Artículo monográfico: cuidados pre-hospitalarios en el paciente pediátrico quemado

26 mayo 2023

AUTORES

  1. Thalia Manresa Martinez. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  2. Nerea López Peirona. Enfermera en Centro de Salud Zuera, Zaragoza.
  3. Alexandra Sofia Vatamaniuc. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  4. Vanessa Trueba Serrano. Enfermera en el Hospital General de la Defensa, Zaragoza.
  5. Lucía Mazano Díaz. Enfermera en el Hospital General de la Defensa, Zaragoza.
  6. Bárbara López Peirona. Enfermera de Atención Continuada en Centro de Salud de Zuera, Zaragoza.

 

RESUMEN

El manejo inicial que se le da a toda quemadura es primordial y de éste dependerá el pronóstico del paciente. La intervención enfermera en el paciente pediátrico quemado está dirigida a la prevención, recuperación y reinserción, convirtiéndose así en uno de los principales apoyos emocionales tanto del niño como de su familia.

PALABRAS CLAVE

Quemadura pediátrica, cuidado niño quemado.

ABSTRACT

The initial management which is given to all burns is paramount and this will depend on the prognosis of the patient. The nurse intervention in the burned pediatric patient is directed at prevention, recovery and reinsertion, making it one of the main emotional supports of both the child and his family.

KEY WORDS

Pediatric burn, burned child care.

DESARROLLO DEL TEMA

Las quemaduras, constituyen un serio problema dentro de la población infantil, siendo una de las causas más frecuentes de accidentes. La mayoría son evitables, debido a que se producen por un descuido, o por la ignorancia de ciertas situaciones peligrosas1-3.

El mayor riesgo de quemaduras se da entre los 0 y los 2 años. Éstas, constituyen, por lo tanto, una de las principales causas de morbimortalidad dentro de los accidentes infantiles. Aproximadamente un 85% de éstos, se producen en el ámbito doméstico, por ello la divulgación de medidas de prevención es de suma importancia, para minimizar la incidencia de este tipo de lesiones, donde el papel de atención primaria es crucial para conseguir este objetivo. La prevención, en estos casos, es el mejor tratamiento4-7.

El manejo inicial que se le da a toda quemadura es primordial y de éste depende el pronóstico del paciente. Una atención correcta en la escena del accidente y un rápido traslado a una unidad especializada puede optimizar el resultado en el tratamiento de quemados, reduciendo la morbilidad durante su evolución posterior. El consenso de expertos sugiere los siguientes cuidados pre-hospitalarios para pacientes con quemaduras moderadas y severas:

  • Intentar mantener la calma y detener el mecanismo de daño. Ropa quemada, joyas, etc. han de ser retiradas al menos que estén pegadas al paciente. En caso de quemadura química será necesario realizar una irrigación profusa de la lesión y en caso de la eléctrica separar al paciente inmediatamente del contacto por medio de algún elemento aislante.
  • Proporcionar soporte vital básico. Al igual que en todo paciente traumatizado, el tratamiento se inicia con el ABC. Si el paciente está inconsciente, pero respira: Poner en posición de seguridad, llamar al 112 e informar y no dejar sola a la víctima. Si está con respiración ineficaz: iniciar maniobra RCP (iniciar con 5 ventilaciones y seguir con mansaje cardiaco alternando 30 compresiones cardiacas y 2 ventilaciones boca-boca). Si pasa un minuto y el paciente no recupera la respiración, llamar al 112 y reiniciar maniobra RCP.
  • Desde el punto de vista hemodinámico, se evaluará la presencia de signos de shock, procediendo en tal caso según las pautas de manejo habituales. Una vez superado el shock, se iniciará con el plan de hidratación. En niños con menos del 10% de la superficie corporal quemada (SCQ), puede intentarse con la hidratación oral. Sin embargo, en todo niño con una SCQ superior al 10% o fracaso de la rehidratación oral, se indica la hidratación intravenosa. En caso de que la SCQ supere el 20% se indica la hidratación a través de una vía venosa central. Por preferencia suele utilizarse Ringer Lactato mediante la “Fórmula de Parkland”: 3 – 4 ml x kg de peso x % Superficie Corporal Quemada + necesidades basales. Se administra un 50% en las primeras 8 horas, un 50% en las siguientes 16 hasta llegar a una diuresis mínima de 1 ml/kg. peso/hora.
  • El transporte del paciente al hospital ha de ser rápido reduciendo al mínimo las intervenciones que lo demoren y una vez llegado al centro asistencial, después de una adecuada analgesia y sedación, se realizará el lavado de las lesiones con yodopovidona jabonosa y otro antiséptico, utilización de tópicos, cobertura y vendaje de la lesión. Expertos recomiendan que el área quemada ha de enfriarse con agua durante 10-20 minutos inmediatamente después del accidente, aunque esto dependerá de la SCQ, ya que en grandes quemados este proceso está contraindicado por la hipotermia que puede producir. El hielo nunca debe ser aplicado a las quemaduras.

 

No obstante, la mayoría de las quemaduras en los niños son formas menores que pueden ser tratadas de forma ambulatoria. Las de primer grado no requieren tratamiento salvo una analgesia apropiada y una correcta hidratación de la piel. Para las de segundo grado superficial: valoración de la analgesia, irrigación de la zona, limpieza y desbridamiento, aplicación de antibióticos tópicos, vendaje no oclusivo y revisión cada 2-3 días4,8-15.

Por último, y no menos importante, mencionar la gran relevancia que tiene el apartado relacionado con el sufrimiento emocional que padecen estos niños, ya que aparte de constituir un atentado a la integridad física y corporal, este tipo de accidentes conllevan un fuerte impacto traumático debido a la destrucción de tejidos, órganos o miembros, así como alteraciones de la imagen corporal. Se estima que la frecuencia de depresión, en pacientes ingresados por quemaduras, es hasta del 80%, y hasta un 30% de éstos sufre cierto grado de trastorno por estrés postraumático. Debido a esto, es importante llevar a cabo un trabajo transdisciplinar y psicoterapéutico para minimizar todos estos efectos en los niños. No obstante, el proceso de atención a niños quemados es estresante también para el equipo de enfermería, cuya intervención está encaminada a la prevención, recuperación y reinserción de estos pacientes en la sociedad con un mínimo de secuelas y al adecuado manejo de la comunicación tanto con los niños como con la familia, con el objetivo de alcanzar el éxito terapéutico1,16-18,19.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Rodríguez Hernández I, Fajardo Villarroel A, Navarro Álvarez Y. Atención de enfermería a la urgencia pediátrica por quemaduras. Desarrollo Cientif Enferm. 2012;20(3):91-96.
  2. Juall Carpenito L. Diagnóstico de Enfermería Aplicaciones a la práctica clínica. 9ª ed. 2002.
  3. Rodríguez O, Castillo M, Castellanos Y. Calidad en la atención al quemado. Rev Cubana Enfermer. 2004;20(1).
  4. Suarez Franco M, Hernández Mesa V. Atención Extrahospitalaria de Enfermería en Pacientes Quemados. Revista Científica Hygia de Enfermería. 2012;81:68-70.
  5. García A, Capín A. Traumatismos y quemaduras en Atención Primaria. Pediatr Integral. 2014;18(5):291-301.
  6. Peñalba Citores A, Marañón Pardillo R. Tratamiento de quemaduras en urgencias. En: AEP, SEUP, eds. Protocolos de la AEP. Madrid: Ergon; 2010. p. 199-204.
  7. González Balenciaga M, Mintegi Raso S. Quemaduras. En: Benito J, Luaces C, Mintegi S, Pou J, eds. Tratado de Urgencias en Pediatría. Madrid: Ergon; 2011. p. 967-74.
  8. Laguado Forero N, Soto Fernández DR. Quemaduras en pediatría. Med UIS. 2007;20(3):211-219.
  9. Carzo ME, Domènech AB, Lluna J, Vila JJ. Principales accidentes. Quemaduras. En: Esparza MJ, Mintegui S. Guía para padres sobre la prevención de lesiones no intencionadas en la edad infantil. Madrid; Fundación MAPFRE; 2016. p. 47-55.
  10. Ferj D. Quemaduras en edad pediátrica: enfrentamiento inicial. Rev Med Clin Condes. 2009;20(6):849-859.
  11. Sánchez-López JE. Manejo del niño quemado. Rev Cient Cienc Med. 2011;14(2):28-30.
  12. Correa Sánchez F, Menchaca P, Rostion C. Manejo inicial del niño quemado: lo que el médico general debe saber. Rev Ped Elec. 2014;11(1):6-16.
  13. Murruni A, Basilico H, Guarracino F, Demirdjian G. Manejo inicial del paciente quemado pediátrico. Arch argent pediatr. 1999;97(5):337-341.
  14. Herndon DN. El niño quemado. En: Bendlin A, Linares HA, Benaim F. Tratado de quemaduras. México: Interamericana; 1993. p. 263-276.
  15. Herndon DN, Rutan RL, Rutan TC. Management of the pediatric patient with burns. J Burn Care Rehabil 1993;14:38.
  16. Zárate Guerrer G. Reacciones emocionales de los niños hospitalizados con quemaduras, así como de sus familiares. Rev Latinoam Psicopat Fund. 2008;11(1):29-30.
  17. Enoch S, Roshan A, Shah M. Tratamiento de urgencia y tratamiento precoz de las quemaduras. BMJ. 2009;8:338.
  18. Soares NTI, Tacla MTGM. Experience of nursing staff facing the hospitalization of burned children. Invest Educ Enferm. 2013;31(1):49-59.
  19. Delgado Pardo G, Moreno Garcia I. Variables psicológicas y familiares implicadas en las quemaduras infantiles. Anuario de psicología y de la Salud. 2010;6:17-21.

 

Publique con nosotros

Indexación de la revista

ID:3540

Últimos artículos