Vía intraósea, una vía alternativa

24 marzo 2023

AUTORES

  1. Sandra Valero Barrios. Enfermera HRV, Zaragoza.
  2. Clara Prieto Giménez. Enfermera Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  3. María Del Alba Gálvez Romero. Celadora Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  4. Janire Casado Huerta. TCAE Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  5. Pilar Hernandez Loscertales. TCAE Hospital Royo Villanova, Zaragoza.
  6. Iguacel Pablo Romero. Enfermera Hospital Royo Villanova, Zaragoza.

 

RESUMEN

En la actualidad, se considera el acceso intraóseo una alternativa eficaz y rápida en los casos en los que el acceso intravenoso es difícil o imposible de conseguir en un tiempo preestablecido (shock grave o en la parada cardiorrespiratoria. El flujo que se consigue con la vía intraósea es similar al que se obtendría con un catéter intravenoso periférico, aunque esto depende más que del calibre de la aguja, de la edad del paciente, del tamaño del hueso y del uso de bomba de perfusión o de la colocación de la bolsa de suero en un manguito presurizador. Aunque no consigue un flujo tan alto como el que aportaría una vía venosa central, permite la administración de fármacos y líquidos en cantidad suficiente para la reanimación.

PALABRAS CLAVE

Vía intraósea, vía intravenosa, trocar.

ABSTRACT

At present, intraosseous access is considered an effective and rapid alternative in cases in which intravenous access is difficult or impossible to achieve in a pre-established time (severe shock or cardiorespiratory arrest). The flow achieved with the intraosseous is similar to what would be obtained with a peripheral intravenous catheter, although this depends more than on the gauge of the needle, the age of the patient, the size of the bone and the use of an infusion pump or the placement of the IV bag in a pressurizing cuff. Although it does not achieve a flow as high as that provided by a central venous line, it allows the administration of drugs and fluids in sufficient quantities for resuscitation.

KEY WORDS

Intraosseous route, intravenous route, trocar.

DESARROLLO DEL TEMA

Los primeros estudios sobre la vía intraósea se realizaron en 1922. Drinker y Doan definen la vía intraósea como una “vena no colapsable”, comenzando a utilizarla como vía para transfusiones sanguíneas.

Hacia los 40 se empieza a utilizar para administrar distintos fármacos y fluidos y se desarrollan los distintos dispositivos.

Durante la Segunda Guerra Mundial se utilizó para la inducción de anestesia con pentobarbital en los campos de batalla.

Entre 1940-1950 se ve ensombrecida por el desarrollo de los catéteres intravenosos, pero alcanza su máximo desarrollo en 1984 cuando Orlowski recomienda que en una situación crítica el primer procedimiento sea administrar fármacos, bien por vía endotraqueal o bien por vía IO, apoyando el resurgimiento de esta técnica.

En la actualidad, se considera el acceso intraóseo una alternativa eficaz y rápida en los casos en los que el acceso intravenoso es difícil o imposible de conseguir en un tiempo preestablecido (shock grave o en la parada cardiorrespiratoria1.

Para empezar hablar de la vía intraósea es importante conocer un poco de la fisiología y anatomía del hueso humano. La cavidad medular de huesos largos se compone de una rica red de capilares sinusoides que drenan al gran seno venoso central y que permite pasar dichos fármacos y líquidos a la circulación general con una rapidez similar a como lo harían por cualquier otra vena periférica; el inicio de acción es también similar a la administración venosa, aunque debemos tener en cuenta que deben ser inyectados a presión para superar la resistencia de las venas emisarias que conectan la cavidad intramedular con la circulación general a través de los vasos microscópicos de la cortical ósea2. El flujo que se consigue con la vía intraósea es similar al que se obtendría con un catéter intravenoso periférico, aunque esto depende más que del calibre de la aguja, de la edad del paciente, del tamaño del hueso y del uso de bomba de perfusión o de la colocación de la bolsa de suero en un manguito presurizador. Aunque no consigue un flujo tan alto como el que aportaría una vía venosa central, permite la administración de fármacos y líquidos en cantidad suficiente para la reanimación.

Las principales ventajas de esta vía son:

  • Rapidez en la canalización (menos de 1min) y alto porcentaje de éxitos (> 90%) en personal formado.
  • Seguridad de colocación.
  • Facilidad en reconocer las referencias anatómicas que sirven de guía para localizar el punto de punción.
  • Garantía en la administración de cualquier tipo de fármaco o fluido.
  • Seguridad de que se trata de una vía «no colapsable» en situaciones de shock o de parada cardiorrespiratoria.
  • Posibilidad de ser utilizada para la obtención de muestras sanguíneas3.

 

Al igual que tiene una serie de ventajas, también existen contraindicaciones y complicaciones que harian imposible el uso de esta vía, estas serían:

    • Fractura en ese mismo hueso
    • Celulitis u osteomielitis en el sitio de aplicación
    • Osteopetrosis u Osteogénesis imperfecta
    • Cuando sea necesaria la administración de bicarbonato sódico
    • Huesos grandes de las extremidades inferiores en los pacientes con traumatismo abdominal grave4.

 

El índice de complicaciones de esta técnica invasiva es muy bajo. La más frecuente es la extravasación de líquidos, de medicamentos o de ambos como resultado de una mala colocación de la aguja.

La zona de inserción de esta vía varía según el tipo de paciente y su edad:

  • En neonatos y < 6 años: (Se aconseja una penetración de la aguja de 1 cm aprox.)
    • Tibia proximal: línea media cara antero-interna tibial 1-3cm por debajo de tuberosidad tibial. Ángulo de inserción: a 90° o ligeramente a caudal.
    • Fémur distal: 2-3 cm del cóndilo externo.
    • Otros lugares alternativos: tibia distal, cresta ilíaca, trocánter mayor.
  • En > 6 años y adultos: (Se aconseja una penetración de la aguja de 2 cm aprox.).
    • Tibia distal: entre 1 y 2 cm por encima del maléolo interno, evitando la vena safena. También puede emplearse el maléolo externo.
    • Cresta ilíaca: cara inferior espina ilíaca, con paciente en decúbito lateral.
    • Esternón: 2-3º espacio intercostal, a 1 cm a lateral a la línea media esternal, solo destinado para dispositivo FAST. Actualmente no está recomendado la utilización de otros dispositivos para esta localización por el riesgo de lesión de estructuras del mediastino, además de interferir con el masaje cardiaco.
    • Otras localizaciones menos frecuentes: calcáneo, metáfisis distal del radio, apófisis estiloide cubital, extremo proximal clavicular, cabeza humeral y crestas5.

 

EL material necesario para realizar esta técnica: Agujas de punción intraósea que serán por orden de preferencia:

  • Agujas intraóseas especiales con estilete, bisel corto y multiperforadas 15G-18G.
  • Trocar para punción de médula ósea 13G-16G.
  • Agujas de punción lumbar 18G-20G.
  • Agujas hipodérmicas 18G-20G.
  • Agujas epicraneales 16G-18G.
  • Existen además dispositivos automáticos de inserción de agujas intraóseas-BIG (Bone Inyection Gun), que según los autores ofrece un acceso rápido y seguro al sistema vascular.
  • Jeringas de 5, 10, 20 ml y agujas convencionales.
  • Anestésico local.
  • Solución antiséptica.
  • Guantes estériles.
  • Suero fisiológico.
  • Sistema de perfusión.
  • Gasas y vendas Pinza Kocher.
  • Esparadrapo.
  • Paños estériles.
  • Llave de tres pasos con alargadera (para no movilizar la aguja sobre el hueso)6.

 

CONCLUSIONES

El acceso intraóseo es una vía rápida de conseguir, fácil de aprender y segura para el paciente, que puede ayudar a salvar muchas vidas en aquellas situaciones de emergencia en las que no se ha podido canalizar otra vía venosa. Está demostrado que con una formación teórico-práctica adecuada a los profesionales sanitarios, como la que se imparte en los cursos de RCP avanzada e instrumentalizada, se consigue un aprendizaje suficiente para que la mayoría sea capaz de instalar una vía intraósea con éxito en poco tiempo.

BIBLIOGRAFÍA

  1. García N, Cepeda JM.Vía intraósea en enfermería de emergencias. Rev. Enferm CyL. 2009; Vol 1- Nº2. 48-56.
  2. Recomendaciones de la National Association of EMS Physicians El acceso vascular intraóseo en un ámbito extrahospitalario. Prehospital Emergency Care (ed. esp.) 2008;1 : 101-3
  3. M.C. Casal, J.V. Carmona.Vía intraósea. Últimas recomendaciones de la European Resuscitation Council.Enfermería Integral, (2007), pp. 17-19
  4. Zimmerman JJ, Strauss RH. History and current application of intravenous therapy in children. Pediatr Emerg Care 1989;2:120.
  5. Melgarejo-Ávila D, García-Montes M, González-Pelegrín B. Recomendación de la Sociedad Española de Enfermería de urgencias y emergencias
  6. López-Sánchez O, Caballero-Guerrero MJ, Osuna-Expósito RM. Guía de actuación enfermera en inserción de vía intraósea en el paciente crítico. Hygia Revista Científica de Enfermería. 2017; 94: 27-29.

 

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