AUTORES
- Ana Ruata Laclaustra. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S. Seminario.
- María Blanca Vera Sáez-Benito. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S. San José Centro.
- Mar Aquilué Berdún. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S. Seminario.
- Gloria Ariño Gadea. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S. María de Huerva.
- Miriam Brocate San Juan. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Zaragoza Sector III.
- Raquel Moreno Fraile. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S. Las Fuentes Norte.
RESUMEN
Las úlceras por presión (UPP) son un importante problema de salud, con conocidas repercusiones sanitarias y sociales (afecta al el 24% de pacientes ingresados y supone gastos muy considerables).
Las úlceras por presión se pueden presentar en las personas tanto en el ámbito domiciliario como en el ámbito de instituciones sanitarias. Son también las responsables de agravar el pronóstico de la enfermedad, de disminuir la esperanza de vida y de deteriorar la calidad de vida de las personas que las padecen y también de sus cuidadores.
En la actualidad, el interés en el cuidado relacionado con estas lesiones ha ido en aumento, no sólo encaminado hacia la consecución de un tratamiento eficaz, sino también, dirigido hacia la prevención de las mismas ya que se estima que hasta el 95-98% de las UPP son evitables.
PALABRAS CLAVE
Úlceras por presión, prevención, enfermería.
ABSTRACT
Pressure ulcers (UPP) are a major health problem, with well-known health and social repercussions (it affects 24% of hospitalized patients and entails very considerable costs).
Pressure ulcers can occur in people both in the home environment and in the field of health institutions. They are also responsible for worsening the prognosis of the disease, reducing life expectancy and deteriorating the quality of life of the people who suffer from them and also of their caregivers.
At present, interest in the care related to these injuries has been increasing, not only aimed at achieving effective treatment, but also directed towards their prevention, since it is estimated that up to 95-98% of UPP are preventable.
KEY WORDS
Pressure ulcers, prevention, nursing.
DESARROLLO DEL TEMA
Las úlceras por presión son un problema de salud de primer orden dado el elevadísimo coste de su incidencia y prevalencia, que repercute de manera global sobre los sistemas de salud. Estas suponen una disminución en la calidad de vida de las personas y un aumento del gasto sanitario.
Se calcula que la prevalencia de UPP en España es del 12% y del 16.3% en Atención Primaria, del 24.4% en hospitales de agudos y del 18.7% en centros sanitarios.
Los ancianos son el grupo de edad más afectado ya que el 45-70% son mayores de 70 años. Las UPP constituyen una de las patologías más frecuentes de los pacientes geriátricos institucionalizados, provocando un aumento de la morbi-mortalidad, de la estancia hospitalaria y de la carga de trabajo de enfermería. Ha sido demostrado que al menos el 95% de las lesiones son evitables1.
El deterioro de la integridad cutánea y tisular de un individuo se puede presentar tanto si se encuentra en instituciones cerradas como en el ámbito domiciliario, siendo responsable de un agravamiento del pronóstico, de una disminución de la esperanza de vida y de un deterioro de la calidad de vida de quienes las padecen o de sus cuidadores. Las personas exigen una atención directa y diaria de profesionales y cuidadores para evitar la aparición de UPP o conseguir su curación. Estas actuaciones terapéuticas elevan considerablemente las cargas asistenciales y generan un aumento de los costes, tanto directos como indirectos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) las considera como un indicador de calidad asistencial.
Realizando una traducción libre de la definición internacional de la National Pressure Ulcer Advisory Panel (NPUAP) y la European Pressure Ulcer Advisory Panel (EPUAP), “una UPP es una lesión localizada en la piel o el tejido subyacente por lo general sobre una prominencia ósea, como resultado de la presión (incluyendo presión en combinación con la cizalla). Un número de factores contribuyentes o factores de confusión también se asocian con las úlceras por presión; la importancia de estos factores todavía no se ha dilucidado”.
La frecuencia e intensidad de las UPP dependen, en gran medida, de la magnitud, duración y dirección de las fuerzas de presión, además de otros factores relacionados con la persona y el ambiente o microclima. El mecanismo de producción de las UPP se basa en la deficiente irrigación sanguínea de la zona por una causa externa: la presión.
La prevención contempla la elaboración de un plan de cuidados individualizado, que irá encaminado a disminuir o controlar los factores de riesgo. Los objetivos generales que se persiguen son:
– Identificar individuos que presenten riesgo de desarrollar UPP, así como valorar los factores de riesgo específicos que les origine el riesgo.
– Mantener y mejorar la tolerancia de la piel a la presión.
– Proteger contra los efectos adversos de la presión y el cizallamiento.
– Contribuir a la reducción de la incidencia de UPP a través de estrategias educativas genéricas.
VALORACIÓN Y CUIDADOS DE LA PIEL:
El objetivo de los cuidados de la piel es mantener su integridad, evitando la aparición de UPP y otras lesiones.
Inspeccione la piel regularmente para detectar signos de enrojecimiento en los individuos identificados con riesgo de padecer UPP.
Realice una valoración de la piel en el momento de la primera consulta y como mínimo una vez al día (se realizará coincidiendo con el aseo), así como después de procedimientos prolongados que implican una reducción de la movilidad.
Examine y mantenga una higiene básica de la piel.
EXAMEN DE LA PIEL (VIGILANCIA):
Prominencias óseas, zonas de exposición a humedad constante, signos de alarma cutáneos: (sequedad, lesiones, eritemas, maceración), zonas con dispositivos terapéuticos (mascarillas oxígeno, ventilación mecánica no invasiva, sondas vesicales, sujeciones mecánicas, férulas y yesos, sondas nasogástricas, entre otros), zonas con lesiones anteriores, observar la existencia de eritema y de cualquier tipo de calor localizado, edema o induración, especialmente en personas con pigmentación oscura.
RECOMENDACIONES PARA LA HIGIENE BÁSICA DE LA PIEL:
- Utilice jabones no irritantes y con un pH neutro.
- Lave la piel con agua y jabón, aclare y seque cuidadosamente por empapamiento los pliegues cutáneos.
- Aplique lociones hidratantes específicas hasta su absorción.
- No utilice soluciones que contengan alcohol.
- Sólo utilice ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO) en las zonas de riesgo de UPP.
- No realice masajes en las prominencias óseas.
Valoración y cuidados nutricionales:
En las personas con UPP se combinan otros factores que dificultan una adecuada nutrición con frecuencia, como la edad avanzada, la inapetencia, la carencia de dientes, problemas neurológicos, bajo nivel de conciencia, etc.
RECOMENDACIONES SOBRE LA VALORACIÓN Y CUIDADOS DEL ESTADO NUTRICIONAL
- Examine y evalúe el estado nutricional de cada individuo con riesgo de UPP en la primera consulta.
- Aporte suplementación nutricional con complejos ricos en proteínas en personas en riesgo de déficit nutricional y riesgo de UPP o tras una intervención quirúrgica mayor.
- Utilice instrumentos de valoración de riesgo nutricional (test Mini Nutritional Assessment [MNA]: son más rápidos y rentables que los parámetros antropométricos o bioquímicos.
- En caso de déficit nutricional establezca un plan nutricional que incluya una dieta rica en calorías, proteínas o arginina, vitaminas con efecto antioxidante (grupo B, A, C y E), minerales (Selenio y Zinc) y ácido alfalipoíco.
Control sobre el exceso de humedad:
El objetivo del control sobre el exceso de humedad es proporcionar los cuidados pertinentes para mantener la piel con la hidratación adecuada y evitar el exceso de humedad.
La incontinencia, tanto urinaria como fecal, es uno de los factores asociados con más relevancia para la producción de UPP. El manejo de la incontinencia urinaria, fecal o mixta, debe incluir, desde una valoración de la misma hasta unos cuidados específicos.
RECOMENDACIONES PARA EL CONTROL DE LA HUMEDAD
- Valore todos los procesos que puedan originar un exceso de humedad en la piel: incontinencia, sudoración profusa, drenajes, exudados de heridas, fiebre.
- Programe vigilancia y cambios de pañal, en consonancia con los procesos anteriormente descritos. Programe cambios de ropa complementarios si fuera necesario.
- Valore la posibilidad de utilizar dispositivos de control, para cada caso:
- Incontinencia: Colectores, sondas vesicales, pañales absorbentes.
- Drenajes: Utilización de dispositivos adecuados y vigilar fugas del drenaje.
- Sudoración profusa: Control de temperatura y cambio de ropa cuando sea necesario.
- Exudado de heridas: Utilizar apósitos adecuados.
- Proteja la piel del exceso de humedad con productos barrera (cremas a base de zinc o películas barrera).
Manejo efectivo de la presión: la relación entre la magnitud y la duración de la presión
El objetivo del manejo de la presión es proporcionar los cuidados adecuados para evitar los efectos adversos de la presión directa y de cizallamiento. Para ello deben tenerse en cuenta los siguientes puntos: actividad física, cambios posturales, protección local ante la presión y superficies especiales de manejo de la presión.
RECOMENDACIONES GENERALES DEL MANEJO DE LA PRESIÓN
- Elabore un plan de cuidados que incentive y mejore la actividad y movilidad del sujeto.
- Fomente y facilite la movilidad y actividad física activa en la medida de las posibilidades de cada individuo.
- Realice una movilización pasiva de las articulaciones aprovechando los cambios posturales en personas con la movilidad reducida.
- Elija una superficie especial basándose en el riesgo que presente la persona.
Cambios posturales
Los cambios posturales son de gran importancia tanto en la prevención como en el tratamiento de las UPP. La presión causada en una zona del cuerpo por estar acostado o sentado puede ocasionar una deformación de los tejidos blandos, así como isquemia de la zona afectada. Normalmente en estas situaciones se produce un estímulo doloroso que motiva la respuesta de cambio de posición. Cuando esta respuesta no se ejecuta la isquemia produce daño tisular. Por ello, es muy importante que la persona tenga la capacidad para sentir el dolor y la capacidad física para moverse o cambiar de posición por ella misma. Los sujetos que por sí solos no pueden cambiar de posición necesitarán ayuda para ello.
RECOMENDACIONES GENERALES SOBRE CAMBIOS POSTURALES
- Programe los cambios posturales (frecuencia, posiciones y evaluación de las intervenciones) de manera individualizada, dependiendo de la superficie en la que esté la persona.
- Use ayudas para las transferencias (se reducen las fuerzas de fricción y cizalla).
- Levante (no arrastre) al individuo al realizar los cambios posturales.
- Evite la presión directa sobre las prominencias o superficies óseas del cuerpo.
- Evite posicionar al individuo directamente sobre dispositivos, como tubos o sistemas de drenaje.
- No utilice flotadores o rodetes cuando el individuo esté en sedestación.
- No sobrepase los 30° en la elevación del cabecero de la cama, o en la lateralización de la persona.
- Realice los cambios en la posición de decúbito alternativamente, derecha, izquierda y supino.
- Utilice la posición prona si el individuo puede tolerarlo y sus condiciones lo permiten.
- Evite posturas que aumenten la presión (como el decúbito supino en 90°).
La educación sobre el papel de los cambios posturales en la prevención de las UPP y el entrenamiento en la técnica correcta para la realización de los mismos debe ser de carácter público y aplicado a todas aquellas personas involucradas en el cuidado de individuos con riesgo de desarrollo de UPP, incluyendo al propio individuo y sus familiares o cuidadores2.
CONCLUSIONES
Las úlceras por presión son un problema de salud de primer orden dado el elevadísimo coste de su incidencia y prevalencia, que repercute de manera global sobre los sistemas de salud. El éxito terapéutico dependerá de la adecuada identificación y control de las causas que favorecieron la aparición de la úlcera y, por otra parte, de la correcta elección del tratamiento local que empleemos. Los cambios posturales, el estado de nutrición y el cuidado diario de la piel son los pilares de la prevención. El cuidado adecuado en el domicilio de los pacientes inmovilizados previene de forma importante la aparición de úlceras por presión1.
Hoy en día, la seguridad de los pacientes es una prioridad para los sistemas de salud. Las úlceras por presión son un importante problema de salud que produce daño en los pacientes y que son evitables en un alto porcentaje de casos3.
BIBLIOGRAFÍA
- Plaza Blázquez R, Guija Rubio RM, Martínez Ivars ML, Alarcón Alarcón M, Calero Martínez C, Piqueras Díaz MJ, et al. Prevención y tratamiento de las Úlceras por Presión. REV.CLÍN.MED.FAM.2007;1(6):284-290.
- Avilés Martínez MJ, Sánchez Lorente MM. Guía para personas con úlceras por presión o riesgo de padecerlas y sus cuidadores [Internet]. Generalitat Valenciana. Conselleria de Sanitat. 2012. [acceso el 16 de enero de 2023]. Disponible en: https://ulceras.net/publicaciones/gpc_520_ulceras_por_presion_paciente.pdf
- Torra-Bou JE, Verdú-Soriano J, Sarabia-Lavin R, Paras-Bravo P, Soldevilla-Ágreda JJ, García-Fernández FP. Las úlceras por presión como problema de seguridad del paciente. Gerokomos [Internet]. 2016 [citado el 16 de enero de 2023];27(4):161–7. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1134-928X2016000400007&script=sci_arttext&tlng=en