective: The main objective is to provide updated information on Tuberculosis in order to prevent it from Primary Care and to get cooperation between different professionals.
Method: A bibliographic review about tuberculosis has been performed on different databases. Some Clinical Practice Guidelines and some official websites were also used. Documents with free full text were selected and some filters like article type and publication date were used.
Outcomes: Tuberculosis is found in all countries and it can affect any age despite the fact that it can be prevented and cured, so prevention is a priority. It has high prevalence in high-risk groups. One of the main problems is antibiotic resistance.
Conclusion: It is necessary to increase efforts to reduce the prevalence of tuberculosis and we urgently need additional research.
KEY WORDS
Tuberculosis, health education, treatment.
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades infecciosas respiratorias son aquellas que pueden causar infección aguda del tracto respiratorio. Pueden llegar a causar sintomatología grave en personas susceptibles o con inmunodeficiencia. Además, pueden suponer un riesgo para la salud de los allegados de estos pacientes (familiares y amigos) y para los trabajadores de la salud1.
Algunos brotes de estas enfermedades han puesto de manifiesto que para evitar propagar su transmisión deben considerarse factores tanto organizativos como ambientales. Algunos de estos brotes pueden llegar a suponer una emergencia de Salud Pública1.
Una de estas enfermedades infecciosas es la tuberculosis, que se trata de una enfermedad infectocontagiosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Tiende a propagarse por el aire a través de las partículas o aerosoles expulsados por una persona infectada (al toser, estornudar o escupir). Afecta principalmente a nivel pulmonar, aunque se puede diseminar a diferentes órganos como la piel, el sistema musculoesquelético, el sistema nervioso central, el sistema gastrointestinal y el hígado2,3.
Se denomina tuberculosis pulmonar a aquella que afecta al parénquima de los pulmones, pero cuando existe diseminación a otros tejidos y órganos adyacentes se denomina tuberculosis extrapulmonar3.
Se trata de una enfermedad prevenible y además se puede curar, por lo que tanto su prevención como su detección y tratamiento son fundamentales. Algunas de las estrategias de prevención y control incluyen el reconocimiento temprano y control de las fuentes de infección, el uso de equipos de protección individual y la realización de controles periódicos (tanto ambientales como administrativos). Se calcula que se han salvado en los últimos 20 años unos 74 millones de personas gracias a un adecuado diagnóstico y tratamiento1,2.
Por otro lado, la aparición de resistencias a los antibióticos ha dado lugar a la tuberculosis multirresistente. La causa puede ser el empleo de medicamentos de manera inadecuada, una prescripción incorrecta, una mala calidad de los medicamentos o una interrupción del tratamiento demasiado prematura2.
La tuberculosis multirresistente está causada por bacterias no respondedoras a la isoniacida y rifampicina, que son dos antibióticos de primera línea, por lo que son necesarios otros medicamentos de segunda línea. Sin embargo, estos fármacos suponen mayor tiempo de tratamiento, elevado coste económico y mayor toxicidad2.
Este tipo de tuberculosis puede ser considerada como una crisis para la Salud Pública y sólo una tercera parte de los pacientes con este diagnóstico recibieron el tratamiento correspondiente en el año 20212.
Se calcula que para un adecuado abordaje de esta enfermedad se requieren millones de dólares anuales. Terminar con esta epidemia en 2030 es uno de los objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y uno de los objetivos propuestos en la reunión de las Naciones Unidas de 20182.
Signos y síntomas:
Los síntomas más comunes de la tuberculosis son la tos crónica (incluso con hemoptisis), el dolor torácico, la astenia, la pérdida de peso, el aumento de la temperatura y los sudores nocturnos2.
Estos síntomas van a depender de la localización de las zonas afectadas, ya que, aunque generalmente la afectación es pulmonar, puede afectar también a riñones, cerebro, columna vertebral y piel, entre otros2.
Se denomina tuberculosis latente cuando la persona está infectada pero no enferma. En este caso, los pacientes no presentan síntomas ni son contagiosas. Una parte de estos pacientes llegará a enfermar y tener síntomas. La población con mayor riesgo de que esto ocurra es la población infantil y los pacientes con antecedentes como diabetes mellitus, inmunodeficiencias, malnutrición y tabaquismo2.
Los síntomas comienzan una vez que el paciente infectado contrae la enfermedad. Al principio, la sintomatología puede ser leve durante varios meses, por lo que en ese tiempo existe mayor riesgo de transmisión2.
Factores de riesgo:
Los pacientes con VIH tienen 16 veces más de probabilidades de contraer tuberculosis que el resto de la población. Además de la inmunosupresión, otros factores de riesgo son: la diabetes mellitus, la desnutrición o el tabaquismo2.
Además, la tuberculosis está asociada a la desigualdad de las condiciones de vida, a la inmigración y a las dificultades de acceso a los servicios de salud. El principal grupo poblacional afectado suele ser los adultos en edad productiva y, aunque está presente en todo el mundo, más del 80% de los casos afectan a los países con menos ingresos como Asia Sudoriental, África y la Región del Pacífico Occidental. Las zonas más afectadas a nivel mundial son China, India, Bangladesh, Filipinas, Indonesia, Pakistán, la República Democrática del Congo y Nigeria2,4.
Epidemiología:
Se ha estimado que un 25% de la población a nivel mundial se ha infectado con este bacilo y hasta un 10% de las personas infectadas presentarán síntomas y enfermarán por tuberculosis2.
Según la OMS, en 2021 murieron a causa de tuberculosis un total de 1,6 millones de personas. Se trata de la decimotercera causa de muerte a nivel mundial produciendo mayor mortalidad que el VIH. Se calcula que en ese año enfermaron 10,6 millones de personas (6 millones de varones, 3,4 de mujeres y 1,2 de niños)2.
En concreto, España es considerado un país de baja incidencia y a pesar de ello cientos de personas enferman cada año. Se estima que existen 7,8 casos de tuberculosis en España por cada 100.000 habitantes4.
Esto muestra que la tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más importantes a nivel mundial. Debe ser considerada por lo tanto como un problema de Salud Pública que precisa de recursos y esfuerzo para conseguir su prevención y control.
La OMS estableció el objetivo de disminuir la incidencia entre 2015 y 2020 en un 20% y este objetivo se ha logrado en Europa, aunque no en el resto del mundo. Uno de los modos de actuar puede ser el reforzar los esfuerzos para detectar la infección tuberculosa latente y estudiar los contactos para evitar la transmisión de esta enfermedad4.
Prevención:
La tuberculosis se trata de una enfermedad de declaración obligatoria (EDO) por lo que todos los casos deben ser notificados a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE). Además, los brotes también deben ser declarados: se considera como brote la detección de uno o más casos de tuberculosis a partir del primer paciente diagnosticado4.
Para prevenir la infección y propagación de esta enfermedad se debería contactar con el Sistema Sanitario ante la sospecha de los primeros síntomas como tos prolongada, pérdida de peso, fiebre, etc. ya que un tratamiento precoz está asociado a un mejor pronóstico. En caso de mayor riesgo de contraer la enfermedad como es el caso de inmunodeprimidos o convivientes de personas infectadas, estaría indicada la realización de la prueba de infección por tuberculosis2.
También es importante resaltar que las personas ya diagnosticadas deberían seguir las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación de la enfermedad: evitar el contacto con otras personas, uso de mascarilla, mantener las precauciones al toser/estornudar de cubrirse boca y nariz, desechar adecuadamente los esputos y pañuelos, etc2.
La detección de contactos de pacientes con tuberculosis también es una prioridad para conseguir su control en países de baja prevalencia y elevados recursos económicos, tal y como se refleja en el Plan de Prevención y Control de la Tuberculosis en España. En él se muestra la importancia de la localización de estos contactos y de la coordinación entre todos los centros y equipos de salud implicados5.
Por otro lado, hay algunos países en los que se administra el bacilo de Calmette y Guérin en la infancia para prevenirla. Esto previene de la tuberculosis extrapulmonar pero no de la afectación a nivel de los pulmones2.
- Prevención en el personal sanitario:
En el ámbito sanitario es importante identificar los factores que facilitan o dificultan llevar a cabo las pautas para el control y la prevención de las infecciones respiratorias. Estas pautas abarcan el uso de equipos de protección individual (EPI) como son las máscaras, guantes y batas, así como otras medidas como separar a los pacientes con este tipo de infecciones y seguir rutinas de limpieza y desinfección1.
En la prevención en este ámbito también influyen factores como el apoyo institucional, el acceso al material necesario, el espacio físico disponible, la correcta comunicación de las pautas a seguir y la disposición individual a la realización de las mismas. En concreto, las pautas básicas son el reconocimiento temprano de la fuente de infección y el control de la misma, la realización de controles administrativos, controles ambientales (ventilación, limpieza, desinfección) y el correcto uso de los equipos de protección individual junto con una adecuada higiene de manos1.
Diagnóstico:
La detección de la tuberculosis se puede iniciar basándose en los síntomas, sobre todo en los grupos de alto riesgo. En el resto de pacientes puede ser que los síntomas sean similares a otras afecciones comunes y tienden a ser inespecíficos. En concreto, existe dificultad diagnóstica en el caso de tuberculosis multirresistente, la tuberculosis asociada al VIH y la infección en la infancia2,6.
Se recomienda la realización de la evaluación diagnóstica a aquellas personas que acuden a consulta por presentar tos/expectoración durante dos o más semanas sin causa conocida, sobre todo en caso de población de riesgo. Ante sospecha clínica se deben realizar las pruebas diagnósticas en un periodo de menos de 48 horas. Además, está indicada una búsqueda activa de casos entre los contactos de los pacientes diagnosticados4.
En los últimos años se han realizado importantes progresos en el diagnóstico (estudios de biología molecular, test inmunodiagnósticos) y se ha puesto de manifiesto una mejora epidemiológica importante, tal como muestran también los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las pruebas diagnósticas básicas son el examen microbiológico (como la baciloscopia y el cultivo) y la radiografía de tórax. En algunos casos como los pacientes pediátricos también se debe considerar la realización de la prueba de la tuberculina4,7.
Otros métodos diagnósticos incluyen la prueba de determinación del Interferón Gamma γ y otras técnicas diagnósticas más actuales como la PCR en tiempo real o Gene Xpert, que proporcionan resultados en un corto espacio de tiempo3,7.
En cuanto al diagnóstico de la tuberculosis multirresistente (o la tuberculosis resistente a la rifampicina), siguiendo las directrices de la OMS, sería necesaria la confirmación bacteriológica y la determinación de las farmacorresistentes mediante el empleo de pruebas moleculares o de métodos de cultivo2.
Además, la OMS también recomienda el empleo de pruebas rápidas para el diagnóstico molecular como prueba inicial para las personas con signos y síntomas de tuberculosis. Estas pruebas incluyen el Xpert MTB/RIF, Xpert Ultra y Truenat que tienen una elevada precisión2.
- Prueba de la tuberculina:
El diagnóstico inmunológico se realiza mediante la prueba de la tuberculina. Se recomienda en pacientes con mayor probabilidad de infección o enfermedad: pacientes pediátricos, contactos estrechos, etc. Sin embargo, no debe emplearse como único criterio diagnóstico sino asociarse a pruebas radiológicas o de cultivo4,7.
Esta prueba consiste en inyectar 0,1 ml de derivado proteico purificado de Mycobacterium Tuberculosis Complex mediante punción intradérmica en la cara anterior del antebrazo. Transcurridas de 48 a 72 horas se mide el diámetro máximo de induración. Un resultado positivo sólo indica infección por tuberculosis, por lo que posteriormente se debe realizar un estudio que descarte o no la existencia de enfermedad7.
Existe riesgo de falsos positivos en pacientes infectados por micobacterias no tuberculosas o que han sido vacunados de la enfermedad con bacilos de Calmette-Guérin. Por otro lado, también existe riesgo de falsos negativos en pacientes con inmunodeficiencias, tuberculosis diseminada, infección vírica reciente o que han sido vacunados en las últimas 6 semanas con vacunas atenuadas7.
- Determinación del Interferón Gamma (Interferon-Gamma Reléase Assay: IGRA)
Es otra técnica inmunológica que detecta el interferón-gamma que producen las células T sensibilizadas por antígenos específicos de tuberculosis en una muestra de sangre periférica. Al igual que con la prueba de la tuberculina, se debe asociar a otras técnicas diagnósticas que confirmen la enfermedad, aunque esta prueba tiene mayor especificidad y similar sensibilidad4,7.
- Métodos diagnósticos por imagen:
La radiografía de tórax está indicada ante sospecha tanto de tuberculosis pulmonar como extrapulmonar. Se trata de una prueba fundamental ya que un resultado normal descarta la enfermedad en más de un 95% de los pacientes inmunocompetentes. Sin embargo, es una técnica sensible pero poco específica por lo que debe asociarse a otras pruebas complementarias4,7.
Otros métodos diagnósticos de imagen son: la tomografía computarizada (es más sensible pero no se recomienda de manera sistemática) y la resonancia magnética, que se indica para diagnosticar la afectación osteoarticular y del sistema nervioso central ya se trata de una prueba más sensible y permite un diagnóstico precoz7.
Además, está aumentando el empleo de la ecografía ya que es una prueba fácil de realizar y que permite observar cavitaciones, consolidaciones, nódulos, linfadenopatías, derrames pleurales, etc.7.
- Pruebas de medicina nuclear
Recientemente se ha incrementado el uso de la medicina nuclear con pruebas como el PET/TC que permite evaluar el avance de la enfermedad, controlar la respuesta al tratamiento e identificar aquellos nódulos susceptibles de biopsia7.
- Estudio microbiológico:
Las muestras para el estudio microbiológico pueden ser el esputo (si existe tos productiva) y el aspirado bronquial o lavado broncoalveolar (si el paciente está intubado)7.
En caso de tuberculosis pulmonar, si la capacidad para expectorar está comprometida también se puede emplear el aspirado de jugo gástrico recogido en ayunas durante 3 días consecutivos o el esputo inducido (con salbutamol inhalado y de suero salino hipertónico nebulizado durante unos 15 minutos)7.
Por otro lado, en caso de enfermedad extrapulmonar o diseminada se pueden analizar muestras de líquido sinovial, líquido encefalorraquídeo, biopsias, etc.7.
- Baciloscopia:
Se trata de un método diagnóstico sencillo, rápido y de bajo coste que consiste en la identificación del bacilo mediante la tinción de Ziehl-Neelsen. Para su realización se deben recoger muestras en 3 días diferentes y permite obtener una orientación diagnóstica inicial4.
Se trata de una prueba con alta especificidad por lo que ante una baciloscopia positiva se recomienda inicio de tratamiento. Sin embargo, tiene una baja sensibilidad, por lo que no descarta la enfermedad en caso de resultado negativo4,7.
- Cultivo:
El cultivo es la prueba de referencia para el diagnóstico de la tuberculosis. Se trata de una prueba diagnóstica fundamental ya que permite realizar estudios posteriores que identifiquen la especie de tuberculosis, la realización de estudios de sensibilidad y la monitorización del tratamiento del paciente. Es una prueba más sensible que la baciloscopia, pero se necesita más tiempo para obtener el resultado debido a la lentitud del crecimiento de la bacteria (al menos una semana)4,7.
- Otros
Otros métodos diagnósticos son las pruebas moleculares, la reacción en cadena de la polimerasa y la secuenciación masiva. Tienen una alta sensibilidad, pero no reemplazan al cultivo como prueba de referencia7.
Últimamente también están apareciendo pruebas diagnósticas novedosas como la obtención de biomarcadores en orina o saliva y las técnicas moleculares en sangre capilar. Sin embargo, por el momento no están disponibles7.
Estudios de contactos:
El estudio de contactos se debe realizar en aquellos países con recursos sanitarios adecuados como es el caso de España. Se debe priorizar este estudio en los casos de tuberculosis pulmonar con baciloscopia o cultivo de esputo positivo y también el estudio de los contactos de menos de 15 años con prueba de tuberculina positiva. La prioridad en la investigación es alta en el caso de los contactos en enfermos bacilíferos4, sobre todo en el caso de los contactos estrechos o prolongados (más de 6 horas diarias), los pacientes menores de 5 años y los pacientes inmunocomprometidos4.
Tratamiento:
La tuberculosis puede llegar a ser mortal en caso de no recibir el tratamiento adecuado. Este tratamiento está basado en la antibioterapia y se indica tanto para los pacientes infectados como para los enfermos2.
Los antibióticos empleados más frecuentemente son la Isoniacida, Rifampicina, Pirazinamida, Etambutol y Estreptomicina. Para lograr una adecuada eficacia estos medicamentos se deben tomar durante un periodo de 4 a 6 meses, siendo importante no suspender el tratamiento antes de tiempo o sin indicación médica. En los últimos años han aparecido nuevos fármacos antituberculosos de segunda línea y se han validado tratamientos de menor duración en el caso concreto de algunos pacientes7.
Por otro lado, es importante realizar un seguimiento del tratamiento seguido por el paciente para evaluar la correcta adherencia, los posibles problemas que pueden aparecer y comprobar que la posología es adecuada.
Además, se debería evaluar la potencial toxicidad hepática (mediante el análisis sanguíneo de transaminasas) y la función hepática en caso de hepatopatía previa o coadministración de otros medicamentos hepatotóxicos7.
En personas bacilíferas debe repetirse una baciloscopia de manera periódica hasta su negativización y además, deben realizarse controles clínicos de manera periódica7.
- Tratamiento preventivo: está indicado en menores de 5 años o inmunodeprimidos que hayan estado en contacto con pacientes diagnosticados y tras haber descartado la infección o enfermedad. En estos pacientes se recomienda la profilaxis post-exposición con Isoniazida hasta repetir el estudio de inmunodiagnóstico en 8-12 semanas. Ante cepas resistentes a este fármaco se recomienda la Rifampicina. En el paciente inmunocompetente no se recomienda realizar profilaxis tras la exposición y en caso de exposición a tuberculosis multirresistente se debería valorar de manera individual7.
Si existe diagnóstico de infección por tuberculosis también se debe recibir tratamiento farmacológico. El tratamiento recomendado es Isoniazida 3 meses, Rifampicina 4 meses e Isoniacida de 6 a 9 meses. Además, la OMS aconseja la combinación de Isoniazida y Rifapentina. En caso de infección por cepa multirresistente se deberá realizar una valoración individual según las resistencias, siendo la pauta más habitual la que incluye Levofloxacino acompañado o no de Etambutol7.
- Tuberculosis sensible a fármacos de primera línea:
El tratamiento de la enfermedad confirmada y de la enfermedad probable es el mismo. Se deberá realizar una valoración individual de factores como la edad, factores clínicos y la localización de la enfermedad. Los fármacos deben tomarse en ayunas, generalmente por la mañana. Debido a que existe una alta prevalencia de cepas resistentes en España de la Isoniazida, se recomienda asociar Etambutol si no se ha confirmado enfermedad por cepa sensible a fármacos de primera línea7.
- Régimen corto (derivado del ensayo clínico SHINE): 4 meses con Isoniazida, Rifampicina y Pirazinamida (asociando o no Etambutol durante 2 meses) y continuar con Isoniazida y Rifampicina durante 2 meses más.
- Régimen tradicional: 6 meses de tratamiento con Isoniazida, Rifampicina y Pirazinamida (asociando o no Etambutol durante 2 meses) y continuar con Isoniazida y Rifampicina durante 4 meses más. Esta pauta se emplea en los pacientes que no cumplen los criterios para el régimen corto.
- Si meningitis tuberculosa/otra afectación del SNC: Isoniazida, Rifampicina y Pirazinamida (asociando o no Etambutol durante 2 meses) y continuar con Isoniazida y Rifampicina durante 10 meses más al menos.
- Si tuberculosis osteoarticular: Isoniazida, Rifampicina y Pirazinamida (asociando o no Etambutol durante 2 meses) y continuar con Isoniazida y Rifampicina durante 7-10 meses.
- Si tuberculosis diseminada: el tratamiento no está bien establecido7.
- Tuberculosis resistente a fármacos: La tuberculosis que no responde a los tratamientos estándar se denomina tuberculosis farmacorresistente y requiere de un tratamiento diferente e individualizado. Su diagnóstico debe ser siempre microbiológico2,7.
Este diagnóstico puede ser:
- Confirmado: si la cepa se aísla en el paciente.
- Probable: si se aísla sólo en el caso índice.
- Posible: si, por ejemplo, tras administrar un tratamiento de primera línea el paciente empeora o fallece.
Se deberá intentar confirmar microbiológicamente la cepa de tuberculosis y realizar un seguimiento de la evolución del paciente. En fase intensiva se recomienda utilizar de 4 a 5 fármacos de segunda línea y en la fase de mantenimiento al menos 3 fármacos7.
El tratamiento de la tuberculosis multirresistente, según las nuevas directrices de la OMS de 2022, es priorizar el tratamiento durante 6 meses con BPaLM/BPaL. Se aconseja la recogida sistemática de los resultados de las pruebas de sensibilidad de los antibióticos antituberculosos para las cepas aisladas para realizar una vigilancia de las resistencias antimicrobianas24.
OBJETIVOS
Objetivo general: Realizar una revisión bibliográfica sobre la tuberculosis con el objetivo de proporcionar información accesible y actualizada según la evidencia actual a los profesionales del equipo de Atención Primaria.
Objetivos específicos:
- Proporcionar información sobre la tuberculosis y la forma de prevenirla.
- Exponer de forma clara y sencilla su diagnóstico y tratamiento para facilitar el abordaje de esta enfermedad al Equipo de Atención Primaria.
- Aumentar los conocimientos en el personal de Atención Primaria sobre esta enfermedad.
METODOLOGÍA
Se ha realizado una revisión bibliográfica sobre la tuberculosis en diferentes bases de datos y posteriormente se ha acotado la búsqueda para encontrar información más concreta empleando Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Se han seleccionado los documentos con texto completo disponible y se han empleado filtros como el tipo de documento, idioma y año de publicación (el intervalo de tiempo fueron los últimos 5 años). También se emplearon algunas páginas web de interés como la del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la página de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
RESULTADOS
La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa que afecta principalmente a nivel pulmonar, aunque puede diseminarse a diferentes órganos como la piel, el sistema musculoesquelético, el sistema nervioso central, el sistema gastrointestinal y el hígado. Presenta un periodo de latencia entre la infección y la aparición de síntomas, lo que aumenta su riesgo de transmisión en ese tiempo. Se encuentra en todos los países y puede afectar a cualquier edad a pesar de que es una enfermedad que se puede prevenir y curar. Todo esto hace prioritario establecer medidas de prevención, para lo que es importante proporcionar información actualizada y accesible tanto a pacientes como a profesionales. Además, resalta la importancia de establecer un diagnóstico y tratamiento precoz, siendo necesaria la coordinación entre todos los equipos sanitarios implicados2,3.
Su tasa de morbimortalidad es elevada, sobre todo en grupos poblacionales vulnerables y con comorbilidades: inmunodeprimidos, diabéticos, personas con problemas de desnutrición y pacientes fumadores. El principal acceso de este tipo de pacientes con problemas crónicos es la Atención Primaria, por lo que fomentar la disponibilidad de información accesible y actualizada a todos los profesionales y el acceso a Guías Clínicas pertinentes es fundamental. Además, desde el Sistema Sanitario se debe priorizar el reducir la demora en el diagnóstico mediante sistemas de sensibilización de los profesionales de Atención Primaria y de la población en general, proporcionando información accesible para ellos que permita llevar a cabo una correcta actuación. También es importante elaborar los protocolos pertinentes para un correcto abordaje de estos pacientes y establecer las medidas de aislamiento adecuadas en cada una de las unidades en contacto con ellos2,3,4.
Además, a nivel mundial, se asocia con las poblaciones de menores ingresos económicos, poblaciones vulnerables y pacientes con comorbilidades. Esto pone de manifiesto la necesidad de reducir las desigualdades de acceso a los servicios sanitarios y la importancia de realizar un abordaje multidisciplinar que se base en la atención al paciente y en el respeto a los Derechos Humanos3,4.
Según la OMS, se estima que un 25% de la población a nivel mundial se ha infectado con el bacilo Mucobacterium Tuberculosis y de ellas, hasta un 10% llegarán a enfermar. Esto hace que un correcto diagnóstico sea imprescindible para iniciar el tratamiento adecuado y mejorar el pronóstico de la enfermedad2.
En cuanto a los métodos diagnósticos, el cultivo sigue siendo la prueba de referencia y permite estudiar la sensibilidad a los fármacos antituberculosos, aunque se han desarrollado nuevas pruebas moleculares rápidas que detectan las mutaciones asociadas a la resistencia. Otras técnicas diagnósticas más actuales como la PCR en tiempo real o Gene Xpert, proporcionan resultados en un corto espacio de tiempo. Las Administraciones Sanitarias deberían facilitar el acceso a las pruebas diagnósticas pertinentes (como prueba de la tuberculina, baciloscopia y radiografía de tórax) desde los diferentes niveles de atención sanitaria347.
Actualmente, existe un retraso diagnóstico de esta enfermedad por lo que la reducción de este tiempo (a menos de un mes) debe considerarse una prioridad. Por otro lado, uno de los problemas principales de esta enfermedad es la resistencia a los antibióticos lo que hace necesario el empleo de fármacos de segunda línea y de mayor tiempo de tratamiento. Este aumento de las resistencias puede conllevar en un futuro a limitaciones en las posibilidades de tratamiento de algunos pacientes, lo cual supone un problema importante para la Salud Pública. Por ello, se resalta la importancia de un seguimiento de los pacientes que permita comprobar que el cumplimiento del tratamiento es correcto además de permitir identificar posibles efectos secundarios o resistencias3,4.
DISCUSIÓN-CONCLUSIÓN
Es necesario aumentar los esfuerzos a nivel mundial para conseguir los objetivos establecidos en la reunión de las Naciones Unidas de 2018, los Objetivos del Desarrollo Sostenible (como es el acabar con la epidemia en el 2030) y los de la Estrategia Fin a la Tuberculosis. Para ello, puede ser necesario poner en marcha estrategias de prevención que se basen en las evidencias científicas más actuales e incrementar las investigaciones sobre esta enfermedad que lleve a mejores diagnósticos y tratamientos2.
BIBLIOGRAFÍA
- Houghton C, Meskell P, Delaney H, Smalle M, Glenton C, Booth A, et al. Barriers and facilitators to healthcare workers’ adherence with infection prevention and control (IPC) guidelines for respiratory infectious diseases: a rapid qualitative evidence synthesis. Cochrane Database Syst Rev [Internet]. 2020 [cited 2023 May 30];4(4):1–55. Available from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32315451/
- Tuberculosis [Internet]. [cited 2023 May 19]. Available from: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/tuberculosis
- Ortiz Riera CM, Aspiazu Himostroza K, Pacheco Cárdenas KE, Ortiz Riera CM, Aspiazu Himostroza K, Pacheco Cárdenas KE. Mycobacterium tuberculosis en muestras de pacientes pulmonares y extrapulmonares del Hospital Vicente Corral Moscoso. Vive Revista de Salud [Internet]. 2022 Jun 22 [cited 2023 May 19];5(14):470–80. Available from: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2664-32432022000200470&lng=es&nrm=iso&tlng=es
- Vázquez Torres MC, Limia Sánchez A, Sánchez-Cambronero Cejudo L, Arce Arnáez A, Suárez Rodríguez B. Plan para la Prevención y Control de la Tuberculosis en España. Madrid; 2019.
- Gullón Blanco JA, Rodrigo Sanz T, Álvarez Navascués F, Tabernero Huguet E, Sabría Mestres J, García-García JM. Tuberculosis contacts study: Organization and prevalence of latent tuberculosis infection. Archivos de Bronconeumología (English Edition). 2021 Jul 1;57(7):509–11.
- Vonasek B, Ness T, Takwoingi Y, Kay AW, van Wyk SS, Ouellette L, et al. Screening tests for active pulmonary tuberculosis in children. Cochrane Database Syst Rev [Internet]. 2021 Jun 28 [cited 2023 May 30];2021(6). Available from: /pmc/articles/PMC8237391/
- Baquero-Artigao F, del Rosal T, Falcón-Neyra L, Ferreras-Antolín L, Gómez-Pastrana D, Hernanz-Lobo A, et al. Actualización del diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis. An Pediatr (Engl Ed) [Internet]. 2023 Apr 22 [cited 2023 May 17]; Available from: https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S1695403323000802