Vista general sobre la tuberculosis.

14 diciembre 2022

AUTORES

  1. Celeste García Lanzón. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S. Rebolería.
  2. Daniel Martín Bernad. Enfermero Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S. San José Centro.
  3. Eva María Pelet Lafita. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S Ejea de los Caballeros. 
  4. Clara Mata Sierra. Enfermera. Servicio de Ginecología. Hospital Universitario Miguel Servet.
  5. Marta Aznárez Lahuerta. Enfermera Especialista en Familia y Comunitaria. C.S. Alagón.
  6. Ana Labarta Pueyo. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S. Zuera.

 

RESUMEN

La tuberculosis es después de la COVID-19 la enfermedad infecciosa más mortífera. La produce el bacilo de Koch y daña principalmente los pulmones. Cursa con múltiples síntomas, siendo en la tuberculosis pulmonar la tos muy frecuente. Salvo ocasiones muy puntuales sólo se transmite la tuberculosis pulmonar a través de pequeñas gotas que quedan suspendidas en el aire.

Se diagnóstica a través de la prueba de la tuberculina que dependiendo de los factores de riesgo y de la historia de salud del individuo se considerará negativa o positiva, pudiendo ser necesario el tratamiento y/o el estudio de contactos.

 

PALABRAS CLAVE

Tuberculosis, mycobacterium tuberculosis, prueba de tuberculina.

 

ABSTRACT

Tuberculosis is after COVID-19 the deadliest infectious disease. It is produced by Koch’s bacillus. It presents with multiple symptoms, in pulmonary tuberculosis the very frequent cough. Except for very specific occasions, pulmonary tuberculosis is only transmitted through small droplets that remain suspended in the air.

It is diagnosed through the tuberculin test which, depending on the risk factors and the individual’s health history, will be considered negative or positive.

 

KEY WORDS

Tuberculosis, mycobacterium tuberculosis, tuberculin test.

 

DESARROLLO DEL TEMA

Se obtiene la información a través de varios buscadores y recursos. Se consultan Guías de Práctica Clínica, páginas web del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España y también los buscadores del Instituto Aragonés de Salud (Bibliosalud) y el buscador de la Universidad de Zaragoza (AlcorZe).

La búsqueda se realizó en otoño del 2022. Los descriptores booleanos utilizados han sido “OR” y “AND”. Como descriptores DeCS aparecen: “tuberculosis”, “mycobacterium tuberculosis”, “prueba de tuberculina”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la tuberculosis “es la enfermedad infecciosa más mortífera por detrás de la COVID-19”. En el año 2020 se calcula que murieron 1,5 millones de personas en todo el mundo a consecuencia de esta enfermedad. Cierto es que las cifras de contagio están disminuyendo, siendo en los países desarrollados los que tienen menor prevalencia1. Por ejemplo, en España, en el año 2020, murieron 198 personas a causa de la tuberculosis y sus efectos tardíos2.

La tuberculosis se trata de una infección causada por un microorganismo aeróbico llamado “bacilo de Koch” o también “Mycobacterium tuberculosis”. Puede penetrar y originar daños en cualquier órgano, pero habitualmente afecta a los pulmones. Es una enfermedad de declaración obligatoria en España3.

Los signos y síntomas de esta enfermedad depende de donde se aloje el microorganismo. De manera general suele cursar con fiebre, cansancio generalizado, diaforesis nocturna y pérdida de peso. Por poner un ejemplo en la tuberculosis pulmonar el síntoma más característico es la tos, aunque también puede estar acompañada de expectoración, hemoptisis o dolor en el tórax. Sin embargo, en la tuberculosis genitourinaria hay dolor en el flanco o en la pelvis, disuria, polaquiuria y/o hematuria4.

La transmisión de la tuberculosis pulmonar es por gotículas de 1 a 5 micras de diámetros. Estas partículas llegan directamente a los alvéolos pulmonares sin ser detectadas por el sistema defensivo del árbol traqueo-bronquial. Sólo es infecciosa la tuberculosis pulmonar, el resto de tuberculosis no son transmisibles salvo excepciones. El período de incubación, desde el momento de la infección hasta que aparece la lesión, tiene un abanico desde dos semanas hasta tres meses5.

El diagnóstico se realiza a través de la prueba de la tuberculina que se basa en una reacción de hipersensibilidad a un grupo de antígenos del bacilo de Koch. Esta prueba se realiza a través de la técnica del Mantoux. Esta técnica consiste en inyectar de manera intradérmica 0,1mL de derivado proteico purificado en la cara anterior del antebrazo. La administración producirá una pápula de entre 6 a 10mm de diámetro. Tras esto el paciente no debe rascarse, frotarse ni ponerse apósitos encima. A las 48-72 horas deberá volver a consulta para valorar la induración provocada, no el eritema. Se mide la induración de manera transversal y dependiendo del tamaño, de los factores de riesgo y de la clínica del individuo se considerará negativa o positiva la prueba de la tuberculina. En nuestra zona se considera positivo si6:

  • Induración igual o mayor a 5mm: VIH, contactos estrechos de personas con tuberculosis bacilífera, personas inmunodeprimidas, radiografía de tórax sugestiva de la enfermedad e individuos de edad pediátrica en contacto con personas enfermas.
  • Induración entre 10-15mm: personas emigrantes de países con muchos casos de tuberculosis, usuarios de drogas, profesionales sanitarios o trabajos con situaciones de riesgo (residencias de ancianos, trabajadores de albergues, prisiones…) y pacientes con ciertas patologías (diabetes, silicosis, enfermos renales, enfermedades hematológicas malignas…).
  • Induración mayor de 15mm: personas sin factores de riesgo y pertenecientes a grupos de baja incidencia.

En ocasiones a los usuarios con prueba negativa hay que repetirla para detectar el llamado efecto Booster (este fenómeno es un refuerzo a la respuesta autoinmune)7.

La clave en el tratamiento de la tuberculosis reside en asociar diferentes medicamentos entre sí de manera prolongada y regular. Se recomienda utilizar durante dos meses cuatro fármacos que son la isoniazida, la rifampicina, la pirazinamida y el etambutol. Después se utilizarán durante cuatro meses la isoniazida y la rifampicina. Evidentemente cada individuo debe valorar al facultativo para poder ajustar el tratamiento a su estado de salud y situación concreta. Durante las primeras 2 o 3 semanas se recomienda un control semanal, y posteriormente puede ser mensual hasta la finalización del tratamiento8.

Al ser una enfermedad infecciosa es interesante realizar un estudio de contactos a cada usuario diagnosticado de tuberculosis, siendo de especial importancia si hay una tuberculosis pulmonar con baciloscopia positiva. Así se logrará interrumpir la cadena de transmisión. La priorización de contactos suele realizarse mediante el sistema de los círculos concéntricos: Más riesgo si el contacto es íntimamente a diario durante más de seis horas, luego si es un contacto frecuente diario durante menos de seis horas y relaciones esporádicas, no diarias. Evitando la infección de nuevos casos se consigue la prevención de la tuberculosis9.

La vacunación es recomendable en países con alta prevalencia por lo que en España no se recomienda con carácter general. No está incluida en el calendario oficial de vacunación, pero se puede ofertar de manera individual si hay casos de riesgo elevado. La vacunación es mediante inyección intradérmica en la cara externa del brazo, a nivel del deltoides. A las cuatro semanas aparece la cicatriz típica de esta vacuna10.

 

CONCLUSIÓN

La prevalencia e incidencia de la tuberculosis en nuestro medio es poco importante a diferencia de otros países. Sin embargo, no hay que restarle importancia ya que es una enfermedad infecciosa de carácter transmisible y de obligada declaración. Hay que conocer su etiopatogenia para evitar su propagación y realizar un adecuado estudio de contactos cuando sea necesario, así como tratar a las personas con la infección.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Organización Mundial de la Salud (OMS) [Internet]; 2021 [citado el 9 de octubre de 2022]. Recuperado a partir de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/tuberculosis
  2. Instituto Nacional de Estadística (INE) [Internet]; 2022 [citado 9 de noviembre de 2022]. Disponible en: https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=10803
  3. Pomares Martínez D. Alteraciones infecciosas: neumonía y tuberculosis. En: De la Fuente Ramos M. Enfermería médico-quirúrgica. Vol. II. Colección Enfermería S21. 3ª ed. Madrid: Difusión Avances de Enfermería (DAE); 2015. p. 803-846.
  4. Valero Marco AV. Neumonía y tuberculosis. En: Sanjuán Quiles A. Cuidados al paciente con alteraciones respiratorias. Serie Cuidados Especializados. Madrid: Difusión Avances de Enfermería (DAE); 2012. p. 110-122.
  5. Protocolo para la vigilancia y notificación. Madrid: Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Ciencia e Innovacción. Gobierno de España; 2016. Recuperable en: https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Paginas/Tuberculosis.aspx
  6. Gorís Pereiras A, Otero Baamonde M, Vázquez Gallardo. Técnica de intradermorreacción de Mantoux. Prueba de tuberculina. AMF 2011; 7(1); ; ISSN (Papel): 1699-9029.
  7. García Pais MJ, Rigueiro Veloso MT, Casariego Vales E, Correidora Sánchez JC, Varela Otero J, García Rodríguez JF. Prueba de la Tuberculina – Técnica del Mantoux. [Internet]; 2011 [citado 10 de noviembre de 2022]. Disponible en: https://www-fisterra-com.ar-bvsalud.a17.csinet.es/ayuda-en-consulta/tecnicas-atencion-primaria/prueba-tuberculina-tecnica-mantoux/
  8. García Pleyan S, Roca Lahigera D. A propósito de un caso: Tuberculosis. AMF 2013; 9(8): 1699-9029.
  9. Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre el Diagnóstico, el Tratamiento y la Prevención de la Tuberculosis. Centro Cochrane Iberoamericano, coordinador. Guía de Práctica Clínica sobre el Diagnóstico, el Tratamiento y la Prevención de la Tuberculosis. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Agència d´Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) de Cataluña; 2009. Guías de Práctica Clínica en el SNS: AATRM Nº 2007/26.
  10. Asociación Española de Pediatría [Internet]; 2022 [citado 11 de noviembre de 2022]. Disponible en: https://vacunasaep.org/familias/vacunas-una-a-una/vacuna-tuberculosis-bcg

 

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