A propósito de un caso: plan de cuidados de enfermería en un paciente diagnosticado de apendicitis aguda

17 abril 2023

AUTORES

  1. María Mairal Soriano. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  2. Esther Pilar Juárez Mínguez. Grado en Enfermería. Hospital Clínico Lozano Blesa, Zaragoza.
  3. Estefanía Casas López. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  4. Carolina de la Cruz Doblado. Grado en Enfermería. Hospital Clínico Lozano Blesa, Zaragoza.
  5. Julio Alberto Juárez Mínguez. Diplomado Universitario en Enfermería. Hospital Clínico Lozano Blesa, Zaragoza.
  6. Sergio Gracia Andiano. Grado en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.

 

RESUMEN

La apendicitis aguda es la patología quirúrgica abdominal más común a nivel mundial. Consecuentemente, la apendicectomía es uno de los procedimientos quirúrgicos realizados con mayor frecuencia y representa una importante carga para los sistemas de salud. Existen diversas causas capaces de provocar apendicitis, sin embargo, los procesos infecciosos bacterianos, son considerados la etiología más vinculante en la mayoría de los casos. La presentación clínica puede variar desde síntomas leves hasta un cuadro de peritonitis generalizada y sepsis, siendo el dolor abdominal el principal síntoma. A pesar de ser un problema de salud común, permanece como un diagnóstico difícil de establecer en determinadas ocasiones por la similitud de su clínica con otras patologías, por ello es de importante ayuda complementarlos con pruebas diagnósticas de imagen. El tratamiento actual va desde modalidades quirúrgicas hasta un manejo conservador.

PALABRAS CLAVE

Apendicitis aguda, apendicectomía, epidemiología, manifestaciones clínicas, complicaciones, NANDA, NOC, NIC.

ABSTRACT

Acute appendicitis is the most common abdominal surgical pathology in the world. Consequently, appendectomy is one of the most frequently performed surgical procedures and represents a significant burden for health systems. There are various causes capable of causing appendicitis, however bacterial infectious processes are considered the most binding etiology in most cases. The clinical presentation can vary from mild symptoms to a picture of generalized peritonitis and sepsis, with abdominal pain being the main symptom. Despite being a common health problem, it remains a difficult diagnosis to establish on certain occasions due to the similarity of its symptoms with other pathologies, which is why it is important to complement it with diagnostic imaging tests. Current treatment ranges from surgical modalities to conservative management.

KEY WORDS

Acute appendicitis, appendectomy, epidemiology, clinical manifestations, complications, NANDA, NOC, NIC.

INTRODUCCIÓN

La apendicitis aguda es una razón habitual de asistencia al servicio de urgencias. Es la patología quirúrgica abdominal más común a nivel mundial y representa la principal causa de cirugía abdominal de urgencia4,5,10.

La apendicitis aguda se define como un cuadro abdominal determinado por un proceso inflamatorio agudo primario del apéndice cecal, que puede comprometer parte o la totalidad de este órgano. Representa la causa más común de dolor abdominal agudo1,3. Consecuentemente, la apendicectomía, es el procedimiento quirúrgico que consiste en la extracción quirúrgica del órgano. Se lleva a cabo principalmente en pacientes que presentan apendicitis aguda, considerándose uno de los procedimientos quirúrgicos realizados con más frecuencia3,4,10,11.

El apéndice es el órgano abdominal más variable en términos de posición, extensión y relación con otros órganos.10 De estructura tubular, está localizado en el cuadrante inferior derecho del abdomen, concretamente en el ciego, donde se unen las tres tenias del colon y donde se encuentra su base; la punta puede ubicarse en distintas partes de la cavidad abdominal1,5. El conocimiento de las variaciones en la posición es importante porque, en la apendicitis, las posiciones variables pueden producir síntomas y signos diferentes que pueden enmascarar el diagnóstico10, siendo la ubicación retrocecal la más frecuente2.

La tasa de apendicitis aguda en países desarrollados es aproximadamente de entre 90 y 100 pacientes por cada 100.000 habitantes al año2,7. Si bien la apendicitis aguda se puede presentar a lo largo de toda la vida, su pico de mayor incidencia se da entre los 10 y los 30 años de edad con un leve predominio en el hombre con respecto a la mujer1,10. El riesgo de padecer la enfermedad en hombres es del 8.6% frente al 6.7% de riesgo existente en mujeres; lo que supone que aproximadamente, entre el 7 y 8% de la población mundial, padecerá la enfermedad en alguna etapa de su vida; siendo la segunda y tercera décadas de la vida, las décadas con mayor frecuencia de presentación de la apendicitis en comparación a los extremos de la vida2,3,5,8,9.

El factor etiológico predominante causante de apendicitis aguda suele ser la obstrucción de la luz del apéndice, siendo la presencia de fecalitos o hiperplasia del tejido linfoide, la causa más común de la obstrucción apendicular1,2,5,7,8,11. Otros factores predisponentes menos frecuentes pueden ser, parásitos e infecciones intestinales, patologías de órganos vecinos, neoplasias (particularmente carcinoides y adenocarcinoma), semillas de frutas y verduras, isquemia, necrosis y/o perforación. Factores genéticos, ambientales, neurogénicos y étnicos también son capaces de producir esta enfermedad1,2,9,11.

La apendicitis puede dividirse en dos subgrupos principales según la magnitud del proceso inflamatorio. En primer lugar estaría la apendicitis aguda simple o no complicada, en donde hay inflamación sin gangrena o necrosis y la cual no progresa hasta la perforación.2,3 Esta forma más leve, puede presentarse como flegmonosa (productora de pus) o como inflamación avanzada (pero sin gangrena o perforación)2. En segundo lugar se encuentra la apendicitis aguda complicada, que se presenta en la fase más avanzada del proceso inflamatorio y que conlleva rápidamente a necrosis, perforación, gangrena, formación de flemones o abscesos apendiculares2,3.

El cuadro clínico de la apendicitis aguda está influenciado por diversos factores, entre los que destaca la variable situación anatómica del apéndice que puede llevar a confusiones y retrasos diagnósticos y terapéuticos. La presentación clínica puede variar desde síntomas leves hasta un cuadro de peritonitis generalizada y sepsis1,3,8.

El principal síntoma presente en el 100% de los casos es el dolor abdominal. Éste tiende a comenzar en la región periumbilical o epigástrica, para luego irradiarse hacia el cuadrante inferior derecho, con presencia de dolor a la palpación del área en el examen físico1,2,3,8,11. Otros síntomas como náuseas y/o vómitos, tienden a instaurarse tras la instauración del dolor, así como la aparición de fiebre alrededor de las 6 primeras horas después del cuadro clínico. Además, acompañando al dolor, puede aparecer anorexia, estreñimiento o diarrea, y escalofríos1,2,4,5. No obstante, el dolor migratorio, a pesar de ser considerado un síntoma clásico, ocurre en un 50-60% de los pacientes con apendicitis aguda; y menos del 50% de los pacientes presentarán un cuadro clínico completo con todos los síntomas definidos anteriormente, por lo que la ausencia de alguno de ellos no descarta el diagnóstico2,3,11.

A la exploración física del paciente, el punto de máximo dolor a la palpación del abdomen corresponde casi siempre con el punto de McBurney, el cual se encuentra localizado a dos tercios del ombligo en una línea imaginaria trazada del ombligo a la espina ilíaca anterosuperior derecha. Durante la palpación más profunda muchas veces se logra sentir una resistencia muscular en el cuadrante inferior derecho del abdomen, que puede hacerse más notorio al compararse con el lado izquierdo1,2,5,7,10.

Muy característico de esta patología es el signo de Blumberg o dolor de rebote. Es un dolor repentino que se siente cuando se libera de manera rápida la presión realizada con la mano exploradora en el cuadrante inferior derecho del abdomen. El dolor indirecto, o dolor que aparece en el cuadrante abdominal inferior derecho cuando se palpa el cuadrante abdominal inferior izquierdo, es conocido como el signo de Rovings. Ambos son fuertes indicadores de irritación peritoneal. Otros signos también conocidos son, el signo de psoas, dolor producido por la extensión de la pierna derecha; o el estiramiento del obturador interno, definido como dolor en la fosa ilíaca derecha tras la flexión y rotación interna de la cadera derecha1,2,5,7.

La sospecha y diagnóstico de apendicitis aguda se realiza de acuerdo con los hallazgos del interrogatorio, la exploración física y los resultados de laboratorio y/o imagen. Cada uno de los signos clínicos por separado tiene un bajo valor predictivo3; sin embargo, cuando se emplean en conjunto, aumenta la posibilidad diagnóstica de la enfermedad5,10,11. La eficacia diagnóstica mediante la exploración física como único método de estudio se encuentra entre 75-90%; con el inconveniente de que dicha eficacia dependerá de la experiencia del examinador5. Las pruebas de laboratorio pueden informar de la existencia de leucocitosis con desviación izquierda, pero su ausencia no descarta el diagnóstico. El contenido leucocitario debe der mayor de 10.000 y la desviación a la izquierda con proteína C reactiva debe ser mayor de 1.5mg/l. La sensibilidad y especificidad de la proteína C reactiva es del 57 al 87% y del 62% al 75% para la leucocitosis2,4,5.

Dentro de las pruebas de imagen, la ecografía abdominal, es la técnica más utilizada en la práctica habitual gracias a su mayor disponibilidad y mejor precio. Es un procedimiento no invasivo que tiene un índice de precisión de más del 80% aunque, es poco sensible para casos no típicos. La visualización de un apéndice aumentado de tamaño (más de 6mm de diámetro) y de una pared gruesa es muy sugerente de una apendicitis aguda, con la limitación de que a veces no va a ser posible localizar el apéndice2,3, 5,11.

Sin embargo, la tomografía axial computerizada (TAC), es considerada la técnica de mayor precisión en la actualidad por poseer una sensibilidad y especificidad del 90% y 95% respectivamente; habiendo logrado reducir tasas de apendicectomía negativa a un 6%.(3) El TAC identifica mejor el apéndice y detecta los cambios inflamatorios periapendiculares con mayor precisión, permitiendo diferenciar entre apendicitis perforada y no perforada4,5,10,11. Las proyecciones radiográficas son de poca utilidad para el diagnóstico, y la resonancia magnética nuclear es el método de elección en mujeres embarazadas y en niños3,7.

El retraso en reconocer tempranamente el diagnóstico puede llevar a elevar la mortalidad y la morbilidad de la enfermedad así como el riesgo de complicaciones3,7. Con el fin de incrementar la certeza diagnóstica, se han creado diversos sistemas de puntuación, caracterizados por ser baratos, no invasivos y fáciles de usar. Hablamos de la Escala de Alvarado Modificada y la Escala Ripasa. Asignan valores numéricos para definir signos y síntomas; generalmente utilizan signos clínicos de dolor de afección abdominal (tipo, localización y migración del dolor, temperatura, signos de irritación peritoneal, náuseas y vómitos, entre otros) y hallazgos de laboratorio (leucocitosis)5,6.

La escala Alvarado modificada es uno de los sistemas más ampliamente utilizados; asigna una puntuación de acuerdo a los siguientes criterios: dolor migratorio hacia la fosa iliaca derecha (1 punto); anorexia (1 punto), náusea y vómito (1 punto), dolor ante la palpación de la fosa iliaca derecha (2 puntos), signo de Blumberg (1 punto), temperatura mayor de 37.5C (1 punto); leucocitosis (2 puntos) y neutrofilia (1 punto). De acuerdo con la suma de puntos, existirá un bajo riesgo de apendicitis si se obtiene una puntuación de entre 0 y 4 puntos; puntuaciones entre 5 y 7 indicarán riesgo intermedio de apendicitis requiriendo la hospitalización del paciente. Si la puntuación se mantiene después de 12 horas, estaría indicada la intervención quirúrgica. Puntuaciones entre 8 y 10 puntos, indicarán alto riesgo de padecer la enfermedad5,7 10.

La escala Ripasa, diferencia cuatro grupos de manejo del paciente en función de la puntuación obtenida. La máxima puntuación obtenida es 16 puntos. Por lo tanto, una puntuación inferior a 5 puntos indica que no es probable padecer apendicitis; entre 5-7 puntos la probabilidad es baja requiriendo realizar observación del paciente en urgencias y ecografía abdominal. Puntuación entre 7.5-11.5 indica alta probabilidad de padecer apendicitis, aquí el paciente debe ser visto por un cirujano; y puntuaciones mayores a 12 puntos confirmarían el diagnóstico de apendicitis6.

El tratamiento actual para apendicitis aguda va desde modalidades quirúrgicas hasta un manejo conservador. El tratamiento conservador mediante el uso de antibióticos, está considerado una parte esencial en el manejo de pacientes en los que se sospecha de apendicitis aguda no complicada. Se recomienda el uso de antibióticos con cobertura para microorganismos aerobios y anaerobios, bacterias comunes al tracto digestivo que cubran la flora regular del colon y teniendo en cuenta los patrones de sensibilidad y resistencia bacteriana y antibiótica2,3,5,9. El inicio del tratamiento deberá realizarse ya en el preoperatorio (30 a 60 minutos antes de la incisión); se mantendrá sólo en casos de complicación o apendicitis complicada durante 3 a 5 días; y la suspensión del mismo dependerá de los datos clínicos y bioquímicos del paciente2,9. En pacientes en quienes falla el manejo conservador con antibióticos, se ha observado que casi un 50% de ellos desarrolla apendicitis complicada (necrótica o perforada). El riesgo de fallo al año es del 25-30% por lo que dicha indicación no ha sido aceptada universalmente, estableciendo el abordaje quirúrgico como el tratamiento de elección en la mayoría de los casos en los pacientes con apendicitis aguda no complicada2,3.

En la mayoría de los casos, el manejo tradicional y de elección de la apendicitis, tanto complicada como no complicada, es el tratamiento quirúrgico2. Los abordajes quirúrgicos han evolucionado en los últimos años, pasando de un abordaje abierto a otros de mínima invasión, como la laparoscopia convencional, el puerto único, la cirugía por orificios naturales e incluso, el abordaje endoscópico9. Un factor importante en la realización de la apendicectomía es el tiempo ideal para operar. El retraso en la intervención aumenta el riesgo de perforación o complicación, por lo que se recomienda realizarla dentro de las primeras doce horas de presentación al servicio de urgencias3,9.

Si bien el abordaje laparoscópico es el método de elección por la disminución en la aparición de infecciones de la herida, dolor postoperatorio y disminución en la estancia hospitalaria8; la cirugía abierta siempre será una elección cuando no se cumplan las condiciones y/o no se tengan los medios para realizar abordajes laparoscópicos3,5.

La tendencia a diferentes complicaciones existentes una vez realizada la intervención quirúrgica de apendicitis aguda, va a estar correlacionada con el diagnóstico primario que el médico realice, pues, una identificación correcta de los síntomas y reducción de relacionarse con otras patologías, hace posible reducir la presencia de complicaciones postoperatorias11. Se presentan en alrededor del 5% de los pacientes con una apendicitis aguda no complicada, pero en más del 30% de los pacientes con una apendicitis complicada.2 Las complicaciones infecciosas son las más frecuentes, siendo la infección de la herida quirúrgica la complicación más común después de una apendicectomía1,2,11. Cuando se manifiestan signos tempranos de infección de la herida como dolor, rubor, edema, o fiebre entre otros; hacen que debe explorarse la piel y el tejido subcutáneo pudiendo ser necesaria la colocación de drenajes que ayuden a la expulsión de secreciones o pus generados en la zona, y por tanto, sea necesario llevar a cabo unos cuidados de enfermería para evitar la progresión de la infección2,11. Otras complicaciones importantes son la formación de fístulas cecales; formación de abscesos parietales o intraabdominales; hemorragia; flebitis u obstrucción intestinal, entre otras. Complicaciones como eventración o evisceración, son infrecuentes desde la expansión del abordaje laparoscópico1,2,11.

Con el fin de reducir la aparición de estas complicaciones es relevante considerar la profilaxis antibiótica en el preoperatorio y/o postoperatorio, ya que su administración se ha visto relacionada con una disminución en la tasa de infección de la herida quirúrgica y la formación de abscesos intraabdominales8,9,11.

Por tanto, el diagnóstico precoz de la enfermedad y la apendicectomía inmediata con una técnica quirúrgica adecuada previenen la aparición de complicaciones postquirúrgicas y determinan el éxito de la cirugía, cuyo pronóstico depende en gran medida y entre otros factores del tiempo de evolución preoperatoria y de la fase en que se encuentre el proceso al realizar la intervención11.

MÉTODO

Se elabora un plan de cuidados de enfermería para una paciente diagnosticada de apendicitis aguda utilizando la taxonomía NANDA-NOC-NIC.

OBJETIVO

Garantizar unos cuidados integrales para prevenir o disminuir la aparición de complicaciones, así como conseguir una adecuada evolución del paciente.

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Enfermedad actual:

Mujer de 30 años que acude al Servicio de Urgencias del Hospital Miguel Servet derivada por su médico de atención primaria tras referir dolor abdominal de 18 horas de evolución.

Cuenta que los síntomas comenzaron por la tarde cuando acudió a una clase de spinning. Durante la clase, empezó a encontrarse mal, con leves mareos, sudoración y dolor similar al dolor menstrual. Posteriormente, refirió dolor de mayor intensidad en zona epigástrica, y al pensar que durmiendo ese dolor desaparecería, se fue a dormir sin cenar. Por la mañana, el dolor continuaba, pero focalizado únicamente en fosa ilíaca derecha, motivo por el cual decidió acudir a su médico de cabecera, el cual la derivó a Urgencias tras sospecha de posible apendicitis.

Antecedentes personales:

Datos clínicos:

  • Dislipemia.
  • Fractura del primer dedo de la mano derecha en el año 2000.
  • Hernia umbilical.
  • Exfumadora.
  • Medicación habitual:

 

En tratamiento ambulatorio con:

  • Simvastatina 20 mg en la cena.

 

Alergias:

Sin alergias medicamentosas conocidas hasta la fecha.

Tratamiento recibido en Urgencias:

A la llegada a Urgencias paciente consciente y orientada. Se le canaliza una vía periférica del nº20 en extremidad superior derecha y se le realiza extracción de analítica de sangre, obteniéndose los siguientes resultados: 62% neutrofilia, Hb 14.1

Exploración general:

Constantes vitales:

  • Tensión Arterial: 105/68 mmHg.
  • Frecuencia cardíaca: ritmo sinusal a 82 lpm. Sin soplos audibles.
  • Saturación de Oxígeno basal de 99% con buena mecánica respiratoria.
  • Afebril: 36.3ºC.

 

Exploración física:

  • Abdomen no distendido y no timpánico.
  • Pequeña hernia umbilical no complicada.
  • Dolor en fosa ilíaca derecha. No hay plastrón.
  • Signo de Blumberg positivo.
  • No irritación peritoneal.

 

Se comenta el caso con el servicio de Cirugía General, los cuales solicitan la realización de una ecografía abdominal. Durante la prueba de imagen, coincidiendo con el punto de máximo dolor, en fosa ilíaca derecha, se visualiza apéndice vermiforme con el nacimiento de calibre normal, pero calibre aumentado en su porción distal (hasta 7mm), con adenopatías regionales reactivas y discreto aumento de ecogenicidad (inflamatoria) de la grasa adyacente. Todo ello es compatible con apendicitis aguda.

PLAN:

Tras la confirmación del diagnóstico, se ingresa a la paciente en los boxes de la unidad de observación a la espera de ser intervenida de una apendicectomía laparoscópica. Durante su ingreso en la unidad, se lleva a cabo el protocolo del preoperatorio, realizándole una radiografía de tórax y un electrocardiograma. Después de ser valorada por el equipo de cirugía general, se decide ser intervenida quirúrgicamente a lo largo de la tarde.

Se le canaliza una nueva vía de mayor calibre en la mano derecha, se le administra fluidoterapia de mantenimiento y medicación intravenosa como Omeprazol y analgésicos para aliviar las molestias abdominales. Se informa a la familia de la situación de la paciente. A las 19h es llevada a Quirófano e ingresada posteriormente en la planta de Cirugía General para su completa recuperación postquirúrgica.

VALORACIÓN ENFERMERA SEGÚN LAS 14 NECESIDADES BÁSICAS DE VIRGINIA HENDERSON

  • NECESIDAD DE RESPIRACIÓN:

Necesidad que no se ve alterada. El paciente mantiene una saturación de Oxígeno basal de 99% con una buena mecánica respiratoria sin necesitar oxigenoterapia durante el ingreso en planta.

  • NECESIDAD DE ALIMENTACIÓN E HIDRATACIÓN:

Por la administración de anestesia general en el quirófano, la paciente tuvo que permanecer entre 4-6 horas más en dieta absoluta hasta poder iniciar la tolerancia oral a líquidos. Durante este tiempo, se le mantuvo hidratada con fluidoterapia intravenosa.

  • NECESIDAD DE ELIMINACIÓN:

Necesidad que no se ve alterada. Conserva el patrón de eliminación habitual previo al ingreso.

  • NECESIDAD DE MOVILIZACIÓN Y MANTENIMIENTO DE UNA POSTURA ADECUADA:

Independiente para el desarrollo de esta necesidad aunque, durante los primeros días, la paciente refería dolor a la movilización por las heridas quirúrgicas.

  • NECESIDAD DE REPOSO Y SUEÑO:

Necesidad que se ve ligeramente alterada durante su ingreso, despertándose en mitad de la noche varias veces por el dolor ocasionado por las heridas y teniendo que pedir analgesia intravenosa a las enfermeras para aliviar el dolor.

  • NECESIDAD DE VESTIRSE Y DESVESTIRSE:

Necesidad que no se ve alterada durante su estancia en la planta. Paciente independiente.

  • NECESIDAD DE TERMORREGULACIÓN:

Necesidad que no se ve alterada durante su ingreso. Normotérmica. Sin episodios de fiebre.

  • NECESIDAD DE HIGIENE Y PROTECCIÓN DE LA PIEL:

Independiente en la vida diaria para la realización de las tareas de la higiene personal. La primera mañana tras la cirugía, la paciente precisó ayuda de las auxiliares de la planta para la realización del aseo matinal.

  • NECESIDAD DE SEGURIDAD Y EVITAR PELIGROS:

Necesidad que no se ve alterada.

  • NECESIDAD DE COMUNICACIÓN:

La paciente se comunica verbalmente sin problemas, expresando sus miedos por la realización de la apendicectomía antes de entrar al quirófano, y posteriormente en la planta, preguntando sus dudas relacionadas con su recuperación al personal sanitario.

La paciente vive con sus padres y sus hermanos.

  • NECESIDAD DE VIVIR SEGÚN SUS CREENCIAS Y VALORES:

Paciente cristiana pero no practicante.

  • NECESIDAD DE TRABAJAR Y SENTIRSE REALIZADO:

Trabaja en una clínica veterinaria. Desde pequeña tenía claro que le encantaban los animales y quería dedicarse a cuidar de ellos cuando fuera mayor.

  • NECESIDAD DE PARTICIPAR EN ACTIVIDADES RECREATIVAS:

Le gusta mucho viajar, siempre que tiene oportunidad. Y hacer excursiones por la montaña, así como quedar a comer con las amigas al menos una vez a la semana.

  • NECESIDAD DE APRENDIZAJE:

Independiente. Disposición para aprender los cuidados necesarios para mejorar su estado de salud.

DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA (NANDA), INTERVENCIONES (NIC) Y RESULTADOS (NOC)

[00132] Dolor agudo r/c la herida quirúrgica m/p expresión verbal, posición antiálgica y gesticular del dolor.

Resultados (NOC): Control del dolor (1605).

Nivel del dolor (2102).

Indicadores:

  • Reconoce el comienzo del dolor.
  • Reconoce factores causales.
  • Refiere síntomas incontrolables al personal sanitario.

 

Intervenciones (NIC): Manejo del dolor (1400).

Actividades:

  • Realizar una valoración exhaustiva del dolor que incluya la localización, características, aparición/duración, frecuencia, calidad, intensidad o severidad del dolor y factores desencadenantes.
  • Explorar con el paciente los factores que alivian/empeoran el dolor.
  • Proporcionar información acerca del dolor, tal como causas del dolor, el tiempo que durará y las incomodidades que se esperan debido a los procedimientos.

 

Intervenciones (NIC): Administración de analgésicos (2210).

Actividades:

  • Determinar la ubicación, características, calidad y gravedad del dolor antes de medicar al paciente.
  • Comprobar las órdenes médicas en cuanto al medicamento, dosis y frecuencia del analgésico prescrito.
  • Administrar los analgésicos a la hora adecuada para evitar picos y valles de la analgesia, especialmente con dolor severo.

 

[00046] Deterioro de la integridad cutánea r/c la intervención quirúrgica m/p la alteración de la superficie de la piel.

Objetivos (NOC): Integridad tisular: piel y membranas mucosas. (1101).

Curación de la herida: por primera intención (1102).

Intervenciones (NIC): Cuidado de las heridas (3660).

Actividades:

  • Realizar la cura de la herida de forma aséptica.
  • Comparar y registrar regularmente cualquier cambio producido en la herida.
  • Enseñar al paciente o miembro de la familia a realizar la cura de la herida de cara al alta hospitalaria.

 

[00266] Riesgo de infección r/c la herida quirúrgica.

Objetivos (NOC): Conocimiento: control de la infección (1842).

Indicadores:

  • Signos y síntomas de infección.
  • Procedimientos de control de la infección.
  • Importancia de la higiene de las manos.

 

Objetivos (NOC): Control del riesgo: proceso infeccioso (1924).

Indicadores:

  • Reconoce los factores de riesgo personales de infección.
  • Reconoce las consecuencias asociadas a la infección.
  • Identifica signos y síntomas de infección.
  • Controla cambios en el estado general de salud.
  • Toma medidas inmediatas para reducir el riesgo.
  • Utiliza los servicios sanitarios de acuerdo a sus necesidades.

 

Intervenciones (NIC): Protección contra las infecciones (6550).

Actividades:

  • Observar los signos y síntomas de infección sistémica y localizada.
  • Utilizar los antibióticos con sensatez.
  • Enseñar al paciente y a la familia a evitar infecciones.

 

CONCLUSIÓN

El dolor abdominal fue el motivo para que la paciente acudiera a Urgencias siendo síntoma de una apendicitis aguda. Tras la cirugía y tras observar una mejoría en el estado de la salud de la paciente durante su ingreso en la planta de Cirugía, se le da el alta domiciliaria. Previo al alta, el equipo médico le indica qué recomendaciones seguir una vez en que llegue a su domicilio, como reiniciar su vida activa evitando esfuerzos que requieran fuerza abdominal durante al menos un mes; reintroducir dieta sana y equilibrada, y la toma de analgésicos cada 8 horas si así lo precisa. Por otro lado, el equipo de Enfermería le explicará los cuidados a realizar en la herida quirúrgica haciendo hincapié en la correcta higiene de la herida para evitar el riesgo de infección de esta; así como cuando deberá acudir a su médico de Atención Primaria para la retirada de las grapas. Todo quedará reflejado en el informe de alta que se adjunta a la historia clínica de la paciente para poder así, los profesionales y la paciente, acceder a la información siempre que la puedan necesitar.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Massafero Fernández G, Costa Marsicano JM. Apendicitis aguda y sus complicaciones. Clínicas Quirúrgicas Facultad de Medicina. Universidad de la República. Uruguay 2018.
  2. Bermello Lascano AV, Espinoza Bravo CA, Castillo Avendaño JL, Pontón Burgos HE. Complicaciones postoperatorias en apendicectomía por prevalencia de bacterias. Polo del conocimiento. Diciembre 2021; 6 (12): 1744-1763.
  3. Garro Urbina V, Rojas Vázquez S, Thuel Gutiérrez M. Diagnóstico, evaluación y tratamiento de la apendicitis aguda en el servicio de emergencias. Revista Médica Sinergia. Diciembre 2019; 4(12).
  4. Fernández Lobato R. Pruebas de imagen y apendicitis aguda: importancia para la calidad asistencial. Revista de Calidad Asistencial. Marzo 2010; 25 (4): 183-185.
  5. Hernández Cortés J, De León-Rendón JL, Martínez Luna MS, Guzmán Ortiz JD, Palomeque López A, Cruz López N, Ramírez HJ. Apendicitis aguda: revisión de literatura. Cirujano General. Ciudad de México. Enero-Marzo 2019; 41 (1).
  6. Díaz Barrientos CZ, Aquino González A, Heredia Montaño M, Navarro Tovar F, Pineda Espinosa MA, Espinosa de Santillana IA. Escala Ripasa para el Diagnóstico de apendicitis aguda: comparación con la escala de Alvarado de Santillana. Revista de Gastroenterología de México. Febrero 2018; 83(2): 112-116.
  7. Díaz Castro IF, Castillo Olvera JA, Erazo Haro SM, Moreno Castro FI. Escala de Alvarado en apendicitis aguda. Revista Científica Mundo de la Investigación y el Conocimiento. Octubre 2020; 4(4):123-133.
  8. Fallas González J. Apendicitis Aguda. Medicina Legal. Marzo 2012. Medicina Legal de Costa Rica. Marzo 2019;29(1)
  9. Souza Gallardo LM, Martínez Ordaz JL. Apendicitis Aguda. Manejo quirúrgico y no quirúrgico. Revista Médica Instituto Mexicano Seguro Social. Ciudad de México. 2017; 55(1).76-81
  10. Murúa Millán OA, González Fernández MA. Apendicitis aguda: anatomía normal, hallazgos por imagen y abordaje diagnóstico radiológico. Revista Médica UAS. Octubre-Diciembre 2020;10(4)
  11. González Macas JA, Rugel Zerna EA, Casa Gómez PY, Bajana Morán KE, Mocada Santillán JL, Vera Ganchozo BI. Complicaciones postoperatorias en los pacientes sometidos a cirugía de apendicitis aguda. Revista Científica de Investigación actualización del Mundo de las Ciencias. Julio 2018; 3(3): 1191-1213.
  12. Nanda International, Herdman TH ed, Kamitsuru S ed. Diagnóstico Enfermeros. Definiciones y Clasificación. 2015-2017. Edición española. Barcelona: Elsevier; 2015.
  13. Moorhead S, Johnson M, Mass ML, Swanson E. Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC). 5ª Edición. Barcelona: Elsevier; 2014.
  14. Bulecheck GM, Butcher HK, Dochterman JM, Wagner CM. Clasificaciones de intervenciones de Enfermería (NIC). 6ª Edición. Barcelona: Elsevier; 2014.

 

Publique con nosotros

Indexación de la revista

ID:3540

Últimos artículos